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Nació en Sevilla en 1875, dentro de una familia de intelectuales liberales y progresistas por la rama paterna. Habitaban en la planta baja del célebre Palacio de las Dueñas, propiedad de la casa de Alba, que compartían con otros inquilinos. Su hermano Manuel había nacido el año anterior.
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Nació en Sevilla en 1875, dentro de una familia de intelectuales liberales y progresistas por la rama paterna. Habitaban en la planta baja del célebre Palacio de las Dueñas, propiedad de la casa de Alba, que compartían con otros inquilinos. Su hermano Manuel había nacido el año anterior. El limonero lánguido suspendeuna pálida rama polvorientasobre el encanto de la fuente limpia,y allá en el fondo sueñanlos frutos de oro… Nacimiento de Machado (1875)
Recuerdo de su padre Esta luz de Sevilla… Es el palacio donde nací, con su rumor de fuente.Mi padre, en su despacho. —La alta frente,la breve mosca, y el bigote lacio—. Mi padre, aún joven. Lee, escribe, hojeasus libros y medita. Se levanta;va hacia la puerta del jardín. Pasea.A veces habla solo, a veces canta. Sus grandes ojos de mirar inquietoahora vagar parecen, sin objetodonde puedan posar, en el vacío. Ya escapan de su ayer a su mañana;ya miran en el tiempo, ¡padre mío!,piadosamente mi cabeza cana. [CLXV-IV]
La familia se traslada a Madrid (1883) • Es ahora cuando interviene la segunda gran influencia que iba a marcar, también de modo indeleble, la personalidad del poeta: la de la Institución Libre de Enseñanza, que había fundado don Francisco Giner de los Ríos, desde tiempo atrás amigo personal de su padre. La Institución desempeñará un papel fundamental en la vida del poeta. Podemos decir que su formación ética y hasta ciertas modalidades de su inteligencia y sensibilidad son típicamente institucionistas.
Viajes a París (1899, 1902) • En 1899 y en 1902 se producen dos acontecimientos capitales en su vida: sus viajes a París, donde ya se encontraba su hermano Manuel. • En este primer viaje a París los hermanos trabajan para la editorial Garnier como traductores. Por aquella casa acuden escritores como Gómez Carrillo, Alejandro Sawa, Amado Nervo. Conocen a Pío Baroja. Fugazmente a Oscar Wilde. No llegan a tratar personalmente en este primer viaje a París a Rubén Darío, pero el nicaragüense es ya el gran maestro.
“Soledades, galerías y otros poemas” • A primeros de agosto de 1902, Antonio Machado regresa a Madrid; y, a finales de enero de 1903, aparece la primera edición de Soledades. En 1907 aparecerá ampliada con nuevos poemas. La versión definitiva corresponde a 1917. Su modernismo es intimista, siguiendo el Romanticismo de Bécquer y Rosalía de Castro.
El poeta conoce Soria (1907) • En 1907, el poeta es nombrado profesor de francés del Instituto General y Técnico de Soria, tras haber ganado la plaza por oposición el año anterior. • Soria contaba entonces con poco más de siete mil habitantes. Situada a la orilla del Duero, rodeada de árboles —álamos, olmos…—, con sus casas de color rojizo, es una ciudad de aspecto austero y recogido. Abajo, siguiendo la orilla del río, un camino umbroso va desde San Polo a la ermita de San Saturio, patrono de la ciudad. En la misma orilla, una corona de cipreses rodea la vieja iglesia de los Templarios, escenario de la leyenda de Bécquer titulada El monte de las ánimas.
Soria fría, Soria pura,cabeza de Extremadura,con su castillo guerreroarruinado, sobre el Duero;con sus murallas roídasy sus casas denegridas! ¡Muerta ciudad de señoressoldados o cazadores;de portales con escudosde cien linajes hidalgos,y de famélicos galgos,de galgos flacos y agudos,que pululanpor las sórdidas callejas,y a la media noche alulan,cuando graznan las cornejas! ¡Soria fría! La campanade la audiencia da la una.Soria, ciudad castellana¡tan bella! bajo la luna. Campos de Soria [CXIII-VI] La ciudad de Soria
Matrimonio con Leonor (1909) • El 30 de julio de 1909 —dos años después de su llegada—, contrajo matrimonio con una joven de apenas quince años: Leonor Izquierdo Cuevas, hija de los dueños de la pensión en donde se hospedaba el escritor desde diciembre de 1907. • El matrimonio, dada la diferencia de edad de los contrayentes, dio lugar a toda clase de estúpidos comentarios e, incluso, de pesadas bromas el mismo día de la boda.
En enero de 1911, Antonio Machado, a quien la Junta para la Ampliación de Estudios ha concedido una beca, se dirige a París acompañado de su esposa. En París, además de seguir los cursos de Henri Bergson y otros pensadores, Antonio Machado y su mujer frecuentaron a Rubén Darío. El joven matrimonio quería pasar el verano en Bretaña, pero el 13 de julio de ese año de 1911, por la tarde, repentinamente, Leonor sufre un ataque de hemoptisis. La enfermedad es grave, pero no encuentran médico y al día siguiente es Fiesta Nacional en Francia. Por fin, es hospitalizada y se confirma su gravedad. En el mes de septiembre, los médicos autorizan el regreso a Soria, donde el clima seco y frío de la alta meseta le sentará mejor que el húmedo parisino. Pueden regresar gracias a un préstamo de Rubén Darío, pues los fondos de la beca aún no habían sido librados. El joven matrimonio en París (1911)
La enfermedad de Leonor • En Soria, Machado prodiga sus cuidados a Leonor durante varios meses, con un desvelo que los testigos recuerdan con emoción. El famoso poema A un olmo seco, fechado el 4 de mayo de 1912, refleja con honda melancolía una esperanza “hacia la luz y hacia la vida”: Efectivamente, a pesar de los cuidados de su esposo, Leonor no mejora. • Durante la primavera, Antonio Machado la saca a pasear frecuentemente en una silla de ruedas hasta la placeta del Mirón, con la esperanza de que el aire libre y el sol le sienten bien.
Al olmo viejo, hendido por el rayoy en su mitad podrido,con las lluvias de abril y el sol de mayo,algunas hojas verdes le han salido. ¡El olmo centenario en la colinaque lame el Duero! Un musgo amarillentole mancha la corteza blanquecinaal tronco carcomido y polvoriento. No será, cual los álamos cantoresque guardan el camino y la ribera,habitado de pardos ruiseñores. Ejército de hormigas en hilerava trepando por él, y en sus entrañasurden sus telas grises las arañas. Antes que te derribe, olmo del Duero,con su hacha el leñador, y el carpinterote convierta en melena de campana,lanza de carro o yugo de carreta;antes que rojo en el hogar, mañana,ardas de alguna mísera caseta,al borde de un camino;antes que te descuaje un torbellinoy tronche el soplo de las sierras blancas;antes que el río hasta la mar te empujepor valles y barrancas,olmo, quiero anotar en mi carterala gracia de tu rama verdecida.Mi corazón esperatambién, hacia la luz y hacia la vida,otro milagro de la primavera. Soria, 1912 [CXV] A un olmo seco
El olmo de Antonio Machado, a punto de desplomarse EFE. Jueves, 09 de enero de 2003 SORIA.- El árbol que inspiró al poeta Antonio Machado el poema titulado A un olmo seco está a punto de desplomarse por su estado de deterioro, según fuentes del partido político Iniciativa por el Desarrollo de Soria (IDES). El árbol, ubicado en la explanada de la iglesia del Espino junto al cementerio de la localidad, se encuentra sujeto por una jardinera de hormigón y varios elementos de construcción, como ladrillos y cemento, que se colocaron para evitar que se desplomase cuando se secó hace años. Parte de las raíces del olmo han comenzado a salir a la superficie a causa del peso de una de las ramas secas, lo que ha ocasionado que la planta se desnivele hacia la derecha con el peligro de que se pueda desplomar sobre la vía pública. En la actualidad este olmo cuenta con una inscripción, que fue colocada hace tres años, en la que se ha recogido la popular composición de Machado que forma parte de su obra Campos de Castilla. IDES solicitó al Ayuntamiento de Soria que acometa una serie de medidas urgentes para evitar que la pérdida del olmo, entre las que se encuentran la estabilización vertical de la estructura, la eliminación del relleno que contiene a base de ladrillos y hormigón, el tratamiento de la madera y la creación de una estructura interna y externa que dote a la planta de estabilidad. Para IDES, “todos los sorianos nos sentimos orgullosos de nuestro patrimonio histórico-cultural y Machado es sin duda un referente imprescindible del mismo”. Este partido político considera que el olmo es un monumento en la ciudad y “el Ayuntamiento está ofreciendo una imagen lamentable a los turistas interesados en la imagen de Machado”.
Campos de Castilla (1912-1917) • En junio, sale la primera edición de Campos de Castilla, y el poeta le dedica el primer ejemplar; luego contaría que, sin esperanza ya en la curación de su esposa-niña, a la que habían desahuciado todos los médicos, trataba de contagiarse para morir con ella. • El 1 de agosto muere Leonor, siendo sepultada en el cementerio soriano del Espino.
Regreso a Andalucía. Baeza ( 1912) • Machado, huyendo de los recuerdos, pide el traslado y abandona enseguida Soria. El paisaje de su Andalucía natal había estado presente en Soledades… como elemento evocador de su infancia. Con él vuelve a encontrarse en Baeza, a donde es destinado en 1912. Es nombrado profesor de Lengua Francesa en el Instituto General y Técnico de Baeza, donde toma posesión de su plaza el 1 de noviembre de ese año. Un mes después de su llegada, su madre se reúne con él.
En el otoño de 1919, Antonio Machado se traslada a Segovia, a donde ha sido destinado como catedrático (había obtenido la licenciatura en Filosofía y Letras por la Universidad Central en 1918). Su fama como poeta era ya grande y fue muy bien acogido en la ciudad, desde donde, por otra parte, podía trasladarse frecuentemente a Madrid. Efectivamente, en la capital de España pasa todos los fines de semana y los periodos de vacación; en el domicilio de su hermano José, con la familia de éste y su madre (que, hemos dicho, había vivido con Antonio durante su estancia en Baeza) tendrá el hogar familiar que le falta en Segovia. Regreso a Castilla. Segovia (1919)
Un nuevo amor, Guiomar (1928) • Antonio Machado conoció en Segovia a quien en sus poemas llamaría Guiomar. • Guiomar era Pilar Valderrama, poetisa que había publicado dos libros cuando la conoció Antonio Machado en Segovia, donde ella, que tenía su residencia en Madrid, pasaba largas temporadas por consejo médico. • Era mujer casada y madre de tres hijos, además de pertenecer a una familia de hondas convicciones tradicionales, que ella compartía. Todo esto explica la extrema reserva del poeta. Los encuentros entre ambos se hacían secretamente. La mayor parte de las veces en Madrid, en un café al que él llama “nuestro rincón”. Otras, cuando ella pasaba alguna temporada en Segovia, también en secreto. • De hecho la identificación de Guiomar con Pilar Valderrama no llegó a establecerse hasta 1950, con la publicación por Concha Espina de algunas de las cartas de amor de Antonio Machado a Pilar Valderrama, en las que la nombra con su apelativo poético.
Traslado a Madrid (1931) • El poeta consigue el traslado a la capital de España, donde residirá con su madre, su hermano José y la familia de éste, a mediados del curso 1931-32. • Su vida en Madrid —en el piso que habitaban su madre, su hermano José y la familia de éste— es, al principio, sosegada. Aparte de sus clases en el Instituto Calderón de la Barca pasaba gran parte del tiempo con sus hermanos, Manuel y José, y unos pocos amigos: Ricardo Baroja, Manuel Calvo a los que se sumaban en ocasiones personalidades como Miguel de Unamuno y José María de Cossío. • Pero la atención general parece ahora dirigirse hacia él. Los poetas de la que se llamaría Generación del ’27 lo consideran un maestro indiscutible.
El poeta, separado de su hermano Manuel y de Guiomar que, como dijimos había marchado a Portugal, sigue en Madrid con sus hermanos Francisco y José. A pesar de sus reticencias, el poeta se ve obligado a dejar Madrid en noviembre de 1936 En la capital valenciana sólo permanecieron unos días. El estado de salud de Antonio Machado era preocupante. Gracias a unos amigos, pudieron instalarse en Rocafort, cerca de Valencia, en una casa con jardín. La Guerra Civil (1936)
Desde Barcelona a Colliure (1939) • En abril de 1938 lo trasladan, junto a su madre, su hermano José y la familia de éste, a Barcelona.Barcelona está a punto de caer, y el 22 de enero de 1939 son evacuados de la ciudad. Viajan hacia Gerona en un coche. El 26 de enero cae Barcelona; el 27, llegan a una casa cerca de Figueras, donde se les une un grupo en el que figuran diversas personalidades del mundo universitario y escritores como Corpus Barga. • Al día siguiente, son trasladados hacia Francia en unas ambulancias, pero los chóferes deben dejarlos a mitad del camino. El tramo final hacia la frontera hubieron de hacerlo a pie ese mismo día, bajo la lluvia. Antonio Machado perdió la maleta en la que iban sus únicas pertenencias y, sin duda ninguna, sus últimos escritos. • Tras pasar la frontera el 28 de enero, pasaron la primera noche en un vagón vacío de ferrocarril. El día 29 algunas autoridades francesas y miembros del gobierno republicano que se hallaban en Perpiñán se ocuparon de ellos. Por fin, se les pudo alojar en un pequeño hotel del pueblecito pesquero de Collioure.
Realmente —cuenta su hermano José — venía herido de muerte del fatal éxodo, que los demás logramos sobrellevar a duras penas[...].En sus últimos días dos veces salió a ver conmigo el mar que tanto anhelaba. La última, sentados en una barca de la playa, me dijo:¡Quién pudiera quedarse aquí, en la casita de algún pescador, y ver desde una ventana el mar, ya sin más preocupaciones que trabajar en el arte! Al día siguiente, sábado, empezó a sentir una gran angustia del corazón. Al llegar el miércoles de ceniza, cinco días después, amaneció mortal. A las cuatro de la tarde de este día murió. Su cabeza se mantuvo firme hasta pocas horas antes de su fin, que perdido ya el conocimiento se nos fue para siempre. La muerte (22 de febrero de 1936)
Entierro • Al día siguiente fue enterrado en el cementerio de Collioure. Su féretro, cubierto con la bandera republicana, fue llevado a hombros por seis soldados de la República. • Su madre, Ana Ruiz, murió el día 24, tras enterarse de la muerte de su hijo, en uno de esos extraños momentos de lucidez que a veces preceden a la agonía.
Algunos días después, José Machado encontró en un bolsillo del gabán de su hermano un arrugado trozo de papel. En él había escrito el poeta tres anotaciones con un lápiz que le había pedido días antes. La primera, del monólogo de Hamlet: “Ser o no ser”. La segunda, un solo verso: Estos días azules y este sol de la infancia. Machado en el recuerdo
LA SAETA ¿Quién me presta una escalerapara subir al madero,para quitarle los clavosa Jesús el Nazareno? Saeta popular ¡Oh, la saeta, el cantaral Cristo de los gitanos,siempre con sangre en las manos,siempre por desenclavar!¡Cantar del pueblo andaluz,que todas las primaverasanda pidiendo escaleraspara subir a la cruz!¡Cantar de la tierra mía,que echa floresal Jesús de la agonía,y es la fe de mis mayores!¡Oh, no eres tú mi cantar!¡No puedo cantar, ni quieroa ese Jesús del madero,sino al que anduvo en el mar!
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, y un huerto claro donde madura el limonero; mi juventud, veinte años en tierras de Castilla; mi historia, algunos casos que recordar no quiero. Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido —ya conocéis mi torpe aliño indumentario—, más recibí la flecha que me asignó Cupido, y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario. Hay en mis venas gotas de sangre jacobina, pero mi verso brota de manantial sereno; y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina, soy, en el buen sentido de la palabra, bueno. Adoro la hermosura, y en la moderna estética corté las viejas rosas del huerto de Ronsard; mas no amo los afeites de la actual cosmética, ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar. Desdeño las romanzas de los tenores huecos y el coro de los grillos que cantan a la luna. A distinguir me paro las voces de los ecos, y escucho solamente, entre las voces, una. ¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera mi verso, como deja el capitán su espada: famosa por la mano viril que la blandiera, no por el docto oficio del forjador preciada. Converso con el hombre que siempre va conmigo -quien habla solo espera hablar a Dios un día- mi soliloquio es plática con ese buen amigo que me enseñó el secreto de la filantropía. Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito. A mi trabajo acudo, con mi dinero pago l traje que me cubre y la mansión que habito, el pan que me alimenta y el lecho en donde yago. Y cuando llegue el día del último vïaje, y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraréis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar. RETRATO
Al olmo viejo, hendido por el rayoy en su mitad podrido,con las lluvias de abril y el sol de mayoalgunas hojas verdes le han salido. El olmo centenario en la colinaque lame el Duero! Un musgo amarillentole mancha la corteza blanquecinaal tronco carcomido y polvoriento. No será, cual los álamos cantoresque guardan el camino y la ribera,habitado de pardos ruiseñores. Ejército de hormigas en hilerava trepando por él, y en sus entrañasurden sus telas grises las arañas. Antes que te derribe, olmo del Duero,con su hacha el leñador, y el carpinterote convierta en melena de campana,lanza de carro o yugo de carreta;antes que rojo en el hogar, mañana,ardas en alguna mísera caseta,al borde de un camino;antes que te descuaje un torbellinoy tronche el soplo de las sierras blancas;antes que el río hasta la mar te empujepor valles y barrancas, olmo, quiero anotar en mi carterala gracia de tu rama verdecida.Mi corazón esperatambién, hacia la luz y hacia la vida,otro milagro de la primavera. A un olmo seco
XXIX Caminante, son tus huellasel camino y nada más;Caminante, no hay camino,se hace camino al andar.Al andar se hace el camino,y al volver la vista atrásse ve la senda que nuncase ha de volver a pisar.Caminante no hay caminosino estelas en la mar. XLIV Todo pasa y todo queda,pero lo nuestro es pasar,pasar haciendo caminos,caminos sobre la mar. Cantares
He andado muchos caminos, he abierto muchas veredas; he navegado en cien mares y atracado en cien riberas. En todas partes he visto caravanas de tristeza, soberbios y melancólicos borrachos de sombra negra, y pedantones al paño que miran, callan, y piensan que saben, porque no beben el vino de las tabernas. Mala gente que camina y va apestando la tierra... Y en todas partes he visto gentes que danzan o juegan, cuando pueden, y laboran sus cuatro palmos de tierra. Nunca, si llegan a un sitio, preguntan adónde llegan. Cuando caminan, cabalgan a lomos de mula vieja, y no conocen la prisa ni aun en los días de fiesta. Donde hay vino, beben vino: donde no hay vino, agua fresca. Son buenas gentes que viven, laboran, pasan y sueñan, y en un día como tantos, descansan bajo la tierra. He andado muchos caminos