160 likes | 443 Views
Tema 45: Introducción al romanticismo. Pintura del siglo XIX. Delacroix. El realismo: Coubert.
E N D
Tema 45: Introducción al romanticismo. Pintura del siglo XIX. Delacroix. El realismo: Coubert
La pintura romántica sucede a la pintura neoclásica de finales del XVIII, con unos nuevos gustos desarrollados por todas las facetas artísticas del Romanticismo como la literatura, la filosofía y la arquitectura. Está hermanada con los movimientos sociales y políticos, que ganaron cuerpo con la Revolución Francesa. La pintura romántica apela al subjetivismo y la originalidad, se inspira en escenas violentas como en La carga de los Mamelucos de Goya, tiene un gusto por el dramatismo, que utiliza para remover el sentimiento del público. En cuanto la expresión, utiliza con frecuencia contrastes de planos y luces. También se carateriza por el reportorio de temas orientalizantes, históricos, exóticos, folclóricos, costumbristas o populares.
Características : • Individualismo • Intimismo • Paisaje desde el punto de vista subjetivo • Exaltación del pueblo • El artista se independiza del poder Victor HUGO :”libertad en el arte, libertad en la sociedad, ahí está el objetivo”
La pintura románticaDelacroix (1798-1863): Fue el más emblemático pintor del movimiento romántico aparecido a finales del siglo XIX, cuya influencia se extendió hasta los impresionistas. Considerado como neoclásico, opuesto totalmente a Ingres, y criticados ambos por los diferentes Salones en los que exponían, se convierte, a partir de la exposición de 1855 en la persona que supo sobrepasar la formación clásica para "renovar" la pintura. A su fallecimiento, los artistas contemporáneos le rindieron sentidos homenajes, en especial Gustave Courbet. Auténtico genio, dejó numerosas obras que tenían mucho que ver con la actualidad de su época (Las matanzas de Quío o la Libertad guiando al pueblo). También destacó como pintor religioso pese a sus continuas declaraciones de ateísmo. Sus obras manifiestan una gran maestría en la utilización del color.
Delacroix. La muerte de Sardanápalo (1827-1828)Sardanápalo era un sátrapa que al ver cercada su ciudad hace matar a las favoritas de su harén y a sus caballos mientras él observa. Esta obra se encuentra basada en un drama de Lord Byron. La figura del sátrapa está estática, en una actitud de ataraxia, frente al movimiento del resto. La composición es en M, romántica y de fuerte colorido, con dominio del rojo y el color de la sangre y la sensualidad. Destacan los escorzos de la esquina izquierda, y también el movimiento, muy dramático, lo que permite a Delacroix plasmar el sentimiento propio del romanticismo. Existe también un fuerte contraste entre el negro y el blanco, siendo y influencia de lo exótico y también de la pintura veneciana de Tiziano y Veronés. A la izquierda vemos un caballo inspirado en los de Rubens y un esclavo negro tomado de Tiziano. En el boceto se ve el flujo de energía a través de una pincelada muy suelta, generándose así un movimiento en torbellino.
DELACROIX. Las matanzas de Quíos (1824)Este cuadro representa la liberación de Grecia del yugo turco, tema histórico y relacionado con los nacionalismos. El contraste entre la actitud pasiva de los patriotas situados a la izquierda y la actividad de los turcos genera una atmósfera de fatalidad. El fondo de esta obra fue rehecho por el propio Delacroix tras conocer las obras de Constable, dándole un mayor realismo. Aquí se valora el sacrificio de los patriotas con un fin romántico, como es la libertad de Grecia. Para realizar esta obra, Delacroix estudió la obra de Gros, sobre todo Los apestados de Jaffa. Por otra parte, la mujer que está dando el pecho a su hijo recuerda a los condenados en La balsa de Dante, está representada a punto de ser pisoteada por los turcos.
La pintura realistaMillet y Coubert En las décadas centrales del S. XIX, el Romanticismo y su idealización de la historia, de la sociedad y sobre todo de la naturaleza, cuyo tratamiento era un motivo de evasión, deja paso a una corriente que se interesa por la realidad. Quienes mejor manifiestan este cambio son los paisajistas de la Escuela de Barbizón, que a través del paisaje transmitieron la conquista de la realidad. La escuela fue creada por Rousseau y la integraron un grupo de artistas que se propusieron construir un tipo de pintura diferente. Realizaron un estudio objetivo y directo de la naturaleza plasmando los sentimientos que ésta les despertaba. A ellos les debemos el inicio de la práctica de pintor al aire libre, pues tomaban sus apuntes directamente de la naturaleza y luego ejecutaban sus obras definitivas en el estudio.
Jean François Millet (1841-1875), hijo de campesinos pobres, fue uno de los máximos representantes de la Escuela de Barbizón. Se distinguió como paisajista, pero en sus paisajes no olvida nunca a los campesinos, humildes, cabizbajos, pesimistas y redimidos por el trabajo. Es el mejor intérprete de la vida campesina y del hambre y la miseria que éste trae consigo. Contempló de cerca la situación en la que vivía, pero no la denunció en sus pinturas, sino que la representó tal y como era, plasmó la realidad. Sus obras más características son Los Gavilladores, El Ángelus, Los canteros, La costurera, La colada y Las espigadoras. El Angelus
Las pinturas de Gustave Courbet (1819-1877) suscitaron enormes polémicas por su selección de temas vulgares como Un entierro en Ornans (1849) y por sus ideas pragmáticas sobre el arte. Ornans es su pueblo natal. Este entierro es una de las obras en las que más claramente aparece una manera nueva de ver la realidad. El tema se podía haber tratado solemnemente, pero lo hace de forma peculiar, es un cuadro desolador. Se trata de un entierro en un pueblo al que asisten los aldeanos y el clero y apenas hay diferencias entre ellos, en un intento de hacer crítica. Al contrario que en los cuadros que representan entierros y en los que está presente lo religioso invocando el más allá, aquí todo es deprimente, no se espera ni se cree nada.