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Crisis de la República Romana. Profesor Ariel Cuevas.
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Crisis de la República Romana Profesor Ariel Cuevas
A pesar de todo su poder y de haber conseguido numerosos territorios, imponiendo su dominio en gran parte de la cuenca mediterránea, a veces por la fuerza y otras mediante la diplomacia, Roma estaba desgarrada socialmente por dentro, sin que la República pudiera evitarlo.
Lo que pasó es que las riquezas que habían dejado los triunfos romanos fueron a parar a las manos de quienes ejercían el poder en ese tiempo: los nobiles u optimates.
Ellos adquirieron grandes propiedades y terrenos y acumularon enormes fortunas al administrar las provincias.
Los mas aproblemados pasaron a ser los campesinos, los cuales a causa de las guerras vieron destruidas todas sus tierras
Por lo que ese fueron en busca de mejores opciones a la cuidad de Roma, donde las condiciones no mejoraban mucho.
Compadecido de esta situación, Tiberio Graco, elegido tribuno de la plebe en el año 133 a.C., propuso que si alguien tenía más de 125 hectáreas de tierra, las sobrantes debían ser repartidas entre los pobres.
Esto causó el disgusto de los optimates, quienes al ver que Tiberio era reelegido, lo asesinaron, dando inicio a un etapa de guerras civiles.
Cuando su hermano Cayo Graco fue nombrado también tribuno de la plebe, diez años después, su posición era más radical: quería suprimir el poder del Senado y acabar con la supremacía de los optimates.
Su meta era una democracia como la de Atenas, totalmente igualitaria. Renovó la reforma agraria y logró que se aprobara la ley Frumentaria, que establecía la distribución de cereales a bajo precio entre el proletariado.
Posteriormente, Mario, un astuto general, tras ser elegido cónsul en el 107 a.C., comenzó a dirigir la política romana y abrió las puertas para que los proletarios formaran parte del ejército, que desde ese momento pasó a ser profesional.
Los enfrentamientos entre los optimates y el llamado partido popular terminarían abruptamente cuando Sila, representante de la clase oligárquica -conformada por los ricos y nobles-, aniquiló al partido popular y se proclamó dictador (81–79 a.C.).
Estos conflictos civiles que pusieron en crisis al régimen republicano. Como las instituciones ya no funcionaban, se recurrió al poder militar, varios de cuyos exponentes aprovecharon de ganar terreno.
como Pompeyo, un general famoso por sus triunfos en Hispania y África; Craso, el hombre más rico de Roma, y Julio César, de origen patricio y un genial orador.
Para hacerse del poder del Estado y repartirse las tierras del imperio, los tres formaron un triunvirato (60 a.C.). Pompeyo obtuvo el proconsulado de Hispania, Craso el de Siria y César el de las Galias.
1º triunvirato • Siendo cónsules en el 70 a. C., el caudillo Pompeyo y el general Craso abolieron la constitución aristocrática del dictador Sila.
Pompeyo había ganado fama por combatir a los piratas en el Mediterráneo, al igual que a unos insurrectos en el Asia Menor..
Por su parte, Craso, que combatió la insurrección de los esclavos dirigida por Espartaco conocida como Tercera Guerra, ya que tenía especial interés en acabar con ésta porque su principal fuente de ingresos era la trata de esclavos
Craso y Pompeyo regresaron triunfantes a Roma y se unieron a Cayo Julio César, que en aquel momento no tenía tanto poder como los primeros, por lo que se ofreció a comportarse como la parte reconciliadora, formando un triunvirato para gobernar Roma.
Tiempo después Craso parte a gobernar la provincia romana de Asia Menor, pero muere en la Batalla de Carrhae.
Julio César marcha a la Galia y Pompeyo se queda en Roma, donde es atraído al bando senatorial, que le convence de la necesidad de eliminar a Julio César para salvar la República romana.
La victoria romana en la guerra de las Galias brinda gran simpatía del pueblo romano hacia Julio César, por lo que el Senado, temeroso de que éste se apropie definitivamente del poder, presiona a Pompeyo para que le ordene regresar a Roma sin su ejército
Julio César se da cuenta que una vez en Roma, probablemente sería juzgado y procesado por los delitos que le achacaban los optimates
Llevar a término guerras sin el permiso del Senado y reclutar más legiones de las permitidas, por lo que decide que los acontecimientos se decidiesen por el uso de la fuerza, iniciando la Segunda Guerra Civil de la República de Roma.
Una vez terminada la guerra con la victoria cesariana, Julio César convierte el Senado en una asamblea meramente consultiva e impone un nuevo orden a la antigua administración republicana.
Sin embargo, el bando senatorial no se da por vencido y le asesinan en el 44 a. C., siendo muchos de los cabecillas de este complot, senadores que habían sido perdonados por César durante la guerra contra Pompeyo.
El vacío de poder creado por la repentina muerte del vencedor motiva a la creación del Segundo Triunvirato, que enterraría definitivamente al bando senatorial y a la República romana.