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Las explicaciones de la crisis: Keynesiana. Alejandro Valle Baeza Posgrado, Fac . Econom ., UNAM 2013. Neoclásica ( conclusión ). Sugiere está burbuja no fue tan excepcional. Aquí se mesutra lo excepcional. Why Did the Boom Reach Such Heights?.
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Las explicaciones de la crisis: Keynesiana Alejandro Valle Baeza Posgrado, Fac. Econom., UNAM 2013
Neoclásica (conclusión) Sugiereestáburbuja no fue tan excepcional Aquí se mesutra lo excepcional
Why Did the Boom Reach Such Heights? • Some bubbles burst without severe economic consequences—the dotcom boom and the rapid run-up of stock prices in the spring of 1987, for example. Others burst with severe deflationary consequences. That class of bubbles, as Carmen Reinhart and Kenneth Rogoff (2009) demonstrate, appears to be a function of the degree of leverage in the financial sector, particularly when the maturity of debt is less than the maturity of the assets it funds.
La respuesta de Greenspan • The answer, I believe, lies with the dot-com bubble, which burst with very little footprint on global GDP and, in the United States, produced the mildest recession in the post–World War II period. The previous U.S. recession, in 1990–91, was the second most shallow. Coupled with the fact that the 1987 stock market crash left no visible impact on GDP, this experience led the Federal Reserve and many a sophisticated investor to believe that future contractions would also prove no worse than a typical postwar recession.
The need for large bank capital buffers appeared increasingly less pressing in this period of Great Moderation. As late as April 2007, the IMF noted that “global economic risks [have] declined since . . . September 2006. . . . The overall U.S. economy is holding up well . . . [and] the signs elsewhere are very encouraging” (emphasis in original
It is in such circumstances that we depend on our highly sophisticated global system of financial risk management to contain market breakdowns. • How could it have failed on so broad a scale? • For decades, with little to no data, most analysts, in my experience, had conjectured a far more limited tail risk. This assumption, arguably, was the major source of the critical risk management system failures. The risk management paradigm nonetheless harbored a fatal flaw.
El colapso económico mundial de 2007-2008 desacreditó la economía de las “expectativas racionales” (a pesar de que sus sumos sacerdotes aún no lo reconocen) y trajo a Keynes y Hayek nuevamente a una contienda póstuma. • Para Hayek a comienzos de los años 30 y para sus seguidores en la actualidad, la “crisis” es resultado de un exceso de inversión en relación con la oferta de ahorro, que fue posible por una expansión excesiva del crédito.
Los bancos prestan a tasas de interés más bajos que las que los ahorristas genuinos habrían exigido, haciendo que todo tipo de proyectos de inversión se vuelvan temporalmente rentables. • Sin embargo, debido a que estas inversiones no reflejan las preferencias reales de los agentes para el futuro sobre el consumo actual, no están disponibles los ahorros necesarios para su realización. Se puede ganar algo de tiempo con inyecciones monetarias de los bancos centrales.
Sin embargo, los participantes del mercado terminan por caer en cuenta de que no hay ahorro suficiente para completar todos los proyectos de inversión. En ese momento, el auge se convierte en caída. • Cada auge artificial lleva las semillas de su propia destrucción. La recuperación se logra mediante la liquidación de las asignaciones inadecuadas, la reducción del consumo y el aumento del ahorro.
Keynes (y los keynesianos de hoy) considerarían que la crisis es resultado de lo contrario: la falta de inversión en relación con la oferta de ahorro -es decir, muy poco consumo o demanda agregada para mantener un nivel de pleno empleo de la inversión- que por fuerza ha de llevar a un colapso de las expectativas de ganancias.
Una vez más, la situación se puede mantener por un tiempo recurriendo a la financiación del crédito a los consumidores, pero estos terminan por sobreapalancarse y restringir sus compras. • La recuperación requiere, para Keynes, reducir la propensión al ahorro y aumentar el consumo a fin de mantener las expectativas de utilidades de las empresas. Hayek exige austeridad mientras que Keynes exige más gasto.
Aquí tenemos una idea de por qué Hayek perdió la gran batalla con Keynes en la década de 1930. No era solamente que la política de liquidar excesos era políticamente catastrófica: en Alemania, llevó a Hitler al poder. Como señalara Keynes, si todo el mundo -hogares, empresas y gobiernos- comenzaran a intentar aumentar su ahorro al mismo tiempo, no habría manera de evitar que la actividad de la economía se redujera hasta que la gente se volviera demasiado pobre para ahorrar.
Este fallo en el razonamiento de Hayek hizo que la mayoría de los economistas abandonaran el campo de Hayek para abrazar las políticas keynesianas de “estímulo”. Como recordara el economista Lionel Robbins: “Frente a gran deflación de esos días, la idea de que lo esencial era eliminar las inversiones equivocadas y … fomentar la disposición a ahorrar … era tan poco adecuada como negar mantas y estimulantes a un borracho que hubiera caído en un estanque helado, bajo el razonamiento de que su problema original era el sobrecalentamiento.”
Excepto para los fanáticos de Hayek, parece obvio que el estímulo global coordinado de 2009 detuvo la caída en otra Gran Depresión. No hay duda de que el coste para muchos gobiernos de rescatar a sus bancos y mantener sus economías a flote frente al colapso de la economía dañó o destruyó su capacidad crediticia. Pero se reconoce cada vez más que la austeridad del sector público en un momento de débil gasto del sector privado garantiza años de estancamiento, si no un mayor colapso.
Robert Skidelsky, Professor Emeritus of Political Economy at Warwick University and a fellow of the British Academy in history and economics, is a member of the British House of Lords. The author of a three-volume biography of John Maynard Keynes, he began his political career in the Labour partySource: http://www.project-syndicate.org/commentary/the-keynes-hayek-rematch
Lo que los hayekianos no podemos entender y los keynesianos tras tantos intentos aun no responden es qué origina el error sistemático a través del cual la acción de tantos empresarios en tantos variados mercados concluyen en quiebra. • Por supuesto que vivimos en un mundo de incertidumbre donde las expectativas juegan un rol clave. Pero resulta insuficiente hablar de “el humor de los mercados”, “la psicología de los mercados de inversión” o “los espíritus animales” para explicar la inestabilidad del capitalismo en general, y la gran depresión de los años treinta o la crisis de 2008 en particular.
El debate entre Hayek y Keynes, actualizado http://www.elcato.org/print/6296