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El estudiante en la era digital Vivir, aprender, intervenir e innovar. El cuidado del aprendiente como eje del conversar matrístico virtual. Rubén Hernández Ruiz Andrea Leticia Ramírez Campos Universidad Veracruzana. El estudiante en la era digital Vivir, aprender, intervenir e innovar.
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El estudiante en la era digital Vivir, aprender, intervenir e innovar El cuidado del aprendiente como eje del conversar matrístico virtual Rubén Hernández Ruiz Andrea Leticia Ramírez Campos Universidad Veracruzana
El estudiante en la era digital Vivir, aprender, intervenir e innovar • Vida es aprender • Ecovirtualidad • Equidad de género • Conversación matrística • Cuidado del aprendiente rubhernandez@uv.mxandramirez@uv.mx
Vida es aprender “Aprendiente es un agente cognitivo (individuo, grupo, organización, institución, sistema) que se halla en proceso activo de estar aprendiendo, que lleva a cabo experiencias de aprendizaje”. Assman (2003) “[…] ‘estar vivo’ es sinónimo de estar interactuando, como aprendiente, con la ecología cognitiva donde se está inmerso […]”. Assman (2003) Ecología cognitiva es un concepto de Morin y Lévy, el cual implica formas de conocer y ambientación o climas propicios para vivencias del estar aprendiendo.
Vida es aprender “El organismo vivo y su medio ambiente forman una unidad indivisible porque, así como no hay vida sin nicho vital, tampoco hay conocimiento sin ecología cognitiva. En todo ser vivo se da la unidad entre los procesos vitales y los procesos de aprendizaje”. “[…] procesos de vida y procesos de aprendizaje son, en el fondo, la misma cosa”. “[…] la vida es, esencialmente, aprender […]” Assman (2003)
Ecovirtualidad “La unidad de supervivencia es el organismo más su entorno”. Bateson (1993) En ese entorno, aprende con la computadora como socio cognitivo. Jonassen “El organismo vivo y su entorno forman en cada momento, un solo sistema, y cualquier distinción acerca de las autonomías de los subsistemas dentro de ese sistema […] tiene que resaltar el carácter relativo de esas autonomías; es decir, los subsistemas existen sólo en cuanto coexisten dentro del conjunto de la dinámica del sistema”. Assman (2003)
Ecovirtualidad… Es es un nicho ecológico virtual, es un espacio de vida, porque uno también se manifiesta en la virtualidad, se está, se es en ella. En la virtualidad el ser humano conserva su integridad, no pierde elementos que lo constituyen. La intensidad con la que viva su presencialidad en la virtualidad dependerá de la interacción que desarrolle, a través de su expresión, en el espacio ecovirtual. En la interrelación se crea una compleja trama de referentes que provocan un acercamiento de seres que viven y conviven en la red y, en esa relación, se crean vínculos afectivos que permiten aceptar o rechazar al otro como legítimo otro.
Ecovirtualidad… Es en la virtualidad donde los interlocutores tambiénse expresan sintiendo y emocionándosecomo si estuvieran juntos, en la interacción aprenden y desarrollan sucondición humana. La calidad y calidez del contacto no la da la tecnología por sí misma, sino lainteracción que genere mediante el lenguaje. Se es en el lenguaje. Somos lenguaje. Maturana, (2004)
Ecovirtualidad… La Ecovirtualidad es un espacio equitativo de encuentro entre hombres y mujeres que aprenden/viven en la red. Ambos crean su nicho vital a partir de su propio organismo vivo y entorno: unidad de supervivencia. El acceso a esa forma de vida no está restringido. Una vez dentro de ese entorno bio-físico-digital, cada quien decide cómo vivirlo, hombres y mujeres crean su identidad y en su presencia, son creadores de su misma virtualidad. Ecovirtualidad es una dimensión de encuentro de seres. Encuentro con ellos mismos y con los otros.
Equidad de género Equivalente quiere decir iguales en la diferencia. “Igual valor para cada polo de una relación”. (Lagarde, 2005) Cada ser vale lo mismo, el valor es universal, la igualdad requiere semejanza, reciprocidad; sin embargo, la evolución y revolución de las culturas no lo ha hecho ver así. Históricamente el patriarcado ha impuesto la supremacía del hombre sobre la mujer. El patriarcado “valora la guerra, la competencia, la lucha, las jerarquías, la autoridad, el poder, la procreación, el crecimiento, la apropiación de recursos, y la justificación racional del control y de la dominación de los otros a través de la apropiación de la verdad” (Maturana, 1993)
Equidad de género… Estos valores han llevado a la destrucción del planeta por la explotación y contaminación misma. Ha surgido la pobreza, el abuso del poder, la competencia, la autoridad y la obediencia; vivimos en la desconfianza, en la incertidumbre por la búsqueda constante de las certezas. Esta forma de vida tiene una contraparte, la cultura matrística que toma en cuenta la participación, la inclusión, colaboración, comprensión, acuerdo, respeto y coinspiración. Esta forma diferente de vida también la vivimos, es dialógica con la patriarcal, pero sólo la manifestamos en ocasiones especiales y de manera aislada.
Equidad de género… Así, se crean contradicciones entre lo patriarcal y lo matrístico. Tenemos dos opciones, vivir en la angustia y desesperación o en el amor biológico: “La emoción que constituye la coexistencia social es el amor, esto es, el dominio de aquellas acciones que constituyen al otro como legítimo otro en coexistencia con uno, y nosotros, los seres humanos, nos hacemos seres sociales desde nuestra infancia temprana en la intimidad de la coexistencia social con nuestras madres” o con quienes nos han prodigado cuidados. Maturana (1993)
Equidad de género… La equidad de género, no es tan sólo entonces la aceptación de la igualdad en las diferencias sexuales: hombre, mujer, sino el conversar matrístico entre el femenino y masculino, entre el animus-anima [una dimensión masculina (animus) y otra femenina (anima)] de cada ser con el animus-anima de los otros. Es aceptar la equivalencia del poder ser humanos en el amor y en la equidad. Entre las características decisivas de la cultura matrística identificadas por Maturana están: ternura, confianza, intuición, amor y vida.
Conversación Maturana (1993) sostiene que “la vida humana es cultural”, que “tiene lugar como una red de conversaciones” definiendo la conversación como: “red de coordinaciones consensuales de coordinaciones consensuales de acciones y emociones entre seres humanos que han llegado a ser humanos viviendo una vida humana”. En la Ecovirtualidad se vive en el lenguaje y la convivencia: conversación virtual.
Conversación… ...todo quehacer humano se da en el lenguaje; al mismo tiempo, como todo quehacer humano se da desde una emoción, nada humano ocurre fuera del entrelazamiento de lenguajear con el emocionar, y, por lo tanto, lo humano se vive siempre en un conversar. Finalmente, el emocionar en cuya conservación se constituye lo humano al surgir el lenguaje, se centra en el placer de la convivencia en la aceptación del otro junto a uno, es decir, en el amor, que es la emoción que constituye el espacio de acciones en el que aceptamos al otro en la cercanía de la convivencia. (Ontología del conversar, pp. 28-29) http://www.ucm.es/info/especulo/numero3/maturana.htm 28-08-07Cfr.http://www.teps.cl/art_comp_num_ant2.htm 28-08-07
Cuidado… Considerando las aportaciones de Boff, se “reconoce el cuidado como un modo-de-ser esencial”. Porque el cuidado es “una dimensión frontal, original, ontológica”. Es la “base posibilitadora de la existencia en cuanto humana”. Así, “cuidar es más que un acto, es una actitud. Abarca más que un momento de atención, de celo o desvelo. Representa una actitud de ocupación, preocupación, de responsabilidad y de envolvimiento afectivo con el otro”.
Cuidado… El ser se construye en el diálogo con el otro, “El yo solamente se constituye en el diálogo con el tú”, en ese encuentro “el rostro del otro me obliga a tomar posición porque habla, pro-voca, e-voca, con-voca”. “Cuidar del otro es celar para que ese diálogo, esa acción de diálogo yo-tú, sea libertadora, sinérgica y constructora de una alianza perenne y de armonización”. Boff, (1999)
Cuidado… Si vivir en la Ecovirtualidades aprender en el ser siendo y en la convivencia con el otro y con la otra, entonces el cuidado animus-anima conduce a la renovación de la red de conversaciones tanto patriarcales como matrísticas que favorezcan el aprendizaje, equidad de género y el cuidado esencial y recursivo. Se aprende y vive ayudando y cuidando al otro dejándose a su vez, cuidar.
Cuidado… ¿Qué es ayudar? Un tipo de ayuda es la sustitución, que implica ponerse en lugar del otro, hacerlo por él o ella. O la ayuda interesada, “cuando el que ayuda olvida al ayudado, no lo tiene como objetivo más allá de las apariencias o de las declaraciones”. Otro tipo “implica entregar al asistido las herramientas para su propio desarrollo”.
Cuidado… No se trata entonces de ayudar por ayudar o excluir al ayudado, sino de cuidarlo formulándole tres preguntas: ¿Necesitas ayuda? ¿Qué tipo de ayuda necesitas? ¿En qué puedo serte útil yo, en concreto? Sinay (2005)
Cuidado… “Aprendiendo a ayudar podremos aprender a recibir. Aprendiendo a recibir, podremos aprender a dar. Ayudar de una manera amorosa, sanándose y nutriéndose en ese acto, es una bella forma de empatía. O sea, de hacer y sentir no “para” ni “por” el otro, sino “con” el otro”. Acompañándose, cuidándose recursiva y esencialmente. “Ayudar de esta manera, sin esperar nada a cambio, es actuar de forma desinteresada. Es aprender a soltar. Y soltar es un bello modo de amar”. Sinay (2005)
Cuidado… Nuestro papel de educadores, gestores, compañeros o amigos de aprendizaje es conversar matrísticamente, cuidar el aprendizaje de los aprendientes como legítimos otros, en la equidad de género, desde el cuidado del ser, recordando que si aprender es vivir y vivir es aprender, entonces el cuidado es a la vida. Hombres y mujeres equitativamente podemos cuidarnos en nuestro nicho vital: Ecovirtualidad.