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La mutua acogida, la comprensión, el respeto, la fortaleza ante las dificultades, la confianza en Dios, son claves para la convivencia familiar y social. Sagrada Familia –C- 31 de diciembre de 2006.
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La mutua acogida,la comprensión, el respeto, la fortaleza ante las dificultades, la confianza en Dios, son claves para la convivencia familiar y social. Sagrada Familia –C-31 de diciembre de 2006
41 Sus padres iban cada año a Jerusalén, por la fiesta de pascua. 42 Cuando el niño cumplió doce años, subieron a celebrar la fiesta, según la costumbre. 43 Terminada la fiesta, cuando regresaban, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres. 44 Estos creían que iba en la comitiva, y al terminar la primera jornada lo buscaron entre los parientes y conocidos. Jerusalén.Puerta de Damasco Hay que saber buscar y esforzarse por conseguir lo que se desea. En nuestra búsqueda, a veces Dios “desaparece”, lo perdemos de vista. No siempre está donde pensamos o queremos. Él nunca se pierde. Siempre se deja encontrar.
45 Al no hallarlo, volvieron a Jerusalén en su busca.46 Al cabo de tres días, lo encontraron en el templo sentado en medio de los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas. 47 Todos los que le oían estaban sorprendidos de su inteligencia y de sus respuestas. 48 Al verlo, se quedaron perplejos, y su madre le dijo:–Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos buscado angustiados. La actitud de los padres tiene que ver con la ley, la de Jesús con la revelación. José y María obran según lo acostumbrado, Jesús irrumpe con lo inesperado, actuando de manera libre y desconcertante. Dentro de la realidad familiar está el respeto a la originalidad del otro y al plan que Dios prepara a cada persona.
49 Él les contestó:–¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre? No lo sabían, estaban aprendiendo. Siempre en actitud de búsqueda. Jesús deja bien clara la orientación fundamental de su vida, su forma de actuar no va a depender ni de las pautas familiares ni religiosas ni sociales. El crecimiento y madurez de la fe se va consiguiendo en medio de perplejidades, interrogantes, alegrías... Es necesario un proceso. ¿Necesitamos buscar a Dios? ¿Dónde lo encontramos? ¿Qué asuntos nos ocupan?
50 Pero ellos no comprendieron lo que les decía. 51 Bajó con ellos a Nazaret, y vivió bajo su tutela. Su madre guardaba todos estos recuerdos en su corazón. 52 Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en aprecio ante Dios y ante los hombres. Nazaret No siempre es fácil comprender los planes de Dios. Pero siempre podemos buscarlo , confiar en Él y meditar su Palabra. La meditación, la fe reflexiva, permite a María profundizar en el sentido de la misión de Jesús y en la suya. Su gran cercanía con Él no le evita el proceso que lleva a la comprensión de los planes de Dios.
Hoy es buen día para contemplar nuestra vida y la de las personas que nos rodean. Contemplar personas, familias donde brilla el bien, el amor, la comprensión, la capacidad de perdón. Personas que son reflejo de la bondad, que disfrutan cuando pueden ayudar a los demás. Todos conocemos a personas que son presencia de Dios, y por ellas aprendemos a leer la vida, las cosas, aprendemos a contemplar el Espíritu y nos demuestran que es posible soñar con una humanidad formada por personas como ellas.
PARA NO PERDERSE EN LA VIDA Hijo, estás equipado por mí para tu vida, pero sólo para tu vida. Tienes todo lo necesario para vivir tu propia aventura personal, para ser tú mismo y realizar así mi sueño sobre ti. Pero recuerda y escucha a tus seres queridos: «Nosotros somos nosotros, y tú eres tú. Nosotros no podemos imponerte nuestra vida ni impedirte vivir la tuya. Puedes hacer lo que elijas. En cualquier caso, no te vamos a proteger de las consecuencias de tu elección y nos vamos a reservar el derecho a protegernos nosotros mismos de los efectos de tu elección».Hijo mío, hija mía, no olvides el decir a cualquiera -cercano, lejano, sabio, necesitado, rico, pobre- esta dura y tierna verdad: Yo soy yo, y tú eres tú. Yo no estoy en la vida para llenar tus necesidades ni tú estás en la vida para llenar las mías. Si por casualidad nos encontramos, será hermoso; si no, no podemos hacer nada. Hijo mío, hija mía, elige y haz tu camino con libertad, con alegría, con responsabilidad, con sabiduría, con paz. F.Ulibarri