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NOTAS IMPORTANTES Cuando los esfuerzos de reanimación intrauterina son insatisfactorios para resolver la intolerancia fetal al trabajo de parto, el parto debe realizarse en forma inmediata. Las opciones, que dependen de la situación clínica comprenden el parto vaginal intraoperatorio o la cesárea. Si se opta por la cesárea, se recomienda que el lapso entre la toma de decisión hasta la incisión sea menor de 30 minutos, sin embargo se ha demostrado que el no lograr este objetivo, no conlleva un pronóstico negativo mensurable para el recién nacido. (Lindsay MK. Reanimación intrauterina del feto afectado. Clínicas de Perinatología. 1999 Sep; 26(3): 571-587). La administración de oxígeno puro a la madre produce un aumento de la presión parcial del gas en los tejidos del feto. Generalmente la PO2 en los tejidos fetales comienza a elevarse en el primer minuto de administración del gas a la madre y continúa aumentando en los 5 minutos siguientes, para luego decaer lentamente hasta niveles incluso inferiores a los basales, es por ello que se aconseja la administración discontinua, por períodos no mayores de 1 hora a 7 u 8 litros por minuto. Votta RA, Parada OH. Obstetricia. 5ta. Edición. Buenos Aires: Editorial López, 1992; Cap. 6.3:547-554).
INTERPRETACIÓN Con el Monitoreo Electrónico Fetal se ha podido detectar muy tempranamente el distress fetal y este resultado conlleva a decidir por una cesárea como refieren Mann and Gallant en 1969, que reportan el 16% de cesáreas por un distress fetal y el 28 y 24% en 1974 y 1977 respectivamente. Sin embargo, en 1978, la incidencia disminuye al 11.7%. En conclusión, la decisión por una cesárea va a depender de la interpretación correcta del Monitoreo Electrónico Fetal. ( Mann LI, Gallant J. Modern indications for cesarean section. Am J Obstet Gynecol. 1979 Oct 15; 135(4): 437-41).