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Luisa Valenzuela. Novela negra con argentinos. Biografie. 26.11.1938 in Buenos Aires geboren mit 17 Jahren erste Publikationen Parisaufenthalt: Hay que sonreír Journalistin bei La Nación 1969-70: Fullbright Stipendium/ Iowa 1979: New York: Universitätslektorin
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Luisa Valenzuela Novela negra con argentinos
Biografie • 26.11.1938 in Buenos Aires geboren • mit 17 Jahren erste Publikationen • Parisaufenthalt: Hay que sonreír • Journalistin bei La Nación • 1969-70: Fullbright Stipendium/ Iowa • 1979: New York: Universitätslektorin • 1983: Stipendium der Guggenheim-Ges. • 1989: Rückkehr nach Buenos Aires • 1997: Medalla Machado de Assis de la Academia Brasilera de Letras.
Publikationen • Hay que sonreír (1966) • Los Heréticos (1967) • El gato eficaz (1970) • Cambio de armas (1979) • Cola de lagartija (1984) • Novela negra con argentinos (1990) • La realidad nacional desde la cama (1991)
Zitate No iba a poder volver a escribir nunca más, al menos no hasta que entendiera por qué había apretado el gatillo contra una cabeza.
Y se empezó a preguntar si Magú no habría matado para resultarle interesante, o para acercarse a uno de sus protagonistas, o, peor aún, para ser uno de sus protagonistas. O para reemplazar la prosa de ella, para ocupar los lugares que no le correspondían. ¿Dónde estaría el límite? Entre lo escrito y lo vivido? ¿Cómo reconocer la frontera?
“escribir con el cuerpo“ Donde pongo mi palabra pongo mi cuerpo
Cuando terminé mi libro Aquí pasan cosas raras, que decidí escribir en un mes, quedé exhausta como si hubiera corrido tres maratones. Pero esa es mi manera de ver no solo la literatura, sino la vida. Me interesa la idea de escribir con el cuerpo, en el sentido de que estás comprometiendo el deseo en la escritura. Es una forma de la sinceridad. L.V.
Escribiría la palabra energía con mayúscula si estuviera escribiendo, pero está bailando aunque en realidad está escribiendo de una forma mucho más física: con el cuerpo.
Caminar entonces hasta la estación del subte sin darse vuelta, sintiendo en la nuca la punzante mirada policial, como en las peores novelas del género, sintiéndose metido en una de esas novelas que bien le hubiera gustado escribir pero no de esa manera, no con el cuerpo, como diría Roberta.
En el fondo de nuestra almita siempre seremos unos porteños timoratos, pidiendo perdón por la poca sinceridad a la que nos animamos.
A: Volvamos a ser porteños probos. R: Imposible. Está la marca. La nuestra y la de ellos. Demasiados cadáveres allá, contra uno solito aquí. A: Estás loco. Los de allá no son tuyos. R: Como si lo fueran. Todos somos responsables. Escarban y sacan cadáveres de todas partes, de debajo de las piedras. Es intolerable. Es una ciudad construida sobre cadáveres, un país de desaparecidos. No hay vuelta posible.
A: Yo quiero saber al menos qué estará pasando en nuestro país. B: Tu país, querrás decir. Yo ya no tengo país. ¿Como quiere que me guste la tortura sexual consentida cuando vengo de un país donde se torturaba dizque por razones políticas, por el puro horror, con víctimas desesperadas y para nada complacientes?