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Domingo 26º Tiempo Ordinario – Ciclo B. Los discípulos de Jesús se enfrentaron con uno que expulsaba demonios en nombre de Jesús, pero no era de su grupo. Jesús reprendió su arrogancia diciendo: «No se lo impidáis, porque uno que hace milagros
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Domingo 26º Tiempo Ordinario – Ciclo B Los discípulos de Jesús se enfrentaron con uno que expulsaba demonios en nombre de Jesús, pero no era de su grupo.
Jesús reprendió su arrogancia diciendo: «No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro». Mc 9,38-40
“La avaricia y la arrogancia son los principales vicios de los poderosos” Frase escrita por el historiador romano Tácito al observar el comportamiento de Claudio y de Nerón.
El salmo 18 dice: “Preserva a tu siervo de la arrogancia, para que no me domine: así quedaré inocente del gran pecado”. El arrogante se vuelve repugnante y paga en soledad lo que había creído conquistar en su prepotencia.
El Evangelio recoge tres sentencias de Jesús : Acoger a los que hacen el bien, vengan de donde vengan, aunque aparezcan como extraños.
Ensalzar la dignidad de los discípulos del Señor y anunciar el premio que les espera a los que les prestan ayuda.
Mantener una coherencia tal que no cause escándalo entre los que les observan ni los aleje a ellos de los ideales del Reino de Dios.
“El que no está contra nosotros está a favor nuestro” Vemos cómo se atacan las civilizaciones, los partidos políticos, los “hinchas” de los equipos deportivos, las bandas juveniles.
Esas posturas “ en-contra-das” son frecuentes también entre los que se dicen amigos y aun en el seno de las familias. Hacen ver como adversarios a los que deberían ser vistos como colaboradores y hermanos.
Y ocurre en el ámbito de la fe. Los que nos trasmiten la palabra y la voluntad de Dios son profetas que él nos envía. No podemos reservar ese título sólo a los de nuestro grupo. Dios envía siempre a quien ÉL quiere.
Señor Jesús, líbranos de nuestra arrogancia, para que formemos la comunidad que tú soñabas y nos ayudemos a acoger el plan de Dios sobre nosotros. Amén.
Texto: José Román Flecha Andrés PALABRA DEL SEÑOR –Salamanca Presentación: Antonia Castro Panero