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“Migajas de la M esa del Maestro. D ía I nternacional de O ración Ministerio de la mujer de la Asociación General.
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“Migajas de la Mesa del Maestro Día Internacional de Oración Ministerio de la mujer de la Asociación General
Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido. 1 Juan 5:14-15 (NVI)
Mat. 15:21-28 (NVI) relata la historia de otra mujer que por su humildad, perseverancia, y gran fe, compelió a Jesús para que sanara a su hija.
La conversación entre Jesús y la mujer cananea V. 21- Partiendo de allí, Jesús se retiró a la región de Tiro y Sidón. V. 22- Una mujer cananea de las inmediaciones salió a su encuentro gritando, “Señor, Hijo de David, ten compasión de mí! Mi hija sufre terriblemente por estar endemoniada.”
V. 23 –Jesús no le respondió palabra. Así que sus discípulos se acercaron a él y le rogaron: “Despídela, porque viene detrás de nosotros gritando.” V. 24 – “No fui enviado sino a las ovejas perdidas del de Israel”—contestó Jesús. V. 25 –La mujer se le acercó, y arrodillándose delante de él, le suplicó: “¡Señor, ayúdame!”
V. 26- Él le respondió: “No está bien quitarles el pan a los hijos y echárselo a los perros.” V. 27- “Sí, Señor; pero hasta los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos.” V. 28- “¡Mujer, qué grande es tu fe!”, contestó Jesús. “Que se cumpla lo que quieres.” Y desde ese mismo momento quedó sana su hija.
El conocimiento de los actos del Maestro Las maravillosas historias acerca de los milagros de Jesús habían circulado por mucho tiempo entre los judíos que vivían en Fenicia.
Se sabía de los milagros como la alimentación de los 5,000, la reprensión de la tormenta (Mat. 8:26), la curación de los enfermos,“sanando toda enfermedad y dolencia entre la gente” (Mat. 4:23-25), y la recuperación de la vista a los ciegos (Mat. 9:28-30). Probablemente esta mujer también escuchó que Jesús defendía a las víctimas y que sanaba a las personas.
¡A veces sentimos que hemos esperado demasiado por la respuesta del Maestro! Nosotros también necesitamos conocer los actos de Jesús, su poder y sus métodos.
La Oración de la Mujercananea “¡Señor, Hijo de David, ten compasión de mí! Mi hija sufre terriblemente por estar endemoniada,” (v. 21) , gritó la mujer cananea. Debe haber sido un demonio terrible el que la llevó a este nivel de estrés y trauma.
No tenemos registro de cuánto esperó hasta que Jesús llegó a Tiro. Sabemos que “De hecho, muy pronto se enteró de su llegada una mujer que tenía una niña poseída por un espíritu maligno, así que fue y se arrojó a sus pies…y le rogaba que expulsara al demonio que tenía su hija’’ Marcos 7:24; Mateo 15:22
“La gente se fija en las apariencias, pero yo [el Señor] me fijo en el corazón.” (I Sam. 16:7) v. 23-“Jesús no le respondió palabra. Así que sus discípulos se acercaron a él y le rogaron: ‘Despídela’”
Así como hizo la mujer cananea, ¿por qué no clama a Jesús, y le dice exactamente cuáles son las dificultades en su vida? ¿Qué demonios lo han poseído a usted o a sus seres queridos al pasar de los años?
Los demonios vienen en todas formas. Una cosa que sabemos es que los demonios lastiman y hacen daño, y causan comportamientos indeseables y perturbadores. Puede ser el demonio de la codicia, el egoísmo, las posesiones, o el orgullo; el demonio del alcohol; el demonio del adulterio, el robo o el engaño; el demonio del abandono o el abuso; o un demonio literal como el que poseía a la hija de la mujer cananea.
Dios conoce nuestra vida de oración y nuestro nivel de resistencia, y aprovecha la oportunidad para enseñarnos lecciones, aún cuando el costo sea el dolor. • Aún si el galardón sean simplemente las migajas de la mesa del Maestro, éstas serán suficientes a nuestras necesidades.
“Pero hasta los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos”(v. 27) • Jesús ve a todos sus hijos—los que Él redimió con su preciosa sangre. Todo lo que nos sobrevenga le preocupará.No importa cómo nos miren o juzguen las personas, siempre somos dignos ante los ojos de Jesús.
“Jesús acababa de apartarse de su campo de labor porque los escribas y fariseos estaban tratando de quitarle la vida. …Manifestaban incredulidad y amargura, y rechazaban la salvación que tan gratuitamente se les ofrecía. En este caso, Cristo se encuentra con un miembro de una raza infortunada y despreciada, que no había sido favorecida por la luz de la Palabra de Dios; y sin embargo esa persona se entrega en seguida a la divina influencia de Cristo y tiene fe implícita en su capacidad de concederle el favor pedido”(El Deseado de todas las gentes, Pág. 367).
Mateo 15:23: Cuando Jesús no contestó, la mujer no se enojó; esperó la respueta de Jesús. Mientras esperaba, seguía clamando a Jesús porque ella sabía que la sanidad de su hija podía venir solamente de Él.
Al fin, Jesús respondió a la mujer de una manera instigadora: “No fui enviado sino a las ovejas perdidas de Israel” (v. 24).
Jesús siguió pronunciando palabras aún más instigadoras y ofensivas, “No está bien quitarles el pan a los hijos y echárselo a los perros” (v. 26). Muchas mujeres pudieron haberse escandalizado por las palabras poco amables de Jesús.
Rápidamente cayó de rodillas como un adorador y no como un demandante, y respondió de una manera humilde y atrayente. “Sí, Señor; pero hasta los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos” (v. 27). Esta mujer pudo aceptar cualquier nivel de humanidad que Cristo le asignara. Fue su fe la que le permitió seguir rogándole al Señor.
El silencio de Dios no es rechazo de Dios Dios nunca se adelante o se atrasa; siempre está a tiempo. Estuvo a tiempo para Cathy, a tiempo para Ana, y Él estuvo a tiempo para la mujer cananea. Podemos confiar en que Él estará a tiempo para ti y para mí.
¿Por qué respondió Jesús a esta mujer doliente de una manera tan ofensiva?
Jesús debe haber visto que la fe de esta mujer cananea podía soportar la prueba; por otro lado, Él nunca hubiera traído esta prueba sobre ella. Nuestra relación con Dios y los planes de Dios para sus hijos se hacen claro en Jeremías 29:11-12: “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes—afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé.”
La contestación a unaoración de fe “‘¡Mujer, qué grande es tu fe!’, contestó Jesús. ‘Que se cumpla lo que quieres’. Y desde ese mismo momento quedó sana su hija” (v. 28).
Conclusión “No hay poder como la oración eficaz …Abraham suplicando por Sodoma, Jacob luchando toda la noche, Moisés de pie en la brecha, Ana intoxicada con pesar, David quebrantado de corazón con remordimiento y dolor, Jesús en sudor y sangre.
Añade a esto tu vigilancia y experiencia; y tal oración siempre prevalece. Convierte a los mortales ordinarios en hombres de poder. Esta oración trae poder. Trae ardor. Trae lluvia. Trae vida. Trae a Dios.” Samuel Chadwick
“Cristo le concede ahora lo que le pedía, y concluye la lección para los discípulos. Volviéndose hacia ella con una mirada de compasión y amor, dice: ‘Oh mujer, grande es tu fe; sea hecho contigo como quieres.’ Desde aquella hora su hija quedó sana. El dominio no la atormentó más. La mujer se fue, reconociendo a su Salvador y feliz por haber obtenido lo que pidiera.” El Deseado de todas las gentes – Pág. 369