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EL CASO. THOMAS. POR: Patricia Fernández y Daniel Sevilla. Hace mucho tiempo, cuando pusieron el metro de Madrid, se formaban muchas aglomeraciones, se produjeron muchos raptos y secuestros y también algunos robos. Pero el caso Thomas fue diferente.
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EL CASO THOMAS POR: Patricia Fernández y Daniel Sevilla
Hace mucho tiempo, cuando pusieron el metro de Madrid, se formaban muchas aglomeraciones, se produjeron muchos raptos y secuestros y también algunos robos.
Pero el caso Thomas fue diferente. • Se trataba de un secuestrador que trabajaba en el metro. Era un vil secuestrador que no tenía escrúpulos, era alto y robusto, tenía la cara redonda y se le caracterizaba por su bigote. Le llamaban “Mostacho”.
Le ayudaba su socio que se encargaba de distraer a las personas que robaba o secuestraba. • A la salida del instituto Luís, un niño de trece años se dirigió hacia el metro. • Era un niño responsable pero también travieso, era alto y delgado, su pelo era moreno.
Cuando fue a comprar el billete del metro, Thomas se acercó a él y le dijo que en el metro había muchos secuestradores. Luís, que no le hizo caso pasó de largo. • Thomas se enfadó y junto con su socio se metieron en una sala oscura y mohosa, donde empezaron a planear su secuestro.
Toda la semana estuvieron vigilando a Luís para ver a donde se dirigía y a qué hora. Después planearon la estrategia del secuestro.
¡Ya lo tenían ! El secuestro perfecto. • El socio distrajo a Luís con un fajo de billetes, mientras Thomas le puso la mano en la boca para que no gritase. • Le llevaron a la sala oscura. Allí le hicieron unas fotos para enviar a su familia como prueba.
Al cabo de un par de horas la madre llamó a la policía, diciendo que su hijo no estaba en su casa. La policía investigó los expedientes de Thomas y su socio.
La policía adjudicó el caso al comisario Daniel. El comisario, y su compañera empezaron a buscar pistas pero no encontraron nada de él. Más tarde, ese mismo día, encontraron su monopatín tirado en la vía del metro. ¡Encontraron a Luís cerca de la vía , donde estaba su monopatín!
Su compañera se dirigió a Luís y le protegió de sus secuestradores. La cosa se puso difícil, pero Daniel , que era muy listo , empezó a negociar. No le hicieron caso porque pensaban que estaba todo perdido y les daba lo mismo.
Al ver Daniel que no le hacían caso, les hizo ver que lo que hacían no estaba bien. A Thomas le entró rabia porque Daniel tenía razón. Al no ver otra salida decidió entregar a Luís aunque fueran a la cárcel. Y así termina esta historia del caso Thomas FIN