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QUINTO DOMINGO DE CUARESMA. ¿Cómo va n uestro c aminar…?. Cuando entramos dentro de nosotros mismos; cuando somos conscientes de la necesidad de cambio, comienza nuestro proceso de reconciliación, con nosotros mismos, con Dios y con los demás….
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QUINTO DOMINGO DE CUARESMA. ¿Cómo va nuestro caminar…?
Cuando entramos dentro de nosotros mismos; cuando somos conscientes de la necesidad de cambio, comienza nuestro proceso de reconciliación, con nosotros mismos, con Dios y con los demás…
La reconciliación con nosotros mismos, pide espacios de silencio, reflexión, sinceridad…
Cuando entramos en lo profundo de nosotros mismos, experimentamos que Dios Padre nos perdona y nos ama con el amor de siempre. Perdonarse a sí mismo es vaciarse de sí mismo y dejarse amar por el Señor.
El Señor está listo a rescatarnos del egoísmo, de la búsqueda de nuestros intereses personales, de los deseos de poder…
Es el mismo Dios nos lava de todo nuestro mal. Limpia nuestro pecado. La reconciliación es un don de Dios…
El Señor, no solo nos libera de todo nuestro egoísmo,… sino, nos da el abrazo y nos toma en sus manos como sus hijos…
La experiencia de la reconciliación nos libera y nos abre al infinito, todo nuestro ser se ilumina…
Desde un corazón reconciliado y acogido por Dios, es posible el dialogo con el hermano…
Reconciliados podemos acoger al hermano e implantar el Reino de Dios en la tierra…
La reconciliación nos lanza al servicio alegre… a nuestros hermanos
Oremos con el salmo 50 Cantamos: Ten piedad de mi Señor… Misericordia Dios mío, según tu amory tu bondad.Por tu inmensa ternura borra mi pecado, lávame a fondo de mi culpa, de mi pecado purifícame.Pues yo reconozco mi falta, tengo siempre presente mi pecado; contra ti, contra ti solo he pecado, cometí la maldad que aborreces.
Mas tú amas la verdad en lo íntimo del ser, y en lo secreto me enseñas la sabiduría. Rocíame con el hisopo, y seré limpio, lávame, y quedaré más blanco que la nieve.Devuélveme la experiencia del gozo y la alegría, exulten los huesos quebrantados. Retira tu faz de mis pecados, borra todas mis culpas.Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, renueva en mí un espíritu firme y sereno; no me rechaces lejos de tu rostro, no retires de mí tu Santo Espíritu.Vuélveme la alegría de tu salvación, y en espíritu generoso afiánzame hoy y siempre.
Salmo de los que quieren hacerse nuevos Buscamos volver a nuestro origen, Señor, tocar la raíz de nuestra vida, el manantial de aguas puras que nos alimenta, y beber de ti, como persona reconciliada, y volver a los demás saltando de gozo y esperanza. Queremos hacer de nuevo la experiencia de tu amor inquebrantable, Con la certeza que nuestra vida tiene su origen y su aliento permanente en Ti, Vida de toda vida.
Queremos bajar al fondo de nuestro ser y encontrarnos contigo, con nosotros mismas y con los demás. Descubriremos allí, que más allá de nuestros límites y nuestras fragilidades, tu presencia nos habita. Que necesitamos acoger nuestra historia, nuestra vida y experimentarla como barro en tus manos, en manos del alfarero que busca dar forma a la tierra en beso con el agua.
Dejaremos que se vayan los recuerdos heridos, pegados a la memoria y los miedos futuros danzando en la fantasía. Queremos renacer cada día desde el centro de nuestra interioridad para abrirnos desde allí a la vida, Tú quieres, Señor, que seamos hombres y mujeres que empiezan cada día, que saben caer con humildad y levantarse con la dignidad de ser tus hijos, personas haciéndose nuevas que caminan juntas. Que sintamos, Señor, la presencia del hermano al lado, también modelando nuestro barro, construyéndonos juntos y forjando contigo el presente y el futuro.