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En este cielo azul regalo de un Dios de amor el hombre camina hacia su encuentro sin pensar que en ese camino con la muerte se puede encontrar . Lo importante no es morir, sino vivir, con la gracia de la eterna esperanza de un Dios salvador que al hombre viene a abrazar.
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En este cielo azul regalo de un Dios de amor el hombre camina hacia su encuentro sin pensar que en ese camino con la muerte se puede encontrar. Lo importante no es morir, sino vivir, con la gracia de la eterna esperanza de un Dios salvador que al hombre viene a abrazar. Saliendo de la oscuridad del temor de morir. Cada hombre debe despertar a una vida sana por Dios bendecida Pensando en el oscuro infierno para saludar con alegría la luz del nuevo cielo. P. Marcelo
ACERCA DEL CIELO Y DEL INFIERNO Todos, de alguna manera, siempre pensamos en el cielo y también, en el infierno. Dos situaciones – lugares queridos y temidos, pero que no han sido muy bien estudiados o por lo menos comprendidos para sonreír o llorar. Aclaremos … Conocemos tres Iglesias. La Triunfal que es la del cielo. La Militante la de todos en la actualidad La del Purgatorio que está formada por los que mueren en gracia y deben purificarse. Se lucha por ser feliz y todos corren por lograrlo.
Una historia del cielo y el infierno En aquel tiempo, dice una antigua leyenda china, un discípulo pregunto al vidente: Maestro, ¿cuál es la diferencia entre el cielo y el infierno?Y el vidente respondió: Es muy pequeña, y sin embargo de grandes consecuencias. Vi un gran monte de arroz cocido y preparado como alimento. En su derredor había muchos hombres hambrientos casi a punto de morir. No podían aproximarse al monte de arroz, pero tenían en sus manos largos palillos de dos y tres metros de longitud. Es verdad que llegaban a coger el arroz, pero no conseguían llevarlo a la boca porque los palillos que tenían en sus manos eran muy largos.De este modo, hambrientos y moribundos, juntos pero solitarios, permanecían padeciendo un hambre eterno delante de una abundancia inagotable.Y ESO ERA EL INFIERNO.Vi otro gran monte de arroz cocido y preparado como alimento. Alrededor de él había muchos hombres, hambrientos pero llenos de vitalidad. No podían aproximarse al monte de arroz pero tenían en sus manos largos palillos de dos y tres metros de longitud. Llegaban a coger el arroz pero no conseguían llevarlo a la propia boca porque los palillos que tenían en sus manos eran muy largos. Pero con sus largos palillos, en vez de llevarlos a la propia boca, se servían unos a otros el arroz. Y así acallaban su hambre insaciable en una gran comunión fraterna, juntos y solidarios, gozando a manos llenas de los hombres y de las cosas, en casa, con el Tao. Y ESO ERA EL CIELO.
¿Qué será el cielo? El Cielo es la esfera espiritual en la que la gloria de la presencia de Dios se manifiestay en donde moran los ángeles de Dios y todos los creyentes que han partido de este mundo (Hebreos 12:22-24). Aunque debemos reconocer que nuestras palabras se quedan cortas para definir el cielo. Bien dicho por Ezequiel (1) y Pablo en (2 Corintios 12,4) También que los que pertenecen a Cristo el cielo es su destino inmediato después de la muerte. Recordemos a Lucas 23,43 donde Jesús da el cielo al ladrón arrepentido. Pablo dijo que "estar ausentes del cuerpo (es estar) presentes al Señor" (2 Corintios 5:8), y que si él fuera a partir de este mundo, él "estaría con Cristo" (Filipenses 1:23). Entre el temor y la admiración, yo me quedo con la admiración. El temor niega a Dios, la admiración lo busca con ojos de ganas por conocer.
El Catecismo de la Iglesia católica sintetiza la enseñanza eclesial sobre esta verdad afirmando que, «por su muerte y su resurrección, Jesucristo nos ha abierto» el cielo. La vida de los bienaventurados consiste en la plena posesión de los frutos de la redención realizada por Cristo, que asocia a su glorificación celestial a quienes han creído en él y han permanecido fieles a su voluntad. El cielo es la comunidad bienaventurada de todos los que están perfectamente incorporados a él» (n. 1026). Subió al cielo nuestra Abogada, para que, como Madre del Juez y Madre de Misericordia, tratara los negocios de nuestra salvación" (San Bernardo) Todos tenemos que hacer vida la practica sacramental y de forma muy especial, la comunión diaria y si no, la dominical. No para que nos vean, sino para darle fuerza a la vida. Además, de la caridad fraterna como elemento indispensable para encontrarnos en el cielo. Si sabemos gozar ordenadamente de los bienes que el Señor nos regala cada día, experimentaremos ya la alegría y la paz de que un día gozaremos plenamente.Somos conscientes de que mientras caminamos en este mundo estamos llamados a buscar «las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios» (Col 3, 1), para estar con él en el cumplimiento escatológico, cuando en el Espíritu él reconcilie totalmente con el Padre «lo que hay en la tierra y en los cielos» (Col 1, 20).
¿Qué es el infierno? El infierno es un estado que corresponde, en el más allá, a los que mueren en pecado mortal y enemistad con Dios, habiendo perdido la gracia santificante por un acto personal, es decir, inteligente, libre y voluntario.¿En verdad existe el infierno? Jesucristo habla del infierno. Por eso vino al mundo para salvarnos de ese lugar.Si no existiera quésentido tendría la salvación.Por eso hay que tomar en serio la existencia del infierno.La existencia del infierno y de que es eterno, fue definido dogma de fe en el IV Concilio de Letrán. ¿Si Dios es misericordioso por qué el infierno? No puede haber duda: Dios quiere que todos se salven. Ese querer de Dios es una respuesta de cada uno de los creyentes o de los fieles. De cada uno de nosotros depende. Por lo general, siempre culpamos y descargamos nuestros errores en otros. Dios no es el que condena. Dios respeta nuestra libertad. Dios cuando nos crea, nos crea para que nos salvemos, puso dentro de nosotros unas leyes que debemos respetar y nos mandó a su Hijo para enseñarnos cómo respetarlas, pero no puede hacer nada si nosotros no queremos colaborar.
¿De qué penas hablamos? • Si en el cielo hay disfrute, en el infierno habrá otra cosas muy diferente. • Sufrimiento del alma: que sería no poder ver a Dios. Es decir, que ya lo vieron y ahora, por su mala vida, no lo volverán a ver. • Sufrimiento del cuerpo: es un dolor físico muy horrible. Jesucristo habla de fuego. Aquí ya no vale arrepentimiento. Una persona que ha rechazado la amistad con Dios en vida ya no es admitido en ella. • Habrá que recordar que para el momento de la muerte el alma se separa del cuerpo y como se haya vivido esa será la situación ante Dios. Ojo, Dios no goza condenando, ni mucho menos nos odia, lo que sucede es que la persona vivió cerrada a recibir el perdón. Yo les pregunto: ¿Cómo perdonar a alguien que no quiere ser perdonado? • Algunas citas evangélicas sobre el infierno: • Mt 5,22: y quien dijere a su hermano "insensato", será reo de la gehena del fuego. • Mt 10,28: No temáis a los que matan el cuerpo … temed más bien a los que pueden arruinar el cuerpo y el alma en el fuego eterno. • Mc 9,43-48: más te vale entrar manco al Cielo, que entrar con las dos manos a la gehena, al fuego inextinguible. • Mt 13,50: y los echarán al horno de fuego; allí llorarán y les rechinarán los dientes. • Mt 25,41: Apartaos de mi malditos al fuego eterno. • Padre Marcelo Rivas Sánchez