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El nacimiento de Venus. De Sandro Botticelli. Concluida en 1484. Música: Terre Celeste, de Michel Pepe. El nacimiento de Venus de Sandro Botticelli , constituye una de las pinturas más bellas de toda la historia de la pintura universal.
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El nacimiento de Venus De Sandro Botticelli Concluida en 1484 Música: Terre Celeste, de Michel Pepe
El nacimiento de Venus de Sandro Botticelli, constituye una de las pinturas más bellas de toda la historia de la pintura universal. La amplitud de la escena representada y la profusión de primorosos detalles la convierten, sin esfuerzo alguno, en una contundente demostración de las alturas alcanzadas por el Renacimiento. La hermosa Venus de la mitología, tuvo su magnífica representación en la Tierra, cuando Botticelli plasmó en el lienzo llevándola a la inmortalidad a Simonetta Vespucio, quién se había casado con un miembro de la familia del conocido explorador Américo Vespucio. Simonetta fue nombrada “Reina de la Belleza” y poco tiempo después se convirtió en la amante de Giuliano de Medici, con quién encarnó la pareja más destacada de Florencia. Falleció a los 22 años, víctima de la tuberculosis, y su indisimulable hermosura quedó preservada de la erosión del tiempo por el pincel de Botticelli, al colocarla como figura central en este cuadro, transformándola en un mito: un cuerpo perfecto, que transmite la vulnerabilidad de la juventud, emergiendo de la concha de una ostra marina en un mar de aguas resplandecientes y brillando como una preciosa perla.
Céfiro Cloris Venus Flora El nacimiento de Venus
Recatada, una mano y parte de su cabellera cubren el pubis, mientras que la otra mano se apoya suavemente sobre uno de sus delicados y diminutos senos. Parada sobre la áspera superficie de una concha marina y cuya expresión facial es más atendible a un ser humano acosado por lo que se ha ido para siempre, que en una divinidad acostumbrada a la permanencia del mundo y de las cosas.
Sus cabellos flotan al compás de una brisa, que no es sino el aliento de Céfiro, dios del viento del oeste. Él sostiene a la agraciada y leve ninfa Cloris. Mientras que a la derecha de la naciente Venus, la diosa Flora (diosa de las flores) se apresta con diligencia a cubrir la desnudez de la espléndida diosa con una capa floreada.
El fulgor del mar es perceptible a la distancia; las olas y las flores rosas flotando en la mansa brisa le otorgan a la escena un fuerte sentido de movimiento. Se presume que el autor se inspiró para realizar la obra en los escritos de Homero y de Ovidio.
El Nacimiento de Venus, concluida en 1484, es la primera pintura de un desnudo femenino del Renacimiento en Europa. Esta no fue la única pintura donde Simonetta es retratada por el artista florentino, ya que también está presente en ¨Alegoría de la Primavera¨ (1482), una obra que se exhibe en la Habitación Botticelli del Palacio de los Uffizi, y que es un sitio de peregrinaje para amantes y entendidos del arte. Alegoría de la Primavera, muestra a Venus, en compañía de Las Gracias, junto a la diosa Flora. El pintor, que murió soltero, pidió ser enterrado a los pies de Simonetta.
Venus (Simonetta) La diosa Flora Las Gracias Alegoría de la Primavera
Alessandro di Mariano Filipepi Sandro Botticelli (1444 – 1510) • Sensible y de temperamento delicado, fue • aprendiz de orfebre. • Concibió sus primeras pinturas • de temática eminentemente religiosa – • pintando no sólo para la Iglesia Católica • sino también para las familias adineradas • de Florencia, entre los que se encontraban los • poderosos Medici. • Atravesó en sus años finales un periodo • creativo marcado por una intensa • espiritualidad, pintando de un modo arcaico, • sin respeto por las proporciones. • La fama del artista se mantuvo en un • hiato de sombra, y recién a mediados del • siglo XVIII resucita merced a la valoración • de los prerrafaelistas. Logró algo poco frecuente: que Venus nazca cada día, incesante en su esplendor, atemporal en su seductora timidez. Aprendamos a vivir las pinturas, no solo a colgarlas de las paredes.