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Ciclo C. Domingo 21 Tiempo Ordinario. 25 de agosto de 2013. Música: Liturgia Melkita de S. Juan Crisòstomo s.IV (4’36).
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Ciclo C Domingo 21Tiempo Ordinario 25 de agosto de 2013 Música: Liturgia Melkita de S. Juan Crisòstomo s.IV (4’36)
Is 66:18-21 Yo inspiraré sus obras y pensamientos, vendré a congregar a pueblos y naciones; vendrán y contemplarán mi gloria. Pondré en medio de ellos una señal y mandaré algunos de sus supervivientes a las naciones: a Tarsis, Libia, Lidia, Mosoc, Ros, Tubal y Javán, y a los pueblos lejanos que nunca oyeron hablar de mí ni han visto mi gloria. Y anunciarán mi gloria entre las naciones. Y traerán de todos los pueblos, como ofrenda al Señor, a todos vuestros hermanos: montados en caballos, carros, literas, mulos y dromedarios. Los traerán a mi monte santo en Jerusalén –dice el Señor–, lo mismo que los israelitas traen ofrendas en vasos purificados al templo del Señor.Y también de entre ellos me escogeré sacerdotes y levitas –dice el Señor–. Todos vendrán y verán mi gloria
Salmo 116 Id al mundo entero y predicad el Evangelio ¡Alabad al Señor todas las naciones,aclamadlo todos los pueblos!
Id al mundo entero y predicad el Evangelio Grande es su amor hacia nosotros,y la fidelidad del Señor dura por siempre.
Heb 12:5-7, 11-13 Y además habéis olvidado aquella exhortación que se os dirige como a hijos: Hijo mío, no desprecies la corrección del Señor, ni te desalientes cuando él te reprenda; porque el Señor corrige a quien ama, y castiga a aquél a quien recibe como hijo.Dios os trata como a hijos y os hace soportar todo esto para que aprendáis. Pues ¿qué hijo hay a quien su padre no corrija?Es cierto que toda corrección, en el momento en que se recibe, es más un motivo de pena que de alegría; pero después aporta a los que la han sufrido frutos de paz y salvación. Robusteced, pues, vuestras manos decaídas y vuestras rodillas vacilantes, y caminad por sendas llanas, a fin de que el pie cojo no vuelva a dislocarse, sino que, más bien, pueda curarse. Allanad el camino
Aleluya Jn 14: 6 Yo soy el Camino y la Verdad y la Vida,-dice el Señor-. Nadie va al Padre sino por mí.
Lc 13: 22-30 Mientras iba de camino hacia Jerusalén, Jesús enseñaba en los pueblos y aldeas por los que pasaba.Uno le preguntó:–Señor, ¿son pocos los que se salvan?Jesús le respondió:–Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, porque os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de casa se levante y cierre la puerta, vosotros os quedaréis fuera y, aunque empecéis a aporrear la puerta gritando: “¡Señor, ábrenos!”, os responderá: “¡No sé de dónde sois!”. Entonces os pondréis a decir: “Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas”. Pero él os dirá: “¡No sé de dónde sois! ¡Apartaos de mí, malvados!”. Entonces lloraréis y os rechinarán los dientes, cuando veáis a Abrahán, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, mientras vosotros sois arrojados fuera. Pues vendrán muchos de oriente y occidente, del norte y del sur, a sentarse a la mesa en el reino de Dios. Hay últimos que serán primeros y primeros que serán últimos. Cerca de Jerusalén.
INICIO El silencio interior y la paz del corazón no apagan nunca el llamamiento a las solidaridades humanas venidas directamente del Evangelio. Roger de Taizé