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CAPÍTULO XXIV ITALIA, IRLANDA, POLONIA: LA MISIÓN EN EUROPA. JOSÉ María Román, San Vicente de Paúl (I Biografía) , BAC, Madrid, 1981, pp. 391-420. PARÍS Y ROMA: LAS CASAS MÁS IMPORTANTES.
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CAPÍTULO XXIVITALIA, IRLANDA, POLONIA:LA MISIÓN EN EUROPA JOSÉ María Román, San Vicente de Paúl (I Biografía), BAC, Madrid, 1981, pp. 391-420.
PARÍS Y ROMA: LAS CASAS MÁS IMPORTANTES El vicegerente de la diócesis romana, Mons. Juan Bautista de Alteriis, mediante un rescripto fechado el 11 de julio de 1641,autorizaba a la Congregación de la Misión a fundar una casa con los mismos ministerios que desempeñaba en Francia: los ejercicios para ordenandos y las misiones populares.
Grande o pequeña, la casa debía llamarse "de la Misión" y el título de la capilla sería el de la Santísima Trinidad. En 1659 se instalaron por fin en una casa propia comprada al cardenal Bagno. La iglesia llevó el título de la Trinidad, y no sólo la casa, sino la calle en que estaba enclavada, recibieron el nombre de "la Misión", que conserva todavía en el callejero romano, en las alturas de Montecitorio. La Misión
GÉNOVA Y TURÍN El cardenal Durazzo era arzobispo de Génova y había sido el artífice de la segunda fundación italiana de la Congregación de la Misión, la de Génova. Entusiasmado con los trabajos y el espíritu del P. Codoing, a quien conoció a su paso por Génova camino de Roma, obtuvo de Vicente en 1645 el envío de un equipo de misioneros. Al frente de él fue el P. Blatiron, uno de los hombres más capaces de que disponía Vicente.
Si Roma dio origen a Génova, Génova provocó, a su vez, la fundación de Turín. Para dirigir la casa de Turín, Vicente escogió a un hombre con larga experiencia italiana, pues había formado parte de los equipos fundadores de Roma y Génova, el P. Juan Martín, misionero de celo devorador, que hacía a Vicente temer tanto por su salud, que se ocupaba personalmente de que estuviera bien alimentado.
LA MISIÓN IRLANDESA Vicente contaba en su Congregación con una quincena de misioneros irlandeses, el primero de los cuales, John Skyddie, había ingresado en 1638. La mayoría eran exiliados que habían descubierto en Francia la vocación sacerdotal y misionera. Naturalmente, recurrió a ellos para que trabajasen en su propia patria. Fueron escogidos seis, todos ellos jóvenes y animosos:
LOS TRABAJOS DE LA MISIÓN Después de un arriesgado viaje, los expedicionarios llegaron a Irlanda en los primeros meses de 1647, en dos equipos que empezaron enseguida el trabajo misionero en las diócesis de Cashel y Limerick. En 1649 se desató una sangrienta persecución anticatólica. El hermanoPatriarch, el inglés, sucumbió al clima de terror y empezó a desvariar.
EL ESPÍRITU DEL MARTIRIO La represión se ensañó especialmente con los sacerdotes. La captura significaba la muerte. En el curso de 1652 el benjamín del grupo, TADEO LEE, fue bárbaramente martirizado en presencia de su propia madre. Los verdugos le cortaron las manos y los pies y luego le aplastaron la cabeza. La Congregación de la Misión tiene en él su PROTOMÁRTIR. ¿Qué sabemos nosotros de lo que Dios les tiene destinado? La verdad es que no les habrá dado en vano resolución tan santa.
ESCOCIA El trabajo en Escocia era totalmente diferente del desarrollado en Irlanda. A las grandes misiones con miles de oyentes enfervorizados sucedió la dura vida del sacerdote clandestino, el angustioso peregrinar por regiones paupérrimas, las reuniones secretas con grupitos de católicos que habían olvidado los rudimentos de sus creencias, el temor constante de las delaciones. Como él es el Señor, le toca disponer según su voluntad; a nosotros nos corresponde pedirle que suscite otros nuevos que sean según su corazón para proseguir su obra. No sé si hemos de alegrarnos o afligirnos, según la naturaleza, me siento muy afligido y con un dolor muy sensible; pero, según el espíritu, me parece que hemos de bendecir a Dios como si se tratara de una gracia muy especial.
LA REINA DE POLONIA La misión de Polonia, el tercer país europeo en recibir misioneros vicencianos, tuvo su origen en una carambola diplomática: el matrimonio del rey Ladislao IV de Polonia y la princesa María de Gonzaga (quien brillaba en la corte y en los círculos de la alta sociedad tanto por su piedad como por su belleza y su talento). En noviembre de 1651 llegó a Varsovia el primer grupo de misioneros. Eran cinco: dos sacerdotes, los PP. LambertauxCouteauxy Guillermo Desdames; dos clérigos, Nicolás Guilloty Casimiro Zelazewsky, y un hermano coadjutor, Santiago Posny.
En medio de esta desolación fue enviado allí el P. Lambert para que remediara todas estas necesidades.
La misión de Polonia sobrevivió a tantos desastres. Las circunstancias habían hecho casi imposible los ministerios habituales de la compañía. En cambio, había dado a los misioneros la oportunidad de practicar otros no menos conformes con sus fines: la asistencia a los enfermos, los soldados y los damnificados.
PROYECTOS INCONCLUSOS • Otras dos tradiciones quedaron por entonces truncadas en su nacimiento: Suecia y España. • Aun sin Suecia ni España, a la muerte de Vicente la Congregación estaba sólidamente arraigada en tierras europeas no francesas. La vocación internacional estaba asegurada. El modo vicenciano de entender la reforma de la Iglesia había dado pruebas de su adaptabilidad a sociedades diferentes de aquella para la que había sido concebida.