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El nacimiento de Jesús es Buena Noticia para toda la humanidad. Jesús no es monopolio de nadie. Texto: Mateo 2, 1-12. Epifanía de Jesús –B-. 6-1-12 Comentarios y presentación: M.Asun Gutiérrez. Música: Adeste fideles.
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El nacimiento de Jesús es Buena Noticiapara toda la humanidad. Jesús no es monopolio de nadie. Texto: Mateo 2, 1-12. Epifanía de Jesús –B-. 6-1-12 Comentarios y presentación: M.Asun Gutiérrez. Música: Adeste fideles.
1 Jesús nació en Belén, un pueblo de Judea, en tiempo del rey Herodes. Por entonces unos sabios de oriente se presentaron en Jerusalén, 2 preguntando:–¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Hemos visto su estrella en el oriente y venimos a adorarlo. Jerusalén Los sabios, personas inquietas y buscadoras, demuestran que quienes miran llegan a ver y que quienes buscan consiguen encontrar. Representan una sabiduría poco común: la de quienes saben leer los signos de los tiempos y entienden que la salvación de la humanidad no está en la prepotencia y el poder, sino en la sencillez, la ternura y la bondad. ¿Dónde está Jesús? ¿Qué respondo? ¿Qué “estrellas” sigo en mi camino? En mi ambiente familiar, laboral, de amistad... ¿Soy “estrella” que conduce a Jesús? ¿Veo la cantidad de signos y mensajes que Jesús me envía para que lo descubra y lo manifieste?
3 Al oír esto, el rey Herodes se sobresaltó y con él toda Jerusalén.4 Entonces convocó a todos los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. 5 Ellos le respondieron:–En Belén de Judea, pues así está escrito en el profeta:6Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres, ni mucho menos, la menor entre las ciudades principales de Judá; porque de ti saldrá un jefe, que será pastor de mi pueblo, Israel. Belén Las personas poderosas se sienten perseguidas y amenazadas, temen perder sus seguridades, su poder, su sillón y su palacio, y actúan con miedo y a la defensiva. Les hacen temblar las personas buscadoras de la verdad y de la luz.Los paganos, aunque no conocen las Escrituras, están atentos a las señales del cielo. Herodes y sus consejeros, que sí las conocen, no descubren a Jesús en ellas ni quieren encontrarlo.¿Vivo mi fe como costumbre y falsa seguridad o como camino y búsqueda?
7 Entonces Herodes, llamando aparte a los sabios, hizo que le informaran con exactitud acerca del momento en que había aparecido la estrella, 8 y los envió a Belén con este encargo:–Id e informaos bien sobre ese niño; y, cuando lo encontréis, avisadme para ir yo también a adorarlo. El relato de los magos, exclusivo de Mateo, nos ayuda a comprender que al misterio de Dios se llega también por caminos diferentes al religioso.Los magos, Herodes y los escribas nos muestran las distintas formas de actuar que tenemos las personas ante una misma señal; diferentes actitudes que reflejan los deseos, las ilusiones, los sentimientos, las ambiciones... que tiene cada persona. Los magos sienten alegría, se ponen en camino, reconocen a Jesús y le adoran. Herodes, los sumos sacerdotes y los maestros de la ley se inquietan ante la noticia, actúan ladinamente y planean la muerte del Niño.
9 Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y la estrella que habían visto en oriente los guió hasta que llegó y se paró encima de donde estaba el niño. 10 Al ver la estrella, se llenaron de una inmensa alegría. En su largo y laborioso camino buscan, ven, se cuestionan, creen, adoran, ofrecen, se transforman... El deseo de la verdad y de la luz ponen en movimiento para buscar, descubrir y manifestar a Jesús. Quien se cree en posesión de la verdad no siente la necesidad de buscarla. Ponerse en camino supone desprendimiento, salir de un@ mism@, dejar seguridades, desinstalación, superar miedos, aceptar la sorpresa y la novedad.Para encontrar a Jesús es necesario ponerse en camino. Encontrarlo es la mayor alegría.
11 Entraron en la casa, vieron al niño con su madre María y lo adoraron postrados en tierra. Abrieron sus tesoros y le ofrecieron como regalo oro, incienso y mirra. Al encontrar lo que buscan, los magos sienten necesidad de adorar. La verdadera adoración no es un signo externo, es “en espíritu y en verdad”, supone un compromiso y una entrega radical. La adoración conlleva la ofrenda de unos dones... Los magos ofrecen al Niño todo lo que tienen, se ofrecen a sí mismos, con actitud de respeto, admiración y silencio. Adorar, descubrir la cercanía y la bondad de Dios, sentir alegría y agradecimiento, reconocer el misterio, son actitudes propias de toda persona creyente ante Dios. ¿Forma parte de mi vida la búsqueda, la admiración, la contemplación, la alegría, el agradecimiento? ¿Qué “regalos” ofrezco a Jesús y a l@s demás?
12Y advertidos en sueños de que no volvieran donde estaba Herodes,regresaron a su país por otro camino. El encuentro con Jesús les hace cambiar de camino. Símbolo de conversión interior. Recorren caminos nuevos porque son personas nuevas. Es el cambio de vida que abre la fe. Ya no necesitan el poder de Herodes ni el saber de los escribas. Han experimentado la inmensa alegría del encuentro con una Persona que dará un nuevo sentido a su vida, a todo lo que hagan y les suceda en el futuro. Encontrar a Jesús cambia la vida. Esa puede ser la consecuencia de nuestra búsqueda y encuentro con Él: la transformación de nuestras vidas.La capacidad de tomar otro camino.
Un nuevo reloj Hoy me he encontrado en las manos con tus regalos, Señor:nueva vida, nuevo tiempo, nueva lluvia, nuevo sol...Por eso, para este tiempo que estreno con ilusión, quiero, Señor, y te pido también un nuevo reloj.Un reloj que mida el tiempo como lo mide tu amor;que se pare cuando lleguen las personas a mi rincón, para escuchar, compartiendo, alegrías y dolor.Una reloj que me sitúe la mente y el corazón en el momento presente, que es tu momento, Señor, en el quehacer cotidiano, que es lugar de encarnación.Un reloj que mida el tiempo con tu paciencia, Señor:con el ritmo y la medida universal del amor; despertador de rutinas, vigilante, ayudador;que nunca mida la entrega del tiempo y del corazón.Con la vida, con el tiempo que hoy me regalas, Señor,para darme sin medida, espero un nuevo reloj.Elvira Martínez