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REFLEXIONES SOBRE LA IMPORTANCIA DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS EN SECTORES DE CABECERA DE CUENCA DE ESPECIAL INTERÉS DESDE EL PUNTO DE VISTA MEDIOAMBIENTAL JC. Rubio Campos. IGME. PLANTEAMIENTO GENERAL
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REFLEXIONES SOBRE LA IMPORTANCIA DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS EN SECTORES DE CABECERA DE CUENCA DE ESPECIAL INTERÉS DESDE EL PUNTO DE VISTA MEDIOAMBIENTAL JC. Rubio Campos. IGME
PLANTEAMIENTO GENERAL Los ejemplos más llamativos en lo que se refiere a mostrar la importancia de la hidrogeología y los espacios naturales han sido hasta la fecha en España, entre otros, los de Doñana, Fuente de Piedra, Tablas de Daimiel, Ruidera y Gallocanta, en los que el funcionamiento hídrogeológico de los humedales se ha puesto de manifiesto, tras un conocimiento profundo de la hidrogeología del espacio en concreto, lo que esta permitiendo tomar decisiones que garanticen la conservación.
Con frecuencia, el régimen de las aguas subterráneas juega un papel de primera magnitud y es la base de la subsistencia de flora y fauna ligada al agua presente en sectores de cauce de cabecera de cuencas hidrográficas, en muchos casos coincidentes con espacios naturales protegidos. Aldelfar
Los manantiales y áreas de descarga natural que contribuyen a aumentar el caudal de los ríos de una forma no puntual representan la manifestación en superficie de las aguas que discurren subterráneamente y pueden definirse como puntos o zonas de la superficie del terreno en la que, de modo natural, fluye una cantidad apreciable de agua, procedente de un acuífero. Las características más significativas de manantiales y áreas de descarga son su régimen de descarga a lo largo del año en base a las variaciones de caudal y la composición química de sus aguas.
Durante la época húmeda los caudales circulantes por los ríos son la suma de los procedentes de los manantiales y áreas de descarga natural y de los que tienen su origen en las aguas de escorrentía superficial; sin embargo durante el estiaje, en muchos casos, únicamente permanecen los primeros por lo que se les conoce como “caudal base”.
Los estudios específicos y los planes de gestión de la mayor parte de zonas de cabecera de Cuenca, no han puesto el énfasis necesario en la investigación hidrogeológica, dando lugar a problemas de conservación y a errores inevitables en los programas de regeneración de áreas afectadas. Aspecto de las formaciones arbustivas de adelfa
Calandino, un pez escaso ÁMBITO DE APLICACIÓN Podríamos denominarlas como ”zonas húmedas menores de carácter lineal dependientes de las aguas subterráneas, con ecosistemas de alto valor en cauces potencialmente vulnerables” (incluye las comunidades vegetales y animales asociadas al interior del cauce, la ribera y al lecho de inundación)
Incluiría sectores de cabecera de Cuenca en muchos casos coincidentes con ecosistemas de especial interés (clase salmonícola) donde los cauces son especialmente sensibles por su reducido caudal (entre 20-500 l/s). Esta sensibilidad debe relacionarse con la existencia de variaciones de la geometría en detalle, en cuanto a anchura, espesor y características, del acuífero ligado a la franja aluvial directamente relacionada con el cauce, muy frecuente en muchos tramos de este tipo de cauces o por la presencia de aportes o pérdidas de agua relacionados con acuíferos ajenos.
ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LA IMPORTANCIA DEL MEDIO VIVO EN LOS CAUCES DE CABECERA Y SU ENTORNO Los hábitats acuáticos son sectores de un gran valor ecológico y ambiental. Entre los valores destacar el alto rendimiento biológico, la eliminación de contaminantes, la regulación de los cauces, sirven de indicadores de la contaminación el valor del paisaje, la caza y pesca, el uso turístico-recreativo y la utilización de las especies vegetales como uso medicinal, en la fabricación de artesanía, jardinería, etc.La existencia de caudales mínimos proporciona, entre otros, la existencia de vida en el propio cauce a la vez que sostiene la vegetación de ribera, asociada a la presencia constante de agua, lo que posibilita la aparición de mimbres, álamos, fresnos, sauces, olmos y adelfas, junto a herbáceas como carrizos, juncos, aneas y berros. Imagen de una sauceda-alameda, una comunidad de ribera a la que se asocian numerosas especies de fauna.
La vegetación de ribera se distribuye a modo de bandas paralelas al eje del cauce, existiendo una sustitución progresiva de las comunidades desde las inmersas en el río, pasando por las de la orilla y el lecho de colmatación, hasta la vegetación típicamente “terrestre”. Se puede hablar de dos esquemas básicos respecto a la vegetación de ribera, la asociada a sustratos carbonatados y la asociada a sustratos de carácter silíceo. En las áreas silíceas y cauces permanentes, el esquema vegetal teórico incluye comunidades de cauce, saucedas, alisedas y fresnedas. En cauces temporales destacar la presencia de tamujares y la adelfa. Las comunidades de cauce incluyen a la formación de alga Chara en charcas y pozas, herbazales sumergidos donde aumenta la velocidad del agua y herbazal flotante de berros y apio silvestre en agua lenta, pero aparecen con cierta frecuencia los anealeso espadañales y carrizales.
En el interior del cauce de los ríos se encuentran algunos de los insectos más conocidos comoefémeras, moscas de las piedras, frigáneas, escarabajos acuáticos, chinches acuáticascomo los zapateros o la hidrometra,libélulas y caballitos del diablo, moscas y mosquitos, lombrices, planarias,caracoles acuáticos, cangrejosy gammarus, etc. Destacar peces comoel calandino, el barbo, trucha, anfibios comolarana común, reptiles comola culebra viperina, aves comoel mirloacuático, mamíferos comola nutria, etc.
La vegetación de ribera da soporte a una rica fauna acuática, cada vez más escasa en los ambientes mediterráneos: anfibios como el sapo partero bético, reptiles como los galápagos europeo y leproso, aves como el pato azulón, y mamíferos acuáticos como la rata de agua. En la fauna invertebrada destacan los escarabajos, gran cantidad de grupos como caracoles, arácnidos, ácaros, insectos de varios órdenes, lombrices, etc.
Además de los esquemas básicos de vegetación de ribera existen zonas con particularidades biológicas como cauces con acúmulo de bloques, rezumes en paredones verticales, fuentes y albercas, acequias y cauces eutrofizados, charcas, etc.
CORTE TRANSVERSAL DE LA VEGETACIÓN DE RIBERA EN RÍOS Y ARROYOS DE BAJA MONTAÑA
En cauces con acúmulos de bloques se generan unas condiciones ecológicas tan particulares que se desarrollan formaciones que soportan el enterramiento y las altas temperaturas veraniegas como son los adelfares. Se trata de una comunidad arbustiva de 2 a 3 m de altura y gran cobertura, que está dominada por la adelfa, junto con otras especies como la zarzamora, junco churrero, higuera, adelfilla, rubia, zarzaparrilla y vid silvestre, entre otras.
Vegetación de rezumes Los nacimientos en paredones verticales generan zonas donde el agua rezuma permanentemente y se instala el culantrillo del pozo, así como por el musgo Eucladium verticilllatum
Fuentes y albercas Es frecuente encontrar, desde formaciones de berros y apio silvestre, hasta juncales y zarzales. En ocasiones es posible encontrar restos de las comunidades de rezumes con culantrillo del pozo y musgos en los huecos y paredes por donde sale el agua, o bien es posible encontrar espinares junto al cauce.
En el caso de las albercas, la gran profundidad del vaso y la retirada del suelo cada cierto tiempo por parte del hombre, unido a la estanqueidad de las aguas configuran un ambiente donde pueden desarrollarse las formaciones de alga Chara vulgaris. La comunidad del alga Chara tapizada todo el fondo generando protección a una variada fauna invertebrada
Vegetación umbrófila y de suelos frescos Fuera del ámbito del río y en el contacto con el dominio potencial de los quejigares y encinares de media montaña, es muy frecuente encontrar comunidades de transición entre los dos ámbitos buscando la bondad en agua de estos suelos (cerezo de Santa Lucía, heleboro y boj). En acequias y cauces eutrofizados la comunidad más frecuente son los juncales nitrófilos, zarzales y zarzamora, comunidad de berros, apio silvestre, lentejas de agua, espadañas y carrizos. En charcas naturales destacar la comunidad flotante de botón de agua, el potamogetón, las ovas de río, etc. Humedal asociado a una cubeta de sobreexcavación en el glaciar del Barco. Actualmente colmatada.
Aspectos importantes a tener en consideración - En la definición y evaluación de los caudales ecológicos se deben contemplar aspectos relativos a la variabilidad natural (incluyendo avenidas extraordinarias, funcionalidad del sistema fluvial), de los ecosistemas relacionados, calidad fisicoquímica de las aguas superficiales y subterráneas, etc. - Determinación de lazona hiporréicao zona de transición entre acuífero y el río. - Determinación delrégimen del caudaldebase en régimen naturalde cada Cuenca a lo largo del año. - Determinación de los cambios en lacirculación superficial y la calidada partir de la actividad humana (cambios por la derivación de agua, focos potenciales de contaminación y carga contaminante).
Vulnerabilidad potencial La sensibilidad de este tipo de tramos queda plasmada en el perjuicio al ecosistema que provocaría: Cualquier derivación inadecuada para riego, abastecimiento y uso industrial o para centrales eléctricas. Cualquier vertido de ARU aun con una depuración primaria. Cualquier uso excesivo de fitosanitarios o abonado en las terrazas colindantes (utilización tradicional muy frecuente), cuyo retorno volviera al cauce. Cualquier explotación inadecuada en los acuíferos de los que dependiera, en su caso, el caudal de base ya de por sí muy reducido en la época estival. La efémera es un insecto que vive muy pocos días tras emerger del agua y convertirse en adulto (mosca de mayo).
Cualquier variación de caudal por tramos en el cauce implica posibles variaciones en la calidad del agua derivada de vertidos o retornos por tramos, a lo largo del año, pues la calidad se ve condicionada por la permisividad/ capacidad autodepuradora del agua en función del tramo y del caudal. Así, el vertido de aguas residuales no depuradas o con una depuración limitada, la presencia de fosas sépticas y los retornos/vertidos procedentes del regadío de las terrazas colindantes o sectores adyacentes, habitualmente con una carga considerable de fitosanitarios y nitratos son capaces de causar un impacto muy notable en la Comunidad vegetal y de insectos (efémeras, tricópteros, plecópteros, odonatos, mosquitos), gasterópodos, acuáticos crustáceos, peces, etc.
Las aportaciones visibles en superficie se pueden ver aminoradas o incrementadas dependiendo de la sección y características del detrítico aluvial directamente relacionado con el cauce (mayor o menor permeabilidad, potencia y anchura) o por el cruce transversal al cauce de un paquete acuífero puntual con un nivel de base o de descarga inferior a la cota del arroyo (produciendo pérdida de caudal) o que aporta agua al cauce (ganancia de caudal).
Las extracciones, aunque afecten al caudal de los manantiales y áreas de descarga natural en un contexto geográfico más amplio, son beneficiosas para el hombre si están debidamente planificadas y si adecuamos la disponibilidad del recurso agua a las variaciones estacionales de la demanda, teniendo presente la demanda ambiental. Así puede hacerse compatible el traslado de agua bombeada que incremente el caudal ecológico dejando este discurrir por el cauce, siendo aprovechado aguas abajo por el riego o el abastecimiento. Si en un año seco se extrae un volumen de agua superior a la recarga, en años húmedos se podrá conseguir la reposición de los excedentes extraídos e incluso se puede llegar a inducir una recarga más elevada.
Los problemas surgen por una aleatoria e inadecuada actuación del hombre a la hora de explotar el recurso (falta de planificación a la hora de programar los bombeos durante el año, falta de restitución de parte de los caudales extraídos al entorno natural del manantial o cauce, falta de previsión del drenaje natural, etc); en definitiva falta de gestión adecuada.
Todo ello implica que los sectores de cabecera de cuencas hidrográficas sean a la vez que en muchos casos los de mayor interés ecológico, los más sensibles a la actuación antrópica del hombre, bien por desvío de pequeños caudales para riego, presencia de explotaciones subterráneas inadecuadas, vertidos de ARU, vertidos de retorno de riegos, etc. Así urge diseñar en cada caso un manual de funcionamiento en el que se compatibilicen, los usos existentes, y la existencia de estos caudales mínimos, que analizaría desde que parte o partes del cauce sería conveniente su desviación, en que sectores sería necesario un caudal concreto en los desembalses (mayor o menor), etc. Juncales, zarzales y herbazales de menta
- Por extensión este término debería englobarla conservación de humedales en sentido amplio y deberíaincluir la determinaciónde los caudales ecológicos mínimos o presencia de nivel saturadosuficienteen relación con acuíferos menoresasociados aformaciones superficiales de alta montaña, donde una flora y fauna singular dependen del régimen de humedad adecuado del suelo en formaciones que verdaderamente constituyen un acuífero en cuanto a su funcionamiento, balance y régimen de descarga; si bien de muy escasa entidad (formaciones de césped almohadillado/borreguiles, formaciones periglaciares en suelos, depósitos glaciares de till y fluvioglaciares).
Reglamento de Planificación Hidrológica Art. 18. Caudales ecológicos • El Plan hidrológico determinará el régimen de caudales ecológicos en los ríos y aguas de transición definidos en la demarcación, incluyendo también las necesidades de agua de los lagos y de las zonas húmedas. • Este régimen de caudales ecológicos se establecerá de modo que permita mantener de forma sostenible la funcionalidad y estructura de los ecosistemas acuáticos y de los ecosistemas terrestres asociados, contribuyendo a alcanzar el buen estado o potencial ecológico en ríos o aguas de transición. Para su establecimiento, los Organismos de cuenca realizarán estudios específicos en cada tramo de río. Alberca de almacenamiento para riego
El proceso de implantación del régimen de caudales ecológicos se desarrollará conforme a un proceso de concertación que tendrá en cuenta los usos y demandas actualmente existentes y su régimen concesional, así como las buenas prácticas.
En caso de sequías prolongadas podrá aplicarse un régimen de caudales menos exigente siempre que se cumplan las condiciones que establece el artículo 36 de este Reglamento sobre deterioro temporal del estado de las masas de agua. Esta excepción no se aplicará en las zonas incluidas en la Red Natura 2000 o en la lista de humedales de importancia internacional de acuerdo con el Convenio de Ramsar. En estas zonas se considera prioritario el mantenimiento del régimen de caudales ecológicos, aunque se aplicará la regla sobre la supremacía del uso para abastecimiento de poblaciones.
En la determinación del flujo interanual medio requerido para el cálculo de los recursos disponibles de agua subterránea se tomará como referencia el régimen de caudales ecológicos calculado según los criterios definidos en los apartados anteriores.
REFERENCIAS A LA NECESIDAD DE ABORDAR ESTE TIPO DE ACTUACIONES EN EL PLAN HIDROLÓGICO DEL RÍO GUADALQUIVIR (DIRECTRICES). Usos ecológicos (3.5.1) Se establece el principio de que parte del agua disponible debe destinarse a asegurar el mantenimiento de un caudal ecológico mínimo en los ríos, y mantenimiento de zonas húmedas que asegure la permanencia de la biota preexistente, sin notorio deterioro ambiental. (3.1.1.1)
En principio, sin menoscabo de lo anteriormente indicado, el caudal ecológico mínimo se fija provisionalmente igual al 35% del caudal medio (3.5.1.2) Se realizará un estudio, durante el primer cuatrienio de vigencia del Plan de caudales ecológicos por tramo de río en función de las características del mismo que incluya programas hidrogeológicos que establezcan las relaciones río-acuífero en base a las características, dimensiones y variaciones en sección de la estrecha franja aluvial sobre la que discurre el cauce, que garanticen la conservación del ecosistema y permita la reproducción de las comunidades piscícolas. El resultado de dicho estudio irá corregido con los Sectores y Administración implicados los valores obtenidos por la fórmula empírica de la Directriz anterior en las sucesivas revisiones del Plan Hidrológico de Cuenca. (3.5.1.3) Comunidad de apio silvestre
El Organismo de Cuenca realizará un estudio de zonas húmedas en el cual se evaluará las necesidades hídricas de las mismas y sus resultados se irán incorporando a la demanda ecológica de la cuenca de las sucesivas revisiones del Plan Hidrológico de Cuenca. (3.5.1.4) Se considera, entre otras actuaciones, como apoyo al mantenimiento de especies vegetales autóctonas y conservación de biota preexistente, la realización de estudios que determinen el papel de la recarga subsuperficial sobre formaciones geológicas recientes en sectores de humedales. (3.5.1.5)
Recreo y protección (3.5.3) Se fomentarán acciones de embellecimiento, mejora sanitaria y posible utilización con fines recreativos, de terrenos de dominio público cercanos a las márgenes de los ríos, incluyendo investigaciones relativas a la recuperación de manantiales para aprovechamiento recreativo. (5.5.3.1) El caudal ecológico debería configurarse como la segunda prioridad. Para ello se debe definir correctamente límites estrictos de su cuantía. (4.5) Cerraja de agua (Sonchus aquaatilis), una planta adaptada a rezumes y roquedos donde abunda agua clara y sin contaminación
PROPUESTA DE UNA METODOLOGÍA DE CÁLCULO QUE ESTIME EL PESO Y LA IMPORTANCIA, TANTO CUANTITATIVA COMO CUALITATIVA DE LA COMPONENTE SUBTERRÁNEA DEL CICLO HÍDRICO, EN LOS CAUDALES ECOLÓGICOS O MEDIOAMBIENTALES QUE HAN DE PASAR POR UN CIERTO PUNTO O ALIMENTAR A UN DETERMINADO ECOSISTEMA HÍDRICO. 2007-2009. Objetivo Se procederá a determinar una metodología matemática de cálculo, que se acompañará de su correspondiente programa informático, fundamentada en criterios hidrogeológicos y medioambientales, que incluirán modelos de mezcla de aguas (superficial, subterránea, residual, regenerada, etc.), que será capaz de determinar la influencia cuantitativa y cualitativa, tanto espacial como temporalmente, de la componente subterránea del ciclo hídrico en un determinado caudal ecológico o medioambiental. El método tendrá como objetivo optimizar la gestión de los recursos hídricos dentro de un contexto que contemple un uso sostenible del agua, incluso priorizando el uso medioambiental del agua por encima del abastecimiento urbano, siempre que esto sea posible.
ESTABLECIMIENTO DE CAUDALES ECOLÓGICOS, A NIVEL EXPERIMENTAL, EN DOS SECTORES DE CAUCE RELACIONADOS CON DRENAJES SUBTERRÁNEOS EN CABECERA DE CUENCA. Objetivos El desarrollo metodológico a nivel experimental que permita el establecimiento y la conservación de caudales ecológicos mínimos en dos cauces fluviales relacionados con drenajes subterráneos de cabecera de cuenca. Marco geográfico El proyecto se propone desarrollar a nivel experimental en los ríos Alhama (hasta el Balneario) y en el Río Trevélez en los tramos reconocidos con objetivo de calidad para abastecimiento A1 y salmonícola. Así el proyecto que se propone tiene por objetivo garantizar caudales ecológicos aceptables en cantidad y calidad, objetivo imprescindible dada la potencial degradación de estos tramos y acorde con la reciente Directiva Marco del Agua.
Tareas a desarrollar Caracterización hidrogeológica de los aluviales de los ríos mencionados en sectores de especial interés ecológico. Actualización de explotaciones subterráneas en la franja aluvial y análisis de derivaciones para riego a lo largo del año. Determinación de salidas preferentes, zonas ganadoras, evolución de caudales a lo largo de un año hidrológico. Determinación de la presencia de potenciales focos de contaminación (retornos de riego, fosas sépticas, ARU, etc). Análisis de la calidad del agua a lo largo de 1 año hidrológico por tramos de cauce (12 puntos) en función de la presencia de focos potenciales de contaminación y de la calidad natural. Comparación de contenidos hidroquímicos con la presencia de indicadores ambientales en el agua. Análisis metodológico para la evaluación en tramos preferentes de cauces, de caudales ecológicos, considerando tanto los aspectos bióticos como abióticos (2 Subcuencas). Recomendaciones para el mantenimiento de caudales ecológicos mínimos en cantidad y calidad.