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Domingo XV o

Domingo XV o. «¿Quién es mi prójimo?». 12. Durante el Año. 13º. Durante el Año. Ambientación. El tema de esta liturgia es la esencia de la religión cristiana: el amor a Dios y el amor al prójimo .

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Domingo XV o

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Presentation Transcript


  1. Domingo XVo «¿Quién es mi prójimo?»

  2. 12. Durante el Año 13º. Durante el Año

  3. Ambientación El tema de esta liturgia es la esencia de la religión cristiana: el amor a Dios y el amor al prójimo. Hoy, en el Evangelio, leemos la parábola del buen samaritano, en la cual aprendemos quién es nuestro hermano y cómo practicar la caridad.

  4. Estamos acostumbrados a oír que mandamiento fundamental para el Cristiano es «el amor a Dios sobre todas las coas y al próximo como a nosotros mismos». Tal vez por tenerlo tan oído y tan «sabido» nos olvidamos de cumplirlo. Por eso la Palabra de Dios nos lo recuerda hoy de modo claro y enfático.

  5. Pasos De la LECTIO DIVINA «¿Quién es mi prójimo?»

  6. INVOCACION AL ESPÍRITU SANTO

  7. Espíritu Santo, Señor y dador de vida, ven a iluminar nuestra mente y a disponer nuestro corazón, para que nos acerquemos a escuchar la Palabra de vida que nos acerca a los hermanos y nos hace reconocer en ellos el rostro del Señor Jesús.

  8. Espíritu de unidad, continúa la llamada a la unidad de todos en Cristo, que Tú inauguraste en Pentecostés. Que busquemos juntos en la Palabra que nos une la fuerza divina que nos capacita para hacer de la Iglesia «casa y escuela de comunión» Amén.

  9. ¿QUÉ DICE el Texto?

  10. 1ª. LECTURA Dt. 30,10-14: «El mandamiento está muy cerca de ti; cúmplelo»

  11. El Deuteronomio es el último de los cinco libros del Pentateuco: su nombre significa «segunda ley» y es como el testamento de Moisés En el texto de hoy, Moisés recuerda a su pueblo el primer mandamiento de la ley: total conversión y amor a Dios, aquí y ahora; en la rutina de la vida diaria. Dios no es una evasión, que se busca más allá de cielos y mares.

  12. El Deuteronomio destaca especialmente el carácter «cordial» de la Ley. Eso quiere decir que, frente a la Ley de Dios, el hombre no debe sentirse como ante una fuerza impersonal que le ignora a él y a su individualidad, sino ante la expresión de una voluntad amorosa, la de Dios, que le muestra el camino de la vida. Por eso decimos que la presencia de Dios está en el corazón de la vida, y es en la vida donde encontramos la oportunidad de descubrirlo.

  13. Salmo responsorial Sal. 69(68): «Yo soy un pobre malherido, Dios mío, tu salvación me levante»

  14. Este salmo está organizado en cuatro partes, así: 1. Grito de socorro y exposición de su situación (vv. 2-13) 2. Súplica (vv. 14-22) 3. Imprecaciones vv. 23-29) 4. Acción de gracias (vv. 30-37) «Probablemente en esta lamentación quedaron reunidos el llanto y la oración de dos afligidos: uno tal vez acusado de robo (v. 5); el otro, atormentado por su religiosidad y burlado por su fe (vv. 7b.8). El pantano en el que se hunde y las aguas que lo sumergen todo, son las imágenes del hombre al límite de la muerte» (Los salmos explicados para el pueblo).

  15. El P. Alonso Schökel se recrea describiendo la intensidad lírica y la capacidad imaginativa del salmo: El salmista se cansa de esperar, se indigna porque le exigen devolver lo que no ha robado, toma a Dios por testigo, se siente devorar por el celo, se le rompe el corazón, estalla en una invectiva contra los enemigos. El texto está sentido y formulado en caliente. Lo sentimos buscando compasión, casi como una limosna, y lo compadecemos.

  16. Por otra parte las descripciones son al vivo: La garganta le quema de gritar; para encarecer un número dice más que los pelos de la cabeza, mira cómo cuentan las heridas; nos habla de ojos nublados y espaldas vacilantes. Todo está contado con un gran realismo. No nos cuesta asistir a las escenas. El secreto para la paz y para el camino de la vida es que el hombre busque humildemente a Dios.

  17. «Soy un extraño para mis hermanos» (Sal. 69(68), 9) Señor, Tú también has sentido, en tu propia carne, el golpe frío y seco de la ingratitud. Camino de la cruz todos los discípulos te han abandonado y te han dejado solo. Yo también, a veces me siento solo. Acudo a aquellos que llevan mi propio apellido; aquellas personas por las que corre mi misma sangre... y siento extraños. Y es precisamente en esos momentos cuando más necesidad siento de Ti, sólo de Ti y de nadie más. Te necesito. Necesito tu voz cercana, tu mano amiga, tu gesto acariciante. Señor, aunque todos me abandonen, Tú ¡no!.

  18. 2ª. LECTURA Col. 1,15-20: «Todo fue creado por él y para él »

  19. Este texto es el primero de una breve serie que leeremos durante cuatro semanas; pertenece a una de las dos cartas gemelas de Pablo, Efesios y Colosenses y en el centro de su exposición está el misterio de Cristo. Esto es evidente en el texto que leemos hoy. Comparándola con la carta a los Gálatas, se nota, al mismo tiempo, una diferencia y un paralelismo. La diferencia es la situación de los destinatarios: los gálatas dudaban de si para ser cristiano era preciso ser antes judío, y los colosenses dudaban de si Jesús era algo más que un fenómeno religioso entre tantos.

  20. El paralelismo es la predicación de Pablo: lo que cuenta es Jesucristo mismo. No hay nada en la tierra como en el cielo que tenga, como Jesucristo, «la plenitud». En este himno cristológico de la Carta a los Colosenses, un texto corto, S. Pablo elabora una «teología» sobre Cristo. Es significativa su afirmación de Cristo como «plenitud de Dios», la verdadera imagen de Dios. Por lo tanto, el amor de Cristo es el amor de Dios, y el primer mandamiento de la ley recae en nuestra relación con Jesús.

  21. EVANGELIO Lc. 10,25-37: «¿Quién es mi prójimo?»

  22. EVANGELIO DE JESUCRISTO SEGÚN SAN LUCAS R/. Gloria a Ti, Señor. 25Se levantó un jurista y dijo, para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?» 26Él le dijo: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?» 27Respondió: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo» 28Le dijo entonces (Jesús) «Bien has respondido. Haz eso y vivirás».

  23. 29 Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: «Y ¿quién es mi prójimo?» 30 Jesús respondió: «Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de salteadores que, después de despojarle y darle una paliza, se fueron, dejándolo medio muerto. 31 Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verlo, dio un rodeo. 32 De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio lo vio y dio un rodeo. 33 Pero un samaritanoque iba de camino llegó junto a él, y al verlo tuvo compasión.

  24. 34Acercándose,vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y lo montó luego sobre su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y cuidó de él. 35 Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al posadero, diciendo: "Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva". 36 ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?» 37 Él dijo: «El que practicó la misericordia con él.» Le dijo Jesús: «Vete y haz tú lo mismo».

  25. Palabra del Señor. R/. Gloria a Ti, Señor Jesús.

  26. RE-LEAMOS la Palabra para interiorizarla: A- Ubicación en el Año litúrgico Si consideramos pedagógico marcar unas etapas, dentro del ritmo de la lectura continua del evangelio de Lucas en el ciclo C del Año Litúrgico, y, en consecuencia, dentro de la predicación homilética, está claro que este Domingo pertenece a la segunda parte de ese proceso: «Seguir a Jesús por el camino a Jerusalén» : Domingos 13º a 31º.

  27. II. Seguir a Jesús: el camino hacia Jerusalén (Domingos 13º -31º) 1. Primera etapa del camino (Domingos 13º –20º) a) La Iglesia camina con Jesús(domingos 13º-15º) Domingo 13º: El camino de Jesús y las condiciones del seguimiento. Domingo 14º: El camino que conduce a la paz. Domingo 15º: El camino que encuentra al «otro». F

  28. Este seguimiento es por etapas: este texto pertenece a la primera de estas etapas (que comprende los Domingos 13º a 20º). El primer momento(Domingos 13º a 15º) de esta primera etapa del «camino a Jerusalén»nos presenta a la Iglesia «caminando con Jesús»... Estamos conociendo la parte más original del Evangelio de Lucas. En adelante, va a presentar la vida de Jesús como un largo camino a Jerusalén.

  29. B- Relación con el contexto Es un texto propio de Lucas, quien ha sido llamado el «evangelista de la misericordia». En Lc. 9, 51, una vez terminado el ministerio en Galilea, Jesús emprende, de una manera solemne, su viaje mesiánico hacia Jerusalén. Va a la consumación de su misión: la muerte y la resurrección.

  30. Lo siguen sus discípulos. Ellos, al comprometerse en el seguimiento, corren la misma aventura. Jesús no lo ocultará y les dirá que es preciso arriesgarlo todopor él y con él: Lc. 9, 57-62 (Domingo 13º) Los discípulos deberán asumir lo que hace Jesús: evangelizar y hacer signos de liberación (Lc. 10, 1-20: Domingo 14º).

  31. Su predicación será recibida por los sencillos (Lc. 10, 21-24). Y «¿cuál es el contenido fundamental del Reino?» Lo pregunta un estudioso de la ley y Jesús responde con esta parábola (Lc. 10, 25-28. 29-37: Domingo 15º).

  32. C- Re-lectura del texto Lc. 10, 25-26: 25«Maestro, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?»26El (Jesús) le dijo: «¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?» Los versos 25-28 son la introducción, la «escenografía» de la parábola que sigue.

  33. El texto de la parábola se abre con un diálogo entre un doctor de la ley que se levanta para poner a prueba al Señor, quien no responde, sino que le hace otra pregunta, que es la que da lugar a la parábola como respuesta de Jesús. Este diálogo es, como se acostumbre en aquella época, una confrontación entre dos maestros. Este procedimiento era como un sistema para clarificar y profundizar algunos puntos de la ley.

  34. En los otros sinópticos encontramos un pasaje paralelo que contiene este diálogo de confrontación. En Mateo y Marcos la inquietud es ¿cuál es el mandamiento principal de la ley?. Inquietud de tipo judío: entre los 613 preceptos de la ley antigua cuál es el mandamiento fundamental. Los destinatarios de Lucas, en cambio, tienen otras inquietudes. Lucas escribe para los gentiles convertidos y enuncia de forma propia el interrogante del escriba.

  35. Sólo en el texto de Lucas la pregunta no se hace sobre cuál sea el mandamiento más grande, sino cómo heredar la vida eterna, una pregunta que los otros sinópticos la ponen de nuevo en la boca de un joven rico (Mt. 19,16; Mc. 10,17; Lc 18,18). Lucas plantea lo definitivo. El final de la vida del hombre, allí donde se juega el todo: «la vida eterna». En Marcos (Mc. 12, 28-34) quien le hace la pregunta es un escriba que presenció la discusión de Jesús con unos Saduceos y escuchó la respuesta de Jesús.

  36. Este escriba se muestra bien dispuesto para escuchar a Jesús, de modo que el Señor termina el diálogo: «No estás lejos del Reino de Dios» (Mc 12,34). Sin embargo, Mateo, que tiene el otro pasaje paralelo, coloca esta pregunta en el contexto de una discusión entre Jesús y los saduceos en la que estaban presentes algunos fariseos, que «al enterarse de que había tapado la boca a los saduceos, se reunieron en grupo y uno de ellos le preguntó, con ánimo de tentarlo...» (Mt. 22,34-35).

  37. En Mateo la respuesta la da el mismo Cristo. En Lucas, más pedagógicamente, Jesús provoca la respuesta del que lo interroga. Demuestra un interlocutor mejor dispuesto y además más comprometido.

  38. Lc. 10, 27-28: 27Respondió (el jurista): «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo» 28 Le dijo entonces (Jesús) «Bien has respondido. Haz eso y vivirás». El jurista responde enseguida citando el mandamiento del amor, que se encuentra en los libros del Deuteronomio (Dt. 6,5) y del Levítico (Lv.19,18b). En cuanto a la cita del Deuteronomio, en el original no se habla de «toda la mente» (dianoia). Existe en un manuscrito de los LXX.

  39. El segundo término (amor al prójimo) viene de Lv. 19, 18b. La unión de los dos textos citados es probable que no venga de los maestros judíos sino de la esencia de la predicación de Cristo. Al ponerlos en boca del judío quiere dar a pensar que ellos deben aceptar esa doble dimensión del amoren el horizonte que Jesús abre. Como en Marcos, también aquí Jesús alaba al doctor de la ley: «Bien has respondido; haz esto y vivirás» (Lc. 10,28). La Palabra no es para ser recitada sino vivida y Jesús llama al escriba a vivirla (v. 28). Y con él a nosotros.

  40. Podemos ver una «inclusión» entre el versículo 28(que cierra la discusión y nos prepara a la narración de la parábola) y el versículo 37(que cierra definitivamente el diálogo y la parábola). Cuando el jurista le respondió «bien» cuál era en la Ley el principal mandamiento, Jesús le dijo: «Haz eso y vivirás» (v. 28). Luego, cuando, al escuchar la parábola, el jurista identificó al que actuó como «prójimo» porque «practicó la misericordia» (v. 36), Jesús le repitió las mismas palabras: «Vete y haz tú lo mismo» (v. 37).

  41. Esas palabras de Jesús nos recuerdan las que pronunció en la última cena, como nos la cuenta Juan, cuando, después de lavar los pies Jesús invitó a los discípulos a obrar según su ejemplo: «... ustedes hagan como Yo he hecho con ustedes» (Jn. 13,15). En esta última cena Jesús deja a los suyos el mandamiento del amor, entendido como la disponibilidad a «dar la vida» para amarnos mutuamente como el Señor nos ha amado (Jn. 15,12-14).

  42. Parábola del buen samaritano Nos encontramos en el capítulo 10 del evangelio según San Lucas. Estamos en la sección central del relato lucano, que toma forma de viaje de Jesús hacia Jerusalén: «Mientras se estaban cumpliendo los días de ser llevado al cielo, se afirmó, con valor, en su voluntad de ir a Jerusalén» (Lc. 9,.51). Lc. 10, 29: 29 Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: «¿quién es el prójimo?». El doctor no está todavía contento con la respuesta de Jesús y le hace la pregunta sobre «el prójimo».

  43. Esta segunda pregunta hace de introducción y enlaza la siguiente parábola con el diálogo anterior entre Jesús y el jurista. «Queriendo justificarse»... ¿Mostrar lo serio de su pregunta? O hacer claridad sobre su propia conducta: la justicia encierra la recta manera de vivir según la voluntad divina. ¿Estoy en el camino recto? La respuesta de Jesús lo va a clarificar y a comprometer. Para un judío la respuesta era clara. El «prójimo» es todo otro judío(cfr. Ex. 20, 16-17; 21, 14.18.35; Lv. 19, 11.13.15-18).

  44. Lucas, escribiendo en un contexto pagano, amplía el horizonte de la identificación del prójimo: todo hombre, así sea extranjero o enemigo. La parábola con que Jesús responde es obra maestra. Corta, concisa, con interés en el relato. Comprometedora. Todo lector se siente implicado. Como otras veces, Jesús responde con una parábola a una pregunta: Lc. 7, 40-43; 14, 16-24; 15, 3-32. Es la ilustración, con un ejemplo, de una actitud que se debe imitar. Para el legista judío es una invitación a romper el esquema estrecho de la concepción del prójimo.

  45. Cinco escenasfundamentales y progresivas: 1ª escena (v. 30a): corta, gráfica. Sitúa el escenario primero. En este texto que narra la parábola del Buen Samaritano en el contexto de la discusión con un doctor de la ley sobre el qué hacer para entrar a la Vida Eterna, encontramos de nuevo el tema de un viaje, esta vez de Jerusalén hacia Jericó, unos 30 kms. a través del desierto de Judá, nido de asaltantes... donde todo es posible.

  46. La parábola forma parte de esta sección central del evangelio, que comienza con Jesús peregrino hacia Jerusalén con sus discípulos. Sabemos que para Lucas, Jerusalén es la ciudad donde se realiza la salvación y el viaje de Jesús hacia Jerusalén es un tema central. El relato de Lucas comienza en la ciudad santa (Lc. 1,5) y termina en la misma ciudad (Lc. 24,52). En esta sección central, Lucas repetirá con insistencia el hecho de que Jesús se dirige a Jerusalén (por ejemplo en Lc. 13, 22; 17,11).

  47. El camino supone, para todos, inseguridad. Pero puede haber personas que no adviertan lo que sucede, por el camino... Son los que preguntan quién es «mi prójimo». 2ª escena(vv. 30b-33):El drama, el nudo del relato: un hombre (cualquiera que sea) robado, golpeado, a borde de morir: Dos mundos pasan ante él. - El mundo judío, caracterizado por el culto: «...Un sacerdote y un levitapasaron de largo...» (vv. 31-32). El sacerdote y el levita han observado la ley, no acercándose al pobre herido y dejado medio muerto, para no volverse impuros (cfr. Lv 21,1).

  48. Debemos suponer, sin embargo, que el sacerdote y levita, que van hacia Jerusalén, al Templo, a prestar sus servicios, que deben estar legalmente puros para ese servicio, no podían desconocer los deberes para con el prójimo. Los profetas reprocharon más de una vez el conflicto entre el cumplimiento de las leyes y la caridad: por salvar la ley desatender al hombre (cfr. Am. 8, 5ss; Os. 5, 6; Sal. 50, 7ss).

  49. El nuevo mandamiento, de la Nueva Alianza, va más allá de la observancia de la ley. Jesús va más allá de la ley y quiere que sus discípulos obren como Él: «Por esto sabrán que ustedes son mis discípulos, si se aman los unos a los otros» (Jn. 13, 35). Para el discípulo de Jesús, la mera filantropía no es suficiente. El cristiano está llamado a algo más que lo hace semejante a su Maestro, como dice el apóstol Pablo: «Nosotros tenemos la mente de Cristo» (1Co. 2,16) «Porque el amor de Cristo nos apremia, persuadidos como estamos de que uno murió por todos» (2 Co. 5,14).

  50. - El mundo extranjero: el extranjero, un samaritano. En el evangelio de San Juan (cfr. Jn. 4, 9) nos dice bien la no comunicación entre judíos y samaritanos. Toda una historia de origen espurio y de hostilidades se había dado entre los dos pueblos. Ya Lucas 9, 52-53 lo insinúa (cfr. Lc. 9, 52--55: Domingo 13º; cfr. Sir. 50, 25-26; 2Re. 17, 24-41). La Iglesia va a derribar ese muro: Hch. 8, 5-25. Esta parábola refleja la situación de los samaritanos frente a la Iglesia después de la Pascua.

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