260 likes | 534 Views
Período de 1946 a 1960. El punto teórico principal es LA ENVIDIA PRIMARIA , que Klein formula en 1957. Se refuerza así el aspecto constitucional de su teoría. Su obra póstuma, Relato del psicoanálisis de un niño (1961), donde reconstruye el caso Richard . Período de 1946 a 1960.
E N D
Período de 1946 a 1960 • El punto teórico principal es LA ENVIDIA PRIMARIA, que Klein formula en 1957. Se refuerza así el aspecto constitucional de su teoría. • Su obra póstuma, Relato del psicoanálisis de un niño (1961), donde reconstruye el caso Richard.
Período de 1946 a 1960 • Identificación proyectiva • Autoerotismo y narcisismo • Envidia primaria - Reparación
En este caso se observa los fundamentos de la técnica kleiniana: • análisis de las fantasías centrado en las angustias predominantes de la sesión, • acceso al material profundo inconciente a través de la interpretación de la transferencia positiva y negativa, manifiesta y latente; • interpretación sistemática de las relaciones de objeto que se van expresando en la sesión a través del juego y las asociaciones libres de los pequeños pacientes.
Muchos autores, principalmente de la psicología del yo, reconocen a Melanie Klein el gran aporte que significó para el psicoanálisis el acento que ella puso en la agresión humana, sobre todo para la comprensión de las patologías graves, psicótica y borderline. En cambio, no están de acuerdo, como veremos en el capítulo de discusión de la obra de Klein, cuando ella considera que la existencia de los impulsos agresivos se debe a la pulsión de muerte.
Freud y Abraham supusieron que la libido evoluciona a través de pasos progresivos a los que llamaron fases de organización libidinal. • El modelo tiene una indudable raigambre darwiniana, toma como punto de partida que dicha progresión libidinal está dirigida por la sucesión de etapas biológicas de maduración. Las zonas erógenas oral, anal y fálico-genital son el centro respectivo de cada una de estas fases.
Melanie Klein, interesada en estudiar los períodos preedípicos del desarrollo mental, cambia bien pronto el concepto de fases libidinales al afirmar que en los niños pequeños observa una mezcla de pulsiones orales, anales y genitales que se superponen desde las primeras relaciones de objeto.
Se aleja así de la idea de fase libidinal como unidad de desarrollo en un sentido cronológico y la reemplaza tiempo después por la idea de posición como un concepto más dinámico y menos aferrado a la biología.
Decir que los impulsos orales están mezclados precozmente con los genitales implica también adelantar la triangulación edípica a estadios pregenitales del desarrollo. De aquí surge la idea de complejo de Edipo temprano, donde la sexualidad contiene agresión. Esto produce sentimientos de culpa. Las reacciones de ansiedad, dolor y culpa se relacionan también con la idea del superyó temprano.
Los impulsos agresivos -pregenitales- se expresan, desde el comienzo de la vida, a través de fantasías inconcientes que están dirigidas hacia el cuerpo de la madre. Este es un primer espacio que puede ser diferenciado en forma primitiva por el bebé y representa para él el mundo externo. El niño tiene deseos de penetrar en dicho cuerpo y atacarlo sádicamente.
En los tratamientos de niños neurótico s y psicóticos, Klein describe una gran variedad de fantasías inconcientes. El juego infantil es una manera simbólica de elaborar fantasías y modificar la ansiedad.
El niño trata de dominar los peligros de su mundo interno desplazándolos al exterior y aumentando de esta forma la importancia de los objetos externos. El juego es como un puente entre la fantasía y la realidad; una manera para el niño de producir símbolos necesarios en el desarrollo mental.
Considera que es la ansiedad persecutoria con el cuerpo de la madre y su interior, por haberlo destruido con fantasías sádicas, lo que lleva al yo a buscar nuevos objetos en el exterior para calmar la ansiedad. Estos objetos a los que el niño desplaza su interés, toman para él un significado simbólico del cuerpo materno. Son las bases primitivas de la formación de símbolos y de las relaciones con el mundo externo y la realidad.
La profundización de este concepto se inicia con su trabajo al Congreso de Ginebra de 1955 y cristaliza en su libro ENVIDIA Y GRATITUD, publicado en 1957. • El concepto de envidia deriva de los trabajos acerca de la identificación proyectiva en su relación con el instinto de muerte y acerca de los estados confusionales.
Klein supone que la envidia y el instinto de muerte tienen en común algo esencial: ambos atacan la vida y las fuentes de la vida. La envidia primaria corresponde a las formas arcaicas y masivas de la identificación proyectiva, destinadas a ubicar en el objeto la destructividad propia que está amenazando al yo. Implica no sólo la introyección destructiva propia de la voracidad sino también una modalidad destructiva de la identificación proyectiva.
Supone el ataque sádico-anal y sádico-uretral al pecho bueno y a la capacidad creadora de la madre y se relaciona con lo que podríamos llamar ira narcisista ante la percepción de que el objeto tiene algo valioso. • Se diferencia de los celos por cuanto surge en una relación dual con un objeto parcial.
La envidia es el sentimiento enojoso contra otra persona que posee o goza de algo deseable, siendo el impulso envidioso el de quitárselo o dañarlo. Además la envidia implica la relación del sujeto con una sola persona y se remonta a la relación más temprana y exclusiva con la madre. Los celos están basados sobre la envidia, pero comprenden una relación de por lo menos dos personas y conciernen principalmente al amor que el sujeto siente que le es debido y le ha sido quitado o está en peligro de serlo por su rival.
Klein reconstruye el concepto a partir de la transferencia, especialmente la reacción terapéutica negativa, en la que considera que tiene gran importancia la envidia y las defensas contra la misma. Considera que su intensidad depende en gran medida de factores constitucionales (intensidad del instinto de muerte en relación al de vida). • Es un sentimiento que daña la capacidad de gozar pues no permite la seguridad en el establecimiento del objeto interno bueno. La envidia al pecho nutricio estaría en la base de otras modalidades, como ser la envidia al pene. Tiene suma importancia en la patología de las posiciones, aportando a la génesis de los estados confusionales: al atacar al objeto bueno lo convierte en malo mediante la fragmentación y la proyección. • Su contrapartida es el sentimiento de gratitud, derivado de la capacidad de amar y de la elaboración de la ansiedad depresiva.
ENVIDIA • Actúa desde el nacimiento • Afecta fundamentalmente las primeras experiencias del bebe • Hay que diferenciar: Envidia - Celos - Voracidad
Celos • Se basan en el amor y su objetivo es poseer al objeto amado y excluir al rival. • Corresponde a una relación triangular. • Pertenece a una época de la vida en que se reconoce y diferencia claramente a los objetos • Relación de objeto total
Envidia • Relación de dos partes • El sujeto envidia al objeto por alguna posesión o cualidad. • Se experiencia esencialmente en función de objetos parciales.
Voracidad • El objetivo es poseer todo lo bueno que pueda extraerse del objeto, sin considerar las consecuencias. • Esto puede tener como resultado la destrucción del objeto. • El fin es adquirir lo bueno a toda costa
En la envidia el objetivo es ser uno mismo tan bueno como el objeto, pero cuando esto se torna imposible, el objetivo se convierte en arruinar lo bueno que posee el objeto para suprimir la fuente de envidia. • Es este aspecto dañino de la envidia lo que la hace tan destructiva para el desarrollo, pues convierte en mala a la fuente misma de todo lo bueno , de la que depende el bebe, y por ende impide la realización de buenas introyección.
Reparación • Mecanismo, descrito por Melanie Klein, en virtud del cual el sujeto intenta reparar los efectos de sus fantasmas destructores sobre su objeto de amor. Este mecanismo va ligado a la angustia y a la culpabilidad depresivas: la reparación fantasmática del objeto materno, externo e interno, permitiría superar la posición depresiva asegurando al yo una identificación estable con el objeto benéfico.
El concepto de reparación forma parte de la concepción kleiniana del sadismo infantil precoz, que se traduce por fantasmas de destrucción, de despedazamiento, de devoramiento, etc. • La reparación va ligada esencialmente a la posición depresiva, que aparece simultáneamente con la relación al objeto total. • En respuesta a la angustia y a la culpabilidad inherentes a esta posición, el niño intenta mantener o restablecer la integridad del cuerpo materno.
Distintas fantasías actualizan esta tendencia a reparar «el desastre producido por su sadismo»: preservar el cuerpo materno de los ataques de los objetos «malos», reunir los fragmentos esparcidos, devolver la vida a los que se había matado, etc. • Devolviendo así al objeto de amor su integridad y suprimiendo todo el mal que se le ha causado, el niño se aseguraría la posesión de un objeto plenamente «bueno» y estable, cuya introyección refuerza su yo. • Así, pues, las fantasías de reparación poseen una función estructurante en el desarrollo del yo.