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Domingo XXX del T.O. Año C. Si el afligido invoca al Señor, Él lo escucha. Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca, mi alma se gloría en el Señor; que los humildes lo escuchen y se alegren. Si el afligido invoca al Señor, Él lo escucha.
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Bendigo al Señor en todo momento,su alabanza está siempre en mi boca,mi alma se gloría en el Señor;que los humildes lo escuchen y se alegren.
El Señor se enfrenta con los malhechores para borrar de la tierra su memoria. Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus angustias.
El Señor está cerca de los atribulados, salva a los abatidos. El Señor redime a sus siervos, no será castigado quien se acoge a Él.
Lectio Los seis versículos que hoy proclamamos como salmo responsorial pertenecen al salmo 33. Es este uno de los “salmos alfabéticos” porque cada uno de sus versos comienza por una de las letras del alefato hebreo. Técnica literaria que no apreciamos, como es lógico, en la traducción castellana… Los estudiosos suelen dividir el salmo en dos grandes bloques: -los vv. 2-11: tienen un sabor experiencial, el orante narra y nos hace partícipes de su acción de gracias al Señor que lo libró de una grave tribulación y lo sacó de la prueba. -los vv. 12-23: tienen un carácter sapiencial y didáctico.
Meditatio La antífona o estribillo del salmo es un magnífico resumen de la lectura del Eclesiástico, y la liturgia nos invita a proclamarla o cantarla con convicción. Dios no es un Dios parcial, escucha y penetra las intenciones del corazón como una madre amorosa está atenta a los gestos de su hijo. Por ello, sabe ver detrás de las apariencias, detrás de nuestros discursos grandilocuentes (como el del fariseo del Evangelio), así como sabe descubrir detrás de una vida un tanto alejada, en cuanto a práctica religiosa se refiere, un corazón humilde y sincero como el del publicano.
Oratio Haz, Señor, que mi alma se gloríe siempre en Ti, no en mis logros (que al fin y al cabo son los dones que tú has puesto en mi), no en mis “cumplimientos” que muchas veces son interesados, mezclados con búsqueda de gloria humana. No. Tú sabes lo que soy y por ello mismo quedo admirado de tu amor. ¡Me has salvado tantas veces!... Sí, mi vida no es de grandes heroicidades ni de grandes tribulaciones pero, si abro bien los ojos, si estoy atento a tu presencia cada día, ¡de cuántas angustias me libras o me ayudas a superar viendo que en Cristo todas han sido vencidas!
Contemplatio “ Si el afligido invoca al Señor, Él lo escucha.” Muchos, Señor, (yo mismo alguna vez) hemos leído estas palabras pensando: “¿y el sufrimiento de tantos inocentes, los guetos, los campos de concentración, los “daños colaterales” que sufren los civiles en tantas guerras atroces…? ¿De veras, Dios escucha? Creo que es este más un problema de libertad humana que de soberanía de Dios. Cristo murió por nosotros en una Cruz, Él es el Afligido que invocó al Señor y, ciertamente, Dios lo escuchó resucitándolo al tercer día. Y esto es lo que celebramos hoy, domingo, fiesta semanal de la resurrección del Señor.
Actio No te olvides de clamar a Dios cuando estés afligido y de buscar su Rostro. Y, a la vez, sé providencia de Dios para tu hermano que sufre.