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El monasterio de Cañas fué creado en 1169 cuando el conde don Lope Díaz de Haro (IX señor de Vizcaya) y doña Aldonza Ruiz de Castro donaron a la Orden del Cister las tierras situadas en la villa de Cañas. No obstante a su fundación, el origen de este proviene de un monasterio benedictino radicado en Hayuela (Fayola o Fayuela) de la orden Benedictina, y que disfrutaban de fuero desde 1157, cerca de la actual Santo Domingo de la Calzada.En 1170 las monjas benedictinas de Hayuela se trasladarón a Cañas y cambiaron los habitos benedictinos por los del Cister. La primera abadesa del este monasterio fué doña Arlequina (1169-1189) que ya era abadesa en el monasterio de Hayuela. La segunda abadesa doña Toda García (1189-1212) y la tercera doña Armezana o Emerenzana (1212-1225).
En este monasterio profesó la hija de los fundadores Urraca López de Haro y Ruiz de Castro que llegaría a ser la cuarta abadesa del monasterio (1225-1262). Con esta abadesa se comenzó a contruir la iglesia, la sala capitular y principales dependencias (cocina, cilla, comedor etc). También un hospital en la villa, es por ello que se la conoce como la segunda fundadora del monasterio. Murió a los 92 años, despues de pasar practicamente toda su vida en el monasterio ya que ingresó en él de muy niña junto con su madre, al fallecer su padre. Su cuerpo incorrupto se encuentra en un bello sepulcro en la sala capitular.
La construcción del monasterio podemos dividirla en tres fases: la primera románica (siglo XII) de la que sólo quedan escasos restos, la etapa gótica del siglo XIII que es la que imprime forma al monasterio, y las construcciones posteriores al siglo XVI con la finalización de la iglesia, y otras dependencias secundarias. A partir del siglo XVIII se construirían dormitorios y salas de trabajo que es donde las monjas residen en la actualidad. También en este siglo se terminó la construcción del claustro. De los restos románicos, quedan el muro norte del claustro que forma pared con la iglesia y el arranque de la iglesia en su cabecera.
La iglesia de estilo gótico-cisterciense, fué comenzada en el siglo XIII quedando paralizada a la altura del transepto por motivos económicos, siendo retomadas las obras en el siglo XVI. La fábrica es de sillería. Los ventanales del ábside central de doble piso, están unidos por una serie de pequeñas columnas y cubiertos de losas de alabastro, proporcionando la claridad que concede al centro religioso el sobrenombre de “monasterio de la luz”
La ornamentación interior de la iglesia es escasa, sólo los capiteles de las columnas se adornan con motivos vegetales, como asi ocurre en todo el monasterio y como es práctica habitual en el Cister, ya que San Bernardo decía que la decoración figurada distraía al monje de sus obligaciones.
El retablo mayor, obra de Andrés Melgar y de Guillen de Holanda, es del siglo XVI, de estilo renacentista. En principio estaba situado en la cabecera en el ábside central, pero en 1975 y para dejar a la vista los ventanales fué desmontado y trasladado a los pies de la iglesia, lugar donde hoy permanece. El retablo adopta la forma de triptico, y se compone de banco, tres pisos y ático; en el plano vertical está formado por siete calles.
El retablo fué ordenado hacer por la abadesa Leonor de Osorio (1523-1570). En él se combinan la pintura, los relieves y las imagenes de bulto o imagineria. Tiene como tema central la vida de la Virgen María. El retablo es obra de Guillen de Holanda, mientras que las tablas pictóricas se atribuyen a Andrés Melgar. La Virgen y el Niño del siglo XIV, policromada en el XVII.
La imagen pertenece a la Última Cena en el banco del retablo.
Cristo policromado del siglo XIV en la cabecera de la iglesia, bajo los ventanales del ábside.
Portada de la Sala capitular, de mitad del siglo XIII y situada en el ala este del claustro. Su entrada se realiza a traves de una puerta de arco apuntado decorada con elementos vegetales. A ambos lados dos grandes ventanas de similiar composición que la portada y misma decoración. La portada formada por tres arquivoltas que apoyan sobre cuatro columnas acodilladas, los capiteles se decoran con pencas (decoración vegetal), mientras que las jambas están formadas por fajas o cenefas con decoración vegetal.
En su interior en el centro una gran columna con basamento octogonal y con forma de palmera, cuyas ramas se reparten hacia los cuatro tramos de bóveda de crucería que sustentan la bóveda. En los extremos triples columnillas o ménsulas en los muros. El capitel se decora con decoración vegetal de hojas de cardo.
En esta sala encontramos el sepuclro gótico de doña Urraca. De finales del siglo XIII o tal vez principios del XIV, muestra a la abadesa yacente ataviada con los atributos abaciales. Aunque la atribución es más que dudosa, se especula que sea obra de Ruy (Rodrigo) Martinez de Bureba hacia el 1270, aunque otros expertos alargan la fecha del sepulcro hasta comienzos del siglos XIV.
En el lado derecho de la tapa del sepulcro, un grupo de monjes (franciscanos por los cíngulos con que se ciñen) y mujeres que se lamentan ostensiblemente por la muerte de la abadesa Doña Urraca.
La portada de entrada a la iglesia desde el claustro , está formada por un arco apuntado con cuatro arquivoltas. La arquivolta mas interna apoya sobre las jambas de la puerta. Las arquivoltas son de perfil semicircular excepto la tercera que tiene decoración de dientes de sierra. Se trata de una puerta de tradición tardo-románica cisterciense.
Claustro. De planta cuadrada, su centro está ocupado por un pequeño jardín con una gran cruz de factura reciente. Se trata de un claustro formado por dos pisos. El claustro alto con los arcos cegados y provistos de pequeñas ventanas adinteladas.
El claustro bajo formado por una galeria cerrada con arcos de medio punto. El pavimento de canto rodado formando círculos, dentro de los cuales diversas figuras geométricas adornan su interior.
La fachada principal queda orientada al oeste. En ella encontramos la entrada al monasterio una vez traspasado el muro que lo rodea. Formada por un arco de medio punto, enmarcada por pilastras a los laterales y con un frontón redondo partido en su parte superior. La portada es de 1757. En su parte superior se adorna con dos tondos con los escudos uno de la abadía y otro de la orden cisterciense, en su centro una imagen de San Bernardo en el interior de una hornacina, y debajo otro escudo.
www.bibliotecagonzalodeberceo.com FOTOGRAFÍA, DISEÑO Y MONTAJEBIBLIOTECA GONZALO DE BERCEOLa Rioja, 2008