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“ Desarrollo local y desarrollo cultural”. . http://www.aecid.es/09cultural/02ccult/ftp/04-Cultura.estrategia.desarrollo.local.pdf. Quito 3 de Abril de 2008. I. Algunas precisiones de entrada. - ¿Qué es?. ¿Para qué es buena la cultura?. El buonismo en la Cultura. Limita el debate social.
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“Desarrollo local y desarrollo cultural”. http://www.aecid.es/09cultural/02ccult/ftp/04-Cultura.estrategia.desarrollo.local.pdf Quito 3 de Abril de 2008
I. Algunas precisiones de entrada - ¿Qué es?. ¿Para qué es buena la cultura? El buonismo en la Cultura Limita el debate social Oculta el elevado grado de ineficacia, ineficiencia e injusticia que impregnan la mayoría de las políticas culturales Otorga un inmerecido prestigio social a los agentes culturales
II. Las relaciones entre cultura y desarrollo • Cultura sin prejuicios. • Para todo territorio y lugar, la cultura no es la única vía del desarrollo, ni siquiera en algunos casos la más conveniente. En un proceso racional de intervención del territorio, las estrategias de desarrollo alrededor de la cultura han de compararse con otras posibles estrategias. • Las supuestas ventajas no sólo hay que enunciarlas sino que hay que “demostrarlas”. • La cultura como estrategia de desarrollo es una de las más especulativas de todas las estrategias de desarrollo territoriales. ¡Cuidado con los aprendices de brujo¡.
II. Las relaciones entre cultura y desarrollo • Algunas posibles ventajas de la cultura como estrategia de desarrollo. • La tesis del capitalismo cultural. La competitividad de los territorios va a depender cada vez más de la robustez y consistencia de los contenidos simbólicos que posea HAMBURGO vs LA HABANA
II. Las relaciones entre cultura y desarrollo • Algunas posibles ventajas de la cultura como estrategia de desarrollo. • En términos generales, la intervenciones en cultura no son depredadoras del medio ambiente. • Se trata de una estrategia que actúa como vacuna de amplio espectro (recuperación de zonas industriales, en declive, zonas rurales deprimidas, regeneración urbana, complemento de turismo tradicional, etc…) • Para el caso español, resulta interesante que sea intensiva en trabajo, y un mecanismo que está permitiendo una integración digna de colectivos de inmigrantes.
II. Las relaciones entre cultura y desarrollo • Pero también existen algunas desventajas. • Se trata de manipular, procesar y empaquetar, material simbólico, lo que resulta una ejercicio de resultados muy inciertos. La química de los deseos, valores, sentimientos es una química muy inestable. • Las Ciencias en general y las Sociales en particular saben muy poco sobre las relaciones entre individuo y las acciones sobre la cultura se fundamentan a partir de una serie de tópicos no demostrados. Sabemos muy poco y lo poco que sabemos, preferimos ignorarlo. • Pasamos del mundo de lo real donde las ventajas competitivas se sustentan en elementos físicos, a un mundo de lo intangible donde la ventaja reside en lo intangible. Y el humo es fácilmente disipable. • En ese mundo de la creatividad y la cultura, donde cada vez juegan más territorios, las barreras de entrada son cada vez más bajas. • Contamos con muy pocas técnicas y recursos para evaluar la eficiencia, la eficacia y la equidad de las estrategias.
Cultura y Territorio: Una relación para el desarrollo Crecimiento económico Capital Social Elemento de localización productiva cultura T E R R I T O R I O Calidad de vida Cohesión social Autoestima, sentido de pertenencia, participación II. Las relaciones entre cultura y desarrollo
II. Las relaciones entre cultura y desarrollo: COHESIÓN SOCIAL • Efectivamente, la cultura, como conjunto de valores simbòlicos compartidos afecta a la cohesión social y esto ya es desarrollo (El capital social se refiere a las instituciones, relaciones y normas que conforman la calidad y cantidad de las interacciones sociales de una sociedad. Numerosos estudios demuestran que la cohesión social es un factor crítico para que las sociedades prosperen económicamente y para que el desarrollo sea sostenible. . ) Afecta a la facilidad de gestión de los asuntos colectivos, ya que ordena y concreta el espacio de los anhelos de la comunidad. Tiene una correlación muy elevada con el nivel de utilidad de los individuos (pertenencia, identidad, autoestima)
II. Las relaciones entre cultura y desarrollo: COHESIÓN SOCIAL • Los riesgos de esta relación son: Las manifestaciones culturales, en los procesos de construcción de consensos sociales se presentan así como una delicada arma de doble filo y como señala Ramón Zallo, “ciertamente el ámbito de la cultura es un ámbito de creación, goce, identidad e integración, pero es, también, un ámbito de conflicto”. La cohesión social, por tanto no es un resultado obligatorio en estrategias que intensifiquen las vivencias y manifestaciones culturales de una comunidad Otro riesgo plausible de la cohesión social como resultado de un universo simbólico compartido y excesivamente estable es que se puede derivar hacia un contexto refractario a la innovación, el riesgo y la experimentación. Es por ello que toda articulación deliberada de la realidad simbólica ha de traducirse necesariamente en un equilibrio dialéctico entre tradición y crítica social, entre prácticas consensuadas y contrastadas y apuestas audaces de resultados inciertos. Sólo en entornos de tensos y de dinámicos equilibrios entre pasado y futuro, entre la gestión del legado colectivo y el ejercicio proyectivo aventurado pueden plantearse escenarios de sostenibilidad simbólica de un territorio.
II. Las relaciones entre cultura y desarrollo: CRECIMIENTO ECONÓMICO • Las ventajas de la especialización productiva en cultura desde la dimensión económica. • La cultura es un sector de demanda creciente... Y los factores que explican este hecho van a persistir en el tiempo
II. Las relaciones entre cultura y desarrollo: CRECIMIENTO ECONÓMICO • Las ventajas de la especialización productiva en cultura desde la dimensión económica. • Además la especialización productiva en cultura, no está sujeta como otras actividades económicas a los procesos de deslocalización. • La especialización en cultura aumenta la atractividad del territorio y en consecuencia es capaz de atraer a inversiones productivas de los “sectores no culturales”. • La atención por la cultura implica que las comunidades sean más sensibles a la innovación y la creatividad, y esto puede aportar recursos en procesos de rápido cambio social y económico
II. Las relaciones entre cultura y desarrollo: CRECIMIENTO ECONÓMICO • ….. Pero…, algunas prevenciones. • La correlación entre cultura y crecimiento económico no es automática. [el daño del efecto Guggenheim] • Hasta ahora se ha exagerado notablemente el impacto económico de la cultura. • Si el impacto buscado es el impacto económico, es necesario comparar con estrategias alternativas. • Con los sistemas actuales de contabilidad regional, nacional, etc. Resulta bastante aventurado aislar y detectar los efectos económicos de las estrategias sobre cultura.
II. Las relaciones entre cultura y desarrollo: CALIDAD DE VIDA • Los derechos culturales son parte inalienable de la condición humana y ya como se reconoce tanto en la declaración de los Derechos del Hombre[1] de la UNESCO como en la Agenda 21 de la Cultura. Pero además, la relación entre cultural y calidad de vida, al margen de la que se deriva de las dos relaciones anteriores (cohesión social y crecimiento económico) debe entenderse a partir del hecho de que el contacto continuado con las manifestaciones culturales ya sea a través del consumo o la práctica, responde a una necesidad esencialmente humana, que se deriva de la condición de individuos que demandan persistentemente comunicar, expresar y sentir. • [1]El derecho a la cultura, incluido en la “Declaración Universal de los Derechos del Hombre” de 1948 ha sido uno de los elementos claves en la aparición de las políticas culturales: Todos los individuos tiene derecho a participar libremente en la vida cultural de la comunidad. Este derecho a la cultura aparece recogido en la mayoría de los textos constitucionales de los países occidentales (Art 149 de la Constitución .Española declara que es un deber y atribución esencial del Estado)
II. Las relaciones entre cultura y desarrollo: CALIDAD DE VIDA • El consumo o la práctica cultural no es solo una mera ocupación del tiempo de ocio sino que implica una sacudida de los sentidos que tiene impacto, algunas veces de manera irreversible, sobre los procesos cognitivos y sensoriales[1]. Así, vivir en un entorno con espacios públicos bellos y con significado, poder sentarse en un claustro gótico o colonial, tener la opción de asistir a conciertos de música, exposiciones y teatro, acceder a clases de canto, guitarra, participar …, son elementos relevantes para que nuestra vida se mueva en marcos de mayor o menor calidad. [1]De manera más anecdótica, se puede señalar que incluso algunos investigadores del ámbito médico señalan que algunas prácticas culturales están correlacionadas con una esperanza de vida mayor
III. Los escenarios para la fijación de los efectos de la cultura sobre el desarrollo a través del cultural planning • El carácter normativo de la AGENDA 21 de la Cultura que define: • Grandes principios. (derechos humanos, libertad de expresión, recompensa de los creadores, no discriminación,…) • El espacio local de la política cultural • Estilos y procedimientos (multiplicidad de agentes, transparencia, responsabilidad conjunta, participación democrática en la formulación y evaluación, descentralización, coordinación de distintos niveles territoriales) • La dimensión económica de la cultura (espacio entre el interés público y privado). • Los objetivos (diversidad cultural, evitar posiciones hegemónicas, universalización del acceso a la cultura, fomento de la creación y de la innovación, promoción del talento, generación y ampliación de públicos, participación, respeto a las culturas locales, interculturalidad) • Instrumentos (financiación pública, sistema educativo ) • Sectores
Una primera posibilidad, aún con efectos limitados sobre el territorio, podría ser que a través de la política cultural, se incrementara la provisión de bienes y servicios culturales de una comunidad, de manera que así ya estamos afectando en el desarrollo, en el sentido que incrementamos la calidad de vida al mejorar la oferta de servicios culturales y además a través de su consumo ritualizado y social, provocamos mayor cohesión o incrementamos el stock de capital social. Estas intervenciones, que suelen ser las más comunes en el desarrollo de las políticas culturales locales responden a demandas más o menos implícitas a partir de estándares comparados con otras realidades locales.
Un segundo paso podría consistir en articular estrategias de provisión de bienes y servicios culturales a partir de las especificidades diferenciadas del territorio de manera que, tanto desde el punto de vista del impacto económico, como de la cohesión social resultan más provechosas al enfatizar la importancia de esas peculiaridades diferenciadoras. Podemos ofrecer una exposición de cerámica que precisamente coincide con una peculiaridad local de cierta especialización histórica en la producción cerámica, y que visualiza la importancia de dicha actividad en el proceso de construcción de la identidad local y que además suponga una demanda extra a los productores locales.
El siguiente escalón lo encontramos en estrategias que consistan en la organización de eventos con capacidad de movilización interna (sería el caso de las fiestas locales) y que además, deliberadamente o no, tengan capacidad de atraer la atención exterior y general flujos de visitas, aún en períodos temporales muy concretos (para el caso de festivales, ferias, ciclos u otros eventos culturales).
La relación más obvia entre cultura y desarrollo, transita, evidentemente, por la vía del turismo. La lógica de este modelo es que a través de la valoración de los recursos culturales del territorio se consiga convertir a estos en productos turísticos que atraigan flujos de visitantes, en el mercado emergente del turismo cultural, para que con sus gastos directos e indirectos generen impacto económico a través de los multiplicadores. Numerosos documentos y trabajos explicitan la buena relación simbiótica que se puede dar entre el turismo y el entramado cultural de un territorio. Así que el vínculo entre cultura y turismo no sólo es uno de los más obvios sino también uno de los más desarrollados y uno de los que más impacto sobre el territorio generan A veces convertir una expresión cultural en un producto turísticos exige minorar los efectos que tiene sobre la articulación social y emotiva de los miembros de la comunidad y finalmente puede darse el resultado que esas propias expresiones culturales que se “venden a los turistas” lleguen a considerarse extrañas para los residentes – y en definitiva autores de dicha expresión cultural-. La banalización, la pérdida de autenticidad, la alienación, la reproducción extemporánea, la erosión de la singularidad, la pérdida de valor al tratar de que sea comprensible por los mercados, son verdaderos riesgos que a medio y largo plazo no sólo pueden amortizar su valor como producto turístico, sino que dejan de tener sentido simbólico para la propia comunidad[1], .[1] Véase, el número 68, de la revista Archipiélago, que cuenta con un monográfico titulado Clase Turista, y donde numerosos autores profundizan en esas relaciones de riesgo entre el territorio y el turismo
El ecomuseo en su sentido más amplio significa una pacto de una comunidad para el cuidado de un territorio. Este pacto no es un conjunto de normas que obligan o prohíben cualquiera cosa sino un acuerdo básico arraigado y consensuado entre los agentes que pueblan el territorio. El sujeto de la iniciativa ha ser la sociedad local articulada. Y cuidar un territorio significa no solo conservar, sino también utilizar, disfrutar y gozar, ahora y en el futuro el propio patrimonio cultural y visualizar y desarrollar las formas para generar nuevos valores (históricos, económicos y sociales) sobre el territorio.
El distrito cultural, como concepto marca una nueva traza en las posibilidades de intervención sobre el territorio alrededor de la cultura. Lo que plantea, trasladado desde el análisis de la realidad industrial, es que es una opción posible orientar los recursos públicos y privados, hacia la especialización del territorio en alguno de los ámbitos de la producción artística y cultural. Y es precisamente en el ámbito de la producción cultural donde son mucho más visibles las ventajas ofrecidas por las economías de aglomeración. La concentración espacial de los agentes culturales (individuos, empresas, servicios auxiliares) genera sin duda unas sinergias y unos continuos procesos de retroalimentación mayores que en otros ámbitos de especialización territorial. Se trata en definitiva de generar un “creative millieu” que sirva de caldo de cultivo para iniciativas, proyectos, innovaciones y empresas, tanto desde la perspectiva empresarial como la artística y cultural.
Algunas cuestiones para el debate • La correlación fuerte entre cultura e impacto sobre el territorio está fuertemente basada en la vinculación del proceso de las fases de formación, creación y producción y menos con las de distribución y consumo • El turismo es una relación obvia entre cultura y desarrollo, pero no la única y contiene también muchos riesgos. • Habitualmente las propuestas son muy poco imaginativas. • Los procesos de “cultural planning” son procesos complejos, para los que contamos con muy poca información
Algunas cuestiones para el debate • Uno de los requisitos relevantes para que un ecosistema cultural arraigue y muestre capacidad de transformación de un territorio es que contenga una red lo más densa posible de empresas culturales. • El sistema cultural local que sólo se sustente en la acción de lo público es, en el mejor de los casos, un sistema débil y en el peor, un espacio proclive al dirigismo cultural, al paternalismo estético y poco proclive a la innovación e incluso la transgresión, tan necesaria en los procesos culturales dinámicos. • […] en consecuencia, el fomento del emprendimiento deviene también en una estrategia necesaria de las políticas culturales.
“Desarrollo local y desarrollo cultural”. Quito 3 de Abril de 2008 GRACIAS POR SU ATENCIÓN