E N D
EL DIA DEL MAESTRO El 13 de abril de 1920, el Presidente Vaquerizo Moreno declaró a esta fecha como el “Día del Maestro ecuatoriano” en honor a célebres personajes que con su actuar se ganaron dicho título, y que a través de la historia dejaron su legado, Juan Montalvo, Federico Gonzales Suarez, Luis Felipe Borja y otros tantos que sin estar en la historia todavía permanecen en el recuerdo de muchos de sus estudiantes. El MAESTRO, la MAESTRA base fundamental del desarrollo intelectual, moral y ético, ejemplo de responsabilidad en sus labores cotidianas, en el aula y en la comunidad, compartiendo desinteresadamente sus pensamientos, ideales, roles y competencias, constituyéndose en un verdadero trabajador/a de la educación.
QUIERO SER COMO TÚGracias, maestropor ser un ejemplo para mí.
Cuando pienso en todo lo que me has enseñadoy me veo en tu reflejo,quiero ser como tú:inteligente, interesante y comprometidopositivo, confiable y modesto,yo quiero ser como tú.
Informado y fácil de entenderpensando con la mente pero también con tu corazón,motivándonos para sacar lo mejor de nosotroscon sensibilidad y devoción:quiero ser como tú.
Dándonos tu tiempo, energía y talentopara asegurar que el más brillante de los futurosnos es ofrecido a cada uno de nosotros. Gracias maestro,por darme un objetivo en la vida por el que luchar:¡Yo quiero ser como tú!.
AMA. Si no puedes amar mucho, no enseñes a niños. SIMPLIFICA. Saber es simplificar sin quitar esencia. INSISTE. Repite como la naturaleza repite las especies hasta alcanzar la perfección. ENSEÑA con intención de hermosura, porque la hermosura es madre. MAESTRO, se fervoroso. Para encender lámparas basta llevar fuego en el corazón. VIVIFICA tu clase. Cada lección ha de ser viva como un ser. ACUERDATE de que tu oficio no es mercancía sino oficio divino. ACUERDATE. Para dar hay que tener mucho. ANTES de dictar tu lección cotidiana mira a tu corazón y ve si está puro. PIENSA en que Dios se ha puesto a crear el mundo de mañana.
Himno al maestro Gratitud al Maestro, que alumbranuestra vida y la llena de estrellas;gratitud de la Patria que, en ellas,ve otro cielo, en palabras de luz. Gratitud de la Patria, que sabelo que sufre el Maestro y se afana,frente al joven, la voz del mañana;junto al niño, inocencia y virtud. ¡Oh Maestro que estás en la Cátedrade tus labios queremos la aurora;tu palabra es la luz que se afloray amanece en las cumbres del bien!