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LA VIEIRA La vieira es un molusco bivalvo emparentado de cerca con las almejas y las ostras Vive en aguas profundas en la mayor parte de los mares, sobre bancos de arena limpia y firme cerca de la costa, hasta 100 m. de profundidad. La valva se abre y se cierra por acción de un único y poderoso músculo, el abductor. Los mayores ejemplares no suelen pasar de 15 cm. y tardan 4 años en alcanzar la talla comercial (80 mm.). Se alimenta de fitoplancton y partículas orgánicas en suspensión. Rara vez se fijan sobre las rocas; nadan por sacudidas abriendo y cerrando con rapidez sus valvas, o reposan sobre el fondo sobre su valva inferior. Desde hace pocos años, se comenzó a mantener las vieiras en bateas para su engorde y posterior comercialización.
LA VIEIRA La vieira está formada por un medallón de carne, la parte blanca, bastante dura y con una textura ligeramente fibrosa; y un coral, la parte naranja que la rodea y que contiene una especie de pasta, cuya textura recuerda a la un puré granulado. El coral tiene dos partes, una blanca (macho) y una roja (hembra), que crece a medida que las huevas que contiene se maduran.
LA VIEIRA Existen dos variedades: la del Atlántico (de 7 a 13 cm) y la del Mediterráneo (de 8 a 10 cm). ES una fuente excelente de proteínas, vitaminas y oligoelementos, y con sólo 50 Kcal/100 g . La temporada de la vieira va de octubre a mayo, pero la estación con más abundancia es el invierno (de diciembre a marzo )
Como comprarlas Frescas con concha Se distingue si una vieira es fresca por la vista, el tacto y el olor. La concha debe ser pesada y estar bien cerrada. Además, debe cerrarse si se toca la carne del interior y debe oler a yodo, nada más. - Frescas sin concha Los medallones de carne frescos son de color blanco nacarado. El coral es brillante y abombado. Si es posible, hay que evitar comprar vieiras conservadas directamente sobre hielo, ya que el contacto directo con éste estropea la carne. Basta con colocar un papel entre ambos para conservarlas. - Congeladas Es importante saber que las vieiras congeladas pueden soltar mucho agua. Se venden con y sin coral. Para conservar su blandura y su sustancia, basta con descongelarlas en un recipiente con leche a temperatura ambiente.
conservación Si están enteras, se conservan como máximo 3 días envueltas en un trapo limpio y colocadas en la parte inferior de la nevera. Sin concha, duran unos 2 días, también en frío. Para congelarlas, en primer lugar hay que secarlas bien y congelarlas sobre una bandeja. Una vez endurecidas por el frío, hay que colocarlas en bolsas herméticas. De este modo se conservan durante 3 meses.