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EL SENTIDO DE LA MISIÓN PERMANENTE EN APARECIDA Y LOS CRITERIOS NORMATIVOS PARA LA IGLESIA DE TIJUANA. La Conferencia de Aparecida.
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EL SENTIDO DE LA MISIÓN PERMANENTE EN APARECIDA Y LOS CRITERIOS NORMATIVOS PARA LA IGLESIA DE TIJUANA
La Conferencia de Aparecida • Que nos ha recordado el mandato del Señor de “ir y hacer discípulos entre todos los pueblos”, ha despertado un gran impulso misionero en la Iglesia en América Latina y el Caribe.
Después de Aparecida • La Asamblea celebrada en La Habana en julio del 2007, forma una Comisión Especial para promover la Misión continental. • Al año siguiente, en la ciudad de Quito, se da inicio oficial a este proyecto entregando a cada país una copia del Tríptico que es símbolo de nuestro compromiso misionero.
En México, la misión se inició • en el marco solemne del III Congreso Americano Misionero el 17 de agosto de 2008. • Se hizo la oración por la Misión Continental • Se difundió el proyecto en los medios de comunicación. • Y se invitó a realizar, como signo testimonial, una obra de servicio social en cada diócesis.
En la arquidiócesis de México la misión fue preparada antes de Aparecida con propósitos definidos: • formación de comunidades eclesiales de base, • promoción de la comunión entre los grupos parroquiales, • selección de los líderes, • parroquias en “estado de misión”, • Programación y evaluación de acciones pastorales.
En la arquidiócesis de Guadalajara, • La Misión dio comienzo en Pentecostés del 2009 • Se renovó la consagración al Espíritu Santo, • Los primeros responsables de organizarla y de llevarla a cabo serán los mismos párrocos en sus comunidades y los laicos • Pues “es obra de todo bautizado la tarea de llevar el anuncio del Evangelio, en particular a los más alejados y necesitados”.
El nuestra arquidiócesis • El inicio tuvo lugar en el marco de la celebración de toda la provincia el 27 de mayo de 2009. • Se presentó el Proyecto De Mision Permanente. • Se iniciaron los talleres del Pueblo de Dios en Misión
La gran tarea de la iglesia • desde sus inicios ha sido transformar a los bautizados en discípulos misioneros.
Aparecida ha retomado esta tarea porque el cambio de época y la frágil estructura ministerial han generado una grave crisis de fe que nos exige redescubrir la esencia misionera de la Iglesia.
¿Cómo abrir nuestros ojos • ante la realidad de nuestro mundo, “marcado por cambios enormes” [33] • y despertar a la conciencia de esta grave responsabilidad?
La realidad nos interpela • y nos exige una mayor coherencia con el Evangelio y una respuesta más comprometida frente a los hermanos “caídos en manos de los salteadores” (Lc 10,25-37).
El documento de Aparecida • presenta la “mirada de los discípulos misioneros sobre la realidad” [33-97], • analiza la situación de la Iglesia ante sus desafíos [98-100] • y despierta nuestra conciencia de cristianos para convocarnos a una Misión en todo el Continente.
La misión nos conduce • “al corazón del mundo” para abrazar y responder a “la realidad urgente de los grandes problemas económicos, sociales y políticos”. • No es “una fuga de la realidad hacia un mundo espiritual”. • “Integra la preocupación por las dimensiones espirituales del ser humano y sus necesidades concretas”.
La fe nos libera • del aislamiento, porque nos lleva a la comunión: • el encuentro con Dios es, en sí mismo, un encuentro con los hermanos, un acto de convocación, de unificación, de responsabilidad hacia el otro y hacia los demás.
2. El origen de la misión es el amor de Dios. Es un camino trinitario.
¿Quién es el Dios al que anunciamos? • Jesús lo reveló como Padre que existe en el Amor. • Nos anunció el misterio de la trinidad como origen de su misión y de la nuestra. • Hablar de Dios es hablar del amor y de la misión.
El Dios de amor no está solo • Es relación, diálogo, comunicación, envío y encuentro. • Delante del pecado, Él se nos ha comunicado en su propio Hijo y en el Espíritu Santo para reconstruir laAlianza. • Es una nueva creación, pues el amor del Padre, del Hijo y del Espíritu, renueva la vida.
La misión del pueblo de Dios • surge de la comunidad de Dios, Uno y Trino, cuyo amor se trasciende y apunta a la convocación y al envío de comunidades para dar testimonio del Amor de Dios.
Los discípulos-misioneros • participan de la misión de Dios; • conducidos por el Espíritu, son seguidores de Cristo y testigos de su resurrección. • Su misión es evangelizar, al servicio del Reino, comunitaria, integral y comprometida con los necesitados.
3. Jesucristo y el Espíritu Santo son la expresión de la misión de Dios
El Verbo y el Espíritu desde el principio son inseparables. • Uno es el camino y otro es el guía. • María concibe al Verbo, por obra del Espíritu. • Con el Espíritu, Jesús inicia su misión: “El me ungió para evangelizar a los pobres” (Lc 4,18).
El día de Pentecostés • la Iglesia llena del Espíritu comenzó “a hablar en otras lenguas”. Inició su misión, revestida “de fuerza de lo alto”. • El Espíritu “forja misioneros, señala sus caminos y elige a los testigos”. Es el protagonista de nuestra misión.
En la raíz de la miseria y la injusticia • está el “padre de la mentira”. Pero el Espíritu es “padre de los pobres”. • Nuestra opción se debe de fundar en la experiencia de Cristo y del Espíritu. • Seguir a Jesús, es adoptar “sus actitudes”. • Él, siendo Dios, se hizo obediente hasta la muerte; y siendo rico, eligió ser pobre por nosotros”.
4. La Iglesia, Nuevo Pueblo de Dios. Convocación y envío en Pentecostés
En el pueblo de Dios, la comunión y la misión • están profundamente unidas. • La comunión es misionera y la misión, para la comunión. • El discipulado, el envío y la misión “siempre suponen pertenencia a una comunidad”. • Con ella y en ella acreditamos y asumimos nuestros compromisos.
La Iglesia es la casa de los pobres • convoca a todos en su comunión, sin discriminaciones ni exclusiones [524]. • Su condición es la libertad y la dignidad que le dio su creador; su ley es el amor; su meta, el Reino de Dios.
Convocación y envío necesitan siempre • de la purificación y animación del Espíritu. • La Iglesia no tiene patria, ni seguridades. • Pero tiene una orientación muy clara. • Es servidora y peregrina, signo e instrumento.
Todo parece urgente a la pastoral • el proyecto misionero en la diócesis [169] • el Kerigma en las comunidades [289]; • el diálogo entre la fe, la razón y las ciencias [466] • la formación del laico “para que pueda tener una incidencia en los campos sociales” [283]; • la “promoción de las vocaciones” [315]; • la realidad “de los grandes problemas económicos, sociales y políticos del mundo” [148]
“Urge crear las estructuras • que consoliden un justo orden social” [384]. • “Urge educar para la paz” [541]. • El anuncio del Reino es cuestión de vida o de muerte. “La caridad de Cristo nos apremia” a destruir las estructuras de la muerte, la lógica de los sistemas y la lentitud de la burocracia. • La vida es siempre para hoy. • Pero, ¿dónde están los testigos?
EL OBJETIVO GENERAL “Proclamar a Jesucristo vivo, Evangelio del Padre, para que en la Arquidiócesis de Tijuana nos hagamos discípulos y misioneros y en El tengamos vida plena”
1 Propiciar un encuentro con Jesucristo • en todos los bautizados que mueva a la conversión y al seguimiento del maestro en la comunidad de la Iglesia hasta asumir con madurez una espiritualidad misionera PARA ELLO: • evangelización kerigmática • la liturgia, fuente y culmen de vida cristiana, • los retiros.
2 Lograr que las parroquias • renueven y fortalezcan un serio impulso misionero y pasen de una pastoral de conservación a una pastoral decididamente misionera, sobre todo hacia los alejados.
PARA ELLO: • Formar equipos de misioneros, • Establecer pequeñas comunidades eclesiales, • Fortalecer las acciones fundamentales y preferenciales, • Establecer lazos de cooperación con organismos e instituciones presentes en su territorio
3. Implementar en todas las parroquias procesos de iniciación cristiana y formación permanente integrales y kerigmáticos
Para ello: • Aplicar Criterios Comunes para los Sacramentos, • Revalorar la experiencia del catecumenado, • Establecer procesos de formación en los grupos, • Formación bíblica y lectio divina
1. Ser permanente • porque la tarea de acercar a todos los hombres a Jesucristo y propiciar su seguimiento e identificación con Él hasta la maduración de la vida cristiana, nunca terminará.
2. Aparecida apuesta a la Parroquia • enfatiza su papel misionero, apunta sus dificultades y le propone cambios profundos. • Ser “comunidad de comunidades” y “centro de irradiación misionera en su territorio [306]. • “Todos sus miembros son responsables de la evangelización” [171]. Se deben transformar en discípulos misioneros.
3. Por ello es necesario • multiplicar el número y la calidad de los discípulos misioneros en la Iglesia. • Formarlos para ser conscientes de su vocación y formadores de nuevos misioneros
4. Multiplicar las pequeñas comunidades eclesiales • que acerquen la experiencia de Iglesia a los alejados. • La misión permanente busca que todos los discípulos de Jesús vivan una experiencia comunitaria más cercana (cfr. DA 178-180)
5. La misión tiene como primera exigencia • una conversión personal y pastoral en las personas, sobre todo en los pastores, • en los métodos y en las estructuras
Requiere de cambios profundos • en nuestra manera de mirar a la realidad, • de vivir la fe, • de organizar la pastoral, • de administrar la Iglesia • y de servir al mundo; • se nos exige una autocrítica profunda, a la luz de la Palabra de Dios.
La renovación de la parroquia nos exige • “actitudes nuevas en los párrocos y entre los sacerdotes”, descentralizar, desburocratizar, cualificar [513]. • Brindar un espacio comunitario para multiplicar y formar la fe de los colaboradores. • La formación misionera debe ser integral, permanente, específica, comunitaria e inculturada.
6. Es necesaria la participación de todos • los laicos (especialmente los movimientos, los jóvenes, las familias, los seminaristas, los consagrados, las religiosas), • los diáconos, • los presbíteros • y el obispo.
7 Debe ser ecuménica, no proselitista • Debe buscar, ante todo, llevar a las personas al encuentro con Cristo pues el Evangelio crece por contagio espiritual.
8. Debe ofrecer • el servicio del evangelio a nuestra sociedad, iluminando la cultura vigente, haciéndonos protagonistas activos de los cambios culturales. • Su fruto es la paz, la justicia, el respeto mutuo y la cooperación recíproca