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Los Excluidos. Marcos, en su Evangelio, va mostrando: " Quién es Jesús". No se preocupa de definiciones abstractas... sino presenta concretamente a Jesús actuando. A partir de sus gestos, podemos descubrir quien es Él:
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Marcos, en su Evangelio, va mostrando: "Quién es Jesús". No se preocupa de definiciones abstractas... sino presenta concretamente a Jesús actuando.
A partir de sus gestos, podemos descubrir quien es Él: - Jesús libera al hombre poseído por un espíritu malo; - Extiende la mano a la suegra de Pedro y la ayuda a levantarse; - HOY vemos su actitud para con los marginados y EXCLUÍDOS.
La 1ª Lectura muestra la severa discriminación de los LEPROSOS, en la ley de Moisés: “Andará harapiento y despeinado, con la barba tapada... Vivirá solo, y tendrá su morada fuera del campamento... Si se encuentra con alguien, debe gritar: ¡impuro, impuro!..." (Lv 13,1-2.44-46)
El precepto se explica por la preocupación de contagio y por el concepto de los hebreos, que veían en la lepra un castigo de Dios... El leproso era así un castigado de Dios y un excluido de la comunidad.
En la 2ª Lectura, Pablo invita a “hacer todo para gloria de Dios". (1Co 10,31-11,1) En elEvangelio, vemos a actitud de Cristo hacia un LEPROSO: purifica al enfermo y lo reintegra a su comunidad. (Mc 1,40-45) - Un leproso, contrariando a la ley, se aproxima a Jesús... y de rodillas implora: "Si quieres, puedes limpiarme..."
- Jesús "se compadece", "extiende la mano y lo toca..." y le restituye la salud: "QUIERO, queda limpio..." Al acoger y tocar al leproso, Jesús transgredía la ley, que prohibía tocarlos. Pero en seguida la cumple: manda presentarse al Sacerdote, a quien correspondía la decisión de reconocer la curación y reintegrar a la comunidad. Para Cristo, la caridad está sobre la Ley...
Jesús "compadecido" cura dos males: el mal de la soledad y el mal de la lepra. Y reintegra al leproso a la convivencia fraterna... El Leproso, al experimentar el poder salvador de Jesús, se convierte en un ardoroso testigo del amor y de la bondad de Dios.
* Dios no excluye a nadie. Todos están llamados a formar la familia de los hijos de Dios. El leproso no es un marginado, un pecador condenado, sino un hijo amado a quien Dios quiere ofrecer la Salvación y la vida.
* El camino del leproso debe ser el camino de todo discípulo: - Venir a Jesús, aceptar la propia limitación humana, - experimentar la misericordia y el poder liberador del Señor - y finalmente hacerse testigo de las grandes obras de Dios. * El episodio recuerda el Sacramento de la Penitencia: La Penitencia es un encuentro con Jesús, que cura de la lepra del pecado y reintroduce en la comunidad eclesial.
Los leprosos de hoy... Desgraciadamente la "lepra" también hoy existe en nuestra sociedad y en la Iglesia. Hay muchos excluidos, "fuera del campamento". - Son rechazados, como si fuesen leprosos, todos los "DIFERENTES": los que piensan o actúan de modo diverso al nuestro.... -Y cuando alguien se siente un "leproso", ¿a quién debe dirigirse?
¿Podrá contar con el apoyo de los cristianos de su comunidad, con la misma confianza del leproso que buscaba a Jesús ? Leprosos de hoy son los que viven en los barracones... son los desempleados de las ciudades industriales... los jóvenes drogadictos, víctimas de una sociedad consumista; son los niños abandonados; son los ancianos sin consideración ni en el empleo ni en la familia, como producto desechable... Son lepras que matan mucho más que la lepra del tiempo de Jesús.
+ Jesús no se apartó de los leprosos... Se aproxima a ellos, porque ve en ellos un hijo de Dios. * ¿Cuál es nuestra actitud para con ellos? Nuestros prejuicios, nuestro legalismo ¿no están creando marginación y exclusión para con nuestros hermanos? - Jesús sintió "compasión"... * ¿Qué sentimos ante el sufrimiento, la injusticia, la miseria de un hermano? "Extendemos la mano" ¿o sólo nos lamentamos: diciendo “Pobrecillo"?
- La curación de la lepra era una Señal de los tiempos mesiánicos... En el Antiguo Testamento, sólo dos profetas curaron la lepra: Moisés (a su hermana María) y Eliseo (a Naamán, el Sirio). - Los dirigentes religiosos no reconocen el día de la liberación... - El leproso curado lo ve y lo atestigua con entusiasmo.
El encuentro con Jesús transformó totalmente la vida del leproso. No podía esconder su alegría, y sintió necesidad de dar testimonio. Nuestro encuentro con Cristo en esta eucaristía ¿nos hace capaces de ser testigos en medio de nuestros hermanos, con alegría y entusiasmo, la liberación que Cristo nos trajo?
- ¿Cuáles son NUESTROS leprosos... que excluimos de nuestra trato? ¿Estamos dispuestos, a ejemplo de Cristo, a acercarnos a ellos y extender nuestra mano? P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS- 12.02.2012
MI DOMINGO Con la Palabra de Dios Meditada por:P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS Ilustración:Nelso Geraldo Ferronatto Traducción:P. José Luis Uranga, CMF Música: Balada da Caridade Rita de Cássia Ribeiro MJC - LP 1001 Busca la dirección: http://www.buscandonovasaguas.com