E N D
El ser humano es la proyección de la voluntad divina, un ser en construcción, el cual necesita de maestros conscientes de su misión, que lo orienten como un ser creador, capaz de transformar el mundo y así mismo; aportando nuevos valores y obras a la comunidad de la cual forma parte.Es por ello que la escuela se convierte en ese recinto sagrado, en ese espacio que permite la socialización del saber, el juego, el conocimiento, el respeto, la ciencia y el arte que se conjugan a través de unos principios básicos para la convivencia social como son: el aprender a comunicarse, a interactuar, a decidir en grupo, a cuidarse a sí mismo y al entorno y a no agredir al otro, para dar lugar a una pedagogía del amor; en el que las familias se convierten en copartícipes de la educación que se requiere impartir para lograr la finalidad última de nuestra razón de ser: la formación integral de nuestros educandos.