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CIUDADES DE REFUGIO. En los campos de Moab , junto al Jordán frente a Jericó, Dios habló a Moisés. Dios trató de los siguientes temas con Moisés:.
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En los campos de Moab, junto al Jordán frente a Jericó, Dios habló a Moisés
Dios quería que ellos, y las generaciones futuras nunca olvidaran la historia del trato de Dios con los seres humanos pecadores, y su esfuerzo por salvarlos y llevarlos a la tierra prometida. Cada etapa del camino fue ordenada por Dios.
“Y si no echareis a los moradores del país de delante de vosotros, sucederá que los que dejareis de ellos serán por aguijones en vuestros ojos y por espinas en vuestros costados, y os afligirán sobre la tierra en que vosotros habitareis.” Números, 33: 55 No debemos permitir que la influencia negativa del mundo penetre en nuestras vidas.
Dios designó los límites de la tierra que iban a heredar. También indicó por nombre a las personas que debían hacer la distribución, hombres de autoridad y respetados por todos. Entre ellos, destacan Eleazar (sumo sacerdote), Josué y Caleb. Ante el problema suscitado por la tribu de Manasés sobre las hijas de Zelofehad, Dios indicó que ellas se debían casar dentro de su propia tribu. La tierra debía permanecer siempre en la misma tribu.
Los levitas fueron distribuidos en 48 ciudades repartidas entre todas las tribus de Israel. Esto aseguraba que todos los israelitas serían instruidos por los levitas que habitaban en medio de ellos. Los levitas fueron puestos para ser ejemplos de fidelidad y santidad. Ellos inculcaban al pueblo los valores religiosos y el conocimiento del verdadero Dios. CIUDADES DE LOS LEVITAS Ciudad levita. (De localización incierta) Ciudad de refugio
Las ciudades de refugio eran para que la persona que hubiese cometido un homicidio pudiese ponerse a salvo del vengador de la sangre. Así no moriría a manos del vengador sin un juicio justo.
Nadie tenía que viajar más de 50 Km para llegar a una de ellas. Los levitas se aseguraban de mantener en buen estado y bien señalizados los caminos que conducían a las ciudades de refugio.
Si el homicida era culpable, era condenado a muerte. No podía rescatar su vida. Si el homicidio había sido sin intención, quedaba en la ciudad de refugio hasta la muerte del sumo sacerdote. Quedaba bajo la protección levítica y sometido al sumo sacerdote. No podía rescatar su libertad.
“El eterno Dios es tu refugio, y acá abajo los brazos eternos” (Deuteronomio, 33: 27) “Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia;Con cánticos de liberación me rodearás” (Salmo 32: 7) “El Señor Todopoderoso está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob” (Salmo 46: 7 NVI) “Señor, tú nos has sido refugioDe generación en generación” (Salmo 90: 1)
“Señor, fuerza y fortaleza mía, mi refugio en el día de la angustia” (Jeremías, 16: 19) “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu” (Romanos, 8: 1) “[Para que] tengamos un estímulo poderoso los que, buscando refugio, nos aferramos a la esperanza que está delante de nosotros” (Hebreos, 6: 18 NVI)