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CATEQUESIS 2005. TEMA: “Los Santos” 1.- ¿Qué es un Santo? 2.- San Francisco de Asís 3.- Santa Teresa de Jesús 4.- Niños que han sido canonizados. LOS SANTOS. ¿Qué es un Santo?. Un Santo es una persona como nosotros, que cuando fue pequeño o ya de mayor, destacó entre el resto de
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CATEQUESIS2005 TEMA: “Los Santos” 1.- ¿Qué es un Santo? 2.- San Francisco de Asís 3.- Santa Teresa de Jesús 4.- Niños que han sido canonizados
LOS SANTOS ¿Qué es un Santo? Un Santo es una persona como nosotros, que cuando fue pequeño o ya de mayor, destacó entre el resto de la gente por ser especialmente bueno, cumplir todos los mandamientos de la Ley de Dios; quiso mucho a Jesús y a la Virgen, a su familia, a sus amigos y a todas las personas que estaban cerca en el colegio, en el trabajo, en su ciudad o en su pueblo. Los Santos, cuando se mueren van siempre al Cielo y la gente que les conoció cuando vivían les pide ayuda rezando, porque como están en el Cielo cerca de Dios, les pueden ayudar, hablando con Dios, en determinados momentos de su vida, en los que tienen algún problema, alguna enfermedad, o necesitan que Dios les ayude en algo. Cuando los Santos hacen un milagro, la gente va al Obispo o al Papa y se lo cuenta, entonces, médicos y personas muy profesionales comprueban que el milagro ha sido verdad; se reúnen con el Papa y éste lo anuncia a toda la Iglesia para que veamos lo bueno que es Dios y sigamos rezándole a este Santo para que haga más milagros.
- Beatificación y - Canonización? Qué significan las palabras: Cuando una persona es muy muy buena, va al Cielo, como comentábamos antes, la gente empieza a rezarle oraciones para que esta persona les ayude desde el Cielo, y se produzca algún milagro en su familia, amigos, vecinos, o conocidos. Cuando se produce un milagro y los médicos y los curas más especializados en estos temas, comprueban que es verdad la curación del enfermo y el milagro en cuestión; el Papa elige un día en el que toda la Iglesia pueda celebrar lo bueno que ha sido Dios haciendo el milagro que le pedían y escuchando las oraciones de la gente, y ese día se le hace una misa especial a esa persona tan buena que ha hablado con Dios para que se produjera el milagro y se le empieza a llamar: BEATO, por eso la celebración de esa misa se llama: BEATIFICACIÓN. Esto ocurrió, por ejemplo hace poco, el 19 de Octubre del año 2003 con la Madre Teresa de Calcuta, que toda la Iglesia celebró en Roma (porque es donde vive el Papa) una misa muy bonita donde gente de todo el mundo se unió para dar las gracias por su vida y por el milagro que había hecho pidiéndole a Dios que curara a una mujer muy enferma y en la que el Papa nombró a la Madre Teresa: BEATA TERESA DE CALCUTA. ¿Cuándo se le llama Santo o Santa? Cuando hace un segundo milagro, se comprueba que es verdad que la persona se ha curado gracias a las oraciones realizadas al BEATO o BEATA y el Papa hace otra misa en Roma muy especial donde celebra que esta persona es SANTA y pone un día en el Calendario para que todo el mundo se acuerde de ella y le recen para que haga más milagros.
EXPERIENCIA DEL NIÑO Ir acomodando a la vista de los niños dibujos o fotos de los superhéroes que más conocen por la televisión, y también algunos anti-superhéroes, que ellos los vayan reconociendo por sus nombres, preguntarles cuáles más conocen ellos, ir apuntando en un lugar visible los nombres que vayan dando y entrar en un diálogo:
Los Santos • Ya nos dimos cuenta que los superhéroes son algunos personajes de la televisión, con los que nos divertimos y jugamos a que somos ellos, pero que en realidad no podemos tener superpoderes porque ellos sólo existen en las las películas. En cambio los santos son aquellos que han sido fieles a su bautismo, que el don de la fe que recibieron lo usaron muy bien. El Papa Juan Pablo II nos ha invitado a vivir la santidad muchas veces, él ha llevado una vida de santidad y ha llevado al altar a muchos santos, y nos dice que para ser santos hay que: • Orar: Hacer oración, no sólo rezar oraciones de memoria sino poner en ellas el corazón, orar es hablar con Dios. • Ir a Misa y comulgar. La Misa (La Eucaristía), es el lugar más hermoso del mundo, es como estar en el cielo porque ahí está presente Jesús que se nos da en la comunión. • La Confesión. Acercaros seguido al perdón que Dios siempre nos da cuando hemos pecado. Así recuperamos su amistad y volvemos a ser felices. • La Gracia. Confiar en Dios, saber que sólo porque Jesús nos acompaña siempre, podemos ser buenos. • Escuchar la Palabra de Dios. Conocer lo que Dios nos dice en la Biblia, aprender el catecismo, para hacer lo que le agrada a Dios. • Anunciar la Palabra de Dios. Ser misioneros, llevar a otros la alegría de encontrarse con Jesús, lo podemos hacer con palabras, con nuestro comportamiento, con nuestra compañía, ayudando a los demás con amor. ¿Qué crees que puedes hacer tú para ser santo?
Los Santos • Los santos, o sea los que ya están en el Cielo porque vivieron su bautismo, se les venera porque son: • Modelo: Porque viendo lo que ellos hicieron para ser amigos de Dios nosotros los podemos imitar. • Estímulo: Porque ellos, lucharon como ahora nosotros y ya gozan de la herencia a la que también nosotros estamos llamados. • Los santos no son personas diferentes de nosotros, en todos los tiempos ha habido santos, de diferente edad, unos niños, otros jóvenes, adultos, viejitos, hay santos y hay santas, unos flaquitos, otros gorditos, unos muy inteligentes otros muy sencillos, algunos han nacido muy ricos otros fueron muy pobres, unos son blancos otros negros, unos han sido santos desde pequeños, otros llevaron una vida en la que no conocían a Dios, y se portaron muy mal, pero cuando se encontraron con Jesús, cambiaron, y decidieron ser felices siguiéndolo. • Todos, pero todos, estamos llamados a ser santos, Dios nos quiere santos, y para eso nos dio el Don de la Fe, fue su regalo cuando nos bautizaron, y todos los que estamos bautizados tenemos que ser santos, pero también tenemos que querer serlo.El Don de la Fe es más grande que todos los superpoderes de tus héroes favoritos y además es de verdad. Pero la fe no es para tener unos músculos muy fuertes, o para poder volar, o ver a través de las paredes, ni para golpear a nadie. Ser santos es querer seguir a Jesús, actuar como él, hacer el bien como él, amar como él. SER SANTO ES SER AMIGO DE JESÚS.
SAN FRANCISCO DE ASÍS ¿Sabéis quién era San Francisco de Asís? ¿Habéis visto alguna vez alguna imagen suya? ¿Sabéis dónde está Asís?
ASÍS Esta era la ciudad italiana donde nacieron San Francisco y Santa Clara. Iglesia deSan Damián
SAN FRANCISCO DE ASÍS San Francisco nació en Asís (una pequeña ciudad de Italia) el año 1182. Su gran cualidad: el Amor a Dios, y a la naturaleza, a los animales, a las plantas, a todo lo que había sido creado por Dios. San Francisco es conocido como el Santo que hablaba con los animales y el que vivió amando y cuidando a la naturaleza. Era un joven alegre y aficionado a las fiestas, y por más que se dedicara al comercio de telas con su padre y viviera con lujos y sirvientes, no era ni avaro ni codicioso. Los negocios y el estudio no le llamaban mucho la atención. Pero tenía la cualidad de no negar un favor o una ayuda a cualquier persona siempre que pudiera hacerlo. Tenía 20 años cuando hubo una guerra entre Asís y una ciudad cercana, Perugia. Francisco salió a combatir por su ciudad, y cayó prisionero de los enemigos. La prisión duró 1 año, tiempo que él aprovechó para pensar seriamente en qué hacer con vida. Al salir de la prisión volvió al ejército, y se fue a combatir a los enemigos. Se compró una armadura muy elegante y el mejor caballo que encontró. Pero por el camino se le presentó un pobre militar que no tenía con qué comprar armadura ni caballería, y Francisco, como era tan bueno, le regaló todo su lujoso equipo militar.
SAN FRANCISCO DE ASÍS Francisco antes de llegar al campo de batalla sufrió una grave enfermedad y como tenía mucho tiempo para hablar con Dios y no paraba de pensar en su vida y en todo lo que estaba haciendo con ella, una noche, sintió que Dios le pedía que dejara sus riquezas y su vida de lujo para ayudar a los pobres. A su regreso a Asís en 1205 le pareció oír que Cristo le decía tres veces: "Francisco, tienes que reparar mi casa, porque está en ruinas". Él creyó que Jesús le mandaba arreglar las paredes de la iglesia de San Damián, que estaban muy deterioradas, y se fue a su casa y vendió su caballo y una buena cantidad de telas del almacén de su padre y le trajo dinero al Padre Capellán de San Damián, pidiéndole que lo dejara quedarse allí ayudándole a reparar esa construcción que estaba en ruinas. El sacerdote le dijo que le aceptaba el quedarse allí, pero que el dinero no se lo aceptaba, Francisco dejó el dinero en una ventana, y al saber que su padre enfurecido venía a castigarlo, se escondió prudentemente.
SAN FRANCISCO DE ASÍS Como su padre se enfadó mucho con Francisco por dejar el negocio de las telas, su vida de lujos y comodidades y porque le estaba dando su dinero a los pobres; Francisco decidió vestirse de una manera totalmente humilde, con una túnica de tela marrón en forma de cruz, y una cuerda que le ceñía a su cuerpo; se fue a vivir al bosque y le entregó definitivamente su vida a Dios. Él siguió tan contento como siempre, cantando y rezando. Después volvió a Asís a dedicarse a levantar y reconstruir la iglesita de San Damián. Y para ello empezó a recorrer las calles pidiendo limosna. La gente que antes lo había visto rico y elegante y ahora lo encontraba pidiendo limosna y vestido con la túnica, se burlaba de él. Pero a él no le importó nada, y consiguió con qué reconstruir el pequeño templo. “La Porciúncula”, una pequeña capilla llamada así porque fue donde Francisco empezó su comunidad. Porciúncula significa "pequeño terreno“ en italiano. La Porciuncula Allí Francisco les dijo a los amigos que se unieron a él:- “Id a proclamar que el Reino de Dios está cerca. No lleveis dinero ni sandalias, ni doble vestido para cambiarse. Gratis lo habéis recibido, dadlo también gratuitamente".
SAN FRANCISCO DE ASÍS Clara, una joven muy santa de Asís, y amiga de Francisco, se entusiasmó por esa vida de pobreza, oración y santa alegría que llevaban los seguidores de Francisco, y abandonando su familia huyó a hacerse monja siguiendo el tipo de vida que llevaba Francisco. Pronto, los 2 fundaron la Orden de las Hermanas pobres de Santa Clara, que tienen hoy muchos conventos en todo el mundo y donde viven rezando y haciendo pasteles, trufas de chocolate y trabajos manuales que luego venden y gracias a los cuales pueden vivir sencillamente. Francisco tenía la cualidad de hacerse querer por todos los animales. Las golondrinas le seguían en bandadas y formaban una cruz, por encima de donde él predicaba. Cuando estaba solo en el monte una mirla venía a despertarlo con su canto cuando era la hora de la oración de la medianoche. Pero si el santo estaba enfermo, el animalillo no lo despertaba. Un conejito lo siguió por algún tiempo, con gran cariño. Dicen que un lobo feroz le obedeció cuando el santo le pidió que dejara de atacar a la gente.
SAN FRANCISCO DE ASÍS Francisco se retiró por 40 días al Monte Alvernia a meditar, y tanto pensó en las heridas de Cristo, que al final a él también se le formaron las mismas heridas en las manos, en los pies y en el costado, porque Jesús quiso compartir con él su dolor. Francisco hablaba tanto de Dios y estaba tan feliz, que muchos amigos y personas que iba conociendo por los pueblos a los que iba, querían vivir como él y se unían a su comunidad. En el año 1219, en una reunión general llamado "El Capítulo de las esteras", se reunieron en Asís más de cinco mil franciscanos. Al santo le emocionaba mucho ver que en todas partes aparecían vocaciones y que de las más diversas regiones le pedían que les enviara sus discípulos tan fervorosos a que predicaran. Él les insistía en que amaran muchísimo a Jesucristo y a la Iglesia, y que vivieran con el menor número posible de cosas, de ropa, de dinero… no se cansaba de recomendarles que cumplieran lo más exactamente posible todo lo que manda el evangelio, que intentaran vivir como Jesús. Francisco recorría campos y pueblos invitando a la gente a amar más a Jesucristo, y repetía siempre: "El Amor no es amado“, se refería a Jesús, porque él veía que la gente no le quería y no rezaba.
SAN FRANCISCO DE ASÍS San Francisco, como quería mucho a Jesús y a la Virgen, les escribía oraciones y poesías y le encantaba recorrer los campos cantando; compuso un himno a las naturaleza, en el cual le da gracias a Dios por el sol, y la luna, la tierra y las estrellas, el fuego y el viento, el agua y la vegetación. Le agradaba mucho cantarlo y hacerlo aprender a los demás y poco antes de morir hizo que sus amigos lo cantaran en su presencia. Cuando llegaba a un sitio, su saludo, en lugar de decir, simplemente ¡Hola! ó Ciao! Como dicen los italianos, era siempre: "Paz y bien". Loado sea mi Señor Altísimo, omnipotente, buen Señor, tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y toda bendición. A ti solo, Altísimo, corresponden, y ningún hombre es digno de hacer de ti mención. Loado seas, mi Señor, con todas tus criaturas, especialmente el señor hermano sol, el cual es día, y por el cual nos alumbras. Y él es bello y radiante con gran esplendor, de ti, Altísimo, lleva significación. Loado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas, en el cielo las has formado luminosas y preciosas y bellas. Loado seas, mi Señor, por el hermano viento, y por el aire y el nublado y el sereno y todo tiempo, por el cual a tus criaturas das sustento. Loado seas, mi Señor, por la hermana agua, la cual es muy útil y humilde y preciosa y casta. Loado seas, mi Señor, por el hermano fuego, por el cual alumbras la noche, y él es bello y alegre y robusto y fuerte. Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la madre tierra, la cual nos sustenta y gobierna, y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba. Loado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor, y soportan enfermedad y tribulación. Bienaventurados aquellos que las soporten en paz, porque por ti, Altísimo, coronados serán. Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la muerte corporal, de la cual ningún hombre viviente puede escapar. ¡Ay de aquellos que mueran en pecado mortal!: bienaventurados aquellos a quienes encuentre en tu santísima voluntad, porque la muerte segunda no les hará mal. Load y bendecid a mi Señor, y dadle gracias y servidle con gran humildad.
SAN FRANCISCO DE ASÍS Cuando sólo tenía 44 años se puso muy enfermo y Dios se le llevó con Él. Dejando tras de sí fundada la comunidad de Franciscanos, y la de las Hermanas Clarisas. Con esto contribuyó enormemente a extender la religión de Cristo por todos los países del mundo. Los seguidores de San Francisco (franciscanos, capuchinos, clarisas, etc.) son el grupo religioso más numeroso que existe en la Iglesia Católica. El 3 de octubre de 1226, acostado en el duro suelo, cubierto con la túnica que le habían prestado de limosna, y pidiendo a sus seguidores que se amen siempre como Cristo los ha amado, murió como había vivido: lleno de alegría, de paz y de amor a Dios. Dos años después de su muerte, el Papa lo declaró santo, el 16 de julio y su fiesta se celebra el 4 de octubre.
SAN FRANCISCO DE ASÍS Oh Señor, haz de mi un instrumento de tu paz: Donde hay odio, que yo lleve el amor. Donde hay ofensa, que yo lleve el perdón. Donde hay discordia, que yo lleve la unión. Donde hay duda, que yo lleve la fe. Donde hay error, que yo lleve la verdad. Donde hay desesperación, que yo lleve la esperanza. Donde hay tristeza, que yo lleve la alegría. Donde están las tinieblas, que yo lleve la luz. Oh Maestro, haced que yo no busque tanto: A ser consolado, sino a consolar. A ser comprendido, sino a comprender. A ser amado, sino a amar. Porque: Es dando, que se recibe; Perdonando, que se es perdonado; Muriendo, que se resucita a la Vida Eterna. San Francisco creó esta oración que la Madre Teresa aprendió y que hoy se reza en todas las casas de las Misioneras de la Caridad del Mundo.
La aventura de SAN FRANCISCO DE ASÍScon el “hermano lobo” Cuando San Francisco vivía en la ciudad de Gubbio, apareció por los alrededores un lobo grandísimo, terrible y feroz. El lobo no sólo devoraba las ovejas que los pastores llevaban a pacer, sino que a menudo atacaba a los hombres. Los habitantes de Gubbio temblaban de miedo, sobre todo cuando el lobo merodeaba por las murallas de la ciudad. Cuando la gente salía fuera de las murallas, iba armada con palos y horcas corno para pelear en la guerra. Y sin embargo, si uno se encontraba solo frente a aquella terrible fiera, era incapaz de defenderse y el lobo le devoraba. Nadie se atrevía ya a salir de la ciudad y ni siquiera de casa. San Francisco, compadecido de aquella pobre gente, decide salir al encuentro del lobo. Los ciudadanos se lo desaconsejan:-¡Por Dios! ¡No vayas! ¡El lobo te devorará!Pero San Francisco toma consigo algunos compañeros y, haciendo el signo de la cruz, sale fuera de las murallas confiando en Dios. Después de un trocito de camino los compañeros le abandonan porque tienen miedo de ir más adelante. San Francisco, por el contrario, sigue caminando hacia el lugar donde solía estar escondido el ferocísimo lobo. Los habitantes de Gubbio se suben a las murallas para ver cómo iba a terminar aquello. Y decían entre ellos:-El lobo devorará seguramente a nuestro San Francisco.El lobo, percibiendo todo aquel jaleo, sale de su guarida rechinando los dientes. Está tan furioso que deja caer espumarajos de la boca. Echa a correr hacia San Francisco. Tiene los ojos encendidos de rabia. San Francisco no está armado. No tiene ni siquiera un palo. Lleva los brazos cruzados sobre el pecho. El lobo se para delante de San Francisco. El santo levanta mano y hace la señal de la cruz en dirección al lobo, y luego le dice con voz decidida: -¡Ven aquí, hermano lobo! Te ordeno que no hagas daño ya, ni a mí ni a ninguna otra persona.San Francisco mira al lobo en los ojos. El lobo entonces cierra la boca, mete el rabo entre las patas y se acerca cabizbajo a San Francisco. Y cuando llega a los pies del santo, se acocha como un perrito. San Francisco le habla así: - Hermano lobo, has hecho mucho daño. Has matado a muchas criaturas de Dios sin su permiso. Has devorado a las bestias y hasta has tenido el atrevimiento de matar a hombres y niños. Por esta tu maldad merecerías que te ahorcasen como a un asesino. La gente de esta ciudad murmura y grita contra ti, y en este territorio todos te son enemigos. Pero yo quiero, hermano lobo, hacer la paz entre ti y los habitantes de Gubbio. Si tú no vuelves a ofenderles, ellos te perdonarán tus pasadas fecharías. Los ciudadanos, desde lo alto de las murallas, oyen las palabras de San Francisco y todos se quedan boquiabiertos de estupor.
La aventura de SAN FRANCISCO DE ASÍScon el “hermano lobo” El lobo, a las palabras del santo, mueve el rabo, agacha las orejas e inclina la cabeza, como para dar a entender que acepta lo que el santo ha dicho. San Francisco continúa: -Hermano lobo, yo te mando que vengas ahora mismo conmigo, sin dudarlo. Tenemos que firmar esta paz entre ti y el pueblo de Gubbio. San Francisco da media vuelta y se encamina hacia la ciudad. El lobo le sigue detrás como un perrito domesticado. A todos se les escapa un «¡Oh!» de maravilla. En seguida la noticia de la conversación del lobo se esparce por la ciudad. Los que habían permanecido escondidos en casa salen fuera, y todos se reúnen en la plaza. Hacen corro alrededor de San Francisco y del lobo. Los niños están en primera fila, curiosos de ver desde cerca aquel lobo grandísimo, terrible y feroz.San Francisco dice dirigiéndose a la gente: -Oíd, hermanos míos. El hermano lobo que está aquí delante de vosotros me ha prometido hacer la paz con todos; pero vosotros debéis prometerle que le vais a dar cada día el alimento necesario para quitarle el hambre. Yo os garantizo que el hermano lobo mantendrá la promesa de no volver a molestaros.El pueblo aplaude y acepta las condiciones del pacto. San Francisco se dirige al lobo, que durante todo el tiempo ha permanecido de pie y con la cabeza gacha:-Y tú, hermano lobo, ¿Prometes solemnemente observar el pacto de paz? ¿Prometes que ya no volverás a molestar ni a los hombres ni a los animales ni a ninguna otra criatura viviente?El lobo entonces dobla las patas delanteras, se arrodilla, inclina repetidamente la cabeza, mueve el rabo y agacha las orejas. Con todos estos gestos quiere demostrar, en lo posible, que observará el pacto.San Francisco añade:-Hermano lobo, quiero que me prometas mantenerte fe a estas condiciones aquí ante todo el pueblo.Entonces el lobo, de pie, levanta la pata delantera derecha y la pone en la mano del santo. San Francisco estrecha fuertemente la pata del lobo. Toda la gente aplaude. Los niños se acercan al lobo y empiezan a acariciarlo. El lobo ¡ame la mano de los niños, exactamente como un perrito domesticado.Algún chiquillo, más valiente, monta sobre el lomo del lobo.Desde aquel día el lobo vivió dentro de la ciudad de Gubbio. Entraba en las casas. Iba de puerta en puerta. Jugaba gustosamente con los niños. Nadie le molestaba y él no hacía mal a nadie. No se rabiaba ni siquiera cuando los niños, jugando, le tiraban del rabo. Ni siquiera los perros le ladraban.Los habitantes de Gubbio, de acuerdo con lo prometido, se preocupaba a porfía, de darle de comer todos los días. Pasados algunos años, el hermano lobo murió de viejo. Una mañana le encontraron tendido ante la puerta de la ciudad. Cuando se esparció la noticia de la muerte del lobo, todos se entristecieron porque se habían acostumbrado a querer al lobo. Muchos lloraron. Sobre todo los niños.
SAN FRANCISCO DE ASÍSHABLA CON LOS PÁJAROS San Francisco camina con fray Maseo por un valle lleno de árboles y de flores. Por el valle corre un arroyuelo de agua límpida. San Francisco y fray Maseo cantan porque son felices. Cuando uno es feliz le vienen siempre ganas de cantar. en los árboles hay muchos pajaritos: pardales, pinzones, pelirrojos, jilgueros. También los pajaritos cantan porque son felices.Cada poco San Francisco y fray Maseo se detienen. San Francisco pone su dedo índice en los labios' pidiendo silencio a fray Maseo, para escuchar mejor el canto de los pajaritos. -Fíjate -dice San Francisco- esta es la voz de los hermanos pardales, esta otra es la voz de los hermanos jilgueros.De golpe, el gorjeo de los pajaritos cambia de tono como si los pajaritos discutiesen entre ellos.San Francisco mira entre los ramos de los árboles. Un pardalillo tiene en el pico una corteza de pan. Los demás pajaritos le persiguen de rama en rama, le picotean porque quieren quitarle la corteza de pan.San Francisco levanta los brazos para ordenar silencio a los pajaritos; luego dice con voz un tanto severa:-Hermanitos míos, ¿por qué teñís?En seguida se paran todos los pajaritos, cada uno en la rama donde estaba posado. También se para el pardalillo con la corteza de pan.Los pajaritos, al oír la voz un tanto severa de San Francisco, se sienten a disgusto. Repliegan las alitas y están con el pico abierto como embarazados.San Francisco continúa:-No tenéis que hacer así, hermanitos míos. Vuestro Creador os ha dado plumas para vestiros. A vosotros, pardales, os ha dado un vestido que parece la túnica de los frailes. Vosotros sois los frailecillos del buen Dios. A vosotros, pelirrojos, el Creador os ha puesto esa mancha roja en el pecho para que recordéis a todos los hombres la llaga de Jesús crucificado. A vosotros, pinzones y jilgueros, el Creador os ha dado plumas de colores como las flores de este bosque. A todos vosotros el Creador os ha dado alas para volar en el cielo azul.Los pajaritos se miran las plumas y abren las alas.
SAN FRANCISCO DE ASÍSHABLA CON LOS PÁJAROS Nadie se atreve ni a resollar. El pardalillo con la corteza de pan abre el pico y la corteza cae al suelo junto a los pies desnudos de San Francisco. El santo recoge el pan y lo desmigaja en la palma de la mano.-Mirad, hermanitos míos -dice San Francisco con voz muy dulce -hay una migajita para todos. Vosotros no sembráis, y sin embargo el Señor hace crecer el grano también para vosotros. Vosotros no segáis, no moléis el grano, no cocéis el pan, y sin embargo el Señor os nutre. Tenéis el agua límpida de este arroyuelo, tenéis los árboles para jugar, para guarecemos y para dormir. ¿Qué os falta?.Los pajaritos están cada vez más embarazados. San Francisco presenta la mano con las migajas y dice:-Prometedme que no reñiréis ya por el cebo.Los pardales, los pinzones, los pelirrojos y los jilgueros agachan la cabecita para decir que no volverían a pelearse entre ellos.-Ahora -continúa San Francisco- bajad a comer estas migajas.Y en seguida todos los pajaritos con un gran murmullo de alas bajan de las ramas y vana picotear las migajas en la mano de San Francisco.Apenas acabadas las migajas, San Francisco dice--Ahora, hermanitos míos, volved a los árboles y empezad de nuevo a cantar. Y los pajaritos, obedientes, se ponen todos en fila sobre las ramas, y empiezan a cantar, cada uno con su voz, las alabanzas del Señor. San Francisco se aleja con fray Maseo, cantando también ellos en el bosque las alabanzas del Señor: Tras haber recorrido un buen trecho de camino, San Francisco se detiene, pensativo, y dice a fray Maseo:-Soy de veras negligente, hermano mío. Hasta ahora hemos predicado sólo a los hombres. Pero no basta. Hemos de enseñar a todas las criaturas a cantar al Señor. -Tienes razón, padre santo -responde fray Maseo-. Debemos predicar la paz a todas las criaturas.Y desde aquel día, San Francisco, siempre que encontraba por los caminos a los hermanos animalitos, ardillas y raposas, caracolitos y lebratos, se detenía para invitarles a alabar al Señor.
SAN FRANCISCO DE ASÍSy el pez contento San Francisco, a pesar de sus graves enfermedades, estaba siempre contento. Una vez venía de Perugia con fray León, a quién San Francisco había puesto por nombre «ovejita de Dios» por lo manso y humilde que era. Por el camino, San Francisco dice:- ¡Oh fray León, ovejita de Dios! Mira, aunque los frailes hicieran muchos milagros, ten en cuenta que no está en eso la perfecta alegría.Caminan otro trecho, y san Francisco dice:-¡Oh fray León, ovejita de Dios! Mira, aunque los frailes conocieran las cualidades de los pájaros y de los peces y de todos los animales y de las piedras y de las aguas, ten en cuenta que no está en eso la perfecta alegría. Caminan todavía otro trecho, y fray León dice: -Padre, te ruego en nombre de Dios que me digas en qué consiste la perfecta alegría. San Francisco responde: -Si llegando a nuestro convento de la Porciúncula, el fraile portero no nos conociese y, confundiéndonos con dos ladrones, sale, nos agarra por la capucha, nos tira al suelo y nos apalea con un bastón lleno de nudos, y si nosotros aguantamos con alegría todo eso pensando en las penas de Cristo bendito, ten en cuenta, oh fray León, que en eso está la perfecta alegría.Platicando así, llegan a la orilla de un pequeño lago. En una barquichuela hay un hombre pescando a caña. Los dos frailes paran.Poco después el pescador saca del agua un gran pez multicolor. El pescador lo suelta del anzuelo. El pez se revuelve y sus escamas brillan al sol. El pescador contento ya con las piezas pescadas anteriormente, regala el gran pez, todavía coleando, al santo. San Francisco toma el pez en sus manos, le acaricia la boca rasgada por el anzuelo y en seguida le echa de nuevo al lago. Después dice al pescador: -Te agradezco tu gesto generoso, pero lo mejor es devolver la libertad al hermano pez. San Francisco dice a fray León. -¡Ovejita de Dios!, mira: a este pez le sacaron del lago que le hace posible la vida; le han malherido la boca, y sin embargo, como has podido ver, no se ha quejado. Esta es, ovejita de Dios, la perfecta alegría de la que íbamos hablando. Entretanto, el pez multicolor, en vez de sumergirse y alejarse, nada a flor del agua, da vueltas concéntricas, salta y caracolea feliz de sentirse libre. Entonces San Francisco dirigiéndose al pez, dice:-Hermano mío pez, debes agradecer mucho, según tus posibilidades, al Creador que te ha dado un elemento tan noble, el agua, para que vivas en él. Tú no puedes cantar como los hermanos pájaros las alabanzas a Nuestro Señor. Pero puedes alabarle con tus zambullidas y tus colores. Así que te ruego, hermano mío, que seas siempre muy agradecido y alegre. Y el pez, como si entendiese estas palabras, permanece con la punta del morro fuera del agua y mueve la cola y las aletas aprobando. El pescador no cree a sus propios ojos. San Francisco dice al pez: -Ahora te permito marcharte con la bendición de Dios. Pero en adelante trata de no dejarte atrapar, para que puedas permanecer en el agua clara y transparente y multiplicarte y estar siempre contento.El pez da todavía algunas vueltas y cabriolas, luego con un último movimiento que hace ver los colores de sus relucientes escamas, se sumerge en el agua del lago y desaparece.
ACTIVIDADES: ESCRIBE EL NOMBRE DE UN SANTO Y DE UNA SANTA QUE CONOZCAS: ………………………………………………………………………………………………………………………………………… ¿SABES ALGO DEL SANTO O DE LA SANTA DE TU NOMBRE? ………………………………………………………………………………………………………………………………………… ¿DÉ DÓNDE ERA? ………………………………………………………………………………………………………………………………………… ¿POR QUÉ LE HICIERON SANTO O SANTA? ………………………………………………………………………………………………………………………………………… ………………………………………………………………………………………………………………………………………… …………………………………………………………………………………………………………………………………………. ¿QUÉ DÍA SE CELEBRA SU FIESTA?.............................................................................................................. SI NO LO SABÉIS, PREGUNTÁDLO EN VUESTRA CASA O A ALGÚN MONITOR Y ESCRIBIDLO EN LA HOJA. INTENTAREMOS BUSCAR UNA FOTOGRAFIA PARA QUE LA GUARDÉIS EN CASA Y A PARTIR DE AHORA LE RECÉIS CUANDO TENGAIS UN PROBLEMA.
ACTIVIDADES: ¿TE HA GUSTADO LA VIDA DE SAN FRANCISCO DE ASÍS? ¿POR QUÉ? ………………………………………………………………………………………………………………………………………… ¿SABES CÓMO SE LLAMA EL SANTO MÁS IMPORTANTE DE MADRID? ………………………………………………………………………………………………………………………………………… ¿CUÁNDO SE CELEBRA SU FIESTA? ………………………………………………………………¿POR QUÉ LE HICIERON SANTO? ………………………………………………………………………………………………………………………………………… ………………………………………………………………………………………………………………………………………… …………………………………………………………………………………………………………………………………………. ESCRIBE 5 COSAS QUE SI DEBES HACER PARA SER SANTO Y PODER IR AL CIELO: 1.-…………………………………………………………………………………………………… 2.-…………………………………………………………………………………………………... 3.-…………………………………………………………………………………………………... 4.- …………………………………………………………………………………………………. 5.-…………………………………………………………………………………………………… ESCRIBE 4 COSAS QUE NO DEBES PORQUE SABES QUE A DIOS NO LE GUSTAN: 1.-…………………………………………………………………………………………………… 2.-…………………………………………………………………………………………………... 3.-…………………………………………………………………………………………………... 4.- ………………………………………………………………………………………………….
ACTIVIDADES: DIBUJA UN COMIC CON LA AVENTURA DE SAN FRANCISCO Y LOS ANIMALES QUE MÁS TE HAYA GUSTADO
DIBUJA UN COMIC CON LA AVENTURA DE SAN FRANCISCO Y LOS ANIMALES QUE MÁS TE HAYA GUSTADO
ACTIVIDADES: REALIZA UN MUÑECO DE SAN FRANCISCO PARA QUE CADA VEZ QUE LO VEAS EN TU HABITACIÓN TE ACUERDES DE LAS COSAS QUE HIZO DE LO MUCHO QUE QUERÍA A DIOS Y A LA NATURALEZA….
San Francisco de Asís Para los más pequeños
San Francisco de Asís Francisco era un chico italiano muy alegre y muy simpático que vivía en Asís (una pequeña ciudad de Italia), con sus padres y que tenía muchos amigos y todo el mundo le quería porque era muy bueno. Le gustaba mucho ir al campo, ver los árboles, las montañas, jugar con los pájaros, cantarle a los animales y estaba siempre feliz y contento.
San Francisco de Asís Un día cuando ya era mayor, se fue como soldado a la guerra para defender su ciudad. El pobre cayó herido, los enemigos le metieron en la cárcel y se puso muy enfermo. Estando en la cárcel solo y enfermo, hablaba mucho con Dios y le preguntaba cosas sobre su vida:- ¿Cómo puedo ser más bueno? ¿Qué tengo que hacer para que la gente quiera más a Jesús? ¿Qué va a ser de mi vida cuando sea mayor? ¿Me voy a casar? ¿Trabajaré vendiendo telas como mi padre? ¿Tendré hijos? Francisco rezaba mucho, y como Dios veía que era muy bueno y que le quería mucho. Dios le respondió… Un día durante sus oraciones diarias Dios le pidió a Francisco que dejara su casa y su familia, que se hiciera pobre y fuera por los campos y por los pueblos contándole a la gente cosas de Jesús.
San Francisco de Asís Dios le pidió que le ayudar a reparar su Iglesia…Y Francisco desde entonces pasó toda su vida recorriendo el campo, los bosques, las ciudades y los pueblos ayudando a los pobres, a los niños, a las personas enfermas y siempre cantando y disfrutando mucho de la naturaleza; les enseñaba a querer mucho a Jesús y a la Virgen; a amar a los pájaros, a los árboles,a todos los animales, y a las flores, al sol, a la luna…a todo lo que había sido creado por Dios. Porque todo era bueno y Dios nos lo había regalado con mucho Amor. La gente empezó a quererle mucho, y muchos chicos jóvenes se unieron a él y en poco tiempo se formó una “Orden” de Frailes que el Papa quiso mucho. San Francisco era muy amigo de una chica de su ciudad que se llamaba Clara. Clara también quería seguir a Jesús y quería mucho a Dios. Francisco la ayudó a buscar un sitio donde vivir el resto de su vida unida a Dios y rezando por la gente del mundo.
San Francisco de Asís Clara era también una chica muy buena, que dejó a su familia, su vida en su ciudad donde tenía una casa muy grande y mucho dinero, para vivir en un Convento con otras monjas y rezar mucho, ofreciendo su vida a Dios y rezando por los enfermos, por los niños con problemas, por los ancianos, los pobres, por todo el mundo. Daban gracias a Dios también por todo lo que Dios les había dado, y aunque no tenían ni dinero ni una bonita casa, ni ropa ni nada…eran muy felices porque Dios todos los días las cuidaba y les enviaba siempre gente con comida que las ayudaba a seguir su vida rezando. Francisco vivió muchos años en el campo con sus amigos frailes y con los animales y la gente que les ayudaba y que quería oírle hablar de la Biblia, de Jesús y de la Virgen María. A Francisco le gustaba mucho cantarle canciones bonitas a Dios, a los animales, a la naturaleza, a la Virgen…estaba siempre contento porque sabía que Dios le quería mucho y le cuidaba.
San Francisco de Asís Cuando Francisco fue ya muy mayor, Dios le dijo que ya era hora de irse con Él al Cielo, y estando muy enfermo en la cama, en compañía de sus amigos y de los frailes que tanto le querían, se murió y subió al Cielo con Jesús, porque había sido muy bueno y había querido mucho a Dios. Desde entonces, la gente reza a Francisco para que les ayude con sus problemas y preocupaciones, porque está con Dios, él se lo cuenta a Dios y Dios le escucha, haciendo muchos milagros en la gente que le quiere que cuida el campo, la naturaleza, que cuida los animales y que reza y da gracias a Dios por lo que tiene.
La aventura de SAN FRANCISCO DE ASÍScon el “hermano lobo” Cuando San Francisco vivía en la ciudad de Gubbio, apareció por los alrededores un lobo grandísimo, terrible y feroz. El lobo no sólo devoraba las ovejas que los pastores llevaban a pacer, sino que a menudo atacaba a los hombres. Los habitantes de Gubbio temblaban de miedo, sobre todo cuando el lobo merodeaba por las murallas de la ciudad. Cuando la gente salía fuera de las murallas, iba armada con palos y horcas corno para pelear en la guerra. Y sin embargo, si uno se encontraba solo frente a aquella terrible fiera, era incapaz de defenderse y el lobo le devoraba. Nadie se atrevía ya a salir de la ciudad y ni siquiera de casa. San Francisco, compadecido de aquella pobre gente, decide salir al encuentro del lobo. Los ciudadanos se lo desaconsejan:-¡Por Dios! ¡No vayas! ¡El lobo te devorará!Pero San Francisco toma consigo algunos compañeros y, haciendo el signo de la cruz, sale fuera de las murallas confiando en Dios. Después de un trocito de camino los compañeros le abandonan porque tienen miedo de ir más adelante. San Francisco, por el contrario, sigue caminando hacia el lugar donde solía estar escondido el ferocísimo lobo. Los habitantes de Gubbio se suben a las murallas para ver cómo iba a terminar aquello. Y decían entre ellos:-El lobo devorará seguramente a nuestro San Francisco.El lobo, percibiendo todo aquel jaleo, sale de su guarida rechinando los dientes. Está tan furioso que deja caer espumarajos de la boca. Echa a correr hacia San Francisco. Tiene los ojos encendidos de rabia. San Francisco no está armado. No tiene ni siquiera un palo. Lleva los brazos cruzados sobre el pecho. El lobo se para delante de San Francisco. El santo levanta mano y hace la señal de la cruz en dirección al lobo, y luego le dice con voz decidida: -¡Ven aquí, hermano lobo! Te ordeno que no hagas daño ya, ni a mí ni a ninguna otra persona.San Francisco mira al lobo en los ojos. El lobo entonces cierra la boca, mete el rabo entre las patas y se acerca cabizbajo a San Francisco. Y cuando llega a los pies del santo, se acocha como un perrito. San Francisco le habla así: - Hermano lobo, has hecho mucho daño. Has matado a muchas criaturas de Dios sin su permiso. Has devorado a las bestias y hasta has tenido el atrevimiento de matar a hombres y niños. Por esta tu maldad merecerías que te ahorcasen como a un asesino. La gente de esta ciudad murmura y grita contra ti, y en este territorio todos te son enemigos. Pero yo quiero, hermano lobo, hacer la paz entre ti y los habitantes de Gubbio. Si tú no vuelves a ofenderles, ellos te perdonarán tus pasadas fecharías. Los ciudadanos, desde lo alto de las murallas, oyen las palabras de San Francisco y todos se quedan boquiabiertos de estupor.
La aventura de SAN FRANCISCO DE ASÍScon el “hermano lobo” El lobo, a las palabras del santo, mueve el rabo, agacha las orejas e inclina la cabeza, como para dar a entender que acepta lo que el santo ha dicho. San Francisco continúa: -Hermano lobo, yo te mando que vengas ahora mismo conmigo, sin dudarlo. Tenemos que firmar esta paz entre ti y el pueblo de Gubbio. San Francisco da media vuelta y se encamina hacia la ciudad. El lobo le sigue detrás como un perrito domesticado. A todos se les escapa un «¡Oh!» de maravilla. En seguida la noticia de la conversación del lobo se esparce por la ciudad. Los que habían permanecido escondidos en casa salen fuera, y todos se reúnen en la plaza. Hacen corro alrededor de San Francisco y del lobo. Los niños están en primera fila, curiosos de ver desde cerca aquel lobo grandísimo, terrible y feroz.San Francisco dice dirigiéndose a la gente: -Oíd, hermanos míos. El hermano lobo que está aquí delante de vosotros me ha prometido hacer la paz con todos; pero vosotros debéis prometerle que le vais a dar cada día el alimento necesario para quitarle el hambre. Yo os garantizo que el hermano lobo mantendrá la promesa de no volver a molestaros.El pueblo aplaude y acepta las condiciones del pacto. San Francisco se dirige al lobo, que durante todo el tiempo ha permanecido de pie y con la cabeza gacha:-Y tú, hermano lobo, ¿Prometes solemnemente observar el pacto de paz? ¿Prometes que ya no volverás a molestar ni a los hombres ni a los animales ni a ninguna otra criatura viviente?El lobo entonces dobla las patas delanteras, se arrodilla, inclina repetidamente la cabeza, mueve el rabo y agacha las orejas. Con todos estos gestos quiere demostrar, en lo posible, que observará el pacto.San Francisco añade:-Hermano lobo, quiero que me prometas mantenerte fe a estas condiciones aquí ante todo el pueblo.Entonces el lobo, de pie, levanta la pata delantera derecha y la pone en la mano del santo. San Francisco estrecha fuertemente la pata del lobo. Toda la gente aplaude. Los niños se acercan al lobo y empiezan a acariciarlo. El lobo ¡ame la mano de los niños, exactamente como un perrito domesticado.Algún chiquillo, más valiente, monta sobre el lomo del lobo.Desde aquel día el lobo vivió dentro de la ciudad de Gubbio. Entraba en las casas. Iba de puerta en puerta. Jugaba gustosamente con los niños. Nadie le molestaba y él no hacía mal a nadie. No se rabiaba ni siquiera cuando los niños, jugando, le tiraban del rabo. Ni siquiera los perros le ladraban.Los habitantes de Gubbio, de acuerdo con lo prometido, se preocupaba a porfía, de darle de comer todos los días. Pasados algunos años, el hermano lobo murió de viejo. Una mañana le encontraron tendido ante la puerta de la ciudad. Cuando se esparció la noticia de la muerte del lobo, todos se entristecieron porque se habían acostumbrado a querer al lobo. Muchos lloraron. Sobre todo los niños.
SAN FRANCISCO DE ASÍSHABLA CON LOS PÁJAROS San Francisco camina con fray Maseo por un valle lleno de árboles y de flores. Por el valle corre un arroyuelo de agua límpida. San Francisco y fray Maseo cantan porque son felices. Cuando uno es feliz le vienen siempre ganas de cantar. en los árboles hay muchos pajaritos: pardales, pinzones, pelirrojos, jilgueros. También los pajaritos cantan porque son felices.Cada poco San Francisco y fray Maseo se detienen. San Francisco pone su dedo índice en los labios' pidiendo silencio a fray Maseo, para escuchar mejor el canto de los pajaritos. -Fíjate -dice San Francisco- esta es la voz de los hermanos pardales, esta otra es la voz de los hermanos jilgueros.De golpe, el gorjeo de los pajaritos cambia de tono como si los pajaritos discutiesen entre ellos.San Francisco mira entre los ramos de los árboles. Un pardalillo tiene en el pico una corteza de pan. Los demás pajaritos le persiguen de rama en rama, le picotean porque quieren quitarle la corteza de pan.San Francisco levanta los brazos para ordenar silencio a los pajaritos; luego dice con voz un tanto severa:-Hermanitos míos, ¿por qué teñís?En seguida se paran todos los pajaritos, cada uno en la rama donde estaba posado. También se para el pardalillo con la corteza de pan.Los pajaritos, al oír la voz un tanto severa de San Francisco, se sienten a disgusto. Repliegan las alitas y están con el pico abierto como embarazados.San Francisco continúa:-No tenéis que hacer así, hermanitos míos. Vuestro Creador os ha dado plumas para vestiros. A vosotros, pardales, os ha dado un vestido que parece la túnica de los frailes. Vosotros sois los frailecillos del buen Dios. A vosotros, pelirrojos, el Creador os ha puesto esa mancha roja en el pecho para que recordéis a todos los hombres la llaga de Jesús crucificado. A vosotros, pinzones y jilgueros, el Creador os ha dado plumas de colores como las flores de este bosque. A todos vosotros el Creador os ha dado alas para volar en el cielo azul.Los pajaritos se miran las plumas y abren las alas.
SAN FRANCISCO DE ASÍSHABLA CON LOS PÁJAROS Nadie se atreve ni a resollar. El pardalillo con la corteza de pan abre el pico y la corteza cae al suelo junto a los pies desnudos de San Francisco. El santo recoge el pan y lo desmigaja en la palma de la mano.-Mirad, hermanitos míos -dice San Francisco con voz muy dulce -hay una migajita para todos. Vosotros no sembráis, y sin embargo el Señor hace crecer el grano también para vosotros. Vosotros no segáis, no moléis el grano, no cocéis el pan, y sin embargo el Señor os nutre. Tenéis el agua límpida de este arroyuelo, tenéis los árboles para jugar, para guarecemos y para dormir. ¿Qué os falta?.Los pajaritos están cada vez más embarazados. San Francisco presenta la mano con las migajas y dice:-Prometedme que no reñiréis ya por el cebo.Los pardales, los pinzones, los pelirrojos y los jilgueros agachan la cabecita para decir que no volverían a pelearse entre ellos.-Ahora -continúa San Francisco- bajad a comer estas migajas.Y en seguida todos los pajaritos con un gran murmullo de alas bajan de las ramas y vana picotear las migajas en la mano de San Francisco.Apenas acabadas las migajas, San Francisco dice--Ahora, hermanitos míos, volved a los árboles y empezad de nuevo a cantar. Y los pajaritos, obedientes, se ponen todos en fila sobre las ramas, y empiezan a cantar, cada uno con su voz, las alabanzas del Señor. San Francisco se aleja con fray Maseo, cantando también ellos en el bosque las alabanzas del Señor: Tras haber recorrido un buen trecho de camino, San Francisco se detiene, pensativo, y dice a fray Maseo:-Soy de veras negligente, hermano mío. Hasta ahora hemos predicado sólo a los hombres. Pero no basta. Hemos de enseñar a todas las criaturas a cantar al Señor. -Tienes razón, padre santo -responde fray Maseo-. Debemos predicar la paz a todas las criaturas.Y desde aquel día, San Francisco, siempre que encontraba por los caminos a los hermanos animalitos, ardillas y raposas, caracolitos y lebratos, se detenía para invitarles a alabar al Señor.
SAN FRANCISCO DE ASÍSy el pez contento San Francisco, a pesar de sus graves enfermedades, estaba siempre contento. Una vez venía de Perugia con fray León, a quién San Francisco había puesto por nombre «ovejita de Dios» por lo manso y humilde que era. Por el camino, San Francisco dice:- ¡Oh fray León, ovejita de Dios! Mira, aunque los frailes hicieran muchos milagros, ten en cuenta que no está en eso la perfecta alegría.Caminan otro trecho, y san Francisco dice:-¡Oh fray León, ovejita de Dios! Mira, aunque los frailes conocieran las cualidades de los pájaros y de los peces y de todos los animales y de las piedras y de las aguas, ten en cuenta que no está en eso la perfecta alegría. Caminan todavía otro trecho, y fray León dice: -Padre, te ruego en nombre de Dios que me digas en qué consiste la perfecta alegría. San Francisco responde: -Si llegando a nuestro convento de la Porciúncula, el fraile portero no nos conociese y, confundiéndonos con dos ladrones, sale, nos agarra por la capucha, nos tira al suelo y nos apalea con un bastón lleno de nudos, y si nosotros aguantamos con alegría todo eso pensando en las penas de Cristo bendito, ten en cuenta, oh fray León, que en eso está la perfecta alegría.Platicando así, llegan a la orilla de un pequeño lago. En una barquichuela hay un hombre pescando a caña. Los dos frailes paran.Poco después el pescador saca del agua un gran pez multicolor. El pescador lo suelta del anzuelo. El pez se revuelve y sus escamas brillan al sol. El pescador contento ya con las piezas pescadas anteriormente, regala el gran pez, todavía coleando, al santo. San Francisco toma el pez en sus manos, le acaricia la boca rasgada por el anzuelo y en seguida le echa de nuevo al lago. Después dice al pescador: -Te agradezco tu gesto generoso, pero lo mejor es devolver la libertad al hermano pez. San Francisco dice a fray León. -¡Ovejita de Dios!, mira: a este pez le sacaron del lago que le hace posible la vida; le han malherido la boca, y sin embargo, como has podido ver, no se ha quejado. Esta es, ovejita de Dios, la perfecta alegría de la que íbamos hablando. Entretanto, el pez multicolor, en vez de sumergirse y alejarse, nada a flor del agua, da vueltas concéntricas, salta y caracolea feliz de sentirse libre. Entonces San Francisco dirigiéndose al pez, dice:-Hermano mío pez, debes agradecer mucho, según tus posibilidades, al Creador que te ha dado un elemento tan noble, el agua, para que vivas en él. Tú no puedes cantar como los hermanos pájaros las alabanzas a Nuestro Señor. Pero puedes alabarle con tus zambullidas y tus colores. Así que te ruego, hermano mío, que seas siempre muy agradecido y alegre. Y el pez, como si entendiese estas palabras, permanece con la punta del morro fuera del agua y mueve la cola y las aletas aprobando. El pescador no cree a sus propios ojos. San Francisco dice al pez: -Ahora te permito marcharte con la bendición de Dios. Pero en adelante trata de no dejarte atrapar, para que puedas permanecer en el agua clara y transparente y multiplicarte y estar siempre contento.El pez da todavía algunas vueltas y cabriolas, luego con un último movimiento que hace ver los colores de sus relucientes escamas, se sumerge en el agua del lago y desaparece.
Actividades : Colorea la imagen de San Francisco con el Lobo.
Actividades Pega trocitos de papel de colores o revistas en esta hoja y escribe: ¿Qué crees que le estará diciendo San Francisco a los peces…? Y ¿Qué le responde la mámá Pez?
Actividades Escribe 5 cosas que haces bien y que sabes que a Dios le gusta de ti: 1.- 2.- 3.- 4.- 5.- Escribe 5 cosas que haces mal y que sabes que a Dios no le gusta que hagas: 1.- 2.- 3.- 4.- 5.- ……………………………………………………………………… ¿Sabes cómo se llama tu Santo o Santa? ¿Cuándo es su Fiesta? ………………………… Si no lo sabes pregúntalo en tu casa y dínoslo mañana, o pregúntale a un Monitor.
Canción o Poesía Vamos a escribir cada uno una canción pequeñita o una poesía como si fuéramos San Francisco…dándole gracias a Dios por la naturaleza o por algún animal que os guste en especial, alguna planta, alguna flor…por el sol, la luna, las estrellas, los ríos, las montañas, los mares…
SANTA TERESA DE JESÚS SANTA TERESA DE ÁVILA "Nada te turbe, nada te espante. Todo se pasa. Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene, nada le falta. Sólo Dios basta."
SANTA TERESA DE JESÚS / SANTA TERESA DE ÁVILA Hace muchos años (1515) nació el 28 de marzo Teresa de Cepeda Ahumada . Tenía unos padres muy buenos que querían mucho a Jesús, y que se llamaban: Alonso y Beatriz. Ya a los 7 años le gustaba mucho leer las vidas de los santos y jugaba mucho con su hermano Rodrigo a querer ser santos porque así podrían ir al cielo y podrían jugar y estar con Jesús, incluso quisieron irse de su casa lejos a ayudar a otros cristianos,.... Poco a poco, Teresa disfrutaba cada vez más estando a solas con Jesús y hablando con él (rezando). Cuando tenía 14 años su madre se fue al cielo, y entonces le pidió a la Virgen María que por favor, estuviera el mayor tiempo posible con su madre y así las 2 podrían rezar y hablar más tiempo con ella
SANTA TERESA DE JESÚS / SANTA TERESA DE ÁVILA Teresa era muy presumida, y quería ser mejor que las otras compañeras, ir muy bien vestida, ser popular y le encantaba jugar y también le gustaba leer libros de caballerías, en los que se contaban historias de caballeros andantes y princesas… Teresa pronto se dio cuenta que su auténtico "caballero andante" era Jesús y entró con tan sólo 20 años en el convento de las hermanas Carmelitas de la Encarnación de Ávila, que en esa época eran solo 170 monjas. La dura vida de pobreza del Convento y el frío que pasaba, afectaron pronto a la salud de la santa, y tuvo que volver a su casa para curarse de las enfermedades que había cogido. De vuelta al convento, se encuentra en una lucha interior muy fuerte, para llegar a ser más perfecta en su vida religiosa y en su amor a Dios. Según sus libros, fue en 1541 cuando Cristo se le apareció en persona por primera vez y le habló.
SANTA TERESA DE JESÚS / SANTA TERESA DE ÁVILA Para ella, la vida de clausura de aquel convento le era insuficiente para vivir como ella quería la pobreza de Jesús y por tanto, decidió reformar la congregación para volver a la austeridad, a la pobreza total y a la auténtica clausura de la primera congregación carmelita. Tuvo la suerte de tener el apoyo de un gran amigo suyo, San Juan de la Cruz que le ayudó en todo momento, y es que tal como escribía la santa en su diario: "Nunca dejará el Señor a los que le quieren, cuando por sólo Él se aventuran". El mismo San Juan de la Cruz haría también una reforma en la orden carmelita masculina. El 24 de agosto de 1562 inaugura su convento bajo una nueva regla muy cerca de Ávila, el convento de San José. Aquella nueva orden recibiría el nombre de "Carmelitas Descalzas de San José", ya que todas las monjas andaban con los pies desnudos.Rápidamente, muchas personas quedaron admiradas de la forma de vida de aquellas jóvenes monjas, lo que provocó que se hicieran nuevas comunidades en muchos pueblos y ciudades de España. Tesa tenía también palabras tan curiosas para sus discípulas como estas: "Entended que, si es en la cocina, entre los pucheros anda el Señor,ayudándoos en lo interior y exterior". Queriendo decirles que tenían que ser siempre buenas porque Dios nos ve desde el Cielo, estemos donde estemos, y siempre que acudamos a Él estará ahí, en el corazón dispuesto a ayudarnos.
SANTA TERESA DE JESÚS / SANTA TERESA DE ÁVILA A pesar de que algunos curas de la época no estaban muy de acuerdo con lo que ella escribía, ni en su manera de vivir su Amor por Jesús. Ella siguió escribiendo en sus memorias cosas como que "no está el amor de Dios en tener lágrimas, sino en servir con justicia y fortaleza de alma y humildad". El 21 de septiembre de 1582 llegaba al convento de Alba de Tormes, pero 8 días después, ya no tiene fuerzas para levantarse de la cama. El 4 de octubre, sus monjas le oyen decir: "Oh Señor mío y Esposo mío, ya es llegada la hora deseada, tiempo es ya que nos veamos. Señor mío, ya es tiempo de caminar". La tradición dice que inmediatamente después de muerta, un árbol que había delante de su celda, muerto desde hacía décadas, volvió a florecer. Teresa de Jesús nos dejó toda una vida de oración, de experiencias personales con el mismo Jesús y una gran cantidad de libros y cartas (más de 437). Estaba tan enamorada de Jesús, que su lenguaje a la hora de escribir, es todo amor, y ha sido muy admirada por escritores de toda la Historia. Desde que la hicieron Santa, a Teresa de Jesús le rezan especialmente aquellos que tienen dificultades para rezar, los que sufren sueños no deseados y aquellos que no pueden dormir. Protege a las monjas en general, a los policías y a aquellos que pasan por momentos de dudas sobre su Fe. Su fiesta se celebra el 15 de octubre
POESÍAS DE SANTA TERESA DE ÁVILA Que mandáis hacer de mi? Vuestra soy, para vos nací :¿Qué mandáis hacer de mí?…Vuestra soy, pues me creasteis;vuestra, pues me redimisteis;vuestra, pues que me sufristeis;vuestra, pues que me llamasteis;vuestra, pues, porque me esperasteis;vuestra, pues no me perdí:¿Que mandáis hacer de mí?Veis aquí mi corazón,yo lo pongo en vuestra palma:Mi cuerpo, mi vida y mi alma,mis entrañas y afición.Dulce Esposo y Redentor,pues por vuestra me ofrecí:¿Qué mandáis hacer de mí?Dadme muerte, dadme vida,dad salud o enfermedad,honra o deshonra me dad,dadme guerra o paz crecida,flaqueza o fuerza cumplida,que a todo digo que sí:¿Qué queréis hacer de mí?…Si queréis que esté holgando,quiero por amor holgar;si me mandáis trabajar,morir quiero trabajando:decid dónde, cómo y cuándo,decid, dulce amor, decid:¿Qué mandáis hacer de mí?Amén. Nada te turbe Nada te turbe,Nada te espantetodo se pasaDios no se mudaLa pacienciatodo lo alcanzaquien a Dios tienenada le faltaSólo Dios basta.Eleva el pensamiento,al cielo sube,por nada te acongojes,nada te turbe.A Jesucristo siguecon pecho grande,y, venga lo que venganada te espante.¿Ves la gloria del mundo?es gloria vana;Nada tiene de estable,todo se pasa.Aspira a lo celeste,que siempre dura;fiel y rico es promesas,Dios no se muda. Ámala cual se merece,Bondad inmensa;pero no hay amor finosin la paciencia.Confianza y fe vivamantenga el alma,que quien cree y esperatodo lo alcanza.Del infierno acosadoaunque se viere,burlará sus furoresquien a Dios tiene.Vénganle desamparos,cruces, desgracias;siendo Dios su tesoro,nada le falta.Id, pues, bienes del mundo,Id, dichas vanas;aunque todo lo pierdaSólo Dios basta. Vivo sin vivir en mi Vivo sin vivir en mí, y de tal manera espero, que muero porque no muero. Vivo ya fuera de mí después que muero de amor; porque vivo en el Señor, que me quiso para sí; cuando el corazón le di puse en él este letrero: que muero porque no muero… ¡Ay, qué vida tan amarga do no se goza el Señor! Porque si es dulce el amor, no lo es la esperanza larga. Quíteme Dios esta carga, más pesada que el acero, que muero porque no muero. Sólo con la confianza vivo de que he de morir, porque muriendo, el vivir me asegura mi esperanza. Muerte do el vivir se alcanza, no te tardes, que te espero, que muero porque no muero
SANTA TERESA DE ÁVILAACTIVIDADES ¿Tú hablas mucho con Jesús? ¿Cuándo? ¿Le rezas a algún Santo o alguna Santa en particular? ¿A Cuál? Después de conocer la Vida de San Francisco y de Santa Teresa ¿Les vas a rezar a ellos? ¿A cuál de los dos?
SANTA TERESA DE ÁVILAACTIVIDADES Escríbele una poesía o una carta a Jesús, diciéndole que le quieres mucho, que te gustaría estar más tiempo hablando con Él y dándole gracias por la Vida que te ha dado, por tus amigos, por tu familia, etc.