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Los alcances del español como lengua pluricéntrica. Ángela Di Tullio. Lengua pluricéntrica. Lengua que tiene más de un centro irradiador de la norma ¿Tres centros? Madrid, México, Buenos Aires, Bogotá ( Oesterreicher ) ¿Todas las capitales? Kulturnation ( Bierbach ) ¿Segunda ciudad? .
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Los alcances del español como lengua pluricéntrica III Congreso Internacional del español. USAL. 14 de noviembre Ángela Di Tullio
Lengua pluricéntrica Lengua que tiene más de un centro irradiador de la norma ¿Tres centros? Madrid, México, Buenos Aires, Bogotá (Oesterreicher) ¿Todas las capitales? Kulturnation (Bierbach) ¿Segunda ciudad?
Fórmulas de tratamiento • 1. a. Ya lo sabes. No quiero que te lo quedes tú o tu amiga. Envíamelo cuanto antes. b. Ya lo sabés. No quiero que te lo quedés vos o tu amiga. Enviámelo… • 2. “No nos tuteábamos, por la rara costumbre colombiana de tutearse desde el primer saludo y pasar al usted cuando se logra una mayor confianza –como entre esposos” (G. García Márquez. Vivir para contarla. 2002, 124)” • 3. a. Jamás decíamos “vos tenés” sino “tú tenés”. Ahora decimos “vos tenés”, lo escribimos en las propagandas y eso es influencia argentina. (El buen decir. El Observador. Apud Bertolotti, V. 2011, p. 41). b. Si tu querís olvidarme / motivo yo no te di / que tú fuiste el falsario / para olvidarte de mí (Canción popular chilena).
Fórmulas de tratamiento: el voseo argentino Varios voseos: • Voseo monoptongado: • Voseo andino: Che, qué bien que lo pronunciai /se ve que sabís inglés (Fourcade. “Pateando sapos”). • Voseo pronominal: Vos tienes En 1982 la Academia Argentina de Letras legitimó el voseo por su arraigo en la Argentina, pero solo el monoptongado (“ni afectación ni vulgarismo”).
Pluricentrismo / monocentrismo “Un problema central es la definición del concepto de norma pluricéntrica y la posible coexistencia con factores monocéntricos, ya que en el mundo hispanohablante parece haber una situación mixta, una situación históricamente a medio camino entre el monocentrismo tradicional y una creciente aceptación de la diversidad de las normas emergentes o existentes, acompañada por el ideal de una norma panhispánica” (Franz Lebsanft, WiltrudMihatsch, Claudia Polzin-Haumann, El español, ¿desde las variedades a la lengua pluricéntrica?, 2012. p.8)
La R.A.E. y la norma La RAE mantiene, en efecto, su condición de autoridad oficial en el mundo hispanohablante, encargada de dictar la norma a nivel ortográfico, léxico y gramatical. La norma ortográficaes una estipulación cuya violación supone un error. La norma léxica y la norma gramatical suponen una descripción. Se formula la norma en los casos cuando se registra más de una opción. La labor de estandarización consiste en la selección de una –la considerada correcta- frente a las otras. ¿Es compatible esta labor en una lengua pluricéntrica? ¿Cuál es el criterio?
LA lengua estándar • La expresión culta formal es la que constituye LA lengua estándar, “extraordinariamente homogénea en todo el ámbito hispánico, con variaciones mínimas entre las diferentes zonas, casi siempre de tipo fónico y léxico” (D.P.D, XIV). • «La R.A.E. tiene como misión principal velar por que los cambios que experimente la Lengua Española en su constante adaptación a las necesidades de sus hablantes no quiebren la esencial unidad que mantiene en todo el ámbito hispánico. Debe cuidar igualmente de que esta evolución conserve el genio propio de la lengua, tal como ha ido consolidándose con el correr de los siglos, así como de establecer y difundir los criterios de propiedad y corrección, y de contribuir a su esplendor» (artículo 1 del Estatuto de la R.A.E. aprobado el 9.07.93).
El D.P.D. / NGRALE • La norma no es algo “decidido y arbitrariamente impuesto desde arriba” sino lo que las Academias han registrado como el uso considerado culto en la escritura y el habla, consensuado en la comunidad de los hispanohablantes (D.P.D. p.XI). Se pretende “orientar al lector para que pueda discernir, entre usos divergentes, cuáles pertenecen al español estándar (la lengua culta general) y cuáles están marcados geográfica y socialmente” (p.XV). • “Tiene más sentido describir pormenorizadamente las numerosas estructuras que son compartidaspor la mayor parte de los hispanohablantes […] y mostrar separadas las opciones particulares que puedan proceder de alguna variante, sea del español americano o del europeo. Cuando estas opciones resultan comunes, y hasta ejemplares, en áreas lingüísticas específicas, deben ser descritas como tales” (NGRALE. 2009, XLII).
El DPD y las bolaspas • a. ⊗El puente peatonal se incendió cuando el avión pasó por abajo de él(Expreso. Perú). • b. ⊗Le dejó unas revistas del corazón arriba de la cama (Guambia. Uruguay). • c. ⊗Lo encontraron calcinado adentro de su automóvil (Clarín. Argentina). • d. ⊗Sacó el balón afuera del campo de juego (Tiempos. Bolivia). • e. ⊗¿Ven esa ventana abierta, atrás de los escombros? (Expreso. Perú). • f. ⊗La mujer se puso adelante del auto para evitar que avanzara (Clarín. Argentina).
La NGRALE y los adverbios de relación locativa • A. UBICACIÓN B. ORIENTACIÓN delante / detrás adelante / atrás encima / debajo arriba / abajo fuera / dentro afuera / adentro • “Los adverbios del grupo B se documentan construidos con complemento en el español antiguo. Se construyen hoy de la misma forma en el español de muchos países americanos. El complemento se rechaza, por el contrario, en los registros formales del español europeo” (2009, §30.5e).
Adverbios de relación locativa y posesivo • D.P.D. “Por su condición de adverbio, no se considera correcto su empleo con posesivos: ⊗abajo suyo (por debajo de él)”. • NGRALE: Alternancia entre las tres opciones siguientes: • la aceptada en todas las áreas lingüísticas –delante de ella; • la del posesivo pospuesto invariable: atrás mío, detrás tuyo, de las que se dice que es frecuente sobre todo en el área rioplatense en todos los niveles de lengua, aunque también se registra en citas de autores de otras áreas; • y la más desprestigiada, variable en género: delante mía, de la que no se precisa el área de uso –aunque por los autores de las citas cabe colegir que es peninsular.
El leísmo • a. Lo / La / Los / Las vi al pasar (a Juan /a María /a los niños; el coche /los coches / la mesa / las mesas). • b. Le vi al pasar. • c. ¿Le viste al Santi el día de su cumpleaños?; Le vi a la profe de pilates. ¿Les viste a las candidatas? (Ecuador, (18), (19), (21), Palacios (coord.). p. 171). • d.⊗Le encontré acostada(Jorge Icaza)
El sistema etimológico: discordancias a. Dele una mano a su vecino / a sus vecinos. b. Eso ya se lo dije a su hija / Eso ya se los dije a sus hijos. • Este rasgo, propio de todo el español de América, pasa inadvertido para la mayoría de los hablantes y, por lo tanto, no recibe sanción social. Sin embargo, el DPD los marca con bolaspas, aun cuando reconozca que las discordancias se han extendido a los hablantes cultos. • “Mientras que en algunas áreas lingüísticas se extiende progresivamente esta construcción a los registros cultos (México, el Caribe continental y parte de las áreas centroamericana, rioplatense y andina), en otras (Chile, España y parte de las áreas andina y antillana) no se considera propia de estos registros” (NGRALE. 2010. §35.2h).
Procesos de regulación de la norma • a. ⊗novela policial (‘de la policía’) • b. novela policiaca (‘[obra narrativa] cuyo tema es el esclarecimiento de un crimen’). Ambas aparecen registradas en el CREA, pero en el CORDE solo aparece novela policial. Notable asimetría a favor del español peninsular frente al español americano. Distinción entre convergencia entre distintos grupos o la dominación de uno sobre los otros, por una parte, y entre la persistencia de una norma a pesar de los cambios políticos y sociales o bien la coherencia, la existencia de una norma objetiva (Corbeil, 1983). A pesar del ideal declarado de una norma panhispánica, estos fenómenos muestran la dominación y conducen a la persistencia de la norma tradicional.
Lecciones de normativa argentina “La pronunciación americana ha refundido estos sonidos [s /z] en uno solo…Lo más acertado será que nos conformemos con la pronunciación americana, ya irrevocablemente sancionada por el uso en todo este continente, y continuemos hablando sin silbos ni susurros” (M. Sastre. Lecciones de gramática castellana (1885, 16ª edición. 109). “El lenguaje familiar suele incurrir en la anomalía de adulterar la segunda persona del singular del presente Indicativo e Imperativo en las tres conjugaciones, diciendo: amás, temés, batís, amá, temé, partí. Los profesores deben abstenerse de reprobar este uso en el seno de la familia, porque sería poner en choque a los hijos con los padres” (p.33). “No hay argentino culto que pronuncie la equis de explicación o que la silencie en examen. Tampoco ‘oservo’ en mí la menor tendencia a escamotear la be de observar y sí la costumbre de ignorar la ene de transcribir” (p. 414, Textos recobrados)
El malhumor de algunos gramáticos ACTITUDES FRENTE A LA LENGUA Y LA NORMATIVA. Ricardo Monner Sans Barbaridades que se nos escapan al hablar. 1925 IV. La visita de un periodista novel: -¿Quiere darme aquel libro? -¿Cuál? ¿El que está arriba de la mesa? -Ve usted, mi amigo, cómo ya empieza a despotricar…al confundir arriba con encima…. El novel periodista despidióse balbuciente; casi diría, con andaluces y argentinos, que salió de mi casa como rata por tirante, frase que no figura en el léxico oficial.
El “español general” y la periferia • Hace por lo menos medio siglo que varios filólogos y lingüistas hemos venido poniendo en cuestión el sentido de una obra de esta clase. Cuestionamos el planteamiento diferencial que lo sustenta, en cuanto supone que el vocabulario del “español general” corresponde, en su mayor parte, al peninsular, en tanto que los “americanismos” (como también los andalucismos, murcianismos, canarismos, etc.) sólo pueden constituir un vocabulario periférico, todavía marcado en muchos lugares de España e Hispanoamérica como proclive al barbarismo y siempre objeto de necesaria corrección. No se podrá hablar, objetiva y documentadamente, de un “español general” mientras no haya estudios descriptivos profundos de la realidad de la lengua española en los 20 países que la tienen como lengua nacional…; mientras tales estudios no existan, no se puede proceder a una comparación entre todas las variedades –incluidas, por supuesto, las de España– que permitan deslindar un “español general” o “común” o “internacional”, respecto del cual se reconozcan los particularismos de cada dialecto, incluidos, por supuesto, los españolismos, que claramente existen, y aquellos cuya difusión pueda realmente ser atribuida a toda América o a amplias regiones históricas americanas, que sería el caso de los americanismos (L.F.Lara. Reseña del Diccionario de americanismos).
La Ngrale y los estudios del español • La Ngrale, “el español de todos”: el gran mapa en que nos ubicamos los hispanohablantes, “y también nuestro deseo es que ustedes desplieguen este mapa y se vean reconocidos en él” (Discurso de Ignacio Bosque en Medellín, 2007). También es un mapa para el gramático de hoy que le indica los límites del territorio explorado y las zonas que aún quedan por explorar en las construcciones de la lengua común y en las propias de las varias modalidades dialectales.