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Presentación de Jesús en el Templo. (Candelaria, 2 Feb. 2014). ¡Qué alegría cuando me dijeron: “ Vamos a la casa del Señor ”! Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén. Gloria a Dios en el cielo, Y en la tierra paz a los hombres, que ama el Señor.
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Presentación de Jesús en el Templo. (Candelaria, 2 Feb. 2014)
¡Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor”! Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén.
Gloria a Dios en el cielo, Y en la tierra paz a los hombres, que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre;tú que quitas el pecado del mundo,ten piedad de nosotros;tú que quitas el pecado del mundo,atiende nuestra súplica; Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros. Porque sólo Tú eres santo, sólo Tú, Señor, sólo Tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
Procesión de la Biblia Tu Palabra me da vida, Confío en Ti, Señor. Tu Palabra es eterna, En ella esperaré.
Dichoso el que con Vida intachable camina en la ley del Señor. Dichoso el que guardando sus preceptos lo busca de todo corazón
Tu Palabra me da vida. Confío en Ti, Señor. Tu Palabra es eterna. En ella esperaré.
Jerusalén, la ciudad del ENCUENTRO (“Hipapanto”=Dios y la Humanidad se encuentran) Jesús es Presentado al Templo (fiesta de la Candelera)
Lucas 2,22-40 Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: "Todo primogénito varón será consagrado al Señor", y entregarán como oblación, como dice la ley del Señor: "un par de tórtolas o dos pichones."
El ofrecimiento de hoy anticipa la última Pascua de Jesús Consagrado a Dios, Jesús Niño empieza a vivir la inmolación Pascual Después de la salida de Egipto, cada primogénito de Israel es una víctima Pascual, posesión personal de Dios
Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor.
Simeón desea ver al Mesías Salvador Aquél Hijo-Único, con quién Dios sella, definitivamente, la Alianza La Madre sostiene al Hijo-Primogénito, nuestro Salvador
Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
Simeón, la Humanidad, toma al Niño en brazos Jesús toma sobre sí la consagración de nuestro mundo
"Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel." Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño.
Creemos en Jesús, Luz de las Naciones: “Nuestros ojos han visto la LUZ de las naciones”. “Yo soy la Luz del mundo. Quien me siga, no caminará en tinieblas”. Debemos ser LUZ, como Jesús Por eso se encienden hoy las CANDELAS.
Simeón los bendijo, diciendo a María, su madre: "Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma."
Una espada traspasará el alma de María, y la de todos los seguidores de Cristo Porque el Amor verdadero es una bandera mal recibida por muchos corazones.
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del Niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.
Ana, la primera evangelizadora, habla a todos del Niño. Sacerdotisa de la vida, no puede callar lo que el corazón le dice: con este Niño llega la Salvación
Hoy es el Día de los Ancianos, “la sabiduría de la humanidad”, según el Papa Francisco.
Dios ilumina a Ana (lo más pobre), para que hable de Jesús a los demás. No iluminó a los letrados del Templo. Dios prefiere los humildes.
Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.
Vuelven a la vida ordinaria. Todo igual, y todo distinto. El Niño crece y se somete a María y José, a pesar de ser Dios. María siente que una espada se ha clavado entre ella y su Hijo, el Hijo de su Dios. Las imágenes son de Andrea MANTEGNA (s. XV), pintor italiano del Renacimiento
Señor, en esta primera pascua de tu vida, haz que también nosotros ofrezcamos a Dios, cada día, las primicias de nuestra vida.
Creo en Dios PADRE todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado,
muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
Créditos: Benedictinas de Montserrat José Martínez de Toda, S.J. (martodaj@gmail.com) Román Mendoza (romanmp59@hotmail.com) “En todo amar y servir”