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“LA FUERZA DE LA RAZÓN”. Un tema filosófico para meditar en medio de un bello escenario natural y arrullado por un estupendo y melodioso marco musical. “No solamente existe la Historia del Arte, sino también el Arte de la Historia”.
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“LA FUERZA DE LA RAZÓN” Un tema filosófico para meditar en medio de un bello escenario natural y arrullado por un estupendo y melodioso marco musical. “No solamente existela Historia del Arte, sino también el Arte de la Historia” Una presentación de Francisco Arámburo Salas.= Los invito a continuar =
Vean, escuchen y admiren... ¡Disfrútenla! El Lago de los Cisnes La genial y dramática música de Peter Tchaikovsky en...
Peter Ilich Tchaikovsky, músico ruso (1840-1893). La música que se presenta aquí es una de las partes más dramáticas del ballet y corresponde a la escena del encantamiento. El Lago de los Cisnes aquí mostrado se encuentra en Salt Lake City, Utah (USA)
NADA hay tan poderoso como la RAZÓN. Nada ni nadie se puede oponer a quien obra al amparo de la Ley, que es la justicia erigida en norma. Y tanto la Ley como la Justicia se basan en la Razón. De ahí la trascendencia de tan importante trilogía.
Por algo el mundo rompió sus cadenas y salió del Oscurantismo entrando triunfante en La Ilustración (también conocida como El Siglo de las Luces y La Edad de la Razón). ¡Nombres muy bien puestos! “Un cisne es la gracia en movimiento”
Y aquí es importante citar que este movimiento no se inició en un principio en forma violenta, sino debido e inspirado por la poderosa fuerza del pensamiento de un puñado de hombres insignes, que fueron los Enciclopedistas Franceses del Siglo XVIII Voltaire DiderotMontesquieu Rousseau
Estos extraordinarios pensadores escribieron y publicaron su filosofía en 35 volúmenes en 1751. Su título completo es Diccionario Razonado de las Ciencias, de las Artes y de Materias Sociales. Sus conceptos fueron leídos, razonados y comentados por todos los ciudadanos de la época, y despertó vivamente su conciencia. La toma de la Bastilla (e inicio de la Revolución Francesa) fue en 1789. Es seguro, entonces, que ésta fue la consecuencia de la nueva filosofía.
Los franceses por fin habían reaccionado, abierto los ojos y decidido actuar. Parecen haber dicho... ¡Ya basta!
De hecho, la caída de los reyes de Francia fue tan importante que cambió el curso de la Historia. 14 de Julio de 1789 A partir de ese día la Época Moderna quedaba atrás y se iniciaba la Época Contemporánea. Toma de La Bastilla
Sí. La Revolución Francesa triunfó y rodaron las cabezas reales ante el estupor del mundo. ¡Nadie hubiera imaginado siquiera que podría suceder! Estatua ecuestre de Luis XIV, símbolo del poder absoluto. Su criterio era: “El Estado soy Yo” Al fondo, el Palacio de Versalles.
La Historia, insigne maestra de la humanidad, nos enseña provechosas lecciones. No se puede ir en contra de los principios básicos del ser humano, por los cuales miles de vidas han sido inmoladas en aras de su conquista. La guillotina, en este caso extremo, hizo temblar los cimientos de todos los regímenes absolutistas de la época, y propició el gran cambio constitucional que priva hoy en día.
El mundo había aprendido la lección. El poder se basa en la voluntad del pueblo, y existirá mientras los ciudadanos estén conformes... o luchen por lograr su cambio. De otra manera no podrá persistir
También cayeron GengisKahn, los emperadores romanos, los zares de Rusia, Napoleón, Hitler, el Sha de Irán y otros monarcas y emperadores poderosos, aquellos que no atendieron los gritos del pueblo y pretendieron perpetuarse en el poder por la fuerza. Sus imperios, conquistados y sometidos por la fuerza, se derrumbaron estrepitosamente. Fueron abatidos y demolidos por algo más fuerte aun: lafuerza de la razón.
Toda fisura en la estructura social, por más leve que sea, puede propiciar la desaparición parcial o total del poder. No hay que olvidarlo.
Las ansias de libertad y de justicia son como un tren en marcha, una tormenta, un terremoto o una poderosa catarata: nadie puede detenerlos.
“No existe la Libertad, sino la búsqueda de la Libertad. Pero esa búsqueda es la que nos hace libres.” Carlos Fuentes
¡Cuántos reyes, monarcas, faraones, dictadores y tiranos cayeron por pretender ignorar tan elemental principio!
La inconformidad es como una caldera de vapor que genera energía y acumula presión hasta llegar a un límite. Entonces hierve y se convierte en rebeldía. Si no se abre la válvula a tiempo, la caldera estalla.
Una revuelta social es el estallido de una protesta general no atendida a tiempo. Es un almacén de pólvora al cual alguien le enciende la mecha. Y una vez en llamas, aunque se trate de apagar la conflagración, y aunque se encarcele y elimine al iniciador, la lucha continuará sin descanso hasta la consumación del anhelo.
Morelos fue fusilado; Madero asesinado; Gandhi y Luther King abatidos a tiros; Juana de Arco sacrificada en la hoguera; la cabeza de Hidalgo fue colgada en la Alóndiga de Granaditas. Asimismo Cuauhtémoc, Bolívar, José Martí y Garibaldi también cayeron, pero sus ideales no pudieron ser aplacados. La fuerza de la razón, emblema de su lucha, fue como un ariete tan poderoso que rompió toda oposición.
La Justicia, pues, tarde o temprano vence. Eso es inevitable. Cuando una causa es noble, digna, leal y justa, es seguro que triunfará, pues cuenta con el respaldo, el apoyo y el potente empuje de las mayorías. Esa es una clara e irrebatible verdad filosófica imposible de soslayar: no se puede someter a nadie por la fuerza.
Y quien pretenda ignorar este principio será arrastrado irremisiblemente en su inevitable caída. ¿Es necesario citar más ejemplos?
No hay duda alguna. Quien pretenda adueñarse por la fuerza de una nación, de un pueblo, de una empresa, de una institución, de un sindicato, de una asociación, aprovechando su poder, su posición, sus riquezas, su rango, sus armas o sus influencias, tarde o temprano será derrocado. Sólo es cuestión de esperar.
No se puede ir en contra de la voluntad de las mayorías, ni de la lógica, ni de la razón. Tal vez por un tiempo sí, pero no por siempre.
La sed de justicia es una fuerza tan poderosa que nada ni nadie podrá jamás detenerla. Sólo aguarden... y verán cómo caen. Pero también hay que darse cuenta que en la lucha pueden producirse severas injusticias de ambos lados. No hay que excederse.
La Historia misma en todas sus épocas así lo confirma
Y la Historia no miente, no hay que olvidarlo.
F i n TODOS debemos tenerlo presente Una realización de Francisco Arámburo Salas faramburo@aramburosuites.com