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desarrollo psicosexual: consideraciones generales. Ps. José Riquelme Bascuñán Policlínico de Psiquiatría - Hospital Puerto Montt. Introducción.
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desarrollo psicosexual:consideraciones generales Ps. José Riquelme Bascuñán Policlínico de Psiquiatría - Hospital Puerto Montt
La adolescencia es caracterizada como una etapa de “crisis” en el ciclo vital humano debido a los severos cambios anatómicos, fisiológicos y emocionales que viven los adolescentes al tener que adaptarse a nuevas normas sociales. Así, la adolescencia sea la etapa más vulnerable del ciclo vital.
Muchos de éstos cambios son de orden sexual, manifestándose en conductas, afectos y pensamientos como el aumento de la curiosidad por temas sexuales, del deseo sexual y de las sensaciones especiales que los acompañan.
Este periodo se define por la afirmación de la individualidad, es decir, de la diferenciación de una persona ante los demás.
En este proceso de individualización juegan un rol importante la interacción social, dado que es el contexto natural del desarrollo humano, y la satisfacción de necesidades básicas.
Es importante tener presente que la sexualidad infantil se diferencia de la sexualidad adolescente y el adulto en que la primera tiene diversas zonas erógenas que le sirven de soporte,
sin que se instaure en modo alguno la primacía de una de ellas o una elección de objeto, mientras que la sexualidad adolescente y adulta se organiza bajo la primacía genital.
Infancia Es la infancia una época clave de la vida, en la cual se configuran todos los resortes afectivos e intelectuales del individuo, de cuyo correcto desarrollo depende buena parte del éxito o fracaso posterior de cada individuo en su proyecto vital.
Adolescencia Adolescencia es un periodo del ciclo vital humano caracterizado por la aparición de características sexuales secundarias, una evolución de los procesos psicológicos y modos de identificación del comportamiento y una transición de un estado de total dependencia a uno de dependencia relativa.
Este periodo se define por la afirmación de la individualidad, es decir, de la diferenciación de una persona ante los demás.
En este proceso de individualización juegan un rol importante la interacción social, dado que es el contexto natural del desarrollo humano, y la satisfacción de necesidades básicas, estado que le permitirá cumplir estas tareas.
Desarrollo Psicosexual • Teniendo en cuenta esto, Freud advirtió que en el desarrollo de nuestra personalidad lo que hay es un desarrollo de nuestros objetos sexuales. A medida que nos desarrollamos variamos el objeto al que dirigimos nuestra personalidad. Así distingue varias etapas
Fase oral (0 -2 años) En esta fase, el placer sexual se produce en la boca y los labios. Durante este período coinciden el instinto sexual y el de autoconservación, porque el hecho de chupar sirve para satisfacer el hambre al mamar. La tarea a superar para la fase oral es el destete; el destete significa para los niños pequeños la ruptura de un vínculo fundamental con la madre.
Fase anal (2 – 3 años) La zona erógena está relacionada con el ano, el control de la expulsión de los excrementos y el control de los esfínteres. La tarea a superar en esta fase es el control de los esfínteres; la gratificación exigida por el ello es obtenida a través de la retención – expulsión.
Fase fálica (3 - 5 años) La zona erógena está centrada en los órganos genitales, tanto en los niños como en las niñas. El factor más destacable de esta etapa es la aparición del llamado complejo de Edipo. Freud cree que todos los niños, en este período, sienten un deseo erótico hacia su madre y ven al padre como un rival.
Latencia (6 – 12 años) Es el período en el cual disminuye el interés sexual del niño. Al mismo tiempo se interiorizan las prohibiciones paternas y se va conformando el super yo. En esta etapa, los niños y las niñas generalmente juegan separados y muestran poco interés por el otro sexo.
Etapa genital (12 - ) En esta fase, el deseo sexual se independiza por completo de los padres y se llega a la madurez sexual que coincide con la madurez plena. El objeto de deseo se coloca en personas diferentes a nosotros y a nuestra familia, si bien, siguen influyendo en nuestros deseos todos los elementos que han conformado nuestra personalidad a lo largo de las distintas etapas.
Etapa genital En esta etapa se manifiesta un gran interés por la sexualidad ya que los individuos aprenden a enfocar y dirigir de manera adulta sus deseos sexuales.
Etapa genital Coincide con una serie de cambios hormonales y fisiológicos. Las tendencias amorosas combinan todos los elementos del deseo erótico: la ternura, la sensualidad, el afecto, el cariño y la búsqueda del placer genital.
La forma en que los adolescentes visten, hablan y pasan el tiempo libre ha variado considerablemente en los últimos años orientándose a ser lo más “sexuales” que puedan ser, tal vez debido a la gran cantidad de información de naturaleza sexual que inunda su vida cotidiana, especialmente por parte de los medios de comunicación.
En palabras de Heaven (2001) “vivimos en una epoca bombardeada por material e información de naturaleza sexual… material sexualmente explícito, no disponible una o dos generaciones atrás, ahora se obtiene gratuitamente… las normas sociales sobre la vivencia de la sexualidad han cambiado rapidamente…”
Actualmente existen prácticas emergentes representativas de este cambio en los roles sexuales y de genero como la música (reggaeton y el perreo), estilizado al máximo por la industria discográfica, y la modificación corporal, por un lado las cirugías estéticas, y por otro los tatuajes y el piercing.
Estas prácticas se constituyen en códigos sociales que afianzan en los adolescentes sus procesos de identidad y median el reconocimiento y aprobación social de sus pares, asimismo son expresiones de libertad y decisión sobre el propio cuerpo altamente valoradas por ellos (Quiñones, 2000).
Diversos autores parten del hecho que los adolescentes, lejos de sentir temor ante las relaciones sexuales, las asumen como una necesidad a satisfacer en sus vidas (Arias & Aramburú, 1999; Heaven, 2001). A partir de esto es posible pensar que la actividad sexual en los adolescentes se ha convertido en una norma, como si fuera una moda.
Algunas investigaciones han señalado que la mayor liberalidad en las relaciones sexuales, el inicio sexual más temprano y el incremento del comportamiento riesgoso ocurridos en las últimas décadas se ha asociado positivamente con el aumento de los embarazos en adolescentes (OPS & OMS, 2001).
Durante la adolescencia, la sexualidad surge con fuerza como parte del impulso hacia la madurez física y emocional, luego de haber permanecido latente en los años medios y finales de la infancia.
Los adolescentes empiezan a desarrollar una escala y un código de valores propio, teniéndose como principales influencias a los padres, colegio, medios de comunicación social y, sobre todo, al grupo de pares
El comportamiento sexual es una expresión conductual de la sexualidad personal donde el componente erótico es el más evidente, operacionalmente Kinsey lo definió como el “comportamiento que conduce al orgasmo”.
lo que supuestamente lo diferenciaba de los componentes subjetivos de la sexualidad y permitía una dimensionalización precisa: masturbación, sueños sexuales, caricias, coito, actividades homosexuales y contactos animales (Katchadourian, 1998).
Esta definición clásica es asumida desde una visión cognitiva - conductual contemporánea como “cualquier conducta cuya consecuencia sea la obtención de las respuestas autonómicas de excitación u orgasmo” (Pittaluga & Quintana, 2000; p. 147)
Lo erótico puede concebirse como “aquello relativo al estímulo del deseo o tendiente al placer sexual” y el orgasmo como “la etapa más intensa (climax) de la excitación sexual acompañada de sensaciones en extremo placenteras”.
La sexualidad es una expresión humana amplia y circunscrita del ser humano, se la define como una dimensión humana basada en el sexo que involucra género, identidades de sexo y género, orientación sexual, erotismo, vinculación afectiva y amor, y reproducción.
La sexualidad es una confluencia de factores (biológicos, psicológicos, culturales, éticos, entre otros) que permite a las personas construir su identidad y establecer redes sociales y afectivas;
es decir, tendría un componente intrapersonal, referido al individuo, y uno relacional o psicosocial, referido a las relaciones sociales.
Sobre el comportamiento sexual este se resume en lo siguiente: • Fantasías y deseos • Caricias • Atracción y búsqueda de pareja • Coito
Itinerario sexual (Sexual timetable) Los adolescentes llegarían al coito de manera progresiva, primero practicarían besos y abrazos, luego pasarían de un petting (caricias corporales) suave a uno más intenso, y finalmente, el coito. Sea cual sea el camino seguido los estudios tienden a mostrar que el inicio sexual llega de forma no planificada.
Motivos para el inicio sexual Los motivos son un elemento importante en el inicio sexual ya que reflejan la existencia de planificación y libre voluntad. Mesa, Barella & Cobeña (2004) señalan que entre adolescentes españoles el principal motivo para iniciarse sexualmente sería el deseo y luego el enamoramiento.
Intimidad Quintana (2002) señala que el 45% de mujeres jóvenes que encuestó señalaron hablar con su pareja sobre el placer que experimentan en tanto sólo una de cada cinco señala pedir a su pareja que le acaricie alguna parte del cuerpo en especial.
Satisfacción sexual Un estudio con población adolescente venezolana informa que la mayoría de varones evaluaron como satisfactoria su primera relación sexual disminuyendo la satisfacción en las relaciones posteriores; por el contrario, la satisfacción de las mujeres sería mayor en las posteriores (Gómez, 2000).
Clase 1 (“Modernos sexopositivos”): Mayormente jóvenes varones con un elevado nivel de estudios y altas expectativas de futuro. Tienen una amplia experiencia sexual, incluyendo prácticas buco-genitales. Son practicantes usuales y satisfechos de la masturbación.
Su primer coito fue con una amiga a iniciativa de ellos y les resultó satisfactorio. Usan preservativos frecuentemente y rara vez recurren al “coitus interruptus”, lo que se condice con su alta asertividad contraceptiva y su declaración de no tener problemas para conseguir MAC.
Clase 2 (“Tradicionales estereotipados”): También está compuesta mayormente por varones pero de menor nivel educativo. Comparte con la clase anterior la experiencia y la edad de inicio sexual. Tienen una alta iniciativa sexual, no necesitan querer a una persona para sostener relaciones con ella y valoran en demasía la penetración en el coito.
Usan condón ocasionalmente, siendo más popular el “coitus interruptus”, lo que es consistente con su actitud negativa hacia los MAC y sus bajas autoeficacia y asertividad contraceptiva, además de su bajo conocimiento en materia sexual, mayormente obtenido por medio de amigos.
Clase 3 (“Tradicionales estereotipadas”): Compuesta mayormente por mujeres jóvenes (15-16 años) que se consideran religiosas practicantes. Mantuvieron su primer coito con su pareja, que fue quien tuvo la iniciativa, experiencia que les resultó desagradable y les generó sentimientos de culpa, lo que se mantiene hasta el momento.
Rechazan sus propios impulsos eróticos y valoran poco el coito. Practican con frecuencia el “coitus interruptus” y usan muy esporádicamente algún MAC. Poseerían una escasa asertividad contraceptiva y consideran tener altas posibilidades de quedar embarazadas.