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Ciclo B. 33 Domingo Tiempo Ordinario. 15 de noviembre 2009. Música: Salmo gregoriano.
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Ciclo B 33 Domingo Tiempo Ordinario 15 de noviembre 2009 Música: Salmo gregoriano
Dn 12:1-3 En aquel tiempo surgirá Miguel, el gran príncipe, protector de tu pueblo. Será un tiempo de angustia como no hubo otro desde que existen las naciones. Cuando llegue ese momento, todos los hijos de tu pueblo que estén escritos en el libro se salvarán. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra se despertarán, unos para la vida eterna, otros para la vergüenza, para el castigo eterno. Los sabios brillarán como el esplendor del firmamento; y los que guiaron a muchos por el buen camino, como las estrellas por toda la eternidad. Los justos resplandecerán como la luz
Salmo 15 Protégeme, Dios mío,que me refugio en ti. Tú, Señor, eres mi copa y el lote de mi heredad, mi destino está en tus manos.Tengo siempre presente al Señor:con él a mi derecha jamás sucumbiré.
Protégeme, Dios mío,que me refugio en ti. Por eso se me alegra el corazón, exultan mis entrañas,y todo mi ser descansa tranquilo; porque no me abandonarás en el abismo, ni dejarás a tu fiel sufrir la corrupción.
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti, Me enseñarás la senda de la vida,me llenarás de gozo en tu presencia,de felicidad eterna a tu derecha.
He 10:11-14, 18 Cualquier otro sacerdote se presenta cada día para desempeñar su ministerio y ofrecer continuamente los mismos sacrificios que nunca pueden quitar los pecados. Cristo, por el contrario, no ofreció más que un sacrificio por el pecado, y está sentado para siempre a la derecha de Dios. Únicamente espera que Dios ponga a sus enemigos como estrado de sus pies. Con esta única oblación ha hecho perfectos de una vez para siempre a quienes han sido consagrados a Dios.Ahora bien, donde los pecados han sido perdonados, ya no hay necesidad de oblación por el pecado.
Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para manteneros en pie ante el Hijodel Hombre. Lc 21,36
Pasada la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá y la luna no dará resplandor; las estrellas caerán del cielo y las fuerzas celestes se tambalearán.Entonces verán venir al Hijo del hombre entre nubes con gran poder y gloria. Él enviará a los ángeles y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos, desde el extremo de la tierra al extremo del cielo.Fijaos en lo que sucede con la higuera. Cuando sus ramas se ponen tiernas y brotan las hojas, conocéis que se acerca el verano. Pues lo mismo vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que ya está cerca, a las puertas.Os aseguro que no pasará esta generación sin que todo esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. En cuanto al día y la hora, nadie sabe nada, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sino sólo el Padre.Mc 13, 24-32 Panorámica de Jerusalén