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En un momento de silencio pide la presencia del Espíritu Santo para este momento eucarístico. Los invito a empezar en silencio nuestra Eucaristía Dominical apaga tu celular o cualquier distractor .
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En un momento de silencio pide la presencia del Espíritu Santo para este momento eucarístico. Los invito a empezar en silencio nuestra Eucaristía Dominical apaga tu celular o cualquier distractor. Y te invito a que contemples este bello paisaje que te ayudará a prepararte para vivir la Eucaristía Dominical.
PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE LA SALUD
Cuantas veces Señor yo peque (bis) Mi Jesús, mi Jesús, yo te pido mil veces perdón (bis) Te he clavado señor en la cruz (bis) Mi Jesús, mi Jesús, te he clavado mi Señor en la cruz (bis) Te prometo Señor ser mejor (bis) Mi Jesús, mi Jesús, te prometo señor ser mejor.
Gloria, Gloria, Aleluya, gloria, gloria, aleluya, gloria, gloria, aleluya, en nombre del Señor. Cuando sientas que tu hermano necesita de tu amor, no le cierres las entrañas ni el calor del corazón, busca pronto en tu recuerdo la palabra del Señor: “Mi ley es el amor”.
Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor Por tu inmensa gloria te alabamos te bendecimos te adoramos, te glorificamos, te damos gracias Señor. Señor Dios rey celestial Dios padre todo poderoso Señor hijo único Jesucristo Señor Dios cordero de Dios hijo del padre
Tu que quitas el pecado del mundo Ten piedad de nosotros. Tu que quitas el pecado del mundo Atiende nuestras suplicas Tu que estas sentado a la derecha del padre Ten piedad de nosotros. Porque solo tu eres santo Solo tu Señor Solo tu altísimo Jesucristo con el espíritu santo En la gloria de Dios Padre.
Lectura Del libro de Jeremías (31,7-9) Guiaré entre consuelos a los ciegos y cojos.
Al Salmo respondemos todos: El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
Al Salmo respondemos todos: Señor, tú cambias nuestro llanto en alegría.
Lectura De la Carta de los Hebreos (5,1-6) Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec
Aleluya, aleluya Cristo no se ha ido, Cristo vive en la mañana cuando entra el sol por mi ventana, cuida tus sueños junto a tu cama y hasta en la estrella mas lejana vive Jesús
Lectura del Santo Evangelio según san Marcos (10,46-52) Maestro, haz que pueda ver
EVANGELIO: Mc. 10, 46-52 «Anda, tu FE te ha curado»
Jesús, Tú eres El Mesías, ten Compasión de mí Jesús y sus discípulos pasaron por la ciudad de Jericó, y al salir de allí mucha gente los siguió. Junto al camino estaba sentado un ciego que pedía limosna. El ciego se llamaba Bartimeo, hijo de Timeo. Cuando oyó que Jesús estaba pasando por allí, empezó a gritar: La gente entonces comenzó a reprenderlo para que se callara, pero él gritaba con más fuerza todavía. En ese momento el ciego pudo ver de nuevo y siguió a Jesús por el camino. Entonces Jesús se detuvo y mandó llamar al ciego quien se acercó a Jesús. Puedes irte, estás sano porque confiaste en Dios ¿Qué quieres que haga por ti? Maestro, haz que yo pueda ver de nuevo. ¡Callate! ¡Callate! ¡No molestes! ¡No molestes! ¡Vete! ¡Vete!
EVANGELIO DE JESUCRISTO SEGUN SAN MARCOS R/. Gloria a Ti, Señor. El ciego de Jericó (Mt 20,29-34; Lc 18,35-43) 46 Llegaron a Jericó. Y cuando Jesús salía de allí con sus discípulos y un gentío considerable, Bartimeo –hijo de Timeo–, un mendigo ciego, estaba sentado al costado del camino. 47 Al oír que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: –¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí!
48 Muchos lo reprendían para que se callase. Pero él gritaba más fuerte: –¡Hijo de David, ten piedad de mí! 49 Jesús se detuvo y dijo: –Llámenlo. Llamaron al ciego diciéndole: –¡Ánimo, levántate, que te llama! 50 Él dejó el manto, se puso en pie y se acercó a Jesús. 51 Jesús le dirigió la palabra: –¿Qué quieres de mí? Contestó el ciego: –Maestro, que recobre la vista.
52 Jesús le dijo –Vete, tu fe te ha salvado. Al instante recobró la vista y lo seguía por el camino. Palabra del Señor. R/. Gloria a Ti, Señor Jesús.
El relato evangélico expone con precisión los pasos de la Pedagogía de Jesús Todas las obras de Jesús, pero especialmente los milagros, tienen una finalidad pedagógica.
BARTIMEO EL HIJO DE TIMEO • Él sabía sus limitaciones y que Jesús podía sanarlo.
2. El grito de fe “JESÚS, HIJO DE DAVID TEN COMPASIÓN DE MI” La tiniebla que le oscurece el corazón, pide ser iluminado
3. VETE, TU FE TE HA SALVADO “ El ciego es símbolo de todos los hombres. Se es ciego cuando, sin los ojos del cuerpo, no se puede ver. Pero también somos ciegos del alma y del corazón.
Algunas preguntas para contemplar durante la semana ¿Cuáles son nuestras cegueras? ¿A quién puedo ayudar yo para que recupere la vista, la esperanza y la confianza en el Señor y en los demás? 3. Siempre que me he separado de Dios he vivido en el destierro. Cuando he vuelto a él, ¿he experimentado la alegría del retorno? 4. ¿Está mi grupo cristiano abierto a la utopía? ¿Tiene capacidad de soñar? ¿Cuáles son sus sueños?
Benedicto XVI: “debemos aceptar con humildad nuestra insuficiencia, aceptar este "yo" que nunca es perfecto pero que se proyecta siempre hacia el Señor para llegar a la comunión con el Señor y con todos”
Esta es nuestra fe. Esta es la fe de la Iglesia, que nos gloriamos de profesar en Cristo Jesús, nuestro Señor.
Credo de Nicea [1/2]Creo en un solo Dios, padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor Jesucristo, hijo único de Dios nacido del padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho: que por nosotros, los hombres y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del espíritu Santo se encarno en María, la virgen y se hizo hombre; por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Piloto
padeció y fue sepultado, y resucito al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y a muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con le Padre y el Hijo, recibe una misma adoración y gloria, y que hablo por los profetas. Creo en la iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
TODOS: Señor, abre nuestros ojos a la fe y al amor.
OFERTORIO Te ofrezco señor mi canto de amor, eres mi ilusión mi fe, mi luz, mi verdad, bendice Señor el vino y el pan, y dadme a beber la inmensa gloria de Dios (bis)
Santo es el señor, Dios del universo, llenos están el cielo y la tierra. • Hosanna en el cielo, Hosanna en la tierra bendito el que viene en nombre del Señor (Bis).
LLEGAMOS AL MOMENTO MÁS IMPORTANTE DE LA EUCARISTÍA NOS PONEMOS DE RODILLAS
CORDERO Cordero de Dios que quitas el (pecado del mundo) (bis) ten piedad Señor, ten piedad, de nosotros señor, ten piedad. Señor, ten piedad de nosotros y dadnos la paz (bis)
Yo te llevo desde niño muy adentro, te encontraba en el pájaro y la flor, en la lluvia, la tierra y el silencio, y en mis sueños cada noche estabas tú. Desde entonces quiero darte siempre gracias, porque puedo darme cuenta de tu amor, beberé de tu cuerpo y de tu sangre, y por siempre te daré mi corazón. Cómo no creer en Dios, si me han dado los hijos y la vida. Cómo no creer en Dios, si me dado la mujer querida. Cómo no creer en Dios, si lo siento en mi pecho a cada instante, en la risa de un niño por la calle, o en la tierna caricia de una madre. Cómo no… Cómo no creer en Dios, si está en las viñas y en el manso trigo. Cómo no creer en Dios, si me dio la mano abierta de un amigo. Cómo no creer en Dios, si me ha dado la tristeza y la alegría de saber que hay un mañana cada día, por la fe, la esperanza y el amor. Cómo no… cree en Dios
Aquí estoy, Señor,como el ciego al borde del camino-cansado, sudoroso, polvoriento-;mendigo por necesidad y oficio. Pero al sentir tus pasos,al oír tu voz inconfundible,todo mi ser se estremececomo si un manantial brotaradentro de mí. ¡Ah, qué pregunta la tuya! ¿Qué desea un ciego sino ver? ¡Que vea, Señor! Que vea, Señor, tus sendas. Que vea, Señor, los caminos de la vida. Que vea, Señor, ante todo, Tu rostro, tus ojos, tu corazón. Ulibarri, Fl. Al borde del camino