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(Lucas 17:11-19)

Jesús Sana A Diez Leprosos. (Lucas 17:11-19). Enfoque.

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(Lucas 17:11-19)

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Presentation Transcript


  1. Jesús Sana A Diez Leprosos (Lucas 17:11-19)

  2. Enfoque

  3. Caminando un día por una galería comercial, usted observa el escaparate de un negocio y ve algo que sabe que su amigo le gustaría tener. Sería un regalo realmente perfecto. Lo compra, lo hace envolver para regalo, y lo deja en el buzón de la casa de su amigo. Espera alguna reacción de parte de él en los próximos días, pero nada sucede. Sabe que su amigo recibió el regalo, pero él jamás se lo mencionó.

  4. ¿Qué se siente cuando un regalo es ignorado? • Nos duele que ignoren un regalo. Queremos que nuestros esfuerzos sean reconocidos. Nos preguntamos si nuestro regalo fue bien recibido, o siquiera si fue recibido.

  5. ¿Podría esta clase de reacción afectar su ganas de regalar algo en el futuro? ¿Por qué sí, o por qué no? Una respuesta como esta indudablemente puede afectar nuestras ganas de querer hacer un regalo en el futuro. Podemos llegar a preguntarnos: “¿Por qué debo molestarme por se él tan desagradecido?”

  6. Infórmese

  7. En este milagro, Jesús sana a personas que tenían lepra. La palabra lepra describía una cantidad de enfermedades infecciosas de la piel. Eran enfermedades físicas, pero también hacían que uno fuese “impuro”. Las persionas afectadas de lepra eran apartadas de los no infectados, hasta que quedaran libres de la enfermedad. (Levítico 14 detalla la información respecto de la purificación). Este aislamiento hizo que se concentrara la atención sobre la enfermedad y sobre los que la padecían. No debe sorprendernos que Jesús repetidamente sanó leprosos. En Mateo 8:24 y Marcos 1:40-45, encontramos más curaciones de lepra.

  8. Lucas 17:11-13 Y aconteció que yendo Él a Jerusalén, pasó por medio de Samaria y de Galilea. Y entrando en una aldea, le vinieron al encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos, y alzaron la voz, diciendo: Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros.

  9. Lucas comienza este relato diciéndonos donde se encontraba Jesús en un viaje a Jerusalén. ¿Dónde estaba? ¿Qué nos dice esta región respecto de la gente que vivía allí? Jesús se movía sobre la frontera entre Samaria y Galilea. Esta región dividía a dos naciones que no se llevaban bien. Eran pueblos que no querían interactuar. Esta frontera llegó a convertirse en una especie de “tierra de nadie” (no man’s land). Ninguna persona escogía vivir allí, a no ser que estuviera obligada a hacerlo. Los que vivían en esta región eran parias (excluídos, desechados, desterrados).

  10. Jesús se encontró en esta región con diez hombres que tenían un problema. ¿Cuál era su problema? ¿Dónde estaban parados con respecto a Jesús cuando hablaron con él? ¿Por qué? Estos hombres estaban infectados, con lepra, y por lo tanto estaban aislados de las demás personas. Cuando hablaron con Jesús, se mantuvieron a distancia. La ley exigía que los leprosos se mantuvieran alejados de los demás. Tuvieron que hablarle a Jesús en voz alta para ser oídos.

  11. ¿De qué modo se dirigieron a Jesús? ¿Qué esperaban de él? Dirigiéndose a Jesús gritaron: “¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!” Sabían quien era Jesús. Era su maestro, y gritaron en su dirección pidiendo por compasión y piedad. Sin ninguna duda lo que tenían en mente era ser sanados, pero no lo pidieron directamente. Simplemente clamaron por compasión.

  12. Lucas 17:14 Y cuando Él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que yendo ellos, fueron limpiados.

  13. ¿Qué les dijo Jesús que hicieran? ¿Por qué? Jesús no les dijo lo que estaba por hacer. En vez de esto, les ordenó que fuesen mostrarse a los sacerdotes. Esto les puede parecer extraño, pero Levítico 14 nos recuerda que los sacerdotes debían establecer que la infección había desaparecido.

  14. Jesús sanó a los leprosos. ¿Cómo y cuándo tuvo lugar esta sanación? Jesús no los sanó instantaneamente. En cambio, mientras iban en camino a ver los sacerdotes, descubrieron que Jesús los había sanado. Tan solo podemos imaginarnos lo maravillados que habrían estado al mirarse y ver que la enfermedad había desaparecido.

  15. Lucas 17:15-19 Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz; y se postró sobre su rostro a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano. Y respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? ¿Y los nueve dónde están? ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.

  16. ¿Qué actitud asumieron estos hombres cuando se vieron sanados? ¿Quién de ellos volvió a Jesús? ¿Por qué era esto tan extraordinario? No sabemos que hicieron nueve de estos diez hombres. Solamente uno decidió volver a Jesús y darle gracias por lo que había hecho. Lo sorprendente es que este hombre era un samaritano. Los samaritanos y los judíos por lo general no se llevaban bien. Sin embargo, fue un samaritano el que volvió para agradecer a Jesús, un judío.

  17. ¿Qué preguntó Jesús cuando vio quien había vuelto? ¿Qué nos dicen sus palabras? Jesús preguntó por los otros nueve. Había sanado a 10 hombres, pero solo uno volvió para dar gracias a su Maestro. Jesús reparó en que era un samaritano, un “extranjero”, quien en reconocimiento volvió para manifestarle su agradecimiento.

  18. Según Jesús, ¿cuál fue la causa que motivó que este hombre fuese sanado? Jesús le dijo que su fe lo había sanado. Verdaderamente, este hombre tenía fe. Llamó a Jesús “Maestro” y clamó por compasión. Fue bendecido por el Salvador que lo había sanado. Los otros leprosos siguieron su camino, pero el leal samaritano volvió a Jesús porque tenía fe en él.

  19. Relacione

  20. Lo mismo que los leprosos, nosotros también hemos visto la grandiosa obra de Dios. Él ha hecho cosas admirables por nosotros, pero con frecuencia no lo tomamos en cuenta. Continuamos con nuestra vida diaria e ignoramos darle las gracias y rendirle nuestra adoración.

  21. Un samaritano regresó a dar gracias a Jesús. ¿Qué cree usted que hicieron los otros nueve leprosos? ¿Qué nos dice esto respecto de sus prioridades? No sabemos que les sucedió a los otros nueve hombres. Deben haber ido sin demora a ver a los sacerdotes para ser declarados limpios y sanos. Pero, ¿y después qué? Podríamos pensar que primero fueron a ver a sus familiares o amigos. Lamentablemente, solo uno de ellos tenía sus prioridades correctamente ordenadas. Solamente uno volvió para agradecer a Jesús.

  22. Jesús alabó la fe de este hombre y le dijo que esta lo había sanado. ¿Cree usted que los otros nueve siguieron sanos, o será que la lepra se les pegó de nuevo? ¿Qué nos dice esto respecto de Jesús? Nuevamente, nada se nos dice respecto de los otros nueve leprosos. Sin embargo, en el versículo 17 Jesús declaró que los diez habían quedado limpios. Los sanó a todos, aunque nueve fueron desagradecidos y no volvieron a él. Esto revela una vez más la maravilla del gran amor de Dios por nosotros. Él nos bendice aunque nosotros no lo merecemos o no reconocemos sus bendiciones.

  23. Jesús sanó a los leprosos, pero mas tarde llevó a cabo una sanación mucho más grande. Dio su vida por los pecados del mundo. ¿Por qué será que los hombres no reconocen este milagro y consecuentemente no dan gloria a Dios? Lamentablemente, mucha gente en nuestro mundo ignora lo que Jesús ha hecho por ellos. Él ha dado su vida para perdonarnos y salvarnos. Muchos no conocen su obra y su ministerio.

  24. Perciba

  25. Lo mismo que los leprosos, nosotros también hemos visto la grandiosa obra de Dios. Él ha hecho cosas admirables por nosotros, pero con frecuencia no lo tomamos en cuenta. Continuamos con nuestra vida diaria e ignoramos darle las gracias y rendirle nuestra adoración.

  26. ¿Qué es lo que motiva nuestra falta de gratitud y reconocimiento de las bendiciones de Dios? Quiza simplemente es olvido. Podemos estar cegados por el pecado, el egoísmo, o el orgullo. Muchas veces ni siquiera nos damos cuenta de las innumerables bendiciones que Dios nos brinda. Las recibimos y las utilizamos, pero olvidamos que tienen su origen en nuestro generoso Dios. Puede que no sea intencional, pero con frecuencia ignoramos sus bendiciones.

  27. Piense en las muchas bendiciones que Dios le otorga hoy. Piense en esyo y conteste la siguiente pregunta: ¿Qué bendición particular lo induce a estar agradecido? Al hablarles a los demás de las obras de Dios, las recordamos nosotros mismos también.

  28. A ir compartiendo con otros la alegría causada por estas bendiciones, tómese también el tiempo para dar gracias a Dios por sus dones. Jesús Sana A Diez Leprosos Lucas 17:11-19

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