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Madre santísima cúbrenos con tu santo manto y por la salvación de la humanidad, ofrécenos al Padre, unidos Jesús y en el Espíritu Santo. Ora con nosotros y por todas las intenciones que le hemos presentado al Señor en esta noche. En honor a San José.
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Madre santísima cúbrenos con tu santo manto y por la salvación de la humanidad, ofrécenos al Padre, unidos Jesús y en el Espíritu Santo. Ora con nosotros y por todas las intenciones que le hemos presentado al Señor en esta noche.
Sálvanos, Señor, despiertos,protégenos mientras dormimospara que velemos con Cristoy descansemos en paz.
Ahora, Señor, según tu promesa Puedes dejar a tu siervo irse en paz,Porque mis ojos han visto a tu Salvador,A quien has presentado ante todos los pueblos.
Luz para alumbrar a las nacionesY gloria de tu pueblo Israel.Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu SantoComo era en un principio, ahora y siempre por los siglos. Amén.
Señor, Dios nuestro, concédenos un descanso tranquilo que restaure nuestras fuerzas, desgastadas ahora por el trabajo del día; así fortalecidos con tu ayuda, te serviremos siempre con todo nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Por Cristo nuestro Señor, que contigo vive y reina, en unidad con el Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén
P. Les diste pan del cielo. T. Que contiene en sí todo deleite.
P/T: Bendito sea Dios. Bendito sea su santo nombre.Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.Bendito sea el nombre de Jesús.Bendito sea su sacratísimo corazón.Bendita sea su preciosísima Sangre.Bendito sea Jesús en el Santísimo sacramento del altar.Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María SantísimaBendita sea su santa e inmaculada ConcepciónBendita sea su gloriosa Asunción.Bendito sea el nombre de María Virgen y Madre.Bendito sea San José su castísimo esposo.Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos.
P: Oremos. Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu cuerpo y de tu sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención.T. Amén.