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Fiesta de la Sagrada Familia. Jesús, María y José. Domingo, 28 de Diciembre de 2008. Jesús nació en una familia. Toda la vida familiar, con sus luces y sombras, con sus éxitos y fracasos, con sus alegrías y dolores, con sus sorpresas y rutinas, está bendecida por Dios y santificada por Cristo.
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Fiesta de la Sagrada Familia Jesús, María y José Domingo, 28 de Diciembre de 2008
Jesús nació en una familia. Toda la vida familiar, con sus luces y sombras, con sus éxitos y fracasos, con sus alegrías y dolores, con sus sorpresas y rutinas, está bendecida por Dios y santificada por Cristo.
Recor-demos algunas frases del Papa Bene-dicto XVI El futuro de la huma-nidad se fragua en la familia.
La historia del amor y de la unión de un hombre y de una mujer en la alianza del matrimonio fue asumida por Dios como símbolo de la historia de la salvación.
El matrimonio y la familia están arraigados en el núcleo más íntimo de la verdad sobre el hombre y su destino.
La familia, fundada en el matrimonio, constituye un patrimonio de la humanidad, una institución social fundamental.
La vocación al amor es lo que hace que el hombre sea la auténtica imagen de Dios. Es semejante a Dios en la medida en que ama.
El matrimonio, basado en un amor exclusivo y definitivo se convierte en el icono de la relación de Dios con su pueblo.
De acuerdo con los planes de Dios, el matrimonio y la familia son insustituibles y no admiten otras alternativas.
La unidad y la firmeza de las familias ayudan a la sociedad a respirar los auténticos valores humanos y abrirse al evangelio.
La crisis de la familia en Europa pone en peligro su identidad. Los hijos, que son el futuro, son vistos como una amenaza para el presente.
Entre las escenas sobre la vida familiar entre Jesús, María y José, en este año del ciclo B, nos trae el evangelio la Presentación del Niño Jesús en el templo, narrado por san Lucas: Lc 2, 22-40.
Había una ley entre los israelitas, que todo hijo primogénito fuera consagrado a Dios y rescatado por la donación de algún animal, según la categoría social de la familia.
San José y María ofrecieron un par de palomas, pues eran pobres.
El anciano Simeón fue al templo, al recibir un oráculo del Señor.
Tomó en sus brazos a Jesús y dijo: “Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel”.
Y como profeta dijo a María: Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; Será como una espada discutida. Así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti una espada te traspasará el alma”.
También se acercó una anciana, llamada Ana, sierva de Dios, que, al ver a Jesús, comenzó a dar gloria a Dios.
Después nos dice el evangelio que María y José con el Niño se volvieron a su ciudad de Nazaret.
Y termina elevangelio: “El Niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría, y la gracia de Dios lo acompañaba”.
Jesús pasó muchos años en Nazaret viviendo una vida de familia. Estos años fueron también importantes y fecundos para nuestra redención. Jesús crecía en amor, en entrega y gracia.
También nosotros podemos dar mucha gloria a Dios con la vida sencilla familiar de cada día. Pidamos por las familias con la oración compuesta por el Papa.
Oh Dios, de quien procede toda pater-nidad en el cielo y la tierra, Padre, que eres amor y vida,
Haz que cada familia humana sobre la tierra se convierta, por medio de tu Hijo, Jesucristo, “nacido de mujer” y del Espíritu Santo, y fuente de caridad divina, en verdadero santuario de la vida y del amor para las generaciones que siempre se renuevan.
Haz que tu gracia guíe los pensamientos y las obras de los esposos hacia el bien de sus familias y de todas las familias del mundo.
Haz que los jóvenes encuentren en la familia un fuerte apoyo para su humanidad y su crecimiento en la verdad y en el amor.
Haz que el amor, confirmado por la gracia del Sacramento del matrimonio, se demuestre más fuerte que cualquier debilidad y cualquier crisis, por las que a veces pasan nuestras familias.
Haz finalmente, te lo pedimos por intercesión de la Sagrada Familia de Nazaret, que la Iglesia, en todas las naciones de la tierra, pueda cumplir su misión en la familia y por medio de la familia,
Tu que eres la Vida, la Ver-dad y el Amor en la unidad del Hijo y del Espíri-tu Santo. AMEN