320 likes | 556 Views
El apriete del disparador. Diferentes Tipos Técnica y Metodología. La mano. La principal diferencia entre las manos de los seres humanos y las de los otros primates consiste en que los pulgares de estos últimos no pueden colocarse enfrente de los otros dedos. La Mano.
E N D
El apriete del disparador Diferentes Tipos Técnica y Metodología
La mano • La principal diferencia entre las manos de los seres humanos y las de los otros primates consiste en que los pulgares de estos últimos no pueden colocarse enfrente de los otros dedos.
La Mano • La mano humana tiene 27 huesos: ocho huesos en el carpo o muñeca, colocados en dos filas de cuatro huesos; cinco huesos en el metacarpo o palma, uno para cada dedo, y los catorce huesos digitales o falanges, dos en el pulgar y tres en cada uno de los otros dedos. Los huesos del carpo encajan en una glena poco profunda formada por los huesos del antebrazo.
Los movimientos de la mano humana se llevan a cabo mediante la participación de dos grupos de músculos y tendones; los flexores, para flexionar los cinco dedos, y los extensores, para extenderlos. Los músculos flexores están localizados en la cara inferior del antebrazo, y están unidos a las falanges de los dedos por los tendones. Los músculos extensores se encuentran en la parte posterior del antebrazo y se unen de forma similar. El pulgar humano tiene dos músculos flexores diferentes que lo colocan en posición enfrentada a los otros dedos y permiten asir objetos.
La articulación de la mano de los seres humanos es mucho más compleja y delicada que la de los órganos comparables de cualquier otro animal. A esta articulación se debe el que sólo los seres humanos sean capaces de utilizar y manipular una gran variedad de herramientas y utensilios.
Gracias a lo que someramente hemos analizado sobre la morfología de la mano, podemos llegar a la conclusión de la extrema complejidad que existe en la especialización de uno solo de sus segmentos en un movimiento único, movimiento que a de ser a la vez suave, enérgico e individualizado del resto de los componentes móviles y contráctiles de esta extremidad.
El apriete del disparador debe de hacerse habitualmente con el segundo dedo o índice de la mano que agarra el arma por su parte posterior. Este debe de descansar, luego de hacer un movimiento de flexión de manera tal que quede en forma de gancho, en la parte extrema del disparador, haciendo contacto con la falange distal en su segmento medio donde la numerosa cantidad de terminaciones nerviosas presentes en dicha zona, faciliten en extremo la posibilidad de tener una buena sensación táctil, permitiendo entonces una ejecución técnica con una gran información sensitiva.
La posición de la falange distal del dedo en el disparador, facilita que el movimiento realizado en el momento de accionar, se vaya diluyendo a través de las otras falanges y de los ángulos que forma con los demás segmentos de los dedos y de la mano hasta lograr que llegue al metacarpo de forma insignificante, evitando así su transmisión al arma y por lógica su desviación de la línea de tiro.
El apriete debe de realizarse suave y continuo hacia atrás, de manera tal que el vector de fuerza sea longitudinal al eje del cañón, eliminándose la posibilidad de que surjan momentos de rotación en el sistema tirador – arma. Estos momentos de rotación provocan desplazamientos angulares muy graves de la línea de puntería con respecto a la línea de tiro, ocasionando disparos muy malos, alejados del centro de impacto y que, sin embargo, se “vieron muy buenos”.
La ejecución del movimiento del dedo índice o segundo dedo de la mano que tira debe de garantizar desde el punto de vista fisiológico, la independencia total del resto de los componentes de la mano. El entramado realmente complejo de músculos, tendones y partes óseas que anteriormente se habían tratado, obligan a la necesidad de realizar una especialización eficaz de este movimiento.
Este es uno de los aspectos que deben de señalarse como ejemplo de los más difíciles y necesarios en la enseñanza para su asimilación y creación del estereotipo dinámico a partir de la propia etapa de iniciación, pues cualquier dificultad técnica que aparezca durante el aprendizaje se trasmitirá a través del tiempo, resultando muy difícil la corrección de los hábitos mal creados.
En su inicio la enseñanza debe de comenzar sin el arma, para lograr del atleta la completa concentración en el aspecto que solamente queremos que asimile, el movimiento único del dedo índice con independencia total del resto. El movimiento del dedo índice debe de realizarse suavemente tratando de que el resto de la mano no se mueva, para ello es necesario un rígido control visual y de las sensaciones espaciales.
En la medida en que se vayan cumpliendo los objetivos propuestos, el movimiento se puede ir haciendo un poco más rápido y así sucesivamente hasta lograr una habilidad total en el control de las acciones. Además, el control visual puede ser eliminado para así lograr un conocimiento más profundo de las sensaciones y comportamiento espacial de todo el sistema.
Este ejercicio puede ser prolongado durante muchos días e incluso por períodos largos de entrenamiento. Durante las unidades diarias pueden dedicársele 5 min. al principio y 5 min. al final.
La participación de los atletas en grupo, puede resultar un método muy provechoso. Al observarse unos a otros estarán corrigiéndose mutuamente y a la vez grabando positivamente el elemento técnico. Suele ocurrir de forma espontánea y muy conveniente para ellos el establecimiento de formas competitivas que le dan un toque de emotividad al ejercicio.
Puede ser recomendada su realización en horarios fuera del entrenamiento habitual, ya sea en la casa, o en cualquier otra parte en que las condiciones le permitan un mínimo de concentración. De vital importancia para esta actividad es el hecho de que el atleta logre concienciar la responsabilidad que asume el perfeccionamiento de esta técnica.
Luego de vencido este objetivo y pasar al trabajo con el arma, el entrenador debe ser extremadamente cauteloso con la actitud que asuma de ahora en adelante el atleta. Este, motivado por otros aspectos técnicos e incluso por la novedad del arma, puede inconscientemente violar los preceptos técnicos anteriormente estudiados y entrenados, provocando errores que de no ser atendidos con prontitud, pueden dar lugar a que con el tiempo no puedan ser eliminados o que sean de difícil corrección.
Este, motivado por otros aspectos técnicos e incluso por la novedad del arma, puede inconscientemente violar los preceptos técnicos anteriormente estudiados y entrenados, provocando errores que de no ser atendidos con prontitud, pueden dar lugar a que con el tiempo no puedan ser eliminados o que sean de difícil corrección.
Los primeros trabajos que se realicen con el arma deberán de hacerse con el apoyo de esta. Una ubicación recomendada es encima de una mesa.
El contacto con el arma, en el caso que nos ocupa debe garantizar: • Nada que interfiera con el objetivo fundamental: Aprender a agarrar con la mano y a apretar con la falange distal del segundo dedo de la mano que dispara.
Garantizar una correcta posición del dedo sobre el disparador. • No tocar la culata en ninguna de sus partes. • La posición totalmente paralela al eje del cañón • la falange distal debe quedar transversal al eje del cañón: (posibilita que el movimiento del dedo al realizarse tenga la facilidad de descargar sus vectores de fuerza sobre los vectores de resistencia que parten desde el apoyo de la culata en el hombro diluyéndose así entre ellos). • ser ubicado sobre la parte baja del disparador para aprovechar toda la palanca que este nos pudiera proporcionar
Sugerencias al entrenador Ubicación lateral para una mejor observación. Observación meticulosa de todas las partes que intervienen en el apriete.
Algunos de los elementos que debe de observar: • La rapidez con que se mueve el dedo al apretar el disparador. • Movimientos visibles de los demás componentes de la mano, fundamentalmente los otros dedos al realizar la actividad. • Cambios de coloración de los dedos que agarran mientras se realiza el apriete.
Aspectos mecánicos para tener en cuenta con los principiantes. • El recorrido del disparador. • El peso del disparador.
El entrenador establecerá, el conocimiento y el deber de que en cada repetición del apriete se hará siempre en la dirección correcta y cada vez más suave, de forma continua, manteniendo la independencia del dedo. Hasta que el atleta pueda concienciar el trabajo y convertirlo en un estereotipo dinámico.
Medios para el aprendizaje • Movimientos del dedo como imitación. • Movimientos del dedo con desplazamiento del disparador. • Disparos sin balas. • Disparos con balas.
La posición de tendido con apoyo. • Es la de mayor estabilidad. • Por su extensa área de apoyo y el nivel tan bajo que alcanza el centro de gravedad. • Es la más adecuada para el aprendizaje de los elementos técnicos básicos.
La introducción al trabajo con el arma en las posiciones clásicas • Adaptar el arma a las características anatómicas individuales. • Posicionar la mano en el agarre de tal manera que sin esfuerzo alguno el dedo adopte la posición correcta sobre el disparador. • El largo de la culata, desde la empuñadura hasta la cantonera debe de ser estudiado, de manera que la posición del brazo que queda detrás, garantice que su relación con la mano de lugar a una excelente posición del dedo que dispara.