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PAUTA PARA EL PROFESOR (OJO, DIAPOSITIVAS 1 Y 2 NO FORMAN PARTE DE LA PRESENTACI Ó N PARA LOS ALUMNOS). Pauta para el profesor. Las presentaciones que aquí se ofrecen son sólo una sugerencia, una base, con las características centrales de cada tema.
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PAUTA PARA EL PROFESOR (OJO, DIAPOSITIVAS 1 Y 2 NO FORMAN PARTE DE LA PRESENTACIÓN PARA LOS ALUMNOS). Pauta para el profesor Las presentaciones que aquí se ofrecen son sólo una sugerencia, una base, con las características centrales de cada tema. La idea es que Ud. mismo pueda adecuar estos contenidos básicos a la realidad específica de su curso (agregar o quitar diapositivas, imágenes, texto, audio, etc.). Se sugiere revisar 1° el “Esquema” de la presentación, que va explicando y contextualizando cada diapositiva (el “Esquema” se encuentra también en su versión en Word, para que lo pueda imprimir). En algunos casos se recomienda la lectura de algún texto (todos contenidos en este CD en la sección: “Leer textos”) y en otros, se sugiere el trabajo en grupo en torno a una pregunta.
PAUTA PARA EL PROFESOR (OJO, DIAPOSITIVAS 1 Y 2 NO FORMAN PARTE DE LA PRESENTACIÓN PARA LOS ALUMNOS). Pauta para el profesor Estudiar el “Esquema” es importante, ya que permite que Ud., antes de mostrar la Presentación a sus alumnos, conozca bien los contenidos de cada tema. Las presentaciones pueden mostrarse en forma completa, o bien, por partes, como Ud. estime que sea mejor. Esta presentación muestra las características centrales de la Espiritualidad de San Alberto Hurtado. FIN DE LA PAUTA PARA EL PROFESOR A CONTINUACIÓN COMIENZA LA PRESENTACIÓN
Alberto Hurtado fue un sacerdote chileno, de la Compañía de Jesús, que vivió en la 1ª mitad del S. XX. Fue canonizado por el Papa Benedicto XVI el 23 de Octubre de 2005 en Roma. San Alberto Hurtado (1901-1952) Sacerdote chileno canonizado el 23 de Octubre de 2005 por el Papa Benedicto XVI
En esta presentación conoceremos las características centrales de su Espiritualidad: 1) “Ser Cristo”, 2) La visión de fe, 3) La caridad directa (“El pobre es Cristo”) y 4) La preocupación estructural (La Justicia Social). San Alberto Hurtado (1901-1952) Su espiritualidad
1) “Ser Cristo”: El centro de nuestra espiritualidad. Para el Padre Hurtado, desde muy joven, la santidad consiste en ser ‘otro Cristo’. Por ello, en sus últimos años de colegio y comienzo de la Universidad, se pregunta muy seriamente: ¿Qué quiere Dios de mí? “Ser Cristo” ¿Qué quiere Dios de mí?
No se trata de una imitación externa y mecánica de lo que hizo Cristo, sino de vivir la vida de Cristo desde nuestra propia e irrepetible situación: en hacer lo que Cristo haría si estuviese en mi lugar (se muestran imágenes de su niñez y juventud: desde pequeño comprende la importancia de descubrir qué es lo quiere Dios de él, de conocer la voluntad de Dios Padre para él –tal como Cristo lo hizo- a diferencia de hacer lo que cada uno “quiera”). “Ser Cristo” ¿En qué consiste la imitación de Cristo? No en hacer lo que Él hizo, sino lo que haría si estuviese en mi lugar...
Por eso, el texto bíblico más usado en sus escritos es: “ya no vivo yo, es Cristo que vive en mí” (Gálatas 2,20). “Ser Cristo” ¿En qué consiste la imitación de Cristo? No en hacer lo que Él hizo, sino lo que haría si estuviese en mi lugar...
PREGUNTA 1: Alberto Hurtado, siendo joven, se preguntó a sí mismo: ¿Qué quiere Dios de mí? ¿Habías tomado conciencia de que Dios quiere algo importante de tí? Alberto Hurtado estaba convencido que Dios tenía una misión particular para él. Así también Dios tiene una misión particular para ti. ¿Te has preguntado qué quiere Dios de ti? ¿Qué quiere Dios de mí?
Su conciencia filial frente al Padre, su profunda vida de oración, su hondo amor a María, su generosidad para darse, su preocupación por la salvación de los demás, etc., dependen de esta identificación con Cristo, que es el camino que el P. Hurtado les propone a los jóvenes. “Ser Cristo” Ya no vivo yo, es Cristo que vive en mí
La santidad, para el Padre Hurtado, no es una colección de virtudes, sino la identificación con Cristo: Él mismo lo dice: ¡Quésimpleresulta nuestra espiritualidad! Ser Cristo. En último término, su íntima relación con la persona de Cristo lo lleva a exclamar: “¡Mi Misa es mi vida, y mi vida es una Misa prolongada!”, ya que le Eucaristía es fuente y cumbre de la vida cristiana, y significa la entrega, la donación de Cristo, por amor, a nosotros. Asimismo el Padre Hurtado vivió verdaderamente su vida como “una Misa prolongada”, pues toda su vida fue una donación y una entrega generosa a los demás, en unión con Cristo: “Hacer de la Misa el centro de mi vida. Prepararme a ella con mi vida interior, mis sacrificios, que serán hostia de ofrecimiento; continuarla durante el día dejándome partir y dándome...en unión con Cristo” (cf. Un fuego que enciende otros fuegos, pp. 69-70. Meditación: “¡Mi vida es una Misa prolongada!”). “Ser Cristo” Ser Cristo no tanto para mí, ¡sino para los demás!! ¡Qué simple resulta nuestra espiritualidad! ¡Ser Cristo!
2) Visión de fe. El P. Hurtado miraba la vida con una especial visión de fe (escuchamos su voz). La fe nos permite ver todas las realidades en una nueva perspectiva: la muerte, la eternidad, el trabajo, el sufrimiento, la alegría, la entrega generosa, la pérdida de sí mismo, los triunfos y los fracasos pastorales, la fecundidad de la labor apostólica, etc.; cobran un valor nuevo a la luz de la fe. En este contexto se plantea con fuerza la pregunta por el “sentido de la vida” (SE RECOMIENDA DEJAR ESTA DIAPOSITIVA EXPUESTA CON LA PREGUNTA ¿PARA QUÉ ESTAMOS EN ESTE MUNDO? HASTA EL FINAL DEL AUDIO). Visión de fe ¿Qué sentido tiene la vida? ¿Para qué estamos en este mundo?
Aquí vemos algunos de sus manuscritos que revelan la misma preocupación por el ‘sentido de la vida’. Visión de fe ¿Qué sentido tiene la vida?
Así también invitaba, especialmente a los jóvenes, a tomar muy en serio la vida, a preguntarse por el “Rumbo de nuestras vidas”. ¿Hacia dónde vamos? ¿Cuál es nuestro rumbo? Aquí se recomienda leer Un fuego que enciende otros fuegos, pp. 33-35. Meditación: “El rumbo de la vida”. PREGUNTA 2: El P. Hurtado invitaba a los jóvenes a reflexionar acerca del ‘rumbo’ de sus vidas. Pregúntate: ¿Cuál es tu rumbo? Aquí se propone un trabajo grupal en torno a la pregunta. Visión de fe ¿Cuál es tu rumbo? porque acertar en esto es sencillamente acertar; fallar en esto, es simplemente fallar...
La eternidad, para poseerlo... A la pregunta sobre el ‘rumbo de la vida’ San Alberto Hurtado responde: “La vida nos ha sido dada para buscar a Dios; la muerte para encontrarlo; la eternidad para poseerlo”. En base a esta frase suya, hacernos la pregunta: ¿Cuándo he sentido la presencia de Dios en mi vida? Ante la muerte de alguien cercano, ¿te has hecho la pregunta sobre el sentido de la vida? ¿Qué preguntas te has hecho? Visión de fe La vida nos ha sido dada para buscar a Dios La muerte para encontrarlo
Pero, esta mirada trascendente, lejos de desinteresar al Padre Hurtado por las cosas del mundo, es la que lo lleva precisamente a un compromiso mucho más radical con la realidad. Así, en un retiro se preguntaba a sí mismo: ¿Podré permanecer inactivo cuando mi acción o inacción tiene un alcance eterno para tantas almas? (Un fuego que enciende otros fuegos, pp. 135-138. Meditación: “La misión del apóstol”). En este punto hay que destacar también la particular devoción del Padre Hurtado a la Santísima Virgen, recordando que María ha comprendido la verdadera actitud del cristiano: “El Ángel anuncia a María la noticia de Isabel, y María se levanta a ayudar al prójimo. Tan pronto es concebido el Verbo de Dios, María se levanta, hace preparativos de viaje y se pone en camino ‘con gran prisa’ para ayudar al prójimo” (Un fuego que enciende otros fuegos, pp. 141-142. Meditación: “Con gran prisa...”). Visión de fe ¿Podré permanecer inactivo cuando mi acción o inacción tiene un alcance eterno para tantas almas?
Es muy importante insistir en la profunda espiritualidad mariana de San Alberto Hurtado, que lo conduce a actuar como ella: teniendo a Cristo en su interior, se levanta y se pone en camino ‘con gran prisa’ a ayudar al prójimo. Cuentan que el Padre Hurtado no iba nunca a acostarse sin antes haber rezado el rosario. Aquí leemos parte de un Discurso a los jóvenes, ‘a los pies de la Virgen’ en el Cerro San Cristóbal, el año 1938. A los jóvenes, a los pies de la Virgen del Cerro: “Mis queridos jóvenes: En lo alto de un cerro, bajo la mirada de nuestro PadreDios y protegidos por el manto maternal de María, que eleva sus manos abiertas a lo alto, se reúne, caldeada de entusiasmo, una juventud ardiente, portadora de antorchas brillantes, llena el alma de fuego y de amor, mientras a los pies la gran ciudad yace en el silencio pavoroso de la noche”.
En él los invita a imitar la actitud de María: a ponerse de pie, en camino, a ayudar al prójimo; a ser antorchas vivientes que logren iluminar la oscuridad del mundo. María es la cumbre de la colaboración del hombre con Dios. El Padre Hurtado quería que todos pudiésemos imitarla en esa actitud de donación y colaboración, para dar solución verdadera a los problemas sociales. Si Cristo descendiese esta noche caldeada de emoción les repetiría, mirando la ciudad oscura: “Me compadezco de ella”, y volviéndose a ustedes les diría con ternura infinita: “Ustedes son la luz del mundo... Ustedes son los que deben alumbrar estas tinieblas. ¿Quieren colaborar conmigo? ¿Quieren ser mis apóstoles?”.
3) La caridad directa: ‘El pobre es Cristo’. Dado que la Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo, cada ser humano está místicamente unido a Cristo. El P. Hurtado no es un teórico especulativo, es un hombre concreto que percibe el dolor ajeno como propio, y esto lo impulsa a la acción. PREGUNTA 3: ¿Cuándo he descubierto a Cristo en los más pobres? ¿Cuándo ellos me han enseñado a mí algo de Dios? El pobre es Cristo Recuerdo hace pocos días, uno de esos lluviosos de primavera, un pobre hombre con una amigdalitis aguda tiritando en mangas de camisa, que no tenía donde guarecerse... Pensaré que Jesús ha dejado aquí su Cuerpo Místico, mis hermanos: los amaré como a Cristo, como a Él los respetaré y serviré
Es tan fuerte su ‘sentido del pobre’ (sentir con el pobre, dolerse con sus dolores, sufrir con sus miserias), que incluso en su último mensaje, dirigido a todos los chilenos, él mismo pide “que se trabaje por crear un clima de verdadero amor y respeto al pobre, porque el pobre es Cristo” (Un fuego que enciende otros fuegos, pp. 181-182. Carta dictada 4 días antes de morir). El pobre es Cristo ... que se trabaje por crear un clima de verdadero amor y respeto al pobre, porque el pobre es Cristo. ‘Lo que hiciereis al más pequeño, a Mí me lo hacéis...’ Última carta antes de morir, el 14 de Agosto de 1952
Encerrarlos en mi corazón, todos a la vez... Ser plenamente consciente de mi inmenso tesoro, y con un ofrecimiento vigoroso y generoso, ofrecerlos a Dios. 4) La preocupación estructural: La Justicia Social. La preocupación por los demás impulsa al Padre Hurtado no sólo a atender individualmente a aquel que lo necesita, sino a buscar que la sociedad se estructure de modo que no se produzca la injusticia. Los grandes problemas del mundo y de la sociedad los experimenta como sus propios problemas. Manifestación de esta preocupación es la ASICH, su libro ‘Moral Social’, sus Círculos de Estudios y la Revista Mensaje (cf. PPT de su Pensamiento Social). Aquí se recomienda leer Un fuego que enciende otros fuegos, pp. 29-31. Meditación: “¿A quiénes amar?”; pp. 177-180. Discurso ante los jóvenes: “Fundamento del amor al prójimo” y pp. 163-165. Conferencia: “El Cuerpo Místico: distribución y uso de la riqueza”. PREGUNTA 4: ¿Qué entiendes tú por ‘Justicia Social’? ¿Debe el Evangelio influir en la manera en que se estructura la sociedad? Responder en base a los textos señalados. La Justicia Social Tomaré en mi corazón y sobre mis espaldas la miseria del pueblo, pero no como un extraño, sino como uno de ellos, unido a ellos... ... un movimiento de Cristo en mi interior que despierta y aviva mi caridad; un movimiento de la humanidad, por mí, hacia Cristo. ¡Eso es ser sacerdote! Este mundo está basado sobre la injusticia: Todo esto en mí como una ofrenda, como un don que revienta el pecho... Nuestro mundo necesita ser rehecho
Imágenes de su funeral. Su vida fue una verdadera “Misa prolongada”, dejándose partir y dándose a los demás, en unión con Cristo. Aquí se recomienda leer Un fuego que enciende otros fuegos, pp. 69-70. Meditación: “¡Mi vida es una Misa prolongada!” y pp. 107-109. Meditación: “Mi vida, un disparo a la eternidad”. Es significativo que estas dos sean las únicas “definiciones” que el Padre Hurtado hiciera explícitamente de su propia vida en la totalidad de sus escritos: “una misa prolongada” y “un disparo a la eternidad”. Agosto de 1952
Imágenes del fecundo apostolado del Padre Alberto Hurtado: con los jóvenes, en la AC, en Círculos de Estudios, Ejercicios Espirituales, con los adultos, bautizos, matrimonios, con los más pobres, los niños, el Hogar de Cristo, con los obreros, los intelectuales, etc.
Algunas tomas de video del Padre Hurtado: en Punta Arenas el año 1943, y otras.
Algunas tomas de video del Padre Hurtado: en el Hogar de Cristo de Colina y otras.
Palabras de S.S. Juan Pablo II, en su visita a Chile en 1987, ante la tumba del Padre Hurtado (escuchamos su voz). ¿Podrá también en nuestros días el Espíritu suscitar apóstoles de la talla del Padre Hurtado, que muestren con su abnegado testimonio de caridad la vitalidad de la Iglesia? Estamos seguros que sí, y se lo pedimos con fe. S.S. Juan Pablo II, visita a Chile en 1987