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Terapia de Aceptación y Compromiso. Ps Jaime Ernesto Vargas-Mendoza. Asociación Oaxaqueña de Psicología A.C. 2006. Supuestos Filosóficos.
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Terapia de Aceptación y Compromiso Ps Jaime Ernesto Vargas-Mendoza Asociación Oaxaqueña de Psicología A.C. 2006
Supuestos Filosóficos. • La tecnología y la teoría de la Terapia de Aceptación y Compromiso (TAC) se basan en una filosofía particular denominada como contextualismo funcional. • La unidad de análisis principal en el contextualismo son los actos que ocurren en un contexto. De manera que, las características principales del contextualismo son: • que se enfoca en el evento como un todo • que entiende la naturaleza y función del evento, en términos de la relación de éste con su contexto • que hace uso de un criterio de veracidad pragmático
Bajo estos supuestos, las metas de la terapia deben estar claramente definidas, para que pueda operar un criterio de veracidad pragmático (trabajo bien hecho), aunque no se sostiene la idea de que una metas sean mas “correctas” que otras. También es característico de la TAC el no tomar las demandas (de ayuda) que hace el cliente, de manera literal. Por ejemplo, una persona que se queja de ansiedad, frecuentemente expresa que tiene un “desórden de ansiedad” y que quiere hacer lo necesario para cambiar la forma, la frecuencia u otros aspectos de esta reacción emocional. Según el modelo de la TAC, contrariamente, se asume que la naturaleza problemática de la ansiedad está contextualmente determinada.
La “ansiedad” es problemática, en parte debido a que se cree que es mala, ya que se asume que es una causa de la conducta y porque éstas construcciones verbales sugieren que la ansiedad debe modificarse antes, para que surja la posibilidad de una vida aceptable. Así pues, conforme las personas se enfocan mas sobre sus reflexiones acerca de la descripción, categorización y evaluación del mundo, tienden a fusionarse con sus cogniciones y es así que, los efectos que tiene nuestra realidad sobre nuestro comportamiento, cada vez mas provienen de reglas y relaciones de estímulo derivadas, que de la experiencia directa y la posibilidad de alterar nuestro ambiente directo.
De esta manera, los sustentos científicos de la TAC provienen de una amplia literatura conductual sobre: • la conducta gobernada por reglas, • la equivalencia de estímulos y • los marcos relacionales de la conducta verbal.
El Problema Principal: la Evitación Experencial. Las “causas” mas próximas del sufrimiento de las personas están en los pensamientos, los sentimientos y las sensaciones corporales asociadas con sus dificultades. Por lo que, no es de extrañar, que los enfoques dominantes de la psicopatología se hayan concentrado en estos fenómenos privados. Sin embargo, bajo el marco teórico de la TAC, el considerar a los pensamientos y los sentimientos como el problema es, en sí mismo, es parte del problema. Incluso, las aparentes soluciones, basadas en este análisis, son también parte del problema.
Diciéndolo de otra manera, la TAC se basa en la idea de que muchas formas de psicopatología son, de hecho, desórdenes de evitación experencial. La evitación experencial ocurre cuando la persona no desea mas tener ciertas experiencias privadas indeseables (pensamientos, sentimientos, recuerdos, sensaciones corporales) y hace lo que puede para alterar la forma y la frecuencia en que ocurren estos fenómenos y el contexto que los ocasiona, a pesar del costo significativo que esto le represente. El querer escapar de estas situaciones, esforzándose para suprimirlas, desafortunadamente produce que estas se hagan mas incidiosas y nos conduzcan a abusar de los medicamentos y otras substancias, a la depresión o a no poder salir delante de recuerdos traumáticos como el abuso infantíl, etc.
La Aplicación Práctica de la TAC. En el nivel de los procesos, es notable la forma en que la TAC hace uso de las metáforas, las paradojas y los ejercicios experenciales. Con este enfoque, una de las principales metas es la de esclarecer las trampas que el lenguaje verbal nos prepara, por lo que frecuentemente se emplean las metáforas y las paradojas lógicas para alcanzar este objetivo. La aplicación práctica de la TAC consta de los siguientes pasos:
1. Desamparo Creativo. Debemos ser claros aquí sobre lo que queremos decir con el término “desamparo creativo”. Generalmente, se considera el desamparo como algo negativo. Sin embargo, en la TAC, no tratamos de procurar una sensación de desamparo. En lugar de ello, tratamos de ayudar al cliente a reconocer que lo que ha tratado de hacer con sus problemas no ha servido y que no sirve de nada incistir en ello. Si el cliente puede parar de hacer lo que no ha servido, es posible que pueda intentar con otra cosa. Este tipo de desamparo es creativo, porque permite al cliente alejarse de estar batallando e intentar algo nuevo.
LA METAFORA DE LAS ARENAS MOVEDIZAS. Se trata de una metáfora breve que frecuentemente compartimos con el cliente en esta fase del tratamiento. Le decimos: “sería como si usted estuviera atrapado en arenas movedizas. Por supuesto, intentaría hacer lo que pudiera para salir de ellas, aunque lo que supiera e hiciera, solo lo llevara a enterrarse mas profundo. Lo único que se puede hacer con las arenas movedizas, es extender el cuerpo y tratar de entrar en contacto, lo mas posible con ellas. Quizá lo que a usted le pasa es parecido. No es muy lógico al principio, pero puede ser que lo que usted deba hacer, es parar de batallar y en lugar de ello, entrar en contacto total con lo que ha estado tratando de evitar”.
2. En el Control está el Problema A pesar de que las estrategias de control parezcan lógicas para muchas personas, nosotros debemos argumentar que en ciertas circunstancias, cuando el control se pretende aplicar sobre nuestros propios eventos privados, esto produce que la situación se empeore. Aunque es inefectivo, resulta razonable para los clientes el haber intentado controlar sus eventos privados como una forma de hacerles frente.
Durante esta fase de la TAC, se trabaja para ayudar al cliente a alejarse de una agenda inefectiva de control. Sin embargo, esto solo se puede conseguir si el cliente se da cuenta por sí mismo de lo inútil que resultan las estrategias de control. No es recomendable adoptar una posición imperativa y ordenar al cliente que deje de tratar de controlar sus pensamientos y sus emociones. Las estrategias de control funcionan muy bien en el mundo exterior. Pero en las areas de la conciencia, las emociones, los pensamientos, los recuerdos, las actitudes y las sensaciones corporales, generalmente no funciona. Se trata de una batalla que no se puede ganar. Esto se parece a cuando queremos dormirnos, entre más lo intentamos, menos conciliamos el sueño.
LA METAFORA SOBRE ESTAR ALIMENTANDO A UN TIGRE. Imagínese que usted vive con un pequeño tigre que está hambriento. Da la impresión de que se lo quisiera comer o al menos es lo que usted piensa. Es un tigre pequeño, pero atemorizante. Así que, usted le arroja algo de carne para que no se lo coma y es casi seguro que esto lo mantendrá calmado mientras come. Por un momento lo deja en paz. Solo por un momento. Pero también, al comer crece un poco mas de tamaño. De manera que, cuando tenga hambre otra vez, será mas grande y mas peligroso. Usted le arroja mas alimento. El pequeño tigre, crece mas y mas. Muy pronto se ha convertido en un tremendo tigre, aquel pequeño que usted quería controlar. Usted experimenta ansiedad (urgencia, disconford): son tigres que están ahí queriendo devorárselo. Si usted se esfuerza en ser mas flexible en su criterio, llegará el momento en que estos tigres dejen de perturbarlo. Aunque tenga que aceptar que no se retirarán inmediatamente.
3. Ser Diligente es la Alternativa. Si el terapeuta ha podido establecer la agenda de control del cliente como destructiva, resultará útil buscar una alternativa : ser diligente o estar dispuesto a cambiar (aceptación). Metáforas como la de Las Dos Escalas, resultan útiles para introducir la idea del control y su relación con el sufrimiento psicológico.
LA METAFORA DE LAS DOS ESCALAS. Imagínese dos escalas, como si fueran los volúmenes de un estereo. Una está justo frente a usted y se llama “Ansiedad” (coraje, culpa, preocupación, dependiendo de la situación del cliente. También es recomendable mover las manos arriba y abajo, como si estubiéramos moviendo unos controles). Puede varíar en valores de 0 a 10. Usted llegó hasta aquí debido a que “Su ansiedad era muy alta”. En otras palabras, usted ha estado tratando de reducir el marcador de esta escala. Pero ahora tiene acceso a otra escala. Esta se mantenía escondida y era difícil verla. Esta otra escala también varía de 0 a 10 y se llama “Disposición” y se refiere a qué tanto usted puede experimentar lo que le sucede sin tratar de manipularlo, escapar o evitarlo. Lo que necesitamos hacer en esta terapia es cambiar nuestro enfoque desde la escala de ansiedad a la escala de disposición.
Un terapista con el enfoque TAC diría : Hay que distinguie entre el malestar “limpio” y el malestar ”sucio”. El malestar “limpio” se refiere a los malos momentos que a veces nos trae la vida, como parte del mismo proceso de estar viviendo. Por otro lado, el malestar “sucio” son los problemas emocionales y los pensamientos perturbadores que son resultado de el estarnos esforzando por controlar nuestros sentimientos. Una vez que la disposición es alta y la tendencia al control es baja, el malestar “sucio” se reduce y solo queda el malestar “limpio”. De manera que, la “disposición” o ser “diligente” (aceptación), no es un estado mental. Se trata de una actividad que no intenta controlar los sentimientos o los pensamientos de uno.
4. Deliteralización. Como un método importante para facilitar la aceptación, tenemos a la deliteralización, que es otro componente fundamental de la TAC. Este término se refiere a romper con los significados usuales del lenguaje, de manera que se disuelvan las estrechas clases de equivalencia. En la TAC es rutinario el empleo de paradójas, metáforas y ejercicios de atención, para cambiar las funciones de estímulo en el lenguaje de los clientes. En la cultura, en general, se considera que las palabras son equivalentes a las cosas que describen. Sin embargo, como resultado del trabajo de deliteralización, los pensamientos no solo se comprenden, sino que son escuchados como solo un sonido o simplemente observados como una relación verbal automática.
Un ejemplo de una convención lingüística está en el uso de las palabras “pero” e “y”. Cuando usamos un “pero”, lo que decimos en seguida de esta palabra generalmente contradice lo que expresamos antes. “esto, pero lo otro”. Se trata de dos cosas inconsistentes, aunque, en realidad, tenemos las dos cosas “esto y lo otro”. La TAC recomienda usar la convención de decir “y” en lugar de decir “pero”. Por ejemplo, si “tengo que ir a trabajar, pero no tengo ganas”, sería mejor expresarlo (y pensar diciendo) “tengo que ir a trabajar y no tengo ganas”.
Un segundo ejemplo de otra convención del lenguaje consiste en distinguir entre evaluación y descripción. El problema que trae consigo el no hacer esta distinción radica en que el cliente puede confundir las propiedades objetivas y subjetivas de los fenómenos. Por ejemplo, el cliente puede tener la convicción: “soy un ser humano insignificante”. Todos podríamos estar de acuerdo en que esta persona es un ser humano, pero el adjetivo “insignificante” es una evaluación subjetiva que hace el cliente sobre sí mismo. Así, en la fase de deliteralización de la TAC, trabajaríamos en ayudar al cliente a separar estos dos aspectos, diciendo: “soy un ser humano y me estoy evaluando como insignificante”.
5. La Identidad como algo distinto de los Eventos Privados. Los seres humanos tendemos a identificarnos con la programación que hemos acumulado a lo largo de nuestras historias. Se trata de una programación de naturaleza verbal, a partir del momento en que adquirimos las habilidades del lenguaje. Esta programación nos dota de la capacidad de extraer reglas a partir de la experiencia, lo que es una posibilidad de extraordinaria utilidad, aunque tiene también su lado obscuro.
Cuando las personas creen que son o se identifican con su programación, limitan el rango de sus posibilidades para responder, al producir insensibilidad a las alternativas y promover un contexto donde la evitación de las experiencias negativas o malas se vuelve esencial. Con el propósito de que los clientes pierdan sus ataduras con los contenidos verbales, considerados como su identidad personal, deberán buscar un sentido de identidad que trascienda lo literal. El observar en el “aquí y el ahora”, es una posibilidad para las personas en ciertas circunstancias (como cuando practican la meditación). La TAC intenta, mediante metáforas y ejercicios experenciales, iluminar este sentido naturalista de la espiritualidad.
LA METAFORA DE LA CASA Y LOS MUEBLES. “Imagínese que usted es una casa llena de muebles. Los muebles no son y nunca serán la casa. Los muebles son lo que contiene la casa o lo que está dentro de ella. La casa solo da cabida o contiene a los muebles y les da el contexto para que puedan funcionnar como muebles. Ahora, si consideráramos a los muebles como buenos o como malos, esto no diría nada respecto al valor casa, porque una cosa son los muebles y otra la casa. De la misma manera, lo que usted piensa o siente no conforma su identidad : no es usted.
6. Los Valores y las Acciones Comprometidas. La aceptación de pensamientos, recuerdos y emociones indeseables resulta útil y honorable, solo en la medida en que esto acerca al cliente en la dirección que tiene significado para él o para ella. El ayudar al cliente a identificar las metas valiosas de su vida y a desarrollar y mantener un compromiso con ellas, aún frente a obstáculos emocionales, es lo que dignifica al trabajo de la TAC y es el propósito de esta fase del tratamiento.
Definimos como valores a las trayectorias en la vida, globalmente deseadas y verbalmente construidas. • Esclarecer los valores es como escoger una dirección para moverse, mientras que las metas son mas como seleccionar un destino alcanzable. • Frecuentemente se le pide al cliente la tarea de definir sus valores en diferentes dominios, que incluyen : • sus relaciones de pareja • la recreación • la espiritualidad • su participación ciudadana • su bienestar físico
La parte final del asesoramiento en valores consiste en generar metas relevantes, que sean importantes para el cliente y que serán el objetivo de lo que resta de la terapia. Ya establecidas las metas, el terapeuta reintroduce la idea de la aceptación. No tendría sentido aceptar el contacto con eventos privados dolorosos o indeseados, a no ser que tengamos metas que alcanzar.
LA METAFORA DEL PANTANO. Imagínese que usted empieza un viaje hacia una hermosa montaña, que puede devisar claramente a lo lejos. Pero casi de inmediato se percata que tiene frente a sí un enorme pantano. Y usted piensa : “No sabía que tendría que atravezar este pantano. Es apestoso y el lodo se pegostea en mis zapatos. No puedo sacar mis pies del fango. Estoy mojado y me siento cansado. Porqué nadie me dijo que había este pantano”. En esta situación usted puede elegir entre abandonar el viaje o entrar en el pantano. Así es la terapia. . . ¡Así es la vida! Vámos a través del pantano, no porque queramos enlodarnos, sino porque es lo que se atravieza entre nosotros y ahí donde queremos llegar.
Luego que el cliente ha identificado metas valiosas, le pedimos que escoja una de ellas para trabajar y que se comprometa en ello. Los clientes frecuentemente se resisten, debido a su historia, que contiene la experiencia de haber fracasado en alcanzar o satisfacer los compromisos que decían hacerse. Sin embargo, cuando se fracasa, uno tiene que elegir nuevamente entre sentarse en el piso y lamentarse por haber fracasado o levantarse e intentar de nuevo, moviéndose en la dirección de nuestros valores.
Algunas consideraciones importantes sobre la TAC. El terapeuta siempre debe recordarse de aplicar las mismas herramientas de deliteralización y buena disposición (aceptación) para sí mismo y recordar que el cliente no es diferente de él, en los niveles mas básicos. Un aspecto muy importante de la relación terapéutica en la TAC está en el respeto que el terapeuta debe tener por el cliente. Se asume que el cliente tiene el derecho básico de hacer sus propias elecciones acerca de su vida y el terapeuta deberá de asegurarse de no utilizar las técnicas de la TAC como una forma de control social.
LA METAFORA DE LAS DOS MONTAÑAS. El Terapeuta dice : Imagínese que usted y yo somos unos escaladores que estamos trepando nuestra propia montaña de la vida. Es posible que, mientras yo subo en mi terreno, pueda devisar desde mi perspectiva y verlo a usted ascendiendo en su montaña. Lo que yo puedo ofrecerle como terapeuta es solo lo que puedo comentarle desde mi perspectiva. Ofrecerle mi punto de vista externo o independiente. No es que usted esté equivocado y yo esté en lo correcto. Los dos somos unos seres humanos enfrentándonos al mismo reto de escalar nuestras respectivas montañas. No es que uno esté “arriba” y otro esté “abajo”. Desde la montaña en que estoy yo, tengo una perspectiva del camino que usted está tomando. Mi trabajo consiste en proporcionarle dicha perspectiva, de tal forma que esto le ayude a que usted llege a donde quiere ir.
BIBLIOGRAFIA. Hayes, S. C. & Batten, S. V. – A primer of Acceptance and Commitment Therapy.- European Psychotherapy (2000), 1, 2-9 Hayes, S. C., Masuda, A. & De May, H. – Acceptance and Commitment Therapy and the Third Wave of Behavior Therapy.- Gedragstherapie
En caso de citar este documento por favor utiliza la siguiente referencia: • Vargas-Mendoza, J. E. (2006) Terapia de Aceptación y compromiso. México: Asociación Oaxaqueña de Psicología A.C. Enhttp://www.conductitlan.net/act.ppt