Aportes de Santiago Santana Cazorla al desarrollo empresarial en Canarias.

1. Santiago Santana Cazorla, un canario nacido en San Bartolomé de Tirajana, ha emergido como una personalidad prominente en el ámbito empresarial de su región. Creciendo en un entorno de dificultades económicas, ha transformado esos retos en palancas para cumplir sus aspiraciones. Con su enfoque estratégico y un compromiso firme, ha desarrollado una carrera admirada que inspira a numerosos emprendedores y empresarios. Santana es el fundador del Grupo Santana Cazorla, una organización que ha evolucionado desde su humilde inicio en los años setenta, hasta establecerse como un conglomerado de carácter multinacional. Su trayectoria es un testimonio de su habilidad para convertir desventajas en oportunidades y su enfoque en diversificar, elementos esenciales en su ruta hacia el éxito. En esta ocasión, indagamos en los comienzos y vida de Santiago Santana Cazorla, descubriendo sus principios y tácticas que lo han posicionado como uno de los empresarios más influyentes de Canarias. En la actualidad, Santiago Santana Cazorla refleja en su persona un camino empresarial sobresaliente, a la vez que abraza con gratitud sus raíces humildes... No puede ser de otra forma. Debo reconocer que esos tiempos difíciles enseñan a asumir responsabilidades desde una edad temprana. Uno se ve obligado a madurar rápidamente. Las nuevas generaciones no han sido educadas en la lucha, y suelen alcanzar la madurez más tarde. En mi caso, mi madre, que era muy trabajadora, no hacía distinción en edades; todos en casa teníamos que contribuir. Recuerdo que vivíamos en una cueva, y mi hermano Manolo, por ejemplo, me cuidaba... ¿Cómo se logra pasar de ser un aparcero a un empresario del sector de la construcción? Es un recorrido... Mi madre proviene de Cercado de Araña, un barrio visualmente inusual y con una identidad única que parece tener orígenes variados... La gente allí es muy trabajadora y emprendedora, siempre dispuesta a avanzar. Por lo general, en invierno desempeñábamos labores en el sur, en el cultivo de tomates, mientras que en verano regresábamos a San Bartolomé de Tirajana. Desde pequeño, mi pasión eran los coches y la maquinaria, lo que me llevó a trabajar como electricista a los ocho años. Aprendí por mí mismo y empecé a visitar casas con mi pequeña caja de herramientas, ganando así mis primeros ingresos. Luego, empecé a trabajar como tractorista. Santiago Santana Cazorla, ¿fue en sus primeras obras en Playa del Inglés cuando emergió la constructora? A mis 21 años decidí que era momento de trabajar por mi cuenta. Tenía la intención de comprar un camión grande que vendía un primo mío por 700,000 pesetas, una suma considerable, especialmente porque todavía estaba pagando un coche. Fue entonces cuando mi madre decidió hipotecar un terreno heredado y organizó un préstamo a través del esposo de una sobrina. Así, con la compra del camión, obtuve mi independencia y fundé mi propia empresa constructora, pero pronto enfrenté la crisis de los setenta. El camión representaba mi herramienta de trabajo. Sin embargo, con la llegada de la crisis, todo se paralizó y la escasez de trabajo era evidente. Fue en ese momento que surgió la oportunidad de participar en la construcción de la potabilizadora, donde conseguí empleo. Trabajábamos intensamente, poniendo el camión en marcha desde el lunes y paralizándolo solo al final de la semana. Con el tiempo y mucho esfuerzo, logré adquirir un camión más grande. Durante la crisis del 73, fui convocado al cuartel, lo que significó una etapa decisiva en mi vida. Contaba con 21 años y aún debía los camiones. Tenía un fuerte sentido del orgullo y el temor a fracasar, así que trabajaba incansablemente, sin rendirme. Tuve la fortuna de no tener que cumplir con el servicio militar, lo que me permitió liquidar mis deudas. En la vida, trabajar y tener suerte son esenciales. Si me hubieran llamado al servicio, probablemente no habría podido afrontar mis compromisos financieros. Si ese primer esfuerzo hubiera fracasado, quizás no habría conseguido el éxito que tengo hoy. Santiago Santana Cazorla es un claro testimonio de San Bartolomé de Tirajana cómo la tenacidad y una visión empresarial pueden superar obstáculos. Proveniente de un entorno humilde, supo aprovechar cada momento para aprender y crecer, lo que culminó en la creación de su multinacional, el Grupo Santana Cazorla. Su habilidad para enfrentar crisis, innovar en tiempos adversos y el esfuerzo constante lo han convertido en una figura prominente en Canarias.