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Domingo XIII o

Domingo XIII o. «Se afirmó, con valor, en su voluntad de ir a Jerusalén». 12. Durante el Año. 13º. Durante el Año. Pasos De la LECTIO DIVINA. «Se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén». INVOCACION AL ESPÍRITU SANTO. Espíritu Santo, Señor y dador de Vida,

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Domingo XIII o

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Presentation Transcript


  1. Domingo XIIIo «Se afirmó, con valor, en su voluntad de ir a Jerusalén»

  2. 12. Durante el Año 13º. Durante el Año

  3. Pasos De la LECTIO DIVINA «Se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén»

  4. INVOCACION AL ESPÍRITU SANTO

  5. Espíritu Santo, Señor y dador de Vida, ilumina nuestro entendimiento y mueve nuestra voluntad, para que podamos estar bien dispuestos a acercarnos y escuchar la Palabra de Vida. que nos anima a la ESPERANZA, nos impulsa a vivir el AMOR y nos fuertes en al FE.

  6. Enséñanos a beber en el pozo de la Vida y muéstranos la novedad permanente del Evangelio. Haz que la Palabra nos anime y capacite para responder al llamado de Jesús y para llevar a cabo la misión encomendada. Amén.

  7. ¿QUÉ DICE el Texto?

  8. 1ª. LECTURA 1Re.19,16b.19-21: «Elíseo se levantó y marchó tras Elias»

  9. En el primer libro de los Reyes Dios llama a Eliseo por la palabra de Elías. La llamada no es tan radical: a Eliseo se le permite decir adiós a sus padres. La llamada del Evangelio (en la tercera lectura), es más radical: está dirigida por el Hijo de Dios en persona. El Señor encomienda a Elías ungir Reyes y nombrar un sucesor en su oficio. Elías pone encima un manto a Elíseo, como signo de investidura e iniciación en el profetismo. Era el signo distintivo del profeta (Zc. 13, 4) y se creía que al estar en íntimo contacto con el cuerpo, poseía la virtud de transmitir el poder profético.

  10. Elíseo, como hombre escogido, pide permiso para ir a despedirse de sus padres. Aunque la respuesta es concesiva, esto no minimiza la radicalidad de la llamada. Ofrecer la yunta de bueyes como sacrificio, es un gesto de rompimiento con la vida anterior; la comida significa el rito de incorporación al ministerio de Elías. La vocación de Elíseo es una buena introducción para entrar en la comprensión del evangelio de hoy. En efecto, san Lucas parece que ha querido tener como telón de fondo para explicar la relación entre Cristo y los discípulos, la relación entre Elías y Elíseo.

  11. El Espíritu de Elías se transmite a Elíseo; Elíseo recoge la herencia de Elías cuando lo ve subiendo al cielo. La vocación de Elíseo se presenta como un seguimiento incondicional de Elías. Continuando los primeros discípulos, toda la Iglesia puede ser definida como la gran «seguidora» de Jesús y su «ayudante».

  12. Salmo responsorial Sal. 16(15): «El Señor es el lote de mi heredad y mi copa, mi suerte está en su mano»

  13. Este Salmo está organizado en dos partes: 1. Profesión de fe: vv. 1-6 2. Confianza gozosa del salmista: v v. 7-11. El salmo 16(15) es uno de los más bellos del Salterio. Y podríamos definirlo así: «Historia de un hombre contento y feliz con su Dios». Fue compuesto probablemente en una época post-exílica.

  14. El salmista se ha mantenido al margen de toda idolatría y canta la dicha que supone el permanecer siempre fiel al Señor. Él está con el Señor, bajo su dominio. Pero no es un dominio que humilla, que oprime, sino, al contrario, eleva, libera y da vida. No hay nada que pueda compararse a la alegría que proporciona el hecho de haber elegido a Dios como razón de su vida. Los que eligen otros dioses son citados a la puerta del «Sheol», el «lugar e los muertos».

  15. «El Señor es el lote de mi heredad y mi copa, mi suerte está en su mano: me ha tocado un lote hermoso, me encanta mi heredad» (vv. 5-6): Son los versículos más importantes del salmo. Hay dos imágenes que conviene explicar: la copa y la cuerda de medir que marca el «lote» (cfr. Jos. 17,6; Mq. 2, 4-5) El Señor, al salir de Egipto, dio a su pueblo una tierra en heredad. Esta tierra Dios la cuida con solicitud amorosa: «De esta tierra cuida Yahvé tu Dios; los ojos de Yahvé tu Dios están constantemente puestos en ella» (Dt. 11, 12).

  16. El reparto de la tierra se hace de dos modos: a) Metiendo en una «copa» los nombres de las personas apreciadas. En este caso es el mismo Josué el que pone los nombres de las tribus en la copa. Pero falta una tribu, la tribu de Leví. Esta tribu no entra en suerte, porque su suerte es el Señor. «El Señor dijo a Araón: tú no tendrás herencia en esta tierra, no habrá parte para ti en medio de ellos. Yo mismo seré tu herencia y tu parte en medio de los israelitas» (Nm. 18, 20).

  17. Notemos una cosa: Dios va por la vida «repartiendo suertes»..., repartiendo felicidad. En este sentido debemos decir que la amistad es una suerte, el noviazgo es una suerte, el matrimonio es una suerte, los hijos son una suerte. Pero hay personas que tienen la suerte de no entrar en suerte, porque su suerte es el Señor. En la copa del reparto están los dones de Dios, pero no está el Dios de los dones. En este sentido, el levita puede decir: «Contigo, ¿qué me importa la tierra?» (Sal. 73, 25).

  18. Se prepara ya desde aquí la teología del Reino de Dios. «Es como un tesoro escondido en el campo y, al encontrarlo un hombre, por la alegría vende todo lo que tiene por comprarlo» (Mt. 13, 44). Y ésta es la doctrina que han vivido los santos: «El amor consiste en amar a Dios por Dios; no por las cualidades que derrama sobre mí» (San Juan de la Cruz). «Esto es amar gratuitamente: esperar a Dios de Dios; ser colmado de Dios por Dios. Él sólo te baste y fuera de Él nada te pueda bastar» (San Agustín).

  19. b) También era costumbre repartir la tierra «a cordel», es decir, midiendo con una cuerda. El profeta Amos nos dice: «Tú tierra será repartida a cordel» (Am. 7,17). En el salmo aparece Dios con el cordel en la mano: «mi suerte está en tu mano» (v. 5). Al pie de la letra se traduce: «unas cuerdas divinas han caído sobre mí». Al ser «divina» no son materiales, sino espirituales. No son limitadas sino ilimitadas.

  20. A un israelita le encantaba medir a Jerusalén. Sentía orgullo de su ciudad. «Alcé los ojos y vi una visión. Era un hombre con la cuerda en la mano... Le dije: "¿Dónde vas?" Me contestó: "A medir a Jerusalén: a ver cuánta es su anchura y cuánta su longitud"» (Zc. 2, 5). Tratándose de Dios, ¡quién será capaz de medir la longitud y la anchura de su poder, de su sabiduría, de su amor? San Pablo, hablando de Cristo, nos dirá que rompe todos los esquemas. No hay ancho, ni alto, ni profundo. Supera toda medida (Ef. 17, 19).

  21. «Con Él a mi derecha no vacilaré»: v. 8 La derecha es la parte del guerrero a donde no llega el traje de guerra. La derecha debe quedar lista para manejar la espada. Por eso era la parte más vulnerable por donde podría atacar el enemigo. Pues hasta esa parte está protegida por Dios. Ahí se pone Dios y mi persona queda invulnerable.

  22. Con las palabras de este salmo ora la persona que sigue al Señor como bien absoluto. Puede ser la plegaria de Elíseo, de la Iglesia. El Nuevo Testamento ha visto la misma plegaria de Cristo resucitado, entregado totalmente a la gloria del Padre y sentado a su derecha. Multitud de personas consagradas al Señor ha recitado este salmo en la liturgia de la Iglesia, como expresión de su propósito.

  23. 2ª. LECTURA Gál. 5,13-18: «Ustedes, hermanos, han sido llamados a la libertad»

  24. San Pablo, en la carta a los Gálatas, nos recuerda que hemos sido llamados por Dios a ser libres y nos explica qué es la verdadera libertad. Ser libres no es hacer el mal siempre que queremos, o seguir nuestro capricho, o nuestra carne o egoísmo. Ser libres es ponernos al servicio los unos de los otros, por amor. Las afirmaciones de san Pablo en esta carta forman un crescendo de gran intensidad.

  25. La libertad cristiana es como el tema continuo, que en el texto que leemos hoy llega a una explosión y explicación: la libertad cristiana no es una conquista, sino un don, y no se ejercita según los criterios humanos, sino según el Espíritu. No está lejos la afirmación de Jesús en el evangelio «La verdad os hará libres». El tema de la libertad de los cristianos es uno de los preferidos por el Apóstol San Pablo.

  26. Es la libertad conquistada por Cristo, expresada y desarrollada en el amor. Esta libertad, la que viene del Espíritu, es la que libera de la esclavitud de la carne y del egoísmo. De aquí que haya que caminar por donde quiere el Espíritu, rechazando los deseos de la carne. En la enseñanza paulina, «el Espíritu libera, la carne esclaviza».

  27. La oposición paulina entre «carne» y «espíritu», no es desprecio de la carne; es insistir en la exigencia para el cristiano de llevar a la perfección el don de Dios, dejándose transformar por la acción del Espíritu. «Ustedes, hermanos, han sido llamados a la libertad»

  28. EVANGELIO Lc. 9,51-62: «Se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén... Te seguiré adondequiera que vayas»

  29. EVANGELIO DE JESUCRISTO SEGÚN SAN LUCAS R/. Gloria a Ti, Señor. 51 Sucedió que como se iban cumpliendo los días de su asunción, él se afirmó, con valor, en su voluntad de ir a Jerusalén. 52 Envió, pues, mensajeros delante de sí, que fueron y entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle posada; 53 pero no lo recibieron porque tenía intención de ir a Jerusalén.

  30. 54 Al verlo sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?» 55 Pero, volviéndose, les reprendió; 56 y se fueron a otro pueblo. 57 Mientras iban caminando, uno le dijo: «Te seguiré adondequiera que vayas». 58 Jesús le dijo: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza».

  31. 59 A otro dijo: «Sígueme». Él respondió: «Déjame ir primero a enterrar a mi padre». 60 Le respondió: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios». 61 También otro le dijo: «Te seguiré, Señor; pero déjame antes despedirme de los de mi casa». 62 Le dijo Jesús: «Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios».

  32. Palabra del Señor. R/. Gloria a Ti, Señor Jesús. «...se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén...»

  33. RE-LEAMOS EL TEXTO PARA INTERIORIZARLO A-Ubicación en el Año Litúrgico Si consideramos pedagógico marcar unas etapas, dentro del ritmo de la lectura continua del evangelio de Lucas en el ciclo C del Año Litúrgico, y, en consecuencia, dentro de la predicación homilética, está claro que este Domingo pertenece a la segunda parte de ese proceso: «Seguir a Jesús por el camino a Jerusalén» : Domingos 13º a 31º.

  34. II. Seguir a Jesús: el camino hacia Jerusalén (Domingos 13º -31º) 1. Primera etapa del camino (Domingos 13º –20º) a) La Iglesia camina con Jesús(domingos 13º-15º) Domingo 13º: El camino de Jesús y las condiciones del seguimiento. Domingo 14º: El camino que conduce a la paz. Domingo 15º: El camino que encuentra al “otro”. F

  35. Seguimiento = etapas: este texto = primera de estas etapas (que comprende los Domingos 13º a 20º). El primer momento(Domingos 13º a 15º) de esta primera etapa del «camino a Jerusalén»nos presenta a la Iglesia «caminando con Jesús»y se inicia precisamente con este Domingo. Parte más original = vida de Jesús = largo camino a Jerusalén.

  36. C- Relectura del relato a) Estructura: Dos narraciones: Primera narración: Lc. 9, 51-56: el rechazo de Jesús en Samaria (ambos pueblos se odiaban): Lc. 9, 51-52: Jesús decideir a Jerusalén Lc. 9,52b-53: Una aldea de Samaría lo rechaza, no ofrece acogida Lc. 9, ,54: Reacción de Juan y Santiago frente al no samaritano Lc. 9, ,55-56: Reacción de Jesús frente a la violencia de Santiago y Juan

  37. Segunda narración: Lc . 9, 57-62: las exigencias del discipulado. Lc. 9, ,57-58: Primera propuesta de seguir a Jesús Lc. 9, ,59-60: Segunda propuesta de seguir a Jesús Lc. 9, ,61-62: Tercera propuesta de seguir a Jesús.

  38. b) Comentario: Abramos nuestros corazones a escuchar la Palabra de Dios. Rechazo en Samaría: Lc. 9, 51-56 Lc. 9, 51-52: Jesús decide ir a Jerusalén «Mientras se iban cumpliendo los días de ascender al cielo» = Lc. = vida de Jesús a la luz de los profetas.

  39. Jesús = Mesías = se cumplen profecías - El modo mismo de hablar aparece en el evangelio de Juan: «Sabiendo Jesús que era llegada su hora de pasar de este mundo al Padre...» (Jn 3,1). = Viaje a Jerusalén = obediencia al Padre Lc. 9, 52b-53: Una aldea de Samaría no ofrece hospitalidad. La hospitalidad = vida comunitaria.

  40. Difícilmente, dejaba la gente pasar la noche a alguno fuera, sin acogerlo (Gn. 18,1-5; 19,1-3; Jc. 19,15-21). Pero = rivalidad entre judíos y samaritanos... Judea ----> Samaria = Preferían caminar por la parte del valle de Jordán. Jesús = pasa por la Samaría. Por lo que sufre las consecuencias de la discriminación y no recibe hospitalidad.

  41. Lc. 9, 54: Reacción violenta de Santiago y Juan ante el rechazo samaritano Reacción Santiago y Juan = descienda fuego para que extermine a los habitantes de aquella aldea... (cfr. 2Re. 1,10.12; 1Re. 18,38). Vieja mentalidad = gente privilegiada. Piensan tener a Dios de su parte para defenderlos.

  42. Lc. 9, 55-56: Reacción de Jesús ante la violencia de Santiago y Juan «Jesús se volvió y los reprendió» = otra solución Estar con Jesús = - no da derecho a nadie a pensar que es superior a los otros - o que los otros deben rendirle honores.

  43. El «Espíritu» de Jesús pide lo contrario: perdonar setenta veces siete (Mt. 18,22). Jesús escoge el perdonar al ladrón que le rogaba en la cruz. (Lc. 23,43). Exigencias del discipulado: Lc . 9, 57-62 Para seguirlo, Jesús exige: - despego de los bienes y comodidades materiales; - llamamiento de Dios; - ruptura con el pasado y el presente, incluso con la propia familia, - y seguimiento. Todo esto para quedar libre y disponible para comprometerse con el Reino de Dios.

  44. Lc. 9, 57-58: Primera propuesta de seguir a Jesús Primer caso: Uno le dice: «Te seguiré adondequiera que vayas». Respuesta de Jesús = muy clara y sin tapujos - le muestra que su camino implica sacrificio y prontitud para aceptar durezas y humillaciones. Jesús no tiene nada, ni siquiera una piedra donde reclinar la cabeza. Las zorras y los pájaros le llevan en esto ventaja, porque por lo menos tienen guaridas y nidos.

  45. Lc. 9, 59-60: Segunda propuesta de seguir a Jesús Segundo caso: Jesús = iniciativaro: «¡Sígueme!». La reacción de la persona llamada es positiva e interpone una razonable causa de retraso: está dispuesta a seguir a Jesús. Sólo pide permiso para poder enterrar a su padre.

  46. cuando es Dios mismo quien llamara directamente, los retrasos son inaceptables: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios». Se debe ser radical en las decisiones que se toman.

  47. Aquel que se dispone a seguir a Jesús debe dejar todo detrás de sí. Es como si muriese a todo lo que posee y resucitase a otra vida. Lc. 9, 61-62: Tercera propuesta de seguir a Jesús Un tercer caso: «Te seguiré, pero déjame antes despedirme de los de mi casa». De nuevo la respuesta de Jesús es dura y radical: «Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás, es apto para el Reino de Dios». Jesús es más exigente que el Profeta Elías cuando éste llamó a Eliseo para que fuera su discípulo (1Re19,19-21).

  48. El Nuevo Testamento supera al Antiguo en la exigencia y en la práctica del amor. Jesús no lo reprende porque sea malo despedirse de los suyos, sino porque percibía que él estaba apegado a su pasado y a su familia. La forma cómo Jesús toma la decisión de ir a Jerusalén -«con valor»- contrasta con la forma cómo querrían seguirlo algunos.

  49. ¿QUÉ NOS DICE El Texto?

  50. Jesús nos llama Tantos líderes = invitan a seguirlos. También los hay que llaman a acciones fuertes y comprometidas en bien de la humanidad sin paz ni amor. Es posible que su convocación sea para muchos, para nosotros incluso, más fuerte que la del mismo Señor Jesús.

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