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La Virgen del Carmen y el Escapulario. N uestros O rígenes….
E N D
Nuestros Orígenes… Los Carmelitas Descalzos son herederos de una rica historia que nace en el Monte Carmelo (Tierra Santa), en tiempos del Profeta Elías. Él es el hombre de Dios, enviado al pueblo de Israel para manifestar el poder y la predilección del Creador por sus criaturas.
Los primitivos Carmelitas… Con el paso del tiempo la figura de Elías se instaló en el corazón de algunos pocos hombres, quienes luego de las cruzadas, quisieron imitar el estilo de vida del profeta del Carmelo, construyendo pequeñas cuevas en sus laderas e iniciando un estilo de vida eremítica (de soledad, trabajo y silencio), dando inicio así a una nueva familia religiosa.
Los primeros “Carmelitas” levantaron junto a su monasterio una pequeña iglesia, la cual dedicaron a Nuestra Señora, quien se convertiría desde los inicios en la Madre y Reina de ésta nueva familia. Tras la persecución musulmana en Tierra Santa, los Carmelitas emigran nuevamente a sus países de origen, instalando y masificando su estilo de vida por todas las regiones de Europa.
La Regla Primitiva Ésta Regla la entregó san Alberto, Patriarca de Jerusalén, a los primitivos Carmelitas entre los años 1206 y 1214. Primeramente la aprobó Honorio III el 30 de enero de 1226. Luego la sancionaron Gregorio IX el 06 de abril de 1229 e Inocencio IV el 08 de junio de 1245. Por fin, la ratificó éste último Pontífice el 01 de octubre de 1247. Desde esa fecha pasamos a ser una Orden mendicante (que mendiga), reconocida por la Iglesia.
Nuestra regla primitiva tiene por objeto normar la vida de la Comunidad religiosa, y manifestar el carisma de ésta nueva familia, es decir, el para qué hemos nacido y cuál es el servicio apostólico que prestaremos en ella. Desde los inicios se manifiesta la importancia de la oración, del silencio y del trabajo sencillo y permanente. Nuestra consagración se contempla como un “Vivir en Obsequio de Jesucristo”.
Los Carmelitas yla Virgen María Desde los inicios los ermitaños del Monte Carmelo, vieron en María el modelo de seguimiento de Jesús, y la Reina y protectora especial de ésta nueva familia religiosa. Ella encarna todas las virtudes, que todo Carmelita ha de hacer presente en su propia consagración religiosa.
San Simón Stock, Primer General de la Orden de Carmelitas Nuestro primer Superior General, suplicaba insistentemente a la Virgen su protección y auxilio. A ella le decía: “Flor del Carmelo, viña florida, esplendor del Cielo. Virgen fecunda y singular. ¡Oh Madre tierna! Intacta de hombre, a los carmelitas proteja tu nombre. Estrella del mar”
16 de Julio de 1251 Nuestra tradición nos dice que el 16 de julio de 1251 se realizó un gran prodigio. Un santoral del siglo XIV nos lo relata… “Se le apareció la Bienaventurada Virgen María, acompañada de una multitud de ángeles, llevando en sus benditas manos el escapulario de la Orden y diciendo estas palabras: <<Éste será el privilegio para ti y todos los Carmelitas: quien muriere con él no padecerá el fuego del infierno, es decir, el que con él muriese se salvará.>>”
Privilegio Sabatino En 1950 lo recordaba Pío XII: <<Ciertamente, la piadosa Madre no dejará de hacer que los hijos que expían en el Purgatorio sus culpas, alcancen lo antes posible la patria celestial por su intercesión, según el llamado privilegio sabatino, que la tradición nos ha transmitido>> con estas palabras: <<Yo, su Madre de Gracia, bajaré el sábado después de su muerte y, a cuantos – religiosos, terciarios y cofrades – hallare en el Purgatorio, los libraré y los llevaré al monte santo de la vida eterna>>.
El Escapulario del Carmen,Signo de la protección maternal de María Por su profundo simbolismo mariano, por los grandes privilegios y por el gran amor y especial asistencia que ha manifestado a través de los siglos la Santísima Virgen del Carmen a quienes vistan devotamente su escapulario, es por lo que tan prodigiosamente se ha extendido esta piadosa devoción de vestir su escapulario.
Profundo significado Al vestir el Escapulario, y durante toda la vida, es muy importante que sepamos apreciar su profundo y rico significado, como pertenencia a una Orden, a la del Carmen, con obligación de vivir según su rica espiritualidad y su propio carisma.
Quien viste el escapulario debe procurar tener siempre presente a la Santísima Virgen y tratar de imitar sus virtudes y su vida, de modo de obrar como Ella. En nuestros corazones deben resonar constantemente sus palabras: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”
Quien viste el Escapulario del Carmen debe distinguirse por una profunda, sincera y filial devoción a la Santísima Virgen, esforzándose siempre por conocer, amar, imitar, e irradiar a María, ya que la Orden de los Carmelitas – a la que se pertenece por vestir su hábito – tiene como finalidad vivir su vida y extender su culto.
“Así encarnamos en la vida nuestra profesión que nos vincula también a la santísima Virgen y nos pone bajo su especial patrocinio. Todo esto lo expresamos también con la devoción del Escapulario. Merced a esta librea reconocemos nuestra pertenencia a María y, revestidos de sus virtudes, reproducimos su imagen en el mundo” Constituciones ocd, nº 49
Estos han de ser mis lemas… • Que mi Escapulario me acompañe siempre. • Que en él vea siempre a mi Madre Celestial. • Que al besarlo lo haga con amor de hijo y como promesa de amarle más y servirle mejor.
Que su recuerdo y su presencia en mi pecho me anime a serle más fiel a su Hijo y a Ella. • Que en él vea grabadas todas las virtudes de mi celeste Madre y trate de vivirlas. • Que su constante presencia sobre mi corazón me ayude a evitar el pecado y a practicar las virtudes.
- Que su recuerdo nunca permita que me olvide de Ella. Así puedo estar seguro que mi Madre del Cielo jamás me abandonará…
Monumento en Honor a La Virgen del Carmen, regalado por la República de Chile, y que se encuentra en la Explanada de la Basílica Stella Maris, en el Monte Carmelo.
“Carmelita ¡Qué palabra tan llena de hermoso significado!” Santa Teresa de Jesús de Los Andes.