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EL LINCE IBÉRICO. RUBEN SANCHEZ PEREZ 5º E.P. DEL C.P. SANTA MARINA Con la colaboración de su monitora de Informática: Mª CRUZ GAY VELAZQUEZ. FICHA TÉCNICA.
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EL LINCE IBÉRICO RUBEN SANCHEZ PEREZ 5º E.P. DEL C.P. SANTA MARINA Con la colaboración de su monitora de Informática: Mª CRUZ GAY VELAZQUEZ
FICHA TÉCNICA Considerado como el felino más amenazado del mundo, el Lince Ibérico se encuentra en crítico peligro de extinción. El número poblacional de la especie se estima en menos de 200 ejemplares y su distribución ha quedado relegada a únicamente dos núcleos poblacionales: Andújar y Doñana, ambos en el sur de España. Presenta una serie de caracteres que le otorgan una peculiar e inconfundible silueta, la cual comienza en unos mechones de pelos o “pinceles” en el ápice de las orejas, continúa por unas barbas en los laterales de la cara cuya longitud va en correspondencia con la edad del animal y termina en una corta cola de unos 15 cm adornada de una punta negra bastante llamativa
Adaptada perfectamente al monte mediterráneo, el lince ibérico es una especie muy exigente en su alimentación, siendo el conejo la presa que constituye más del 90% de su dieta. El periodo de celo de este felino tiene lugar entre Diciembre y Enero, durando el periodo de gestación de 9 a 10 semanas tras las cuales nacen de 2 a 4 cachorros por camada. Muchas son las amenazas y problemas que afectan a esta especia como la pérdida y la fragmentación del hábitat, los atropellos, los métodos de caza no selectivos, etc; a los que hay que sumar los que afectan a su presa predilecta y casi exclusiva, el conejo, que viene sufriendo varias décadas de decadencia al padecer epidemias de mixomatosis y neumonía hemorrágica vírica (NHV).
Rostro La presencia de dos “patillas” o “barbas” de pelos largos en los laterales del rostro del Lince Ibérico es uno de sus caracteres morfológicos más distinguidos. La longitud de éstos varían conforme la edad del animal. Así, un pequeño cachorro carece completamente de estas barbas, un joven posee unos cortos y nada destacables mechones de pelos y un lince adulto presenta ya un magnífico disco facial con largas barbas cuya longitud varía en función de la época del año y la muda de pelaje del animal. La misión de estas patillas se desconoce ciertamente, aunque las teorías más fiables apuntan hacia un sistemas de protección contra las mordeduras en el cuello que puedan propiciarle tanto otras especies competidoras como sus propios congéneres en las disputas territoriales.
Olfato Los felinos, al contrario que los cánidos, no basan su estrategia de búsqueda de presas en el olfato, sino que este sentido queda en un segundo o tercer plano tras la vista o el oído. Los linces sin embargo recurren a marcas olfativas para delimitar la propiedad de los territorios que ocupan, las cuales servirán, tanto a sus congéneres como otras especies competidoras, como señal de advertencia y alejamiento.
Dentición El término carnívoro viene del latín (Carnis: carne: Vorare: devorar). El orden de los carnívoros se diferenció hace unos 50 millones de años al aparecer especie con unos premolares de puntas afiladas, altas cúspides, bordes mellados y encaje perfecto que facilitaban el desgarre de la carne. El vestigio de esos premolares son las muelas carniceras que presentan casi todos los carnívoros actuales. El Lince Ibérico posee una dentadura compuesta por 28 piezas dentarias de la que destacan los dos grandes caninos de cada mandíbula. La fórmula dentaria del Lince Ibérico es: I. 3/3, C. 1/1, P. 2/2, M. 1/1, donde I: incisivos, C: caninos, M: molares, P: premolares El numerador hace referencia a la mitad de la mandíbula superior y el denominador a la mitad de la inferior.
Vista El movimiento de una presa a más de 300 m. de distancia puede ser percibido por los grandes ojos de este felino. Unos ojos de color verde berilo y pupila vertical que le proporcionan una visión estereoscópica muy parecida a la nuestra. La vista del lince se encuentra, al igual que la de otras especies de felinos y cánidos, perfectamente adaptada a la visión nocturna gracias a una capa situada frente a las células sensibles de la retina que actúa a modo de espejo y le permite aprovechar al máximo la escasa luz nocturna. Asimismo, la gran potencia visual de esta especie es gracias a la gran adaptabilidad de sus pupilas, las cuales, en ambientes de escasa luz se dilatan hasta adoptar una forma prácticamente circular. Esta dilatación es tres veces más pronunciada que en los humanos. En ambientes luminosos la pupila se estrecha y pasa a adoptar una forma de línea vertical.
Oído Uno de los rasgos más característicos de la especie son los dos penachos de pelos gruesos que sobresalen de las puntas de las orejas a modo de pinceles. Su misión se desconoce con exactitud pero existen varias hipótesis al respecto, unos comentan que la presencia de estos pinceles favorece el mimetismo del animal, ya que rompen la silueta redondeada de su rostro. Otras, afirman que estos pinceles junto con el borlón de pelo negro de la punta de la cola, ayudan a las madres a ser localizadas por sus crías en medio del espeso matorral. Así, al desorientarse los cachorros, las madres erguirían la cabeza y la cola con el objeto de hacer visibles los pinceles y la punta negra de la cola. Otra característica morfológica de esta región auditiva son las manchas blanco-grisáceas que presentan en la parte posterior de las orejas, algo común a la mayoría de especies de felinos. El oído del Lince es uno de sus sentidos más desarrollados, pudiendo distinguir a gran distancia el andar de sus presas a través del matorral o la presencia de una amenaza en su territorio.
Pelaje El pelaje moteado del Lince ha sido durante muchos años uno de sus mayores “enemigos”. Un botín muy apreciado tanto para las empresas peleteras como para los cazadores ansiosos de trofeos. Pueden describirse dos tipos de patrones en el pelaje del Lynx pardinus, lo que tiempo atrás llevó a pensar que se trataban de varias subespecies distintas. El primer modelo se caracteriza por presentar un pelaje pardo-amarillento cubierto por manchas grandes de 1 a 2 cm de diámetro que en zonas como la línea dorsal y la parte posterior del cuello se unen formando bandas longitudinales. En la zona ventral el moteado prácticamente desaparece y el color de fondo es más blanquecino. El segundo modelo presenta un pelaje de color más grisáceo y un moteado más uniforme y denso pero de manchas más pequeñas, de alrededor 0,5 cm de diámetro, que prácticamente le recubren todo el cuerpo. Si bien los anteriores son los patrones básicos y más frecuentes, pueden darse variedades de cada uno de ellos. Así podríamos hablar de la existencia de pelajes intermedios entre uno y otro.
Extremidades Si bien en sus tres primeros años de vida el Lince Ibérico tiene aspecto de animal delgado y de largas patas, una vez que adquiere la madurez, y con ello el territorio y el alimento que necesita, ofrece un aspecto de animal grueso de patas cortas y robustas. No es éste un animal que se caracterice por tener una poderosa carrera como algunos de sus parientes felinos (panteras, leones, etc.) pero si posee un potente salto en el que basa su estrategia de caza. Un salto certero y por sorpresa que le permita agarrar a su presa en un abrir y cerrar de ojos. Para ello cuenta con unas fuertes y robustas patas que le capacitan para realizar saltos de carios metros así como la fuerza necesaria para agarrar y/o derribar a su presa de un solo zarpazo. Terminan sus cuatro extremidades en unas poderosas manos de cuatro dedos, de aspecto redondeado y de uñas retráctiles que le otorgan una privilegiada capacidad de trepar. Estas manos poseen 4 almohadillas anulares y una plantar, que son una de las bases para conseguir esos movimientos sigilosos prácticamente imperceptibles.
Cola El lince posee una pequeña cola cuya longitud oscila entre los 12 y 16 cm. Ésta presenta un patrón de pequeñas manchas que se continua hasta la punta de la misma, donde aparece un borlón negro muy característico al que se le asigna un papel similar al de los pinceles de las orejas, y es el de facilitar a los cachorros la localización de su progenitora en medio del espeso matorral. Es también la cola del Lince un buen indicador del estado anímico del animal. Así los movimientos y posición de ésta difieren de un animal relajado a uno en actitud dominante, o de una hembra en celo a otra que no se encuentra aún en ese estado.
- HÁBITAT El Lince ibérico habita en zonas tan dispares como Andújar y Doñana. La primera, a una altitud comprendida entre los 400 y 1300 m., con relieve abrupto y afloramientos rocosos de carácter granítico por doquier. La segunda, anivel marino, presenta un relieve totalmente llano donde las arenas son las dueñas y señoras de todo el paisaje.
¿Qué tienen en común entonces estas dos zonas para que el Lince Ibérico pueda habitar en ambas? • Existencia de una buena población estable de conejos, alimento que conforma más del 90% de la dieta de este felino y sin el cual su probabilidad de existencia disminuye drásticamente. • Presencia de una densa cobertura vegetal que le proporcione el abrigo para el reposo diurno, la seguridad para la crianza de sus camadas y el refugio para sorprender a sus presas. Por eso son las áreas donde el principal tipo de vegetación es el matorral mediterráneo, las más utilizadas y buscadas por el lince.
Durante la etapa vital en la que el Lince Ibérico abandona el territorio materno en busca de un territorio propio donde poder ejercer su dominio (periodo conocido como dispersión); los hábitats usados son más diversos, puesto que los individuos se ven “obligados” a atravesar zonas de hábitats desfavorables y nada apreciados para poder alcanzar las áreas deseadas. En esta etapa dispersiva el Lince muestra predilección por ciertos hábitats como el matorral y el pinar y rechaza zonas ausentes de vegetación arbustiva como: cultivos, dehesas, dunas y marismas. La presencia de arroyos con vegetación de ribera permite y facilita que los linces atraviesen zonas de hábitats no adecuados, actuando así como inmejorables pasillos dispersivos donde es esencial conservar una buena cobertura vegetal.
- ALIMENTACIÓN La dieta del lince…
El conejo constituye más del 90% de la biomasa que ingiere el Lince Ibérico. Se trata por tanto de un cazador muy especializado en una única presa, de la cual depende casi exclusivamente para subsistir. Esta escasez de diversidad en su dieta, es la principal causa que ha llevado a las poblaciones de estos felinos a encontrarse en serio peligro de extinción puesto que las afecciones que sufran los conejos tendrán su repercusión directa e inmediatamente en las poblaciones felinas. No obstante, el lince recurre también a otro tipo de capturas para completar su dieta. Las más representativas son: • Ánátidas: el porcentaje de consumo de estas presas alcanza el 7% y son capturadas, normalmente, cuando éstas abandonan la seguridad de la marisma para acudir a lagunas más someras en los periodos de muda de plumaje, cuando apenas pueden volar. La anátida que más suele aparecer en su dieta es el Ánade real o Azulón. • Ciervos y Gamos: son los jóvenes de estos los que consume el lince, formando en torno a un 3% de la dieta. Aprovecha este felino la etapa del destete, cuando la madre relaja la vigilancia de sus crías para cazar estas presas. • Pequeños roedores: conforman el 4% del consumo y su utilización como recurso trófico es más importante en el periodo invernal, cuando el número de conejos es menor.
- REPRODUCCIÓN Llegar a reproducirse es le meta que buscan todas las especies animales. Es la fase que asegura que los genes de los individuos actuales estarán presentes en las siguientes generaciones. No todos los ejemplares de linces logran reproducirse anualmente, puesto que al igual que son muy exigentes en cuanto a su alimentación, también lo son para su reproducción. Los linces necesitan de unas condiciones mínimas para sacar adelante una camada y si éstas no se dan, los individuos optarán por no tener descendencia ese año. Estas condiciones mínimas y lógicas son dos: disponibilidad de alimentos y de territorio
- HUELLAS A continuación se muestran varias características comunes a las huellas de felinos que favorecen la identificación en el campo:
A: No existe marcación de uñas ya que éstas son retráctiles B: el borde frontal de la almohadilla plantar presenta dos lóbulos C: El borde trasero de la almohadilla plantar es trilobulado D: Los laterales de la almohadilla plantar de las patas delanteras son más rectos que los de las traseras donde adquieren una curvatura más pronunciada E: La almohadilla digital más sobresaliente es similar al dedo índice de los humanos, permitiendo así la distinción entre lado izquierdo y derecho del animal.
Las huellas del Lince Ibérico se caracterizan por su aspecto redondeado, por la presencia de cuatro almohadillas digitales alineadas en un arco abierto, por no marcar las uñas y por tener una almohadilla plantar trilobulada. Estas huellas son casi idénticas en forma a las de gatos domésticos y monteses si bien las del Lince son de mayor tamaño.
- AMENAZAS La disminución del número de ejemplares de Lince ibérico se ha visto impulsada en las últimas décadas. Las cifras han descendido desde los alrededor de 1000 individuos que se estimaban en la década de los 80 en España a los menos de 200 individuos que existen en la actualidad. Esta preocupante situación es debida a varios factores que actúan de modo muy negativo sobre las poblaciones de lince, como son: • Disminución de las poblaciones de conejos • Alteración y/o destrucción de hábitat óptimo para la especie • Atropellos • Trampeo ilegal y caza furtiva • Endogamia