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Para encontrarnos con Dios, para renovar nuestra fe. El Papa nos ha escrito una carta. En ella nos dice:. Es una buena ocasión para reanimar nuestra fe y compartirla con todos los que están a nuestro alrededor… No se olviden…
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Es una buena ocasión para reanimar nuestra fe y compartirla con todos los que están a nuestro alrededor… No se olviden… REANIMAR, PURIFICAR, CONFIRMAR Y COMPARTIR LA FE, NUESTRA FE.
La Puerta de la Fe La Carta que nos ha enviado el Papa se llama “La Puerta de la Fe” y su nombre recuerda nuestra entrada a la vida de los creyentes…
Y eso, ¿cuándo fue? El día de nuestro BAUTISMO. Allí recibimos el don de la FE, un regalo de Dios. Y, así como ingresamos a la vida de la fe, también lo hacemos a la vida de la Iglesia.
“La fe crece cuando se vive como experiencia de un amor que se recibe y se comunica como experiencia de gracia y gozo”. Porta Fidei, 7
La FE… …que profesamos… …que celebramos… …que vivimos… …que rezamos… …que compartimos… …que anunciamos…
La fe se expresa en el CREDO El Credo es una oración que sintetiza nuestra fe. Credo significa CREO. Dice el Papa: “Son las palabras en las que se apoya sólidamente la fe de la Iglesia”. CREO – CREEMOS es la expresión de una fe compartida.
Durante este año vamos a mirar de una manera particular a Jesús “que inició y completa nuestra fe”. Hb 12, 2 Su alegría y su amor. Su respuesta ante el sufrimiento. Su perdón ante la ofensa recibida. Su victoria ante la muerte.
El Año de la Fe es una buena oportunidad para intensificar el testimonio de la caridad. Gracias a la fe podemos reconocer en quienes piden nuestro amor el rostro del Señor Resucitado. Porta Fidei, 14
La fe “es compañera de vida que nos permite distinguir con ojos siempre nuevos las maravillas que Dios hace por nosotros” Porta Fidei, 15
Por todo esto, en este Año de la Fe te propongo que puedas… • - Leer la Palabra de Dios… • - Celebrar la Eucaristía… • - Ser generoso con los necesitados… • - Participar activamente en la catequesis… • - Rezar con alegría el Credo… • - Visitar la Iglesia Catedral o un Santuario mariano…
A nuestra Madre le confiamos este Año de la Fe, a ella, “la bienaventurada por haber creído”. Lc 1, 45