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VIRTUD ORDEN. La virtud del orden es considerada base de las demás y como todas, se incorpora en el seno familiar, a través del ejemplo, de experiencias diarias que se dan naturalmente en la convivencia y que los padres proponen para enseñar.
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La virtud del orden es considerada base de las demás y como todas, se incorpora en el seno familiar, a través del ejemplo, de experiencias diarias que se dan naturalmente en la convivencia y que los padres proponen para enseñar. Con la incorporación de la virtud del orden en su justa medida el niño y el joven en el futuro tendrán facilitadas muchas de sus obligaciones.
¿Cómo lo definimos? Según David Isaacs, una persona virtuosa en el orden, “se comporta de acuerdo con unas normas lógicas, necesarias para el logro de algún objetivo deseado y previsto, en la organización de las cosas, en la distribución del tiempo y en la realización de las actividades, por iniciativa propia, sin que sea necesario recordárselo.”
También podemos decir: El orden es cuando ubicamos cada cosa en su lugar y podemos disfrutar de un ambiente prolijo, que nos llena de sensaciones agradables. Es importante colaborar para que nuestra casa se vea ordenada.
También ser ordenados es ser organizados, es concentrarnos en lo que estamos haciendo, sin distraernos. Si no cumplimos primero con nuestras responsabilidades, difícilmente podamos disfrutar a pleno más tarde.
También es mantenernos aseados y vestirnos con las ropas adecuadas a cada ocasión. Sin embargo, el orden es algo más profundo que el aspecto exterior: el orden indica que eres capaz de cumplir con la disciplina de tu casa y del colegio. Y con el tiempo… tu propia disciplina, y eso te hará más independiente.
El secreto del orden es hacer lo que corresponde en el momento oportuno: jugar a la hora de jugar, prestar atención en las horas de clase, planear lo que harás mañana… y tener en cuenta a tus familiares y amigos, cuidando la armonía con ellos.
¿Para qué sirve el Orden? El orden sirve a la orientación, a la jerarquización y arreglo de las prioridades; sirve para coordinar los objetivos que se deben cumplir, estableciendo lo más y lo menos importante; ayuda a economizar tiempo y recursos. Por ejemplo, tener ordenado un armario, dispuesto el material de estudio, bien distribuida una despensa, ayuda a realizar más rápido las tareas de cada uno.
El orden hace habitable el hogar, que cada uno tenga su lugar en condiciones, permite la armonía en el funcionamiento de cada parte de la casa. La primera expresión del orden es la limpieza de los ambientes, de los útiles, de la ropa; se expresa igualmente en la higiene personal, en el modo cómo nos presentamos ante los demás, cómo cuidamos los ambientes que usamos. Un niño educado a no tirar papeles al suelo en su hogar, no los tirará en la calle pública; un joven educado a cuidar su entorno, no dañará su aula escolar.
El orden enseña, además, a valorar y priorizar el tiempo, qué se debe hacer primero porque está entre las obligaciones personales y sociales y qué se hace en el tiempo libre. Sólo una buena organización familiar y escolar podrán velar por los horarios establecidos para las comidas, las tareas y el ocio.
Para pensar… • Si ponemos voluntad para que las cosas queden ordenadas, estaremos demostrando responsabilidad, amor y respeto por los demás.