320 likes | 625 Views
LA INICIACIÓN CRISTIANA EN LOS PRIMEROS SIGLOS DE LA IGLESIA. IX Congreso Nacional de Nueva Evangelización. Armenia, Agosto de 2010. Excmo. Sr. Julio Hernando García Peláez Obispo de Istmina - Tadó. CONTENIDO. Primera parte. Introducción general. Segunda parte.
E N D
LA INICIACIÓN CRISTIANA EN LOS PRIMEROS SIGLOS DE LA IGLESIA IX Congreso Nacional de Nueva Evangelización. Armenia, Agosto de 2010. Excmo. Sr. Julio Hernando García Peláez Obispo de Istmina - Tadó
CONTENIDO • Primera parte. Introducción general. • Segunda parte. Método de la iniciación cristiana. • Tercera parte. Elementos más significativos en la iniciación cristiana. • Conclusión.
PRIMERA PARTEINTRODUCCION GENERAL
LA TAREA DE LA IGLESIA • La Iglesia está puesta en el mundo para SALIR a HACER DISCÍPULOS. La asiste el Espíritu Santo que la acompañará hasta los últimos tiempos. No puede tener miedo de llevar a cabo la tarea del SEÑOR RESUCITADO. Es el testamento que está llamada a cumplir fielmente, en todo tiempo y territorio. • Los Hechos de los Apóstoles y en general los textos del Nuevo Testamento registran el modo como la Iglesia naciente asumió la tarea que Jesús le había señalado: HACER DISCÍPULOS. • Las comunidades buscarán que el modelo pedagógico de Jesús sea imitado fielmente en cualquier parte y por toda comunidad que acepte ese método. El método o camino a seguir será Jesús mismo. Se trata por lo tanto de HACER DISCÍPULOS como JESUS y que al mismo tiempo SEAN como JESUS.
Paciente experiencia de hacer discípulos al estilo de Jesús, que comienza llamando en oración, que va formando con la palabra y la oración, con gestos y signos, que da el Espíritu Santo y que envía a esos que ha formado para que sean luz y la sal del mundo. • “Vayan y hagan discípulos” era la gran tarea. ¿Cómo? al modo de Jesús. Esto aparece en los Hechos de los Apóstoles y en los relatos neo-testamentarios de los evangelios y de otros escritos. • Hechos 1,8 señala a las comunidades cual es la misión de la iglesia en el mundo: HACER DISCÍPULOS, comenzando por Jerusalén, pasando por Samaría y llegando a esa tierra de gentiles, cruce de caminos, llamada Galilea, desde la cual se podía irradiar el Evangelio a Atenas, Roma y Oriente.8..
Un reclamo a esas comunidades que se quedan mirando al cielo y no salen a HACER DISCÍPULOS. Hch 1, 11. • Pedro aparece HACIENDO DISCÍPULOS. Hch 2,14 • Otros discípulos aparecen HACIENDO DISCÍPULOS. Hc 7. • San Pablo HACIENDO DISCÍPULOS en todo el mundo de la paganos. • Hechos 20,17, Presbíteros de Éfeso, seguir HACIENDO discípulos.
Los Evangelios van a recordar a las comunidades cual es el deseo del Señor Jesús resucitado: vayan y hagan discípulos. • Marcos 16.15 • Mateo 28, 18 ss. • Lucas 24,47. • San Juan, en un lenguaje mucho más elaborado pide a los creyentes VIVIR LA EXPERIENCIA DE DISCÍPULOS, mediante el CAMINO que es la PERSONA MISMA DE JESUS DE NAZARET. 14,6
SEGUNDA PARTE EL MÉTODO DE LA INICIACIÓN CRISTIANA
MÉTODOS DE LA ANTIGUEDAD LOSMAESTROS • . • Surgían maestros de doctrinas y enseñanzas que en público o en privado exponían sus pensamientos sobre el origen y su destino, lo mismo que sobre el hombre y su suerte o sobre sus dioses y sus designios. • . • Se tuvo escuelas muy serias y bien fundamentadas hasta las más absurdas e inapropiadas. • Pese al radicalismo de muchos grupos filosóficos, políticos, sociales y religiosos, esas doctrinas casi siempre encontraron espacios para su exposición y para sus prácticas. Muchos de esos pensamientos todavía tienen eco hoy. LAS ESCUELAS.
LOS DISCIPULOS. • Serán los responsables de asumir y garantizar la doctrina de su maestro. • Cuando moría el maestro moría la escuela. Los discípulos fundaban nuevas escuelas incluso con propuestas completamente contrarias a las recibidas, con nuevas revelaciones y nuevos esquemas, lo que generaba necesariamente confusión o abandono en los que se estaban iniciando en esas doctrinas.
ESTRUCTURA • Maestro, escuela y discípulo será entonces la trípode de toda formación. Esta simple y natural estructura será frecuentemente usada por aquellos interesados en transmitir una doctrina.
OTROS METODOS. • Existían también otros métodos que implicaban revelaciones y visiones, experiencias particulares con las divinidades, círculos cerrados de adeptos, seguidores exclusivos y otros muchos estilos y prácticas que implicaban desde lo más íntimo y personal del individuo hasta lo más amplio y público de una sociedad.
HACER DISCÍPULOS • era un método ampliamente conocido en los pueblos antiguos, pero no estaba al alcance de todos ni era para todos. • Este esquema ayuda a comprender el método de la Iglesia sólo que algunos elementos van a particularizar radicalmente la experiencia cristiana. Veamos:
Si la escuela muere con el Maestro y se generan nuevos maestros con más doctrinas. En el cristianismo, el MAESTRO VIVE! Y no hay más MAESTROS. • CRISTO MAESTRO obliga a involucrarlos a todos. Si las demás escuelas son para unos pocos, el cristianismo determina la tarea de IR a todos. Si los maestros causaban confusión, ahora no! todo lo contrario, Cristo es el único CAMINO, LA ÚNICA VERDAD, LA UNICA VIDA! Y cuando surjan las dificultades: yo estaré con ustedes hasta el fin de los tiempos. • “Enseñen lo que les he enseñado”, para no hacer pesada la vida de los seguidores ni empujarlos al abandono y al desaliento, o a que terminen atados a caprichos personales de maestros. • El método maestro-escuela-discípulo en el cristianismo va a tener unos elementos constantes propios para HACER DISCÍPULOS y que son esenciales para entender la iniciación cristiana en los primeros siglos de la Iglesia.
TERCERAPARTE ELEMENTOS MÁS SIGNIFICATIVOS EN LA INICIACION CRISTIANA
CRISTOCENTRISMO • Los creyentes de los primeros siglos centran todo en la PERSONA de Cristo. Es el Maestro, el único Maestro a seguir. Sus palabras, sus gestos y sus acciones son dignas de todo crédito y su muerte en la cruz junto al triunfo glorioso de la resurrección lo constituyen SEÑOR. • “HACER DISCÍPULOS” significa llevar hombres y mujeres al encuentro con el MAESTRO RESUCITADO, para oírlo, sentirlo y experimentarlo. • Sin Maestro no hay formación de discípulos. El cristianismo tiene claro quién es su Maestro
LAPALABRA DE DIOS • Cristo es la Palabra. El es el Verbo de Dios. Cristo el Señor resucitado sigue hablando. Su Palabra es viva, actual, habla para cada persona, en cada momento y en cada circunstancia. • La Palabra es fundamental para “HACER DISCIPULOS”. Si el MAESTRO no habla o no se le escucha no se puede hacer discipulado. Sin la Palabra no se hacen discípulos. • Todos los esfuerzos de los primeros siglos estarán centrados en la Palabra de Dios. Citas y comentarios a textos del Antiguo Testamento y después Homilías y grandes comentarios a los Evangelios, lo mismo que la organización y la estructura viva de lo que hoy es la Biblia, dan testimonio de lo importante que era la Palabra de Dios a la hora de HACER DISCÍPULOS.
LA COMUNIDAD • La escuela natural en la que el “MAESTRO VIVO” engendrará discípulos por medio de la Palabra es la comunidad de creyentes. • La comunidad es garantía de fidelidad y experiencia del Maestro. El Maestro habla en la comunidad y por medio de la comunidad. No se puede ser discípulo fuera de la comunidad o sin comunidad. La comunidad admite o niega la entrada según sea la disposición y los frutos de quien se convierte y abraza la fe en el Evangelio. • Esas comunidades son estrictamente seguidas y acompañadas por el obispo. Ya nos podremos imaginar entonces lo que era el obispo para un creyente y para una comunidad. Imagen de Cristo que enseña que instruye. Pastor que guía y garantiza fidelidad y salvación en Cristo. “Nada sin el Obispo” decía San Ignacio de Antioquia.
EL DISCIPULADO • Aquí se centra el objetivo que debe animar todos los esfuerzos de los seguidores de Jesús. Se trata de IR y hacer discípulos. El discipulado es pues el mecanismo que permite medir si hay fidelidad o no a lo que el Maestro le ha confiado a su Iglesia. • “HACER DISCÍPULOS” es llevarlos a los pies del Maestro, del Único Maestro, es ofrecer la propuesta salvífica de Dios como don gratuito a toda persona y a todos los pueblos. • El discipulado es fundamental en la iniciación cristiana, hay que HACER el discipulado para poder ser creyente en Cristo. El discípulo es el “oyente”, es el “iniciado”, es el que acoge y asume la Palabra que le ha sido anunciada en la comunidad.
LOS DISCIPULOS SON: • AUDITORES: Palabra y Homilía. • LOS ELEGIDOS: Cuaresma y penitencias. • LOS NEOFITOS: iluminados o bautizados. • Testimonios de: • CIRILO DE JERUSALEN: Catequesis Prebautismales- Catequesis Mistagógicas. • SAN AMBROSIO DE MILAN: De Sacramentis y en De Mysterii. • SAN AGUSTIN: De Catechizandis Rudibus y en De Doctrina Christiana
SEGUIMIENTO Y PERSEVERANCIA • Para garantizar la perseverancia era necesario garantizar el seguimiento. Las persecuciones, las distancias, los falsos maestros fueron desafíos que obligaron a un especial seguimiento de los “oyentes” o “iniciados”. • Se trata de un progresivo, atento, delicado y decidido cuidado de quienes aceptan el don de Dios en la Persona de Cristo. • Ese seguimiento se hará por medio de los más variados recursos a los que tuvo que recurrir la Iglesia, según las circunstancias del momento. Con cretivad respondió a esta exigencia. Allí se puede reconocer la manifestación del Espíritu Santo que inspiró catequistas, itinerantes y en muchos casos los presbíteros.
INICIACION POR PROCESOS • En los comienzos bastaba profesar a Cristo como el Hijo de Dios y ser bautizado en su nombre. Pero rápidamente el grupo de creyentes llegó a pueblos y grupos humanos que requerían de una manera distinta de anuncio, seguimiento y compromiso. Se hace necesario que conozcan el Plan de Dios con la humanidad, que renuncien a sus divinidades y prácticas y que en la oración y la vida sacramental experimenten la gracia de Dios en Cristo • Hacia el II siglo, Clemente Alejandrino, pide que al “Iniciado” se le lleve por pasos en un periodo que debe abarcar varios años antes de ser bautizado y admitido a la eucaristía. • En el siglo III y IV aparecen los llamados escrutinios, o exámenes previos a los que era sometido un iniciado antes de poder continuar su proceso de creyente en Cristo. Los escrutinios eran llevados personalmente por el obispo. El iniciado a medida que iba superando los escrutinios daba un nuevo paso en su caminar cristiano. • Para HACER DISCÍPULOS era necesario preparar a los iniciados y animarlos en la fe, de tal modo que con valentía avanzaran en su vida de creyentes. Pasos como exorcismos, el credo, el bautismo, el Padre Nuestro, la eucaristía marcaron el ritmo de vida de los iniciados y la calidad de su opción.
LOS MINISTERIOS • La iniciación cristiana contó con oficios precisos que permitieron que los catecúmenos conocieran en primer lugar unos “Maestros” que a nombre del “Cristo el Único Maestro” les dio el anuncio del Evangelio y les puso en el camino de la fe. Al comienzo ese maestro era el Obispo en persona, luego con el número de creyentes, el aumento y las distancias que imposibilitaban la presencia del Obispo, llevó a que los presbíteros hicieran este oficio. • Pero además del Maestro (Obispo o Presbítero), vino otro servicio muy importante, el del que acompañaba el seguimiento del iniciado, ese oficio se llamó CATEQUISTA. • El paso de los años hizo que en ocasiones y en algunas iglesias estos oficios se confundieran o se asumieran de modo indistinto. Sin embargo, la iglesia de los primeros siglos ve claramente en estos dos oficios la mejor y suficiente manera de responder a la tarea de HACER DISCÍPULOS, de tal modo que para HACER DISCÍPULOS se necesita tener maestros y catequistas.
CONTENIDOS • La Iglesia de los primeros siglos no tuvo mayores complicaciones en encontrar y definir que tenía que ofrecer para “HACER DISCÍPULOS”. Se trata de algo muy simple pero muy complejo a la vez. Se trata de una persona, de CRISTO. • El Señor que vive, que por lo tanto hay que conocerlo, dejándose amar por Él, dejándose salvar por su gracia, escuchándolo en su Palabra y en su Santo Espíritu, para luego llevar a otros a ese encuentro personal, al Evangelio de Dios. • La fidelidad al contenido fue garantía de unidad, de comunión y de crecimiento de la iglesia en todos los pueblos y naciones. • HACER DISCÍPULOS de CRISTO y para CRISTO era entonces una constante de los primeros siglos.
LA METODOLOGIA • De cierto modo ya se ha mencionado que con el paso de los años los iniciados, contaban con unos pasos que mediante escrutinios iban acompañando su crecimiento en la fe. • Pero es necesario decir también respecto a la metodología, que la iglesia naciente recomienda que se tenga una atención adecuada con los catecúmenos según de donde provengan, de tal modo que la catequesis lejos de ser un problema, le sea un crecer en el encuentro con Cristo. San Agustín por ejemplo dice hay que tener catequistas apropiados para los que sean letrados y para los que sean iletrados, para los que sean filósofos y para los que viven informados. • HACER DISCÍPULOS implica por lo tanto buscar la manera más apropiada de saberle llegar a cada catecúmeno según su condición de vida, de tal modo que el Evangelio le llene todas sus expectativas de vida.
CRITERIOS • La iniciación cristiana requirió de condiciones para los maestros, los catequistas y los catecúmenos. Entre muchas, se pide que siempre se tenga y se haga todo con alegría. La evangelización es gozo, es Buena Noticia, es la comunicación de una experiencia vital. El iniciado debe mostrar la eficacia del Evangelio por la alegría que este le trae a su vida. San Agustín le pide al catequista, tener la capacidad de superar todos los problemas y dificultades para que a la hora de cumplir su misión lo pueda hacer con alegría. (San Agustin). • El otro criterio que aparece constantemente en todas las indicaciones de cómo “HACER DISCÍPULOS” es el mantener tanto en el catequista como en el catecúmeno o en el iniciado una “esperanza alentadora”. El Evangelio es fundamentalmente esperanza. Un iniciado no puede ser llenado de dudas, de incertidumbres, de miedos. Al contrario, el Evangelio es para alentarlo, llenarlo de ánimo y darle esperanza. La persona de Cristo y el encuentro con El, levantan al caído, al golpeado y lo ponen a caminar. (San Cirilo de Jerusalen). • Tanto la alegría como la esperanza son criterios fundamentales en esta escuela. En caso de errores se recomienda comportarnos con prudencia y sinceridad para no hacer daño al iniciado. (San Agustín)
FINALIDAD • “HACER DISCÍPULOS” de Cristo, es llevar a muchos a adentrarse en ese “Reinado de Dios” que se nos ha mostrado en Cristo. La finalidad de la evangelización es el establecimiento del Reino de Dios en el corazón del catecúmeno o del iniciado, de tal modo que sea capaz de vender todo lo que tiene para comprar el tesoro escondido que hay en el campo. • La iniciación cristiana tiene por objetivo llevar al catecúmeno al amor del Padre cariñoso, para gozar del reposo que se promete a los cristiano después de esta vida, gustar de la tranquilidad y la paz y viven en todo momento e la felicidad de Dios. • Si algunos iniciados no tienen esto claro, el catequista ha de empeñarse con toda paciencia en corregir las intenciones del catecúmeno, acompañándolo con amor y prudencia hasta llevarlo al verdadero interés que tiene el ser discípulo de Cristo.
LA MISION • Normalmente el discípulo era formado para aprender un arte, oficio, doctrina o filosofía pero no para SALIR a HACER DISCÍPULOS a otros. En el cristianismo este elemento es característico y esencial. No se puede “SER DISCÍPULO” si no se tiene en el horizonte “SALIR A HACER DISCÍPULOS”. • Naturalmente aflora el miedo y el temor, el discípulo no puede llevar a cabo esa misión, eso lo podrá hacer el MAESTRO pero el discípulo difícilmente lo logrará. • Entonces la Iniciación Cristina logra entender que la tarea de “HACER DISCÍPULOS” se hará con la ayuda constante del Espíritu Santo, de tal modo que será Dios mismo por medio de su Santo Espíritu el que guiará y acompañará a la Iglesia para que “HAGA DISCÍPULOS” a todas las gentes según el mandato de Cristo. • La iniciación cristiana es profundamente misionera. Sin misión no hay nuevos discípulos y no se puede ser discípulo de Cristo sin salir a la misión. • Donde llegara un catecúmeno llegaba una semilla del Evangelio. La sola presencia era ya en los primeros siglos, designio de Dios y voluntad para implantar la Iglesia ahí donde había llegado a vivir o a trabajar. Los martirios, las persecuciones, los desplazamientos continuos fueron vistos como una “semilla de nuevos cristianos” (Tertuliano).
CONCLUSION • Podemos decir, finalizando estas notas que la iniciación cristiana de los primeros siglos fue un tramado que mezclaba alegres testigos (los catequistas) y alegres oyentes (los catecúmenos) que conservaban en su frescura y en su valor la transmisión de las verdades fundamentales, decisivas y más importantes para la vida de una persona, recibidas de Cristo el MAESTRO. • Transmitir esos principios y el modo práctico, pedagógico y sicológico, constituye la misión de la Iglesia y le obliga a cada generación en el lugar que esté y en las circunstancias que sean. • La iniciación cristiana es ante todo una ayuda que la Iglesia en sus variadas experiencias brinda a sus catequistas y a sus iniciados para que con alegría vayan a ofrecer a otros el camino de Dios, bien sea a través del diálogo, del trabajo, del comercio, del afecto o la solidaridad. Todos son medios que deben ser aprovechados para mostrar verdades que llenen de esperanza y que den razones para vivir felices.
MIL GRACIAS A TODOS DIOS LOS BENDIGA