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EL HOMBRE QUE PLANTABA ÁRBOLES. En un día soleado, llega a Tarifa un turista. ¡Claro! Ven conmigo. Hola , ¿podría decirme donde puedo encontrar agua?. De nada, el placer ha sodo mio. Gracias, ha sido un placer conocerte.
E N D
¡Claro! Ven conmigo. Hola , ¿podría decirme donde puedo encontrar agua?
De nada, el placer ha sodo mio. Gracias, ha sido un placer conocerte.
Este es el pozo, donde el pastor recoge el agua y detrás están los árboles que ha plantado.
Esta es mi casa, pase a merendar. Gracias, será un placer.
El turista entra en la casa del pastor y la ve muy ordenada y se da cuenta de que es una persona seria y limpia.
El pastor lleva al turista a plantar bellotas. Ven aquí, te enseñaré a Plantar bellotas.
Primero se hacen los boquetes y después se pone la bellota con un poco de agua.
De nada, espero verte pronto. Hasta pronto, gracias por todo.
El pueblo había cambiado totalmente, los ríos fluyen de nuevo, abundan los árboles y los jardines, las ruinas ahora son granjas. Que buen trabajo he hecho.
¡Hola! Cuanto tiempo. Hola, me alegro de haberte encontrado.